VISUS MILITIS (27 de Agosto de 2017) BARCELONA

El soldado veterano

Esta semana, la mirada del soldado, como no podría ser de otra forma, como la de todos sus compatriotas, se ha dirigido con persistencia a Barcelona. Es una mirada diferente en la que se mezclan en medidas proporciones, la rabia, la ira, la conmiseración – también la duda – pero por encima de todo, la disponibilidad y determinación que lleva siempre en su mochila por oficio.

Se siente solidario de todas y cada una de las tragedias que han sufrido vecinos y visitantes de Barcelona y de Cambrils. Consciente de la incertidumbre e inseguridad que como una sombra siniestra se ha extendido entre la población. Atento a la amenaza que se cierne sobre todos. Y se siente también expectante de las consecuencias que todo ello podría tener para él y sus camaradas.

Siente que podría hacer más, que debería hacer más, mucho más. Aunque es muy necesario defender a los suyos desde fuera, desde lejos, como sólo los soldados pueden hacerlo por organización medios, y oficio, frenando y desgastando las amenazas lejos de los límites de su patria, también se cree útil aportando sus capacidades en crisis agudas. Aportando con su presencia tranquilidad a propios e incertidumbre y disuasión a ajenos. En una palabra, seguridad.

Ya lo ha hecho en muchas ocasiones, con ocasión de la celebración de los Juegos Olímpicos, precisamente los de Barcelona de 1992. O tras el salvaje atentado terrorista de Madrid en Marzo de 2004. Se hizo cargo en ambas ocasiones de la protección de infraestructuras sensibles – y lo hizo con eficacia – liberando así a efectivos de las FCSE para poderlos concentrar en tareas que son más específicas de su oficio.

La amenaza que enfrentamos no es cártel de drogas, con todo el riesgo que comporta. Tampoco una banda armada y peligrosa dedicada a delitos comunes. Se trata de una amenaza global, que actúa por métodos que se han dado en llamar “guerra asimétrica”, que van desde el terrorismo al combate convencional. Y nos han golpeado en casa. Y tienen la intención y los medios para volverlo a hacer.

Le resulta paradójico observar que, mientras más misiones realizan las FAS españolas en el exterior, más positiva es la percepción que tiene de ellas la población. Como si se tuviera un decidido afán de mantenerlas fuera, al margen, cuando está convencido que, de todas las misiones, de todas las tareas que se le puedan asignar es garantizar la soberanía, independencia, integridad y el ordenamiento constitucional; la más palmaria de todas ellas. Y no deja de pensar que, desde nuestro ya lejano enfrentamiento con los Estados Unidos en 1898, la única guerra que ha perdido el antiguo adversario, ha sido la que se libraba fuera de sus fronteras, pero la población se volvió contra la intervención de sus FAS en tales escenarios. La desdichada Guerra de Vietnam.

Sabe el soldado que el sudor que se derrama en los campos de instrucción y adiestramiento ahorran litros de sangre en el campo de batalla, como sabe también que los esfuerzos que se realizan por la concordia y la unión de todos, alejan precisamente el riesgo de confrontación.

Adolfo Coloma

GB (R) del ET

Blog: generaldavila.com

27 agosto 2017