Algunas consideraciones sobre Escocia y Cataluña Juan Miguel Mateo Castañeyra General de División (R.)

Las Navas de Tolosa

Cuando a los partidarios de un referéndum en Cataluña, legal o ilegal, se les pone ante la evidencia de que el derecho a decidir, como tal derecho, ni existe ni puede existir (nadie puede decidir sobre lo que no es suyo, o no solo suyo, y además si esa decisión afecta a otros), se contesta con la frase “lo que queremos es lo mismo que el Reino Unido y Escocia”.

El problema es que para poner ejemplos que sean válidos, hay que hacerlo sobre situaciones similares y tomar de ellos su totalidad, no sólo la parte que nos interese. De lo contrario, se podrían también poner de ejemplo, entre otros muchos, a Francia, en la que existen bretones, vascos, corsos y occitanos, con lenguas diferentes y, sin embargo, no hay autonomías ni nacionalidades; o a Yugoslavia, y mostrarles a dónde pueden llevar los separatismos.

Pero sucede que no estamos en el Reino Unido, ni en Francia ni en Yugoslavia, estamos en España. Y éstas, y otras naciones, no son inventos sentimentales, sino realidades históricas, producto de la decantación de hechos y circunstancias ocurridos durante siglos, que pudieron ser de otra manera, pero que fueron como fueron y no como a alguno le pudiera gustar que hubieran sido. La historia no tiene marcha atrás, e intentarlo conduce a la frustración, a la melancolía o a cosas peores.

Veamos solo algunas de esas circunstancias y de esos hechos simplificándolo, eso si, por la limitada extensión de estas líneas.

-En el Reino Unido, como no puede ser de otra forma, tampoco existe el «derecho a decidir«. Es el Parlamento de Westminster el que concede, o no, la autorización para que puedan establecer un referéndum.

-Esta potestad de Westminster se debe a que ese Parlamento es el resultado de la unión de los de Inglaterra y Escocia que, en 1707, decidieron unirse, reservándose el derecho a desunirse. Es en ese Parlamento donde reside la soberanía del Reino Unido.

-Ese Parlamento es, por otra parte, muy peculiar, además de por los Comunes, está formado por la Cámara de los Lores, en la que figuran, entre otros, 26 obispos. ¿Es comparable a algo español?

-En España, por el contrario, la soberanía reside en el pueblo español, y esto no es un invento de la Constitución de 1978, sino que es producto de una tradición que viene desde la Constitución de 1812, que recogía que la soberanía reside en la nación española.

Escocia e Inglaterra, fueron dos viejos reinos que se habían forjado durante siglos luchando entre ellos y que se habían unido y separado sangrientamente en diversas ocasiones.

-Inglaterra y Escocia tuvieron religiones distintas, que fueron un factor más de desunión. La Iglesia de Inglaterra es la religión oficial de Inglaterra, cuya cabeza es la reina, pero no existe la Iglesia de Escocia.

-España, por el contrario, aún con rivalidades y luchas circunstanciales entre los diversos reinos medievales, se forjó luchando contra un enemigo común, los musulmanes; y Cataluña nunca fue uno de esos reinos, sino la parte de uno de ellos. Por su parte, la religión en España fue un factor más de unión.

-En 1707, fecha de la constitución del Reino Unido, España ya llevaba siglos compartiendo un destino común y, entre otras cosas, ya había descubierto y colonizado un continente, había salvado a Occidente en Lepanto, había dominado a media Europa, había contribuido decisivamente al mantenimiento del catolicismo y había iluminado al mundo con sus artes y sus letras.

Las circunstancias son pues tan diferentes, que la comparación es tan peregrina en este caso, como comparar el «estado plurinacional» español, propuesto por el PSOE como «ocurrente» solución al problema independentista, con Bolivia, último descubrimiento de la número tres de dicho partido.

Por último, dos consideraciones sobre el referéndum de Escocia que, a mi modo de ver, nos pueden servir de lección.

-Primero, después de perder el referéndum, los independentistas escoceses no han dudado en pedir otro, lo que demuestra que para ellos el resultado solo es válido si ganan.

-Segundo, los independentistas perdieron por un escaso margen y hoy, en las recientes elecciones solo poco más de dos años después, han sufrido un amplísimo retroceso. Por poco no se ganó, y si hubiera sido así, se hubiera tomado una decisión tan trascendental e irreversible como la independencia de Escocia, en función de unos votos que, en solo unos pocos meses, habrían cambiado de sentido.

En resumen, ni la historia y circunstancias del Reino Unido y España son comparables, ni Escocia y Cataluña tienen nada en común, ni el reciente referéndum sobre la independencia de Escocia es un ejemplo que, aunque solo fuera por pura prudencia, se debiera seguir.

Juan Miguel Mateo Castañeyra

General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

4 julio 2107