Durante unas horas ha dejado de ser un hotel de lujo en el centro de Madrid para ser la cubierta trasera, la parte de atrás, de la Corona de España.
Desde su terraza, que es la contraportada del hotel, porque no se mira hacia dentro, se atisba el Palacio Real:
«Entró el Ayudante de servicio y entregó a Romanones un escrito de Alcalá Zamora, al parecer conminatorio, pues era ya tarde y se acercaba lo noche. Al poco rato, y siendo inútil la discusión, nos levantamos y fuera del Consejo, ya junto a la ventana, el Rey hizo la exclamación: —Esta casa en que nací y que quizá no volveré a ver…».
Todo el que coge un libro se va a la contraportada, en un elevado tanto por ciento no va más. Alguno tiene la tentación y lo compra. Pocos lo terminan de leer.
La historia de España se escribe sin lectores y los actores recorren siempre el mismo escenario. Complejo palaciego y lucha entre coronas.
Four Seasons, Sevilla 3. Plaza de Canalejas. Lujo hoy con relleno de los llamados influentes sociales y mucho hortera en el lobby. Fuera, en su emblemática plaza los tiktokeros lucen sus cuerpos móviles.
Emblemático lugar. Congreso con sus leones bronce de cañones, Lardhy de corsés y constituciones, calle del Príncipe y cerca Echegaray, todo teatro, Puerta del Sol o Gobernación, Plaza Mayor o Autos de fe, «Pica Alto» de Villamediana, garrote vil, Don Rodrigo en la horca, Mayor y Arenal camino de Oriente: el Palacio. Ayer se celebró en Aranjuez el motín. También en un Palacio. Asaltapalacios como en el 31. Nadie sabe nada. Julio Camba o Agustín de Foxá. Madrid de Corte a Checa. Pero ¡cómo vamos a aprender si no leemos!
Four Seasons es como el barco del exilio que de llamarse «Príncipe Alfonso» pasó a enarbolar bandera republicana con el nuevo nombre de «Libertad», mientras «Las Cortes Constituyentes declaran culpable de alta traición, como fórmula jurídica que resume todos los delitos del acta acusatoria, al que fue rey de España…».
— ¿Quién me ha empaquetado a mí para Cartagena? ¿Tú?
De Cartagena a Marsella o a Abu Dabi, la diferencia está en la cibernética. Aunque ya lo anticipó Ramón de Campoamor
Y es que en el mundo traidor
nada es verdad ni es mentira;
todo es según el color
del cristal con que se mira
Pues siento decir que miro tras el cristal y me avergüenzo de lo que al otro lado veo.
La Corona de visita a España. No hay trono para apoyarse después del largo camino, ni asiento a la lumbre, ni Palacio ni respeto. To pal pueblo, ERE,s. GAL, el Constitucional o el Poder Judicial. Golpe de Estado, indulto, amnistía, Fiscalía, la Familia, el que parte y reparte, el Banco de España, ¿la oposición? Como antes, cuando se rezaba.
Todo esto son minucias al lado de lo que nos espera. Ni la madre que lo parió.
Se acabó, esto ha terminado y ustedes no se han enterado. Les aseguro que yo tampoco.
Es duro que te echen, pero lo es más tener que marcharse.
Al menos tiene sitio donde acogerse.
No sé por qué escribo esto a no ser que, como lo virtual, el cristal con el que miro sea rojo, muy rojo, y yo que poco a poco pierdo la vista, en magnífica ironía veo ya lo que otros, con mayor visión de futuro, no ven.
Estamos de suerte porque casi siempre me equivoco. No doy una fuera del blanco. A pesar de mi ceguera.
Ellos, que todo lo ven, apuntan alto. Como Villamediana.
Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
09 septiembre 2024