«Antes de entrar en guerra examinad previamente la magnitud de los elementos imprevisibles, ya que aquella, al prolongarse, suele confiar al azar la mayoría de las circunstancias, azar del que nos encontramos a la misma distancia y sobre el que se cierne la incertidumbre respecto a cuál de los dos se verá favorecido» (Tucídides. Historia de la guerra del Peloponeso).
La guerra: esa desconocida. Sería un excelente resumen de este fenómeno –humano—cuya finalidad no cambia con el paso de los tiempos: destruir, dominar.
El afán siempre fue hacerlo a escondidas, de lejos, sin que hubiese que ver la cara al enemigo. Desde el arco al dron el sistema es el mismo: matar de lejos. Dios Apolo, el que mata de lejos. Aprendido en la caza, arte primario de la guerra, donde hay que practicar la astucia estudiando al animal a matar, la inteligencia para superar la de la naturaleza. De ahí que la guerra sea contra natura y en su progresión acabará destruyendo el mundo terrestre.
Ya empiezan a instalarse las primeras bases en otros planetas y existen naves preparadas para la huida. No es ciencia ficción. Los seleccionados bien lo saben y se van relevando conforme pasa el tiempo.
El escenario bélico está formado por hombres, armamento y material, el terreno (urbano o no, marítimo y aeroespacial) y el ambiente en sus aspectos humano y físico.
El armamento y el material condicionan la intervención del hombre en la guerra, es decir son los culpables de que se utilice de una u otra forma el movimiento y el choque, el fuego y el trabajo.
Aun con la amenaza nuclear presente, la invasión de Ucrania se reviste de todas las características de la guerra clásica donde están en práctica al completo los principios de la guerra:
–Voluntad de vencer
–Libertad de acción
–Capacidad de ejecución
A pesar de ello en los dos largos años que llevamos de guerra sobrevuelan dos principios complementarios que en cualquier momento harán cambiar el curso de la contienda: la seguridad y la sorpresa.
La primera es precaverse contra la acción del enemigo para evitar que nos sorprenda y ha sido a través de la Inteligencia estadounidense como hasta ahora lo ha logrado Ucrania. La sorpresa consiste en obligar a combatir al enemigo en el lugar o en el momento por él inesperado o emplear medios o procedimientos por él desconocidos.
Este será el final de la guerra: Sorpresa como elemento principal de esta guerra.
Se utilizará un medio hasta ahora desconocido que situará al otro en condiciones de inferioridad y quebrantará su moral. Como el fuego griego.
¿Qué? ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Dónde? Todo depende de las inversiones. No es sorpresa saber que la guerra es un negocio rentable. Para el negocio la sorpresa muchas veces no llega en forma de arma, sino de cese o nombramiento.
Secreto. Pero estamos cerca. Tanto como la distancia que nos separa de Troya donde se introdujo una sorpresiva arma que acabó con los troyanos.
Troya es el incendio eterno. La metáfora.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
septiembre 2024
General Dávila 
Mi respetado y muy querido GENERAL
Analizar con modelos avanzados el conflicto UR introduciendo el armamento utilizado de la tecnología más avanzada del momento supondria descartar la implicación Nuclear porque serían palabras mayores y nadie salvo la locura humana lo hará.
los seis reactores de Zaprilla no se han tocado ni lo harán. Seguirá sin sorpresas en modelación clásica.
Se viene observando que tampoco habrá intervencion neutrónica. En el Yemen algo se utilizo conforme radio macutillo. Aquí por el momento quietos y parados
Enhorabuena y Gracias mi General
A la orden de V.E
Viva EL REY
Viva La Escuela de Guerra Naval
Viva y Arriba España
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Buenos días, mi General y todos; cierto como la muerte y los impuestos, con perdón por el tópico, es que ahora el titiritero que mueve los hilos de los actores bélicos es más siniestro que nunca.
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Muchas gracias Mi General por tan genial definición de la guerra. Saludos para todos.
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Muchas gracias Mi General, por su percepción de lo que es la guerra en estos tiempos. Saludos para todos.
El lun, 2 sept 2024 a las 12:03, Miriam Velila (airamviar9@gmail.com) escribió:
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A las órdenes de V. E., mi General.
Pues eso de las armas nuevas secretas siempre se ha utilizado para impresionar y asustar al enemigo, pero a la hora de la verdad, no han aparecido por ninguna parte, ni en el campo de quien se tiraba ese farol, ni en el contrario después de haber vencido. Más bien la «justicia de los vencedores» ha consistido en consentir y jalear el que la tropa saqueara, asesinara y violara a mansalva a las mujeres de todas las edades, desde los siete a los setenta años, a falta de encontrar esas supuestas armas para justificar una barbarie tan terrible o peor que la de los vencidos.
Hitler y su cuadrilla de nazis pretendían ganar tiempo alargando la agonía de su pueblo con ese argumento de las armas secretas, y no se vió ninguna además de estar intentando fabricar una bomba nuclear, que menos mal, no tuvieron tiempo de conseguir, porque sin duda alguna la habrían estrenado antes que capitular. Claro que, para no ser menos, los vencedores las utilizaron en Japón cuando ya estaba de facto vencido, consiguiendo con ello esa más que discutible «primicia» histórica.
No sé qué más en materia de ingenios hasta ahora desconocidos del gran público, se puede esperar en la guerra entre Rusia y Ucrania. Los llamados órganos de Stalin no son ninguna novedad pues están muy vistos, y los aviones y helicópteros de Putin no están teniendo una buena guerra, pues son cazados como moscas con esas armas sobre el hombro, que parecen ser lo último de la tecnología bélica USA. Y muy poco o nada más. Si alguien guarda un as en la bocamanga, pues que lo muestre aunque solo sea para que no sigan muriendo soldados y civiles de ambos países, pues la ferocidad y el odio con que se lucha son más propios de una guerra civil que de la clásica de agresión y defensa a ultranza.
Pero si es que el agresor actual lo que pretende, como hace casi cien años, es involucrar al resto del mundo para tener una excusa para eliminarnos a todos, eso ya es otro cantar.
¡¡¡Viva España!!!
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