El poder de Wagner era mucho; el poder de Wagner ahora es un misterio muy preocupante, porque su nombre sigue en la guerra y sus posibilidades ignoradas por Occidente. ¿Sabe Putin algo que el mundo desconoce? Su interés en Wagner así parece confirmarlo. En su reciente reunión con Lukashenko, presidente de Bielorrusia, han sido muchas las horas dedicadas a hablar de Wagner, que allí despliega y allí parece que plantea su futuro.
Unas tropas forjadas en la batalla, bien adiestradas y con alta moral, al margen del dinero que perciben, no pueden ser olvidadas ni descuidadas. Hay algo además, desconocido, que las convierte en fuertes y peligrosas hasta para Putin.
Son tropas que cuestan mucho dinero y que un solo hombre no puede manejar. Algo hay detrás del grupo Wagner que le hace ser poderoso y dominante, capaz de trasladarse de un lugar a otro y transformar su riqueza en dólares o yuanes para pagar sus altas nóminas sin retraso ni siquiera de días. Si no fuese así Wagner habría desparecido tras su intentona de rebelión militar en plena guerra. Detrás de Wagner hay todo un poder, no es Prighozin, sino algo mucho más complejo y peligroso. Alguien creó una fuerza ahora difícil de controlar. ¿Quién está detrás de este poderoso animal guerrero dispuesto a todo, a morir por su organización? ¿Putin? ¿Alguna de las poderosas familias del Kremlin? ¿Es un caballo de Troya?
La historia de fenómenos como Wagner no es nueva y nos llevaría mucho tiempo analizar el pasado de los grupos de poder armados financiados desde la distancia y manejados por naciones ajenas al conflicto. Aparentemente, porque la guerra también es transversal.
¿Qué y quién es Wagner? ¿Dónde reside su poder? Nadie lo sabe.
El arma más poderosa en las guerras modernas se llama disuasión. Entendámoslo bien: «Inducir o mover a alguien a cambiar de opinión o a desistir de un propósito». Fíjense lo que eso significa ante la posibilidad de dirimir las diferencias con una guerra. Si eres capaz de disuadir puedes ganar; si no jamás serás nadie en términos de enfrentamiento.
Wagner, si el Gobierno de Putin hubiese querido, está claro que después del intento rebelde hubiese desaparecido.
¿Por qué ha sido capaz de disuadir a Putin de no someterlos a juicio con su consiguiente desaparición? ¿De qué arma disuasoria dispone? ¿Por qué su despliegue en Bielorrusia?
No hay datos, no hay razones, no hay hipótesis, no hay nada.
Pues algo debe haber y podría ser que lo supiésemos antes de lo esperado.
Armas: ese es el secreto. ¿Está el grupo Wagner en esa dinámica?: armas y secreto. Disuasión.
Bielorrusia es una amenaza desde el comienzo de la invasión de Ucrania. En las hipótesis de aquel momento inicial de la guerra una de las peligrosas era la intervención de Bielorrusia por el norte.
Hasta el acto de rebeldía de Wagner había silencio sobre su actitud y Lukashenko era un personaje casi olvidado. De repente se habló del despliegue de armas nucleares tácticas en su territorio.
Nada hemos vuelto a saber de ese despliegue.
Nada raro sería, a nadie sorprendería, si de repente nos enteramos que esas armas, alguna al menos, llevan tiempo en Bielorrusia y están en poder de Wagner. Eso es disuasión.
Ahora, si así fuese, viene la gran duda: ¿Quién las controla y quién controla al controlador?
Sin duda tienen mucho de lo que hablar Putin y Lukashenko.
Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)
Blog: generaldavila.com
28 julio 2023