Los errores cometidos en la prensa escrita quedan para la historia de las letras y hacen su servicio, de ellos se aprende, sirven incluso como ejemplo en las escuelas de periodismo, pero cuando el error lo comete un diario de la, se supone, altura del ABC el error se convierte en sospecha, en malos pensamientos de intención, en tristeza y hasta en dolor.
Este es el caso del último ABC Cultural (para más inri) en el que figura la reseña de un libro estremecedor Salir de la noche en el que el periodista Mario Calabresi narra la investigación hecha por él mismo sobre la muerte de su padre asesinado en el periodo conocido como Los años de plomo en Italia, donde el terrorismo dejó huellas imborrables de dolor por toda la nación italiana. Es una historia marcada por la violencia y relata el horror al que fue sometido su padre, la familia entera. La misma historia que hasta hoy y para siempre acompañará a otras muchas víctimas y que es inevitable unirla al sufrimiento que el terrorismo ha dejado en España y que ahora con indecencia y más dolor si cabe, alguno quiere sacarle rédito electoral diciendo por un lado que ellos han vencido a la ETA y por otro pactando con su franquicia.
Pero no era de esto de lo que me proponía escribir, que lo hago con frecuencia y mucho dolor, sino que quería traer a primera página el pie de foto que acompaña a la recensión del libro.
«Mario Calabresi acomete una investigación sobre el asesinato de su padre, un comisario al que unos terroristas ajusticiaron en 1972».
¿Nada que añadir?
Por si acaso, ante tanta infamia no me queda más remedio que anotar:
Ajusticiar significa «aplicar la pena de muerte a un reo», no equivale a asesinar.
Si acudimos al Diccionario de la RAE:
De justicia
Conju. Actua c. anunciar
- 1. Dar muerte al reo condenado a ella.
- tr. desus. Condenar a alguna pena.
Ajusticiar es lo que ahora parece que alguno pretende hacernos creer y visto lo visto todo es posible.
ABC: ¡quién te ha visto y quién te ve!
Con la palabra entró la epidemia y cuando sobre ella se escribe el objetivo está conseguido.
¿Qué no es para tanto?
Claro: ahí está el dolor: no es para tanto y por tanto son recibidos en las instituciones como justicieros.
¡Ayayay! ¡ABC, quién te ha visto y quién te ve!
Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
9 julio 2023