Desde el Gobierno de España pretenden que el año 2025 sea el año del muerto.
Encamados con los herederos de la mayor masacre contra inocentes habida en España, tiro en la nuca, bomba lapa, a los que se sigue homenajeando, pretenden que fijemos la mente en «los cementerios de muertos bien rellenos, manando sangre y cieno que impida el respirar».
No tienen suficientes muertos que se convierte en recuerdo de Espronceda: «…Y allí un sepulturero de tétrica mirada, con mano despiadada…»
Recordemos lo olvidado para siempre. Héroes y hazañas prohibidas por ley sectaria que acabará revolviéndose contra los que la dictaron.
Los españoles también supieron, y sufrieron, lo que son los campos de concentración después de ser hechos prisioneros en Rusia cuando luchaban encuadrados en la División Española de Voluntarios (División Azul).
Se cumplen años, 45 en este caso, de la muerte de quién luchó con la dignidad, honor y valor que exigía estar al frente de sus hombres. ¡Once años prisioneros! Repito: once (1943-1954): Capitán Teodoro Palacios Cueto (1912-1980), fue ascendido a General y se le concedió la Cruz Laureada de San Fernando.
La historia del Capitán Palacios, se hizo famosa gracias a la pluma de Torcuato Luca de Tena. En el mes de Mayo de 1955 se publicaba la primera edición del libro Embajador en el infierno en el que Torcuato Luca de Tena narraba las vicisitudes del Capitán Palacios durante sus once años de cautiverio en Rusia. Solo en un año se tiraron cinco ediciones, 27.500 ejemplares, un éxito de ventas no conocido antes. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura y el Premio Ejército. En 1956 siguiendo el guion del libro se estrenaba la película Embajadores en el infierno dirigida por José María Forqué.
En mi libro La II Guerra Civil de Franco incluyo un capítulo dedicado a la División Azul y al Capitán Palacios donde muestro un documento oficial inédito: la «Declaración jurada que, de sus hechos, presenta el capitán de infantería, Teodoro Palacios Cueto, desde el 10 de febrero de 1943, al 26 de marzo de 1954». Un documento de enorme valor al ser oficial, redactado bajo juramento y donde se refleja todo tipo de detalles. Embajador en el Infierno no deja de ser una copia literaria de esta declaración jurada.
La historia de la División Azul y la del Capitán Palacios es un obligado recuerdo que deberíamos tener como llama encendida al valor, el honor y la dignidad de aquellos valientes que allí murieron o combatieron.
Campos de concentración. Memoria histórica.
En agosto de este año se cumplirán 45 años de su muerte. El último General Laureado español.
Estamos en vísperas del aniversario de la Batalla de Krasny Bor, una más de las que llevó a cabo el Ejército Rojo para liberar la ciudad de Leningrado del asedio alemán.
La batalla se desencadenó el día 10 de Febrero de 1943 y fue ejecutada por el 55 Ejército ruso frente al L Cuerpo de Ejército alemán allí desplegado. Dentro de este se encontraba la División Española de Voluntarios, conocida popularmente como División Azul, en un frente de más de 30 Kilómetros. Lo que ocurrió aquél día y los siguientes once años son una epopeya heroica protagonizada por nuestros soldados y un ejemplo más de lo español, del sacrificio al que es capaz de llegar un soldado español cuando lucha convencido de que lo hace por una causa justa y se reviste con la fuerza moral del honor. Honra a los protagonistas por su ejemplar y heroica actuación y es deber de gratitud recordarlo y enorgullecernos de su conducta.
La 5ª Compañía del II batallón del Regimiento 262 de la División Española de Voluntarios era la del Capitán Palacio. Él mismo nos lo contaba.
«Defendía parte del sector de Krasny Bor, en el frente ruso de Leningrado, cubriendo un amplio frente de cerca de dos kilómetros. En el sector del Regimiento las fuerzas rusas atacantes estaban compuestas por 33.000 hombres pertenecientes a 3 Divisiones, más dos Batallones de morteros de 80mm., dos de anticarro de 76, uno de carros medios y pesados y, además, numerosos grupos independientes de artillería. Al final del combate, el número de bajas sufridas por la Compañía del Capitán Palacios superaba el noventa por ciento de los efectivos. Eran las 14:30 del día 10 de Febrero de 1943, cuando el enemigo dio su último asalto, siendo hechos prisioneros los pocos defensores que quedaron en la posición, después de haberse agotado todos los medios de defensa».
La orden del Capitán Palacios se había cumplido: “Resistir hasta morir”. Comenzaban así 11 años de cautiverio.
Cuando se le separó de sus soldados se despidió de ellos diciéndoles. «Hoy habéis luchado como unos valientes, en lo sucesivo espero de vosotros sepáis seguir cumpliendo con vuestro deber».
La conducta del Capitán Palacios durante su cautiverio sirvió de ejemplo y acicate al resto de prisioneros de todas las nacionalidades. Frente a la arbitrariedad, amenazas y castigos sufridos, mantuvo desde el primer instante el espíritu militar propio de un Capitán, de un soldado español. Cumplió lo convenido en las Ordenanzas y en caso de duda siguió el camino que le dictó su propio espíritu y honor. Pidió perdón para todos los que tanto daño les habían hecho, teniendo en cuenta las circunstancias en que lo hicieron y rogó que por su rescate no se hiciese jamás concesión alguna a los rusos. Cautivo durante once años en los campos de concentración, siempre estuvo al frente del grupo de prisioneros españoles que se encontraban con él, levantando la moral de los soldados para evitar que cayesen en actos de debilidad, consecuencia de los malos tratos y penalidades que les infringían; multiplicó su ayuda moral y material a los más débiles, incluso cediendo su propio calzado y ropa a los que iban a trabajar.
Todos los prisioneros le consideraron siempre como jefe moral de los españoles y los extranjeros llegaron a titularle “el último caballero sin tacha y sin miedo” o también, “El Gigante”.
En marzo de 1954 regresaba a España con la expedición de prisioneros que el buque “Semíramis” trajo a Barcelona, entrando por la puerta grande de una España expectante y asombrada de la gesta de aquellos hombres.
Conocí al Capitán Palacios en Potes el año 1973. Yo era un joven Teniente destinado en la Compañía de Operaciones Especiales número 61 de Burgos. Hablar con el Capitán Palacios, ya General y laureado, era para nosotros volver a las lecciones de épica de la Academia Militar, una permanente lección magistral de espíritu militar. Nunca se ponía de ejemplo; si nos daba algún consejo lo hacía con fina sabiduría e inteligente humildad. El laureado Capitán Palacios representa la síntesis del valor y del honor de todos los soldados españoles que como valientes lucharon o como héroes murieron en el frente ruso o en sus campos de concentración.
Sirvan estas palabras para emular su conducta y recordar a tantos españoles que han entregado su vida por los demás siendo fieles al juramento que hicieron. Eran simplemente soldados de la Infantería española, esa que convierte sus penalidades, el infierno que algunos llaman, en gloria militar, la de los héroes.
Olvidados. Vigilados por un sepulturero sacado de los versos de Espronceda.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
En Memoria; la Historia molesta y escuece a todos esos. Buenos días, mi General y todos
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Mi respetado y muy querido GENERAL,
DESESPERACION DE ESPROCEDA LA SACO A LA PALESTRA PARA UNIRLA AL MAGNIFICO HEROICO ARTICULO QUE V.E CON PLENO ACIERTO PATRIO NOS MUESTRA CON SABIDURIA E INSUPERABLE SENTIMIENTO.
HE TENIDO LA GRAN SUERTE DE SALUDAR EN VARIAS PASCUAS MILITARES A OTRO GENERAL LAUREADO PARACA Y DE CABALLERIA.
FELICITARLE CON INSUPERABLE ENTUSIASMO PORQUE AL SER HIJO DE DIVISIONARIO SE VIVEN DE FORMA ESPECIAL TODO HECHO CON RELACION DIRECTA A TAN HEROICOS INSUPERABLES SOLDADOS DESDE EL MAS JOVEN GABRIEL MARTIN DE ADANERO HASTA LOS DOS GENERALES MUÑOZ GRANDES Y ESTEBAN INFANTES.
AL LAUREADO GENERAL DE INF. D. TEODORO PALACIOS CUETO
Heroico camarada, lucero azul y laureado,
el diez del dos del cuarenta y tres, rezando
en Krassnij Bor, y hasta morir , luchando,
tras nueve horas de combate fue apresado.
Él y pocos supervivientes todo aguantando,
desde Cheropoviets al diez Vorochilogrado,
once años de torturas, forzado y humillado,
primavera del cincuenta y cuatro regresando.
El lebaniego dejaba medicina y azul balcón,
por el Valencia trece, y un corto generalato,
Ruiz Huidobro la gloriosa, misma posición.
Gigante blanco-azulada, Agena rutila un rato,
es beta del Centauro que reactiva decisión:
¡contigo en Semiramis, Julián llegó tirulato!
TTE LAUREADO DE CABALLERÍA DE LA SECCIÖN DE ASALTO D. JAIME GALIANA GARMILLA
Angelopolitano de heroico horizonte todavía,
del Calatrava y valiente en “Arrebatacapas”,
Borgoña de FET y JONS ardorosas etapas,
despacho en Toledo como Tte de Caballería.
Del Granaderos 269 en Asalto sin bravatas,
con cabo Diez arriesgada misión que lograría,
vuelan refugio, granada a Diez pie cortaría,
le lleva a hombros y con la sección por patas.
El 22.X.41 ocupar Russa y Sitno nueva misión:
“destruir nidos de ametralladoras enterradas”
solicita asaltarlas, vence y muere en la acción.
A todas partes con soldados así”, brindadas,
hasta von Roques ensalza el valar y profesión;
¡Tan heroico lucero de hazañas admiradas!.
CAPITÁN . INFANTERÍA LAUREADO D. SALVADOR MASIP BENDICHO
De sueños, impulsora tu mente leridana,
voluntaria el 36, de Catón descendiente,
Alfz Provisional del Serrallo combatiente,
en el Cervera El Estrecho, feliz ventana.
Ciudad Universitaria, Brunete y Teniente,
herido, Sierra Trapera, Colectiva temprana,
Navalmorales, Gálvez, siempre luchar afana,
y en el 41 de Capitán divisionario “ardiente”.
Por San Vicente, la 7ª del II Bón a relevar,
son alemanes y Masip raudo rompe invierno,
Martin Castro le anima, al héroe Ejemplar.
Sien, ojo, pierna y cuarta lejos del infierno;
circular parapeto, bayoneta como un regular:
¡Bravo, Glorioso, Patrio, Infinito y Tierno!
AL HEROICO LAUREADO TG. D. ADOLFO ESTEBAN ASCENSIÓN
Era su cielo azul, prestigio efectivo,
imán virtuoso a España entregado,
jinete valeroso del Vitoria cambiado,
por el dichoso Numancia ejecutivo..
En segundo año triunfal fue destinado,
al mando del escuadrón muy positivo,
posición de Urízar en un mayo fugitivo,
por batallones del adversario atacado.
Ante inminente perdida posicional, altivo
Esteban Asunción se lanza fuera del nido
lucha con arma blanca e ímpetu decisivo.
Le siguió tan fiel escuadrón enardecido,
¡Clarines, Honor y Gloria!, su imperativo;
en Pascua abrazo y el Rivera concedido.
LA DESESPERACIÓN
Me gusta ver el cielo
con negros nubarrones
y oír los aquilones
horrísonos bramar,
me gusta ver la noche
sin luna y sin estrellas,
y sólo las centellas
la tierra iluminar.
Me agrada un cementerio
de muertos bien relleno,
manando sangre y cieno
que impida el respirar;
y allí un sepulturero
de tétrica mirada
con mano despiadada
los cráneos machacar.
Me alegra ver la bomba
caer mansa del cielo,
inmóvil en el suelo,
sin mecha al parecer,
y luego embravecida
que estalla y que se agite
y rayos mil vomite
y muertos por doquier.
Que el trueno me despierte
con su ronco estampido,
y al mundo adormecido
le haga estremecer;
que rayos cada instante
caigan sobre él sin cuento,
que se hunda el firmamento
me agrada mucho ver.
La llama de un incendio
que corra devorando
escombros apilando
quisiera yo encender;
tostarse allí un anciano,
volverse todo tea,
oír como vocea,
¡qué gusto!, ¡qué placer!
Me gusta una campiña
de nieve tapizada,
de flores despojada,
sin fruto, sin verdor,
ni pájaros que canten,
ni sol haya que alumbre
y sólo se vislumbre
la muerte en derredor.
Allá, en sombrío monte,
solar desmantelado,
me place en sumo grado
la luna al reflejar;
moverse las veletas
con áspero chirrido
igual al alarido
que anuncia el expirar.
Me gusta que al Averno
lleven a los mortales
y allí todos los males
les hagan padecer;
les abran las entrañas,
les rasguen los tendones,
rompan los corazones
sin de ellos caso hacer.
Insólita avenida
que inunda fértil vega,
de cumbre en cumbre llega,
y llena de pavor,
se lleva los ganados
y las vides, sin pausa,
y estragos miles causa …
¡qué gusto!, ¡qué placer!
Las voces y las risas,
el juego, las botellas,
en torno de las bellas
alegres apurar;
y en sus bocas lascivas,
un beso a cada trago
con voluptuoso halago
alegres estampar.
Romper después las copas,
los platos, las barajas,
y, abiertas las navajas,
buscando el corazón,
oír luego los brindis
mezclados con quejidos
que lanzan los heridos
en llanto y confusión.
Quisiera ver al uno
que arrastra un intestino,
y al otro pedir vino
muriendo en un rincón;
y otros, ya borrachos,
en trino desusado
cantar a Dios sagrado
impúdica canción.
Y mientras las queridas
tendidas en los lechos,
sin chales en los pechos
y flojo el cinturón,
mostrando sus encantos,
sin orden el cabello,
al aire el muslo bello.
¡Qué gozo! ¡Qué ilusión!
Consciente de pasarme queda en sus manos MI GENERAL CUANTO V.E estime oportuno al respecto.
ENHORABUENA Y GRACIAS MI GENERAL
A la orden de V.E
VIVA EL REY
VIVAN LOS DIVISIONARIOS ESPAÑOLES
VIVA Y ARRIBA ESPAÑA
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A las órdenes de V. E., mi General.
Muy emotivo y un inmenso y embriagador gozo para saborear en el paladar del alma, el recordar al Capitán Palacios y su gesta, una de las más heroicas de nuestra historia, si no la que más con diferencia, y su ejemplo de hombría y valor sin límites.
El mismo decía, y está escrito en el libro, que no era igual hacer un comentario de crítica frente a una cerveza en una terraza en la calle de Alcalá, que allí, en el gulag a dos pasos de Siberia y bajo un régimen carcelario de terror, donde la vida de un hombre no valía nada y podía ser arrebatada hasta sin motivo.
Un servidor se pregunta si quedan hombres con ese ADN hoy en día en España. Porque en cierto modo, llevamos ya varios años bajo la bota y la dictadura de unos iconoclastas que desmantelan concienzudamente y en detalle, la grandeza conseguida por un par de generaciones, y nos están llevando al infierno de un más que probable nuevo enfrentamiento entre hermanos. Quién sabe si nos veremos en un gulag dentro del territorio español a este paso.
¡¡¡Capitán Palacios, PRESENTE!!!
«Viva España»
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Ils ont été l’exemple du courage, et du don à la Patrie. Ils ont réussi à faire briller leur vie durant ces sombres heures de l’Histoire. Repos éternel.
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«Ellos fueron el ejemplo de valentía y de entrega a la Patria. Se las arreglaron para hacer brillar sus vidas durante estas horas oscuras de la historia. Descanso eterno».
Muchas gracias
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