DESASTRE ELECTORAL COLOSAL ¿EN NOMBRE DE QUIÉN HABLÁIS?… O HABRÁ GUERRA. Rafael Dávila Álvarez

Recorro el mapa electoral de Europa en un vano intento de saber quien es el ganador. En las elecciones anteriores en España hice lo mismo y el resultado fue que el ganador no ganó.

En la guerra es muy corriente ganar batallas y perder la guerra y viceversa.  Mañana hablaremos del Desembarco de Normandía. Hoy todo esto es más parecido a Dunquerke. Operación  Dinamo. <<Desastre militar colosal>>.

Desastre electoral colosal. No llega al 40% de preocupados por los resultados, es decir que hayan votado.

¿En nombre de quién habláis?

Europa se repliega, sus ejércitos de votantes huyen del Este y encuentran a sus espaldas el vinoso ponto, el inmenso mar. La batalla está perdida después de una guerra en la que abandonamos el campo de batalla; el día que tuvieron que rescatarnos y después nos creímos los salvadores del mundo: cuando estábamos solos y desamparados con el púlpito como arma y el océano lleno de soldados en ese mar a nuestras espaldas.

Desde entonces nos defendimos con las formas y maneras educadas de una vieja Europa desvencijada, para lo que nuestros salvadores se quedaron en eso que ahora le llaman la OTAN y que no es ni más ni menos que la prueba fehaciente de nuestra derrota.

Europa duerme el sueño de lo que fue y que dejó de ser el día que tuvieron que venir de lejanos horizontes a salvarla; ella creyó que era su resurrección y empezó a hablar en ingles cuando su idioma siempre fue el griego y algo el latín.

Olvidada la sintaxis de su discurso pretende vivir al pairo de su Defensa mezclando otras palabras, en un idioma desconocido, ahora, después de estos nueve años de guerra cuando entramos en el décimo y definitivo, cuando todo se decidirá en el Helesponto, junto a la ciudad de Troya, al ritmo de las aguas del mar Negro que van de levante a poniente con energía y sin piedad o miedo. Es el natural camino del Sol que nos calienta.

Europa está perdida y lo hace ahora en las urnas vacías que hablan más que el relleno de hoy en un día electoral que describe hasta donde hemos llegado y seguramente hasta donde no podremos llegar porque remontar las aguas del Estrecho de los Dardanelos requiere momento y condiciones de espacial bondad.

Se lo diré de otra manera más real y rotunda. Aquiles ha muerto. Nadie sabe si Troya ha sido destruida, incendiada, si Eneas ha sido visto por algún lugar llevando a hombros a su padre Anquises.

Lo que sí es de irresistible veracidad es que da comienzo la Odisea, el regreso a casa. Un largo y angustioso regreso a nuestros orígenes. Si volvemos a equivocar el camino, la dirección a seguir y el guía que nos lleve de nada servirá mirar de nuevo al mar de salvación.

Habrá que buscar a Jenofonte y remontar la corriente que ahora nos ahoga. O habrá guerra.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com