ATAQUE A ISRAEL (II) LA OFENSIVA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

¿Cuál y como va a ser la reacción de Israel ante el ataque terrorista más sanguinario y cruel visto hasta la fecha?

¿Cuál va a ser el planeamiento de la operación militar que se va a desarrollar?

Todos se lo preguntan e incluso me lo preguntan.

Si alguien tuviese la respuesta es que la operación empezaba con fallos. El factor sorpresa prima ante cualquier otra situación, aunque la sorpresa tiene muchos aspectos que evaluar.

Demos algunas claves.

Cualquier operación militar debe estar muy alejada de las pasiones, del impulso que surge ante un ataque de esta calaña. Para vencer hay que vencerse a uno mismo, dominar la pasión y dotarse de la información adecuada para ponerse delante del mapa y construir la operación a corto, medio y largo plazo.

En primer lugar esta guerra no se va a ganar solo en el terreno, en el campo táctico, sino que la victoria debe ser estratégica para lo que hay que andarse como vulgarmente se dice con pies de plomo. Muchas victorias tácticas acaban siendo derrotas. Es necesario ganar la guerra del relato y dejar bien claro quién es el enemigo del mundo libre.

Israel, los israelíes (todos junto a ellos) se enfrentan a un enemigo invisible al que solo se ve cuando asesina, nunca a la cara.

El ataque militar que en cualquier momento emprenderá el Ejército israelí choca con un gran problema: no hay frente que atacar, no hay un enemigo definido que se mantiene tras una línea defensiva, no hay un objetivo que alcanzar que se pueda señalar en un mapa. Cada ciudad, cada pueblo, cada casa, cada encrucijada de caminos, cada piedra, en todos los lugares se esconde el enemigo. El suelo está minado de galerías subterráneas por donde se mueven como ratas en alcantarillas (cada casa tiene su galería y todas conectadas por una red plagada de trampas) y las FDI han tenido que crear unidades de operaciones especiales para el subsuelo.

¿A quién atacar y evitar todo lo posible la muerte de inocentes?

No hay un enemigo definido, es invisible, por lo que en el planeamiento militar no hay direcciones de ataque, sino que solo se podrán ocupar puntos vitales de comunicación, puertos y aeropuertos, toda la costa, cortar la logística y el movimiento de fuera-adentro hacia esos lugares ya definidos y conocidos desde donde se produce la mayoría de los ataques. Gaza es una trampa mortal.

Hamás usará las imágenes de su dolor y de sus muertos como parapeto ante el mundo, mostrarán el horror y esconderán el que ellos provocan (por ejemplo los niños decapitados…). No tiene más arma que no sea la de mantener viva la llama del terror: el miedo. Si lo aceptamos y vivimos con miedo ganarán la guerra.

Calma. El Ejército de Israel no va entrar en su juego. Se medirá cada metro que avance y se evaluará cada paso hasta la derrota definitiva. Sin prisas y sin pausas. Sin precipitación.

Esta es una guerra que hay que ganarla desde dentro. Es una guerra no contra otro ejército, sino contra la violencia y el terrorismo, una guerra difícil de hacer por ser gaseosa, escurridiza, cobarde, llena de traiciones y donde las armas clásicas no siempre vencen, sino que hay que usar la astucia, la inteligencia y jamás cansarse sabiendo que será muy dura y se derramarán lágrimas de sangre.

Los despliegues militares son preventivos, pero no es una guerra de frentes ni de frente. Es una guerra contra el fantasma de la muerte que se esconde, invisible y cruel hasta lo inexplicable.

La violencia terrorista se esconde siempre tras el buenismo, se disfraza de victimismo y maneja el relato como si predicase desde el púlpito. Es una limitación más a la hora de hacer la guerra contra este fantasma.

El ataque del Ejército de Israel va a ser letal pero cuidadoso; militarmente hará la guerra que tiene que hacer, será larga y costosa, pero definitiva. Romperá la Franja de Gaza penetrará hasta el mar, aislará toda la zona y no volarán ni las aves, no correrán, los reptiles ni se arrastrarán las serpientes ni las ratas saldrán de debajo de la tierra. Controlarán la luz del día, la oscuridad de la noche y cegarán los túneles donde se esconde el odio.

Aislamiento total. La extensión del territorio lo permite. Quizá sea un asedio como en las guerras primitivas. Estas guerras son así: el dron junto al burro.

Planeamiento, tácticas adecuadas y manejo de la información y el relato.

Es necesario el apoyo de todos.

El mayor peligro está en la expansión del conflicto y son muchos los enemigos que se esconden tras este ataque inicial.

Seguro que el Ejército de Israel no va a atender solo la zona de la Franja de Gaza porque sabe que otras fronteras están en alerta máxima.

Esta guerra requiere una acción exterior de vital importancia porque lo que en el fondo se pretende es que la Franja de Gaza sea solo una mecha que encienda un enfrentamiento total.

Más allá.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

11 octubre 2023