AMNISTÍA O TRAICIÓN. EL JUEZ DE LA MONCLOA Rafael Dávila Álvarez

Pues sí: traidores. ¿Quiénes? Todos.

¡Oiga a mi no me señale!

El borracho desde la barra del bar se dirigía a los clientes:

-Los de mi derecha son unos… y los de mi izquierda unos…

Uno que estaba a la derecha le contestó airadamente.

-¡Oiga que yo no soy un…!

-Pues pase usted a la izquierda.

Aquello acabó amnistiazo va amnistiazo viene. Los de un lado contra los del otro y el borracho salió del bar peor que entró; y sin pagar.

Esto acaba mal o no acaba. ¿Qué quiere usted decir? Que el ataque frontal no lleva a resultados positivos y aquí los generales no saben maniobrar con sus tropas. ¡Ala!, a lo bestia y de frente.

Miren el futuro no profético, sino fruto del análisis del pasado y del presente: con la amnistía, el reconocimiento de Palestina y un mínimo de resultados aceptables en las elecciones europeas, el estratega de la Moncloa convocará elecciones y las ganará. Luego desde las bancadas seguirán gritando traidor y que unos son y los otros también, pero el borracho saldrá del bar sin pagar mientras los demás insultados y enfervorizados acaban a amnistiazo en los mismísimos.

Os la están colando y no os enteráis, que se acabó, que aquí juzga el juzgador de la Moncloa y el Poder Judicial puede tomarse vacaciones. Nos queda el Constitucional y el Fiscal General del Estado.

Son los tres nuevos poderes. Ejecutivo. Moncloa. Puigdemont (tres en uno)-Tribunal Constitucional-Fiscalía, ¿es necesario algo más?

La Constitución es un libelo contra España. Hay que reformarla por la vía de la costumbre. Hecho. El resto paga y a los que les representan se les calla con buen sueldo, dietas, ordenador y transporte por tierra, mar y aire. Tenemos democracia para largo tiempo. Las tropas que se vayan a defendernos de Putin. El Presupuesto de Defensa que huya y se emplee en lo que a nosotros nos trae al pairo. Que se forre la nueva marca pesoe, la de las armas.

No hay nada mejor que tenerlos entretenidos entre ellos, acomplejaditos dicen los que se acaban de descubrir el ombligo, ansiosos de poder. No dan ni una.  Así nos va, que se han ido con las puertas de la cárcel abiertas de par en par.

Ni amnistía ni traidor: España en su versión más clásica. La del grito, el insulto y el indulto.

¡Pica bien, pero muy alto! Ustedes me entienden. Lo dudo.

¿Cómo hemos llegado a esto?

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

31 mayo 2024