LA SANIDAD MILITAR. HOY ES MAÑANA Luis Manuel Ruiz Lorenzo

LA SANIDAD MILITAR

La convocatoria extraordinaria para cubrir 28 plazas de médicos militares, con y sin especialidad, que se está desarrollando en estos días en Madrid, confirma la existencia de un problema enquistado al que no se sabe poner/buscar solución.  Confirma también la cerrazón e incapacidad de los gestores actuales.

28 plaza convocadas, 30 admitidos (29 + 1 excluido provisional).  Resultados a 24/09/2021: 8 candidatos presentados, 6 declarados aptos.  22 plazas de médicos militares, como poco, que no se van a cubrir.  Y faltan por realizarse las pruebas más importantes.

Si la situación era crítica hasta el día de hoy, con esta realidad, con estos datos se han cruzado todas las líneas rojas.  Es urgente encontrar soluciones.

El pasado 30 de agosto, se publicó en este blog un artículo que intentaba aportar ideas para un más que necesario, debate sobre nuestra sanidad militar, se titulaba “La sanidad militar hoy… ¿y mañana?”.  La realidad demuestra que mañana ya es hoy.

MAÑANA YA ES HOY

Defensa dispone, o debería, de una base de datos con el número y especialidad de los estudiantes de medicina, psicología, farmacia, enfermería, odontología y veterinaria, las 6 especialidades que conforman la sanidad militar, que han realizado hasta la fecha y que van a realizar este año 2021, prácticas curriculares en sus instalaciones militares.

Estos datos son importantes para empezar, o intentar por lo menos, darle la vuelta a la situación.  Conocer la opinión, el trabajo, la motivación y las expectativas de los tutores militares y de los estudiantes, es un primer paso.

Realizar prácticas curriculares en las instalaciones sanitarias de Defensa conlleva, en principio, un interés o intención, más o menos claro, de por dónde dirigir una carrera profesional.  Parece razonable por lo tanto, preguntarse si se está motivando lo suficiente a los estudiantes, si se está atendiendo a las expectativas y los planes de futuro profesional que nuestros jóvenes universitarios y la sanidad militar demandan.  Hay que dar por hecho, en principio, que estos datos existen y por eso es necesario conocerlos, es el primer paso que hay que dar para analizar la situación.  Otro paso necesario consiste en poner el problema, con toda su crudeza, encima de la mesa.  Y la mesa más indicada está en el Congreso de los Diputados.

LA RESERVA VOLUNTARIA.  “CANTERA” DE LA SANIDAD MILITAR

Reivindicar la presencia de nuestros jóvenes universitarios en nuestras FAS es sin lugar a duda una cuestión de interés para nuestro país.

Facilitar a los aspirantes que han participado en las convocatorias de los cuerpos comunes y aprobado la oposición sin obtener plaza la posibilidad de ocupar plazas de su especialidad en la reserva voluntaria debería ser un objetivo del Ministerio de Defensa.

Esta justificación viene dada por el hecho mismo de aprobar la oposición y considerar este aprobado como mérito suficiente para ocupar una plaza de RV.

Esta alternativa sería bien acogida porque además de permitir a los jóvenes acceder a las FAS y especialmente por la posibilidad de ejercer su profesión, les permitiría adquirir conocimiento y experiencia de mucha utilidad para etapas posteriores y no les impediría participar en sucesivas convocatorias.

Considerar como mérito suficiente la aprobación de la oposición es una forma de dar oportunidades a los más jóvenes, que en el caso de optar a plazas RV, no podrían competir con personas de más edad y con más trayectoria profesional y por tanto con más posibilidades de conseguir mayor puntuación, que a su vez les permite obtener plazas de RV.

Se trata, en definitiva, de destinar un porcentaje de plazas RV a estos jóvenes universitarios y facilitarles formar parte de las FAS durante un periodo de tiempo que está tasado en origen.

Las plazas existen y la financiación también. Se trata de hacer los ajustes y las modificaciones correspondientes.

En los tres ejércitos, hay docenas de jóvenes con formación universitaria, no solo sanitaria (medicina, enfermería, psicología, farmacia, odontología, veterinaria), también jurídica, económica y otras que son la base de los requisitos para formar parte de los cuerpos comunes. Estos jóvenes han optado por la opción de ser MTM profesionales, pensando en tener una fuente de ingresos y un medio de vida, además de adquirir conocimientos para y finalmente optar a la profesión militar de su formación participando en las convocatorias anuales respectivas. Esta opción no solo es válida, es también muy respetable. No obstante, no hay que descartar que si tuvieran opción de ejercer su profesión en su ejército con el empleo de alférez RV, aun sabiendo que el compromiso dura tres años y que son activados anualmente por un periodo corto de tiempo, no se decidieran por ella.

Tienen además la ventaja de no necesitar formación militar, conocen como funciona su Ejército y su Unidad. Conocen además los problemas e inquietudes que afectan a los soldados y marineros y serían, en definitiva, un activo con peso y capacidad para solucionar problemas.

Se trata por lo tanto de hacer un ejercicio proactivo y sencillo, ¿Qué nos interesa más en el Ejército del Aire por ejemplo? ¿Tener a estos profesionales que no son tantos ejerciendo como soldados rasos o tener a alguno de estos universitarios ejerciendo su profesión con el valor añadido que supone su presencia y trabajo en algunas unidades?, ¿conoce Defensa, por ejemplo, que en la base aérea de Zaragoza prestan servicio como MTM 9 psicólogos?

La opción, y la consiguiente respuesta, de proponer a algunos MTM la posibilidad de ser RV con el empleo de alférez y está claro, que no hay en principio plazas para todos, si así lo quisieran, podría sin duda sorprendernos. Para ello, en primer lugar habría que realizar una suerte de censo que nos permitiera conocer el número de MTM universitarios y la formación universitaria que tienen. Después analizar las necesidades propias de cada ejército, para a continuación, ofertar un porcentaje o la totalidad de las plazas de sanidad y la correspondiente especialidad ajustando el censo a las necesidades operativas. Lógicamente el expediente académico y el CV serían determinantes para obtener una plaza RV.

TENEMOS POR LO TANTO LA POSIBILIDAD DE CREAR UNA SUERTE DE “CANTERA” SANITARIA ACTIVA FORMADA POR JÓVENES PROVENIENTES DE LA VIDA CIVIL Y DE LA ESCALA MTM QUE QUIEREN SER MILITARES DE CARRERA.  ¿QUE HACEMOS? CONVERTIMOS LA NECESIDAD EN VIRTUD O MIRAMOS HACIA OTRO LADO.

Zaragoza 27 de septiembre de 2021

Luis Manuel Ruiz Lorenzo

Blog: generaldavila.com

9 pensamientos en “LA SANIDAD MILITAR. HOY ES MAÑANA Luis Manuel Ruiz Lorenzo

  1. Respecto al tema del ingreso de los titulados universitarios en las Fuerzas Armadas (médicos incluidos) se podría crear en España algo similar al ROTC (Reserve Officers Training Corps o Cuerpo de Instrucción de Oficiales de Reserva) estadounidense. Un programa de formación militar para titulados universitarios tras el cual estos tienen la posibilidad de integrarse en las Fuerzas Armadas estadounidenses como oficiales en activo o en la reserva. Pero no se hará nada al respecto por la misma razón que se ha dejado morir a la Reserva Voluntaria (una interesante vía para integrar a los titulados universitarios españoles en las Fuerzas Armadas y de paliar la separación entre sociedad civil y Ejércitos). Y esta razón es que lo militar no interesa a nuestros políticos. Por eso no van a solucionar ninguno de los problemas de nuestras Fuerzas Armadas. Y no me refiero solo a los políticos que directamente desean la destrucción de España y sus Fuerzas Armadas (separatistas catalanes, vascos, gallegos… y partidarios del «derecho a decidir») sino a políticos como el actual Presidente de Gobierno, que declaró que si pudiera suprimiría el Ministerio de Defensa o al anterior, que hablaba del «coñazo del desfile».

    Hay que recordar que las primeras convocatorias para ingresar en la Reserva Voluntaria tuvieron un gran éxito. De haberse hecho bien las cosas, ahora tendríamos miles de reservistas. Pero alguien se debió de asustar del éxito de la Reserva Voluntaria y se decidió dejarla morir. Como se está dejando morir a nuestras Fuerzas Armadas. Al respecto voy a recordar mi comentario al artículo anterior: en ningún país se ha aceptado con tanto entusiasmo la leyenda negra antiespañola como España. Y el desamor hacia España implica el desamor hacia sus Fuerzas Armadas.

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  2. A las órdenes de V. E.,mi General.

    ¿Y por qué no volver al sistema antiguo de convocatorias para entrar a formar parte de la carrerea militar completa, hasta el ascenso a General, comenzando por el empleo de Teniente, para jóvenes licenciados en Medicina y Cirugía, y una vez en el Ejército, facilitarles la realización de una especialidad médica?.

    Quizás este sistema ilusionaría más por significar un puesto seguro y un entorno muy amplio y variado de práctica profesional. Bien es verdad que, como antes, surgiría el fenómeno de que muchos tenderían a ejercer a la vez por vía particular fuera del Ejército,y eso podría ser un inconveniente que supusiera conflicto. Pero en otros ejércitos extranjeros, como el de Estados Unidos, por ejemplo, los médicos militares lo son en exclusiva y no pueden (ni el servicio les deja tiempo) ejercer fuera, ni en su entorno familiar más allá de mera información y orientación.

    ¿Y aquellos magníficos Hospitales Militares, como el Gómez Ulla, y el del Aire en Arturo Soria, qué fue de ellos?. Porque el Vigil de Quiñones en Sevilla fue desmantelado e ignoro qué sería del edificio y los terrenos. En mis últimos días por allí, hace quince años, se rumoreaba que todo aquel complejo, incluídos el Cuartel de Artillería y el de Caballería, ya entonces desmantelados y asaltados por «okupas», iba a ser convertido en una gigantesca estación de autobuses, que ignoro si se construiría. Viendo aquello, tan lleno de historia, me venían a la memoria los versos del canto a las ruinas de Itálica:

    «Estos, Fabio, ¡Ay, dolor!, que ves ahora,,
    campos de soledad, mustio collado,
    fueron un día Itálica famosa».

    Sit transit gloria mundi.

    ¡¡¡Viva España!!!

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  3. Mi respetado y muy querido GENERAL,
    D. LUIS MANUEL RUIZ LORENZO en tres epígrafes claves saca una FOTOGRAFÏA de la REALIDAD ACTUAL EN LA SANIDAD MILITAR.
    1.- LA SANIDAD MILITAR .
    – Reconocida Mundialmente y con una proyección histórica difícil de superar.
    2.-MAÑANA YA ES HOY
    -«El tiempo vuela» y por tanto «MANOS A LA OBRA».
    3.- LA RESERVA VOLUNTARIA «CANTERA» DE LA SANIDAD MILITAR
    – Es una opción interesante . Sin embargo «Doctores tiene LA SANTA MNADRE IGLESIA» y los enlaces con SEGURIDAD SOCIAL deberían posibilitar una UNIDAD DE ACCIÓN.
    – El tema de ZONA etc. así como tantas variaciones configurativas de la REALIDAD inducen a una postura acorde con otros entornos de OTAN, UE, etc.
    FELICITACIÓN A D. LUIS MANUEL RUIZ LORENZO.
    «DEI FACIENTES ADIUVANT» (Los dioses ayudad a quien obra./ Varrón).
    Abrazos a todos y a la orden
    A la orden de V.E
    VIVA EL REY
    VIVA SANIDAD MILITAR
    VIVA Y ARRIBA ESPAÑA

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  4. Buenos días, me he prometido intentar no divagar con educación, respeto y sin que se me «caliente la boca».
    Fui Reservista Voluntario , con el empleo de alférez, en algunas de las unidades mas emblemáticas y gloriosas de nuestras FAS ( verbigracia el Tercio, o el MOE en Rabassa), también fuí la Primera Promoción de Oficiales en la UME .Tanto en Torrejón (BIEMI) o en la base de Bétera (BIEM III). Buenos compañeros, buenos mandos, excelente experiencia humana y vital.
    Pero…y siempre hay un pero, hay otras cosas que el Ministerio algún día deberá arreglar; la mayoría de las activaciones nos teníamos que ir en «nuestras vacaciones en la vida civil», no diciendo que nos íbamos activados a las FAS y siempre como de tapadillo. Como si fuese una actividad vergonzosa o vergonzante. Y eso, pese a que la legislación dejaba muy claro que los que teníamos la condición de funcionarios civiles pasábamos a una situación administrativa concreta y perfectamente legal, luego en la realidad, los problemas laborales y administrativos fueron tremendos, con expedientes disciplinarios en la vida civil incluidos. Las direcciones de personal de los centros en muchos casos desconocían la legislación, o no la aplicaban, o sencillamente, no tramitaban tus activaciones , pese a estar publicadas en el Boletín Oficial de Defensa. Y todo fueron problemas, en todas mis activaciones un escollo diferente que no voy a explicar mas. Y lo dejo ahí, porque no me arrepiento de haber servido a mi Patria como RV. Un abrazo a todos y espero que lo próximos Reservistas se encuentren el camino administrativo mas fácil de lo que lo tuvimos nosotros
    Se me olvidaba:¡ mi chapiri no me lo quita ya nadie!

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  5. A la orden de Vuecencia mi General.

    Los comentarios más arriba son atinados, pero creo que no son conscientes de la naturaleza del problema, que es muy sencilla de responder para cualquier médico joven.
    Una pista se halla en el hecho de que las oposiciones de Psicología, Veterinaria, Farmacia y Enfermería SÍ son muy competitivas y JAMÁS QUEDAN DESIERTAS. El problema es exclusivo de la Especialidad Complementaria de Medicina.

    ¿Por qué quedan vacías las convocatorias? Porque las perspectivas laborales de un médico militar no son nada atractivas, y por motivos que tienen menos que ver con el salario y las incomodidades de lo que comúnmente se cree.

    Hacerse médico militar hoy en día a menudo supone renunciar prácticamente a la profesión elegida, que en general se escoge por vocación. El médico militar que accede a la milicia (a menudo contra los atinados consejos de su entorno) se encuentra lo siguiente:

    -falta de información sobre su trayectoria laboral futura. Casi nadie en el mundo civil sabe lo que hace un médico militar. Más allá de los eslóganes de la web (que están muy bien), los candidatos tampoco; luego vienen las sorpresas. La presencia de las fuerzas armadas en las universidades y el entorno académico en general es nula. Existe también muy poca presencia mediática (algo mitigado por la reciente operación NEO en Afganistán). En general, se sabe poco de las valiosísimas experiencias vitales que proporciona el servicio militar a una persona joven.

    -funciones poco atractivas: el médico militar, cualquiera que sea su empleo, se convierte en un burócrata desde el momento en que pisa la unidad. Solo dejará de serlo si es destinado a uno de los dos Hospitales Militares en Madrid y Zaragoza. La actividad asistencial es prácticamente nula en las unidades, por lo que las FAS implican una renuncia a la función principal del médico, que es ver pacientes. El médico militar se ve obligado a elegir entre (1) un trabajo de «médico de verdad» (obligatoriamente en Madrid/Zaragoza); o (2) un trabajo de «aprendiz de brujo» en una unidad, firmando bajas y reconocimientos, pero en relativa comodidad y posiblemente cerca de casa cuando no se es de la capital. La Medicina Laboral simplemente no atrae a la mayoría de los que hacen la carrera por vocación; verse obligado a ejercerla para estar cerca de la familia es indeseable para muchos candidatos, que lo perciben como un freno. El estilo de vida del médico de unidad es en la mayoría de casos cómodo y tranquilo. Puede que esto sea percibido como un incentivo por los mandos que diseñan el itinerario profesional, y que se supone tienen cierta edad. La verdad es que ocurre lo contrario: un joven médico ilusionado y con espíritu de aventura querrá evitar a toda costa el estilo de vida pre-jubilado de un médico de Base; se vive mucha más acción, reto e intensidad en cualquier hospital civil o servicio de ambulancias civil que en el ejército. La inmensa mayoría de maniobras y ejercicios, para el teniente médico, consisten en sentarse en la ambulancia comiendo pipas y «en prevengan» mientras los demás desarrollan la actividad.

    -falta de prestigio: secundario a la nula presencia en el entorno científico y académicos, ya que los médicos militares españoles van poco a congresos y no publican artículos especializados, a diferencia de lo que ocurre en otros países. Existe además la intuición, totalmente cierta, de que la salida militar es un «plan B» para el que no se saca el MIR, lo cual se interpreta obviamente como un fracaso. El calendario de oposiciones parece hecho a propósito, como si fuera una «repesca» del MIR.

    -postergación innecesaria del período formativo: tras salir de la academia, el médico militar pasa al menos 2 años de servicio en una unidad («cubriendo el hueco») hasta que puede ir a formarse al Gómez Ulla. La carrera de Medicina es larga, y la formación militar más el paso por unidades significa que el teniente médico empieza la especialidad casi 4 años después que sus compañeros de promoción en la universidad civil. Precisamente, es la especialidad la que otorga al médico su valor: un médico no especialista en el mundo civil se considera «de 2a clase» por sus colegas, aunque nadie lo diga en voz alta. Nadie quiere quedarse atrás respecto a su cohorte y empezar tan tarde supone precisamente eso.

    Estos problemas además se dan aproximadamente a los 28-30 años de edad: momento de buscar estabilidadad, pareja, etc. Esto es fuente de problemas personales y resulta muy poco atractivo. La convocatoria extraordinaria actual, dirigida a médicos especialistas, fracasa porque ningún médico especialista, con su valiosa y durísima formación, va a tragar con un año de internado en academia y otro destinado fuera, lejos de su casa, cobrando 500 euros como alférez y 2000 como teniente, a cambio de aburrirse como una ostra, perder el tiempo, oxidarse y abandonar a su familia. En el mundo civil cobrará casi el doble, vivirá donde quiera y podrá ejercer de lo suyo, y esto es lo que elegiría el 99% de los profesionales. Los veterinarios, psicólogos y demás no gozan de estas seguridades laborales, y por eso sus convocatorias militares son muchísimo más competitivas.

    Algunas propuestas que deberían valorarse:

    -ofrecer a los candidatos el inicio temprano de una especialidad atractiva y que resulte difícil de conseguir en el MIR: cardiología, anestesia, cirugías varias, neurología… especialidades críticas en las FAS y muy prestigiosas. Es raro que alguien se haga médico militar queriendo ser patólogo o médico nuclear, y esto es precisamente lo que se ofrece a los titulados que se plantean el acceso.

    -permitir que el servicio obligatorio en unidades se haga DESPUÉS de la especialidad, y no antes. Así se fomenta la percepción de que la Medicina Militar es un camino más, y no un salvavidas para los que no aprueban el MIR tras varios intentos.

    -facilitar el ejercicio cotidiano de la profesión en hospitales y centros de salud, mediante convenios, a los oficiales jóvenes, para que se mantengan actualizados y activos. Pueden complementar esta actividad con la medicina laboral de las unidades, realizando apoyos más o menos frecuentes para reconocimientos, vacunaciones y demás. La medicina laboral «de base» en ningún caso debe ser una ocupación full-time para los empleos más bajos, y sin embargo puede resultar muy atractiva para los médicos militares experimentados y con ganas de «bajar el ritmo» o regresar a su provincia de origen. Forzar a los especialistas a permanecer en Madrid o Zaragoza solo los empuja a la excedencia y agrava el problema.

    -fomentar mucho más de lo que se hace la presencia en congresos, sociedades científicas, universidades y prensa especializada.

    -facilitar compatibilidad con la práctica privada (algo que ya se hace bastante bien).

    Atentamente,
    un joven oficial médico

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  6. El desconocimiento que observo en la entrada de este post, al igual que en los comentarios, de las realidades de la especialidad fundamental Medicina y las razones de su situacion, en personas que ademas estan por lo que parece especialmente sensibilizadas con el problema,me hace pensar que todo ira efectivamente a peor.

    Atentamente, un Capitan Medico en excedencia( y no por no haber peleado seguir en activo)

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