El 11 de abril de 1937 moría el jesuita Padre Fernando de Huidobro y Polanco. Era el Capellán de la IV Bandera de la Legión en el frente de Madrid. Enterrados sus restos en la Iglesia de San Francisco de Borja de los Padres Jesuitas en la calle Serrano de Madrid tiene un monumento erigido en la Cuesta de las Perdices (N-VI. Madrid).
Uno de los primeros artículos que publiqué en este blog, el 5 de marzo de 2014, fue dedicado al Páter Huidobro, Legionario y Santo. Desde entonces han pasado muchas cosas, pero han de pasar muchas más. No ha habido año que no dedique mi recuerdo, devoción y oraciones al Páter de la Legión.
Ahora, al fin, su Causa de beatificación se ha vuelto a abrir y el Capellán legionario continúa su lento, pero seguro camino hacia los altares.
Es la burocracia lenta y pesada, por rigurosa y eficaz, confiemos en ella para determinar ese día en el que oficialmente se proclame la Santidad del Páter Huidobro. La legión quiere un santo en sus filas.
Pero no será el lento caminar de los papeles los que hagan Santo al Páter; hay algo mucho más eficaz, necesario, y está en nuestras manos, en la de todos ustedes, legionarios o no, y es la devoción lo que le llevará a los altares.
La santidad a día de hoy es un difícil reto. Si además se trata para alguien que estuvo con la Legión en la Guerra Civil se nos antoja un imposible. Hay recelos, en lenguaje legionario ya saben, se quieren derribar cruces y bondades.
No entremos en ello. El que quiera puede leer la biografía del Páter Huidobro en este blog o en otros muchos sitios. No conoció bandos ni atendió a unos olvidando a otros. Se acercó entre balas y cañones a todos, los de uno y otro bando; a todos les llevó su crucifijo de brazos abiertos, de consuelo antes de morir. Sé que más de uno gritó y pidió como última voluntad su presencia, y el Páter olvidó las balas y los colores para correr a consolar a un español que moría.
Sea este día un homenaje hecho oración al Páter de la legión, una unidad elegida por él ya que era más pueblo y valiente que ninguna, y la más cercana al Cielo.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
11 abril 2025
Padre Huidobro Capellán de la IV Bandera de la Legión
(Publicado en 2014)
Si salen de Madrid por la carretera de La Coruña, a la altura del Km. 8,6, podrán observar una gran piedra de granito y comprobar, si son capaces de llegar hasta ella, que se trata del monumento “Al padre Huidobro. Capellán de la Legión”.
Hace exactamente un año que el Presidente Obama concedía a título póstumo la Medalla de Honor del Congreso al Capellán del Ejército de los Estados Unidos Emil Kapaun por su valor y méritos en la Guerra de Corea. Murió el año 1951 siendo prisionero de guerra. Se le conocía como el “capellán de los soldados”. “Nunca disparó un arma de fuego pero tenía el arma más poderosa de todas: el amor a sus hermanos, tan poderoso que estaba dispuesto a morir para que ellos pudieran vivir”, dijo de él Obama en el acto de entrega de la preciada condecoración.
El padre Huidobro era un joven jesuita que vino el año 1936 desde su destierro en Bélgica para prestar auxilio espiritual a los soldados en combate.
Murió en el frente de Madrid el 11 de Abril de 1937 siendo capellán de la IV Bandera de la Legión. Con un mono azul como vestimenta y crucifijo en el pecho, sentó plaza con los novios de la muerte y sólo necesitó el primer combate para demostrar quién era aquel curita que siempre aparecía donde más zumbaban las balas. Los legionarios pronto se dieron cuenta. “¡Este cura es un valiente!”, “¡es un Santo!”, decían al ver que se mezclaba entre ellos como uno más. Bien respondía aquél jesuita a lo que ahora predica y ejerce otro jesuita, el Papa: “Los obispos y sacerdotes deben estar al servicio del pueblo, en medio del rebaño y con olor a oveja”. El padre Huidobro amó siempre a sus legionarios, pero estaba en tierra de nadie y se lanzaba a prestar los auxilios espirituales a cualquier herido, sin discriminación de bandos y llevando como únicas armas la bondad y el crucifijo.
Era un valiente y era santo, según el decir de los legionarios que es envidiable certificado popular. Se fue, con tantos legionarios que caían en combate, cuando el amarillo de los jaramagos y el rojo de las amapolas rellenaban las cunetas de la Cuesta de las Perdices.
El poema medieval “La Danza de la Muerte”, que siendo un joven estudiante había representado Fernando Huidobro, se había hecho realidad tal y como él la esperaba, la muerte igualadora.
El Capellán en los ejércitos es algo que los soldados asumieron desde Flandes como saludable precaución ante el trance de la muerte cercana. Desde entonces, los capellanes han recorrido muchos frentes de batalla con su cruz y su estola. Los españoles les llamaban Páter o Padre. Las unidades de los ejércitos anglosajones copiaron entonces el nombre ya que eran los capellanes españoles los que les atendían. Por eso al “military chaplain” le llaman Padre en español. Eran los antecesores del Páter Emil Kapaun, “capellán de los soldados” y del Páter Fernando Huidobro, “capellán de los legionarios”. El primero ha sido condecorado con la más alta condecoración de su Nación.
El padre Huidobro ni una sola condecoración, casi olvidado y silenciado.
Ambos, héroes de la bondad, luchan por una condecoración más elevada, la de la santidad.
La Legión espera el término de la causa de beatificación de su capellán que parece perdida, con o sin intención, por los pasillos del Vaticano.
Mientras, esperamos rezando y encomendándonos al Padre Huidobro.
Se lo recomendamos; vayan de nuestra parte porque nunca le niega nada a un legionario.
Para la Legión la causa de beatificación terminó aquel 11 de Abril de 1937. Es legionario y Santo.
Blog: generaldavila.com

¡Por la cruz de mi apellido y por la cruz de mi espada! (El Marqués de Santa Cruz)
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Mi respetado y muy querido GENERAL,
EL CUERPO ECLESIASTICO DE NUESTRAS FUERZAS ARMADAS SIGUE SIENDO ENALTECIDO POR SU REBOSANTE ENTREGA PATRIA.
LOS PP.JESUITAS DESDE SAN IGNACIO DE LOYOLA A NUESTROS DIAS SIGUEN SIENDO ADMIRADOS EN TODO LOS RINCONES DEL PLANETA.
POR DESGRACIA, EN ESPAÑA HAN DISMINUIDO LAS VOCACIONES Y EN MUCHAS CAPITALES DE PROVINCIA HAN CERRADO TEMPLOS POR ESCASEZ DE VOCACIONES.
A LOS 88 años de Llegar ante EL SENO DE DIOS PADRE, debo pedirle a TAN HEROICO CAPELLAN LEGIONARIO Y SANTO lleno de HEROISMO ,SIMPATIA Y PERFECCION QUE AL TENER SIEMPRE EN SUS ACCIONES LA BLANCA LINEA RECTA DE LA DIVINA LUZ BLANCA DIRIGIDA A GRANDES IDEALES, INTERCEDA PARA QUE LA VOCACION DE SU COMPAÑIA ESTIMULE Y GENERE SACERDOTES TAN EJEMPLARES EN LOS CAMINOS DEL PLANETA AZUL.
Desde el destierro vino a la IV BANDERA de LA LEGION el Padre HUIDOBRO POLANCO y en la CUESTA DE LAS PERDICES 8,6 Km de la carretera Nacional VI las cruzadas balas acabaron con su vida terrena para subir AL PARAISO.
El mono azul, al igual que LA FLOR DE LA GALLARDIA en ALICANTE mostraba EL INCESANTE MAR DE ENTREGA PATRIA.
Por suerte EL PADRE JESUITA «DUEÑAS» ya está en los altares y pedirá a LA CORREDENTORA VIRGEN DE LA NATIVIDAD que le arrope al PADRE HUIDOBRO POLANCO con su manto y le conceda EL GALARDON DE SANTO LEGIONARIO YA MISMO.
Otros muy amigos CAPELLANES como EL PADRE SAMUEL AGUSTINO ACOMPAÑAN A D.FERNANDO JUGANDO CON LAS LLAVES PETRINAS EN EL CIELO.
Muy bien expuesto el proceder de OBAMA, dando ejemplo para que ESPAÑA no olvide jamás a sus HEROICOS HIJOS.
ENHORABUENA Y GRACIAS MI GENERAL.
MI MÁS EFUSIVA FELICITACIÓN A LA FAMILIA HUIDOBRO Y QUE LAS BLANCAS LINEAS DE SU RECTITUD HACIA GRANDES IDEALES TRACEN NUESTRO PEREGRINAR PATRIO.
A la orden de V.E
VIVA EL REY
VIVA EL CLERO CASTRENSE
VIVA Y ARRIBA ESPAÑA
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A las órdenes de V. E., mi General.
El Teniente General Iniesta Cano en su libro de recuerdos narra muy bien, y con mucho sentimiento, cómo fue la muerte del Padre Huidobro. El Tte. General, a la sazón era el Capitán Jefe de la Compañía legionaria que combatía en aquel lugar ese día, y nos dice que ante las numerosas muertes que se estaban produciendo, El Padre no abandonaba aquella primera línea de frente, atendiendo y socorriendo a todos, y que él, para intentar evitar que muriera por una bala o proyectil cualquiera, le ordenó suplicándole que se fuera hacia atrás para no estar tan expuesto. El Padre obedeció y, cuando ya estaba a punto de entrar en un botiquín que tenían, fue alcanzado de lleno en la cintura por una granada, causándole la muerte de forma instantánea. También que el combate fue durísimo y el número de bajas, en ambos contendientes, muy alto.
Ciertamente aquel gran valor que en todo momento desplegaba el Padre, hasta el extremo terrible de costarle la vida, era más que acreedor a una Laureada de San Fernando, o como mínimo, una Medalla Militar Individual.
¡¡¡Padre Huidobro, Capellán de la Legión, Presente, ruega por nosotros!!!
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Con permiso de Vuecencia, mi General. Pedimos a Vuecencia, por si a alguno se le olvida, nos recuerde esta efemerides, siempre emotiva. los que solo somos amantes de La Legión, sin haber podido ser Legionario agradecemos este emotivo recordatorio. Vayan nuestras oraciones para que se haga realidad la subida a los altares de nuestro Pater Legionario. Julio de Felipe Jimeno. ¡¡Arriba España y viva La Legión!!
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El patera Huidobro es un santo y merece el reconocimiento
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