ESCUELA DE TERRORISMO EN GAZA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Estamos aún en Israel; todavía es 7 de octubre de 2023. Es difícil huir de ese lugar y olvidar los hechos. El horror del ataque terrorista de Hamás al corazón de Israel, que son sus ciudadanos, su libertad, pesa como una losa en todos y cada uno de nosotros.

Para un soldado es difícil mantener la cabeza en su sitio y luchar con la frialdad que exige la ejecución del planeamiento de guerra que lleve a la victoria completa. Una guerra que hay que ganar, pero no solo militarmente. Hay que cambiar conciencias del mundo. Equivocadas. Que favorecen al terrorismo, incluso algo peor: lo justifican.

Tiempos recios nos esperan y tendremos que ayudar a Israel. Por ellos y por todos.

El 7 de octubre será una fecha inolvidable en el calendario del mundo. El horror más allá de lo que el ser humano puede soportar ha dado paso a descubrir lo que había detrás: una auténtica escuela de terrorismo que atenaza al pueblo palestino. La niebla desaparece y deja al descubierto una matanza de todo un pueblo al que se esclaviza. Pretenden dominar por el terror una zona de alto valor histórico y ahora un enclave que podría ser tierra fértil donde la semilla de la cultura, de la modernidad y riqueza, dé sus frutos y se reparta entre todos. Beneficios sin luchas y en libertad. Solo es necesaria la paz y la convivencia y hasta ahora eso no ha sido posible solo por un protagonista: el terrorismo.

La actuación de Israel en estos momentos es quizá la de mayor trascendencia en su historia y la clave para acabar de definir su futuro. Este es el momento y hace muy bien en luchar por ello. No le queda otra alternativa. Pero debemos tener muy claro que su victoria no será solo la de ellos, será la nuestra, la de todos, y lo más importante: la del pueblo palestino.

Palestina será cuando lo sea Israel. Cuando cesen las luchas, las guerras, cuando, por encima de todo, desaparezcan los grupos terroristas que instalados allí pretenden aislar a los palestinos, hacerse dueños de su voluntad y utilizarlos como corderos al sacrificio.

La lucha del pueblo judío es la lucha de todos y de su victoria nos beneficiaremos todos. Es necesario separar la cizaña del trigo.

Costará años, pero hay que empezar y terminar de una vez por todas. Palestina se encuentra sumida en la esclavitud del terrorismo yihadista que se alimenta del temor que suscita, de una indecente interpretación religiosa no practicada por ellos y de la difusión de sus acciones exhibiendo la pobreza de la que solo ellos son culpables.

En la Franja de Gaza durante años ha mandado el terrorismo, han sucumbido a sus enseñanzas, la pobreza y la miseria es dominante, no hay industrias ni una economía en ciernes. No hay nada y no se ve futuro bajo un régimen terrorista. Es necesaria formación e información para convencer, disuadir, enseñar y formar. Para, en definitiva, abrir la vida a la libertad. Israel ha crecido hasta convertirse en una de las mayores potencias del mundo. Con trabajo esfuerzo y libertad. Lo mismo puede hacerlo Palestina. En cuanto aparte de su lado al terrorismo y acepte la ayuda y el reconocimiento sin violencia.

Parece mentira que en una situación de guerra pueda decirse que Palestina necesita un Ejército. Pero es un hecho que su pueblo requiere, orden y legalidad bajo el amparo de un ejército propio que restablezca la convivencia y las relaciones entre ellos y sus vecinos.

Los Ejércitos no están exclusivamente para hacer la guerra sino para evitarla, pero si esto no fuese posible, luchan y combaten bajo estrictas normas de respeto al enemigo y protección a la población civil. Los ejércitos han evitado más guerras que las que han provocado, decía Ortega y Gasset. Allá donde la violencia dirige y controla solo la creación de un ejército en valores puede llevar el orden y la ley.

‹‹…porque con las armas se defienden las repúblicas, se conservan los reinos, se guardan las ciudades, se aseguran los caminos, se despejan los mares de cosarios; y, finalmente, si por ellas no fuese, las repúblicas, los reinos, las monarquías, las ciudades, los caminos de mar y tierra estarían sujetos al rigor y a la confusión que trae consigo la guerra el tiempo que dura y tiene licencia de usar de sus privilegios y de sus fuerzas››. (Don Quijote. Discurso de las Armas y las letras).

Hay que acabar con el terrorismo y dar la libertad al pueblo palestino. Para ello debe vencer Israel y expulsar de una vez por todas a cualquier movimiento terrorista venga de donde venga, por muy lejos que sea.

Formación e información. Extensos conceptos, complejos, únicos eficaces para acabar con el terrorismo. En eso están nuestros soldados y los de parte del mundo, en silencio y sin que se conozca y, en ocasiones, se reconozca su labor.

Los soldados en su lucha leal y legal saben que lo que hacen es trazar el camino para la paz.

La victoria de Israel será la vitoria de todos los libres y entre ellos, los primeros, los palestinos.

Es la victoria contra una auténtica escuela de terrorismo que pretende embaucarnos a todos y cuyas enseñanzas se extienden por el mundo con el fin de asolar los campos y las almas.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

9 noviembre 2023

ATAQUE A ISRAEL (II) LA OFENSIVA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

¿Cuál y como va a ser la reacción de Israel ante el ataque terrorista más sanguinario y cruel visto hasta la fecha?

¿Cuál va a ser el planeamiento de la operación militar que se va a desarrollar?

Todos se lo preguntan e incluso me lo preguntan.

Si alguien tuviese la respuesta es que la operación empezaba con fallos. El factor sorpresa prima ante cualquier otra situación, aunque la sorpresa tiene muchos aspectos que evaluar.

Demos algunas claves.

Cualquier operación militar debe estar muy alejada de las pasiones, del impulso que surge ante un ataque de esta calaña. Para vencer hay que vencerse a uno mismo, dominar la pasión y dotarse de la información adecuada para ponerse delante del mapa y construir la operación a corto, medio y largo plazo.

En primer lugar esta guerra no se va a ganar solo en el terreno, en el campo táctico, sino que la victoria debe ser estratégica para lo que hay que andarse como vulgarmente se dice con pies de plomo. Muchas victorias tácticas acaban siendo derrotas. Es necesario ganar la guerra del relato y dejar bien claro quién es el enemigo del mundo libre.

Israel, los israelíes (todos junto a ellos) se enfrentan a un enemigo invisible al que solo se ve cuando asesina, nunca a la cara.

El ataque militar que en cualquier momento emprenderá el Ejército israelí choca con un gran problema: no hay frente que atacar, no hay un enemigo definido que se mantiene tras una línea defensiva, no hay un objetivo que alcanzar que se pueda señalar en un mapa. Cada ciudad, cada pueblo, cada casa, cada encrucijada de caminos, cada piedra, en todos los lugares se esconde el enemigo. El suelo está minado de galerías subterráneas por donde se mueven como ratas en alcantarillas (cada casa tiene su galería y todas conectadas por una red plagada de trampas) y las FDI han tenido que crear unidades de operaciones especiales para el subsuelo.

¿A quién atacar y evitar todo lo posible la muerte de inocentes?

No hay un enemigo definido, es invisible, por lo que en el planeamiento militar no hay direcciones de ataque, sino que solo se podrán ocupar puntos vitales de comunicación, puertos y aeropuertos, toda la costa, cortar la logística y el movimiento de fuera-adentro hacia esos lugares ya definidos y conocidos desde donde se produce la mayoría de los ataques. Gaza es una trampa mortal.

Hamás usará las imágenes de su dolor y de sus muertos como parapeto ante el mundo, mostrarán el horror y esconderán el que ellos provocan (por ejemplo los niños decapitados…). No tiene más arma que no sea la de mantener viva la llama del terror: el miedo. Si lo aceptamos y vivimos con miedo ganarán la guerra.

Calma. El Ejército de Israel no va entrar en su juego. Se medirá cada metro que avance y se evaluará cada paso hasta la derrota definitiva. Sin prisas y sin pausas. Sin precipitación.

Esta es una guerra que hay que ganarla desde dentro. Es una guerra no contra otro ejército, sino contra la violencia y el terrorismo, una guerra difícil de hacer por ser gaseosa, escurridiza, cobarde, llena de traiciones y donde las armas clásicas no siempre vencen, sino que hay que usar la astucia, la inteligencia y jamás cansarse sabiendo que será muy dura y se derramarán lágrimas de sangre.

Los despliegues militares son preventivos, pero no es una guerra de frentes ni de frente. Es una guerra contra el fantasma de la muerte que se esconde, invisible y cruel hasta lo inexplicable.

La violencia terrorista se esconde siempre tras el buenismo, se disfraza de victimismo y maneja el relato como si predicase desde el púlpito. Es una limitación más a la hora de hacer la guerra contra este fantasma.

El ataque del Ejército de Israel va a ser letal pero cuidadoso; militarmente hará la guerra que tiene que hacer, será larga y costosa, pero definitiva. Romperá la Franja de Gaza penetrará hasta el mar, aislará toda la zona y no volarán ni las aves, no correrán, los reptiles ni se arrastrarán las serpientes ni las ratas saldrán de debajo de la tierra. Controlarán la luz del día, la oscuridad de la noche y cegarán los túneles donde se esconde el odio.

Aislamiento total. La extensión del territorio lo permite. Quizá sea un asedio como en las guerras primitivas. Estas guerras son así: el dron junto al burro.

Planeamiento, tácticas adecuadas y manejo de la información y el relato.

Es necesario el apoyo de todos.

El mayor peligro está en la expansión del conflicto y son muchos los enemigos que se esconden tras este ataque inicial.

Seguro que el Ejército de Israel no va a atender solo la zona de la Franja de Gaza porque sabe que otras fronteras están en alerta máxima.

Esta guerra requiere una acción exterior de vital importancia porque lo que en el fondo se pretende es que la Franja de Gaza sea solo una mecha que encienda un enfrentamiento total.

Más allá.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

11 octubre 2023