LA ETA GOBIERNA ESPAÑA. POR SUS HECHOS LOS CONOCERÉIS. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

El terrorismo sigue siendo protagonista en España. Es tal el nivel alcanzado que ocupa las instituciones, el Gobierno, o facilita este al que lo preside. La ETA dirige y conduce la política en España. Terrorismo no es solo pistolas y bombas, sino que hay mucho más; las guerras no solo se hacen con misiles, sino que hay procedimientos más sutiles y aparentemente melifluos para hacer creer lo contrario de lo que está ocurriendo.

La guerra solo pretende una cosa: dominar la voluntad del enemigo e imponer la propia. En la guerra se enfrentan los ejércitos.

El terrorismo usa la traición y la cobardía para someter e imponer su voluntad. Son un atajo de cobardes constituidos en banda de pistoleros. Personalmente los he visto hacerse de todo encima mientras lloraban cobardemente cuando eran detenidos. Pero han vencido.

¿Cómo y por qué? Usted y yo lo sabemos, pero nos es más fácil mirar para otro lado. No es la primera vez que algo así ocurre en España.

No hay ETA política, ni militar, ni político-militar, no hay nada de eso, solo una panda de asesinos dirigidos, teledirigidos por la peor calaña de políticos que ha dado la tierra y que esperaban su oportunidad para recoger el fruto del asesinato.

El terrorismo de la ETA ha logrado su objetivo: imponer su voluntad y someter a su enemigo que era España y los españoles. Para ello ha asesinado a cerca de 1000 inocentes, pero eso está ya olvidado y su premio es mostrado como la cabeza del enemigo ensartada en la lanza: «Euskadi y España son países libres». Iba como una bala hacia su objetivo. Estaba pensado y muy consensuado.

La ofensa está hecha y el mensaje ha salido con más fuerza que la última de sus balas. Objetivo alcanzado.

El procedimiento de las pistolas y la bomba, del ataque por la espalda, ha dado resultado.

Las víctimas llevan camino de ser culpables. Así parecía en el homenaje a Miguel Ángel Blanco cuando entre el descaro de las alianzas interesadas para mantener el puesto —el personaje lo llama diálogo — se apuntalaba, delante del Rey de todos los españoles, la nueva ley hecha para ellos y por ellos.

Ni siquiera era un armisticio, era la firma de la derrota incondicional de España a los terroristas.

No le den más vueltas.

Sin duda la política no debe judicializarse, pero aún es más importante que lo judicial recuerde aquella sentencia del Tribunal Constitucional amañado para acabar con el Tribunal Supremo y reconocer a la ETA.

Si lo recordamos todos empezaremos a explicarnos de donde venimos y a donde vamos.

Todo está consumado.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

12 julio 2022

LA BATALLA POLÍTICA CONTRA ETA. Libro de Carlos de Urquijo Rafael Dávila Álvarez.

España tiene abiertos varios frentes desestabilizadores de su integridad territorial, de su soberanía, respeto y cumplimiento de la Constitución. Uno de ellos surge en el norte, en el País Vasco, y allí sigue enclavado y con profundas raíces que parece que no se secan porque alguien las sigue regando: la ETA.

Es tal el crecimiento de la mala hierba que se cuela por la Administración y desprende su nauseabundo olor incluso en los centros democráticos por excelencia. Poco les importa a unos cuantos vivir entre esa inmundicia, como si fuese inevitable, aceptable, incluso para algún partido beneficioso.

Escribimos, denunciamos, nos la jugamos para nada, porque nada cambia, sino a peor. Y lo peor es llegar a ser partido en puertas de gobierno y en apoyo al Gobierno que se deja querer por terroristas, a los que ahora denomina hombres de paz.

Hay hombres y mujeres no dispuestos a soportar esta ignominia que cada día sale a defender la justicia y a recordar a los casi mil asesinados, a sus familiares, que no están solos y que moriremos en la lucha contra el terrorismo, aún a costa de la nuestra.

Uno de estos hombres es Carlos de Urquijo, nacido en Llodio y servidor de todos nosotros, defensor de la justicia, de la honradez y además un valiente que no ha tenido inconveniente en plantar cara a los asesinos. Lo sigue haciendo.

No voy a hablar de él. Solo de su libro: La batalla política contra ETA.

Es un testimonio vital de lo que significa vivir junto a la hiena, plantarle cara y aplicar la ley sin dejarse achantar ni amenazar con el tiro en la nuca o la bomba lapa. Carlos Urquijo estuvo muy cerca.

Español lee y divulga que uno de los episodios más vergonzosos de la reciente historia de España se llama la ETA, terroristas a sueldo, que han conseguido la victoria. Han logrado con las pistolas, las bombas y las amenazas alzarse con los puestos en la administración, y sin pedir perdón van de hombres y mujeres de paz, buenos, cuando lo que son solo tiene una palabra: asesinos.  No han sido ellos solos. Hay nombres que desde posiciones privilegiadas les han abierto las puertas de la defunción de España, para que sigan aterrorizando y erosionando su integridad territorial y el orden constitucional.

Eso es lo que nos cuenta en su valiente libro Carlos Urquijo. Acompaña en el prólogo una de las personas más valientes, juiciosas y admirada por todos. Un ejemplo: María San Gil. Está dicho todo.

Gracias valientes amigos.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

1 abril 2022

 

PUTOS FORASTERS Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Les ruego me perdonen por encabezar así este artículo. Lo han sufrido miles de españoles, en sus trabajos, en sus empresas y lo peor: en sus hijos. Nadie ha hecho nada para evitarlo y corregirlo. Hemos tragado el sapo y nos hemos relamido. Les hablo de años ha, no solo del presente, cuando España consentía tanto o más que ahora con gobiernos muy españoles. Eran los tiempos incluso del señor Tarradellas, Pujol ni les cuento, de Adolfo Suárez, de Felipe González, Calvo Sotelo, de Aznar, de Rajoy, y que apuntillaron unos personajes a los que más cuentas debe pedir España: el grupo Zapatero del que algún día habrá que dar noticias y nombres.

Vivimos el impacto de la España posfranquista que fue benevolente con el terrorismo y el independentismo y se abstuvo de cumplir con la ley. Al pueblo español lo manejan como a la calderilla.

No le demos más vueltas. Todos somos culpables, por acción o por omisión.

Nadie en España hasta ahora ha gobernado con el pensamiento puesto en España. Nadie. Todos han mirado el ombligo enorme del partido, el poder que todo lo puede, el Falcon, el Banco, la Empresa, y la aureola entre los amigos y amigas. Les esperaba al menos un Consejo de Administración por mantener el secreto, incluso el oficial.

Lo de Canet es una simple, muy grave y triste, muestra de la vil entrega al independentismo, como lo ha sido al terrorismo cuyos miembros ahora forman parte de las instituciones como ejemplares hombres de paz.

Lo del acoso a la familia de Canet por exigir que se cumpla la ley en la enseñanza del español a su hijo no es nada nuevo por mucha guerra mediática que ahora se desate. Una guerra preparada con esmero y sabiduría, con la estrategia adecuada. Saben que la guerra la tienen ganada por mucho que pierdan una batalla. Es más, tengo la impresión, después de estudiarlo desde un punto de vista táctico, que esta batalla está planteada para perderla y dar una muestra más al mundo, a quien por cierto poco le interesa hasta que no vean peligrar sus intereses económicos, de que no cederán y que están en el camino correcto, el del incumplimiento de la ley lo diga quien lo diga, juez o parte. La batalla la han preparado mediáticamente y las consecuencias se reducen a un enorme movimiento de protesta (cuatro pero ruidosos) y poco más. Una imagen que juega a su favor. Manejan armas que la España de la unidad desconoce.

Son víctimas de la opresión de la extrema española. Nos quieren hacer ver que todo está preparado por la familia del pobre niño de Canet que al fin de cuentas será el más perjudicado. La batalla, perdida, aunque la ley está a favor de la familia que pide amparo legal y que el juez se lo concede: es inútil. La ley sin la fuerza no existe. La fuerza es obligar a que se cumpla y el juez solo puede rellenar un papel con una sentencia que no tendrá efecto alguno ya que nadie va a obligar a su cumplimiento como a diario se comprueba.

El cumplimiento de la ley debe estar amparado por el Ejecutivo y todos sabemos y vemos que eso no es así en Cataluña, sino todo lo contrario. Hay una razón muy sencilla: al más mínimo movimiento del Ejecutivo contra el independentismo hace caer a Sánchez y compañía. Así de sencillo. Lo tiene agarrado por donde más le duele a un vanidoso y ellos, que lo saben, no sueltan sino que aprietan.

«Putos forasters»: no es nada nuevo. Una triste realidad que se ha dado en varios lugares de España desde hace muchos años y que miles de familias de trabajadores, funcionarios, empresarios, militares, policías, jueces,  autónomos, han sufrido en silencio para no perjudicar a sus hijos y para poder sobrevivir en esta selva llamada política donde unos espantapájaros hacen que dirigen España mientras espantan a los españoles. Todos lo han consentido y nada, nada, nada han hecho para evitarlo y que la Ley se cumpla.

La guerra de «putos forasters» no se gana con la sentencia de un juez, sino con su cumplimiento y exigencia de que se cumpla que es lo que estos espantapájaros no hacen, ni cumplen ni hacen cumplir, prevarican un día sí, otro también. La batalla más importante es la del idioma. La infiltración y el idioma. Hecho. Hasta Roma.

Hoy en España mandan los independentistas y los terroristas. Con pleno consentimiento de todos nosotros.

Esa es la única y triste realidad: que la guerra está perdida.

Ni votar, solo botarlos, va a arreglar lo que ya es un hecho irreversible.

El poema del Premio Cervantes D. José Jiménez Lozano nos descubre el horizonte ante nosotros.

«Cuando la melancolía habita en una casa,

comienza a derrumbarse.

La casa de mi ánima

resiste con puntales».

Parece no construido por humano sentimiento personal, sino un lamento del tiempo actual, escrito en el cielo que cada mañana leemos, cuando miramos en esa dirección como si algo hubiese perdido. Allí se lee el pasado, el presente y puede adivinarse aquello que está por venir. Nada bueno.

Todo ha cambiado. Para unos es riqueza, para otros es pobreza espiritual.

Hace tiempo, no mucho, vivíamos en paz y armonía, con futuro, teníamos una casa: España. Vivimos años de progreso y templanza, donde se tenían hijos, se estudiaba o trabajaba, nos respetábamos, y solo la sombra del vil asesinato ensombrecía nuestro día a día. Fue la ETA quien ennegreció nuestros días. Pero algunos emboscados se frotaban las manos. Estaban poniendo los ladrillos de su maligna obra. En ella viven quienes todos sabemos. Alguno (s) se aprovechó de la bonanza para sus correrías. Sólo han salido a la luz pública unos pocos, mientras unos muchos esconden su geta o siguen hacia adelante como salida, pero no dejan de ser unos golfos.

No hay mayor dispositivo de corrupción en el mundo que la política. Hoy los políticos se enorgullecen de ello. Los que no jugamos somos forasteros.

« Putos forasters». Nos lo han llamado a muchos. Hoy lo han logrado que lo seamos todos. Nos lo dicen a la cara.

Mentiría si les dijese que les deseo lo mejor.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

13 diciembre 2021

 

 

DON ODÓN (ELORZA) Rafael Dávila Álvarez

Don Odón (Elorza) es un nombre que habrá que recordar. Su imagen es ya un significante icónico. Todo es artificio; corta y pega. Hasta sus palabras no son suyas; del averno.

Un hombre es capaz de convertirse en un símbolo. Incluso de la vileza e infamia y aún así sentirse orgulloso de ello.

En el Congreso de los Diputados cada uno dice lo que le viene en gana, aunque a alguno, que viene mal de casa, le sirve para aprovechar el momento y evacuar. Lo dicho en el Congreso no lo dice a la cara de la inteligencia, sino a la de la agitación. Un vulgar tirón de la cadena para finalizar el acto.

El Congreso de los Diputados ha aguantado casi todo. Hasta la metáfora del caballo con un general que lleva las riendas desde sus lomos y aprieta las espuelas. A algunos les gusta la democracia a caballo y sobre todo dar espuelas al público. La democracia sin espuelas no acaba de entenderse.

Los tiros al aire que detuvo el techo del Congreso han quedado allí para siempre mientras resuene el grito de la chapuza: «¡Se sienten, coño!».

Don Odón: ¡Se siente, cáspita!

Siéntese entre los agitadores y deje su metralleta vocinglera. Esos, como usted, que usan el canto para amedrentar tienen un nombre: le llaman el Pico de hoz marrón y habita en las selvas de Nueva Guinea. Un simple pájaro que quería ser ametralladora..

Los vómitos se limpian, pero del vomitador queda siempre esa imagen de repugnancia que aparece cuando le ves. Por muy limpio que parezca. Las imágenes deben ir vestidas siempre de lo que representan y cuando las desnudas la cruda realidad te hace ver lo endeble de Superman sin su traje o convertido en piltrafa en las proximidades de la criptonita, abundante en el norte. Cobardean en tablas y huyen a los chiqueros. Como los terroristas cuando no les apoyaba una pistola. O la política; o algún político

Blanquear a la ETA a voces, protegido por la inmunidad que da el escenario es muy cobarde. Una vergonzosa puesta en escena que provoca dolor y devuelve el vértigo del terror. La náusea.

La ETA está; y lo peor es que está al lado del poder en la maniobra más repugnante que han hecho en España personajes que aceptan que el tiro en la nuca consiga sus objetivos. Matar para sentarse en las instituciones y ser bendecidos como hombres de paz es el espectáculo dantesco que ahora se revive para bochorno de todos. La sutil diferencia está en que él, don Odón, puede decir eso y más, pero si yo voy al centro de San Sebastián y grito ¡Viva España! me detienen y encima me piden explicaciones o me acusan de delito de odio.

Franco fue. Es una historia que se estudia en el contexto de lo sucedido y que yo sepa nadie la utiliza políticamente ni para el insulto o enfrentamiento, sino que son ellos, su partido socialista, de siglas PSOE, don Odón Elorza, los que hacen uso de la historia para insultar, mentir y sobre todo enfrentar que es lo que pretende con sus estentóreas voces desde donde lanza su infame arrebato contra las víctimas. Porque la ETA existe reencarnada en esos «hombres de paz» que no dudan en agitar su nombre, y exigir, para a cambio apoyar, por ejemplo, los Presupuestos.

Son muchos los testimonios que me llegan de indignación contra este don Odón (Elorza). Son relatos tristes, sensatos, dolorosos y correctos. Todo lo que él no es. Ha hecho usted mucho daño. Le recomiendo que lea la carta que publica el ABC del pasado día 26 firmada por Almudena Blanco Martín, hija de Pedro Blanco García, teniente coronel asesinado por la ETA. «Su sacrificio nuestra libertad». Libertad de la que usted, señor Odón, abusa. Ha hecho usted mucho daño.

Eso es todo a pesar del vuelo y gritos del Pico de hoz marrón.

Compruebo y comprendo que los aseos del Congreso estén ocupados de manera permanente.

Habla don Odón

como el reclamo del

Pico de hoz marrón:

al suelo tol mundo.

¡Cococo coñó!


Pico de hoz marrón (Epimachus meyeri) o pájaro ametralladora: La particularidad del Pico de hoz marrón es que algunos machos utilizan un reclamo que no suena para nada natural y recuerda al ruido de una ametralladora. Ello provocaba que en la IIGM, los soldados se tirasen al suelo al oír su canto por creer que era una ráfaga enemiga.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

29 noviembre 2021

 

 

 

LEY DE MEMORIA DEMOCRÁTICA (2) LA SERPIENTE HA PUESTO EL HUEVO

Destierro de Alfonso XIII

Azaña, como presidente del Gobierno, firmaba el 26 de noviembre de 1931 la sentencia dictada por la oclocracia del momento: «El Tribunal soberano de la nación declara solemnemente fuera de la ley a don Alfonso de Borbón Habsburgo-Lorena; privado de la paz pública, cualquier ciudadano español podrá aprehender su persona si penetrase en territorio nacional. Don Alfonso de Borbón será degradado de todas las dignidades, honores y títulos, que no podrá ostentar ni dentro ni fuera de España, de los cuales el pueblo español, por boca de su representación legal para votar las nuevas normas del Estado, le declara decaído, sin que se pueda reivindicarlos jamás, ni para él, ni para sus sucesores».

Se cumplen 90 años. Diez para un Centenario. ¿Habrá celebración?

1947: la Ley de Sucesión hace formalmente de España un reino.

1969: Franco nombra a don Juan Carlos de Borbón heredero suyo a título de Rey.

Muere Franco en noviembre de 1975 y queda vigente la Ley Orgánica y proclamado Rey don Juan Carlos I.

Empezaba la Transición. La prudencia del Rey, en unos momentos en los que el protagonismo egoísta de algunos quiere conducir el proceso, lleva a España a la Constitución:

—Artículo 1

  1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
  2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
  3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.

El Rey reina, pero no gobierna.

Menos cuando hay que salvar la democracia:

«He ordenado a las autoridades civiles y a la Junta de Jefes de Estado Mayor que tomen las medidas necesaria para mantener el orden constitucional dentro de la legalidad vigente».

¿Quién (es) sembró la semilla de la discordia y resucitó el enfrentamiento?

En mi opinión ni Zapatero ni Sánchez tienen capacidad intelectual para ello. Lo cual deja el campo abierto para las especulaciones de todo tipo y entre alguna de las muchas que circulan está sin duda la directiva enviada para (contra) España: Ley de Memoria histórica. Ley de Memoria Democrática.

La Ley y el GAL

«Cuando un pueblo tiene buenas costumbres, las leyes se vuelven simples» sentencia Montesquieu que cree que un aumento de la actividad legislativa indicaba una crisis de la moral social. Cuando se legisla contra y no en beneficio de, cuando se legisla para enfrentar y un autócrata se hace ley, estamos ante la puerta del infierno de Dante donde dice una inscripción: Lasciate ogni speranza voi ch´entrate.

El final de la esperanza llegó cuando lo legal se encamó con lo inmoral, al convertir la ley en arbitrariedad: «En efecto, allá donde la ley está sometida a los gobernantes y carece de autoridad, veo pronto la ruina de la ciudad; y donde, por el contrario, la ley es señora de los gobernantes y los gobernantes son sus esclavos, veo la salvación de la ciudad y la acumulación sobre ella de todos los bienes que los dioses suelen prodigar a las ciudades. (Leyes, 715 d. Platón).

Nadie sale ileso de su enfrentamiento con el poder político y económico. No salió la justicia cuyo mayor peligro es, y el poder lo sabe, ser autónoma.

Se llamaba aquello GAL. El ministerio del Interior convertido en banda armada. Todos. Muchos más.

El gobernador del Banco de España a la cárcel por defraudar; el Director General de la Guardia Civil robo y fraude, huye de España. El ministerio del Interior… «Sangre y dinero».

Elecciones. Declaraciones. Jueces de la Audiencia Nacional prevaricadores. FILESA. España en la desmemoria. Hay que poner fin a tanto desaguisado. ERE,s andaluces de años de honradez socialista, la ETA a las instituciones, los independentistas al Gobierno.

Cal viva para la reciente historia socialista y comunista. Era «la zona de sombra de la transición» como acertadamente la bautiza mi amigo y maestro Gabriel Albiac (desde la incertidumbre. Plaza & Janés).

Una inmensa chapuza sobrevuela la política española, lo hace como dice el Canto XII de la Ilíada: «y llevaba apresada entre sus uñas una roja serpiente color sangre…».

Ley de Memoria democrática

La serpiente ha puesto el huevo.

«Salomón dijo: no hay nada nuevo sobre la tierra. Así como Platón imaginó que todo conocimiento no es otra cosa que recuerdo, Salomón sentenció: que toda novedad no es otra cosa que olvido» (Sir Francis Bacon (1561-1626) Essays, LVIII, en El Inmortal de J.L.Borges).

No ocurre nada que sea nuevo. Ya ocurrió antes. No hay para ello Ley de Memoria Democrática. Ciegos a la realidad, tontos al discurso zafio, grosero, inmaduro, de los obscenos personajes que han hecho de la política un ritual donde serviles personajes se ponen a las órdenes de vaya usted a saber quién. Administración pública, judicatura, bancos y demás entidades financieras, movimientos llamados sociales, medios de comunicación cada vez más y más extorsionadores, entidades benéficas, policías, militares: rodillo implacable.

España es una Emergencia.

Pablo Casado Blanco

Solo me (nos) queda hacer una pregunta en tomo mayestático. No es un yo, sino un nos soberano:

Pablo Casado Blanco, presidente del Partido Popular y alternativa, hoy por hoy, a: socialistas-comunistas-independentistas-herederos de terroristas:

¿Propondrás la derogación de la Ley de Memoria democrática si llegas a ser Presidente del Gobierno del Reino de España?

Debes hacer una declaración sin ambages antes de que me decida a votar. Creo con esta pregunta hacerme portavoz de miles de españoles que necesitan contestación antes de votarte o no. Esto no es una broma ni cuestión baladí. Esa pregunta encierra el futuro de España porque visto lo acontecido en estos años no me fio de ninguno de los que os dedicáis a la política y digo «de ninguno» a pesar de que los hay muy buenos, pero que de nada sirven porque lo hacen con la disciplina que impone el pastor y su cayado; no son ellos mismos.

Contestación sin ambigüedades.

Para engañarme ya me basto solo, sin ayudas ni consejos.

Contesta.

Porque:

Pues a ellos que estaban ansiosos

por traspasar la fosa,

sobrevino un agüero:

un águila de altísimo vuelo

que iba dejando aparte, hacia la izquierda,

a las huestes troyanas

y llevaba apresada entre sus uñas

una roja serpiente color sangre,

enorme, viva, aún jadeante,

que, además, todavía de la lucha,

no se había olvidado;

pues hacia atrás habiéndose doblado,

picó al águila misma

que la iba llevando entre sus garras,

en pleno pecho, al lado del cuello,

y el águila transida de dolores,

lejos de sí dejóla caer a tierra

y arrojóla en medio de la turba,

mientras ella, en chillidos prorrumpiendo,

con los soplos del viento iba volando.

(La Ilíada. Canto XII)

La serpiente ha puesto el huevo que ahora encuba. Entre vosotros. Turba. No os habéis enterado.

Solo nos queda con Borges: «seguir jugando a no ser ciego, comprando libros, llenando la casa de libros» como una ventana que nos permita saltar por ella antes de ser relegados.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

23 noviembre 2021

 

TERRORISTAS Y TALIBANES Rafael Dávila Álvarez

Sé que este artículo, como tantos sobre el tema escritos en este blog, pasará desapercibido; incluso en esos lugares donde se supone debería asumirse. Es todo muy extraño y aquí el sufrimiento después de haber sido asesinados tantos y tantos se lleva en la más absoluta de las soledades y olvidado por la sociedad. Casi todas las víctimas sufren este abandono.

En España, con tristeza y dolor, el término víctimas es muy amplio y las hay con orígenes distintos, según datos oficiales, aunque en mi creencia está en que toda la violencia en España tiene un único origen, conocido y harto denunciado; pero como el que predica en el desierto.

Que en una nación europea, democrática, con más historia que cualquier otra, pionera en hablar de Derechos Humanos, y de tantas cosas reivindicativa, la primera, podamos decir que se homenajea a los asesinos llamados terroristas es al menos algo inaudito.

Terroristas por allí, terroristas por allá, cuando la mayoría de los anunciadores y sabios del terrorismo nada saben:

1.- Dominación por el terror.

2.-Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror.

3.-Actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos.

Pueden elegir cualquiera de las acepciones del Diccionario de la RAE. Acertarán.

Especialmente cuando vemos que una vez conseguidos los fines políticos de los que habla se convierten en hombres de paz y se sientan en las Instituciones.

Hoy este artículo no va dirigido a esos asesinos de la ETA por mucho que ahora sean hombres ilustres y de paz. En España eso es un insulto para los hombres ilustres y de paz. Estas indignadas palabras van contra esos (podría decir que son todos) los que han permitido la proclama más vergonzosa que Europa admite: España clama contra el terrorismo cuando admite a los terroristas y los define como hombres de paz (a alguno de sus dirigentes) y les ofrece mesa y mantel en la vergonzosa tarta política del conchabeo que se traen entre unos y otros.

Miran a Afganistán y temen a los talibanes por sus posibles consecuencias en Europa, y eso ocurre cuando olvidamos las cerca de 1000 víctimas, asesinatos de la ETA, que hemos admitido legalizando sus ideas y sus proclamas asesinas. ¿Era por el bien de España, de Europa, del mundo civilizado?

Aquellos tiempos olvidados. También el Ejército español tuvo que desplegar en la frontera con Francia porque se temía que etarras organizados y armados ocupasen una localidad española y allí izasen la bandera del terrorismo e independencia. Lo contaré en mi próximo libro.

No sé si a este paso veremos a los talibanes sentados en el Capitolio y amparados por Naciones Unidas.

Si hay dudas pregunten en España. Aquí sabemos mucho de eso, hasta en el más alto tribunal.

Si usted quiere un homenaje hágase terrorista. No le faltará de nada.

Alguno debería meditar antes de pronunciar la palabra terrorista. O la de talibán.

Rafal Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

1 septiembre 2021

 

 

 

 

UN RECORRIDO POR LOS ÚLTIMOS AÑOS DE LA HISTORIA DE ESPAÑA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

El capitán Juan Rodríguez Lozano (izquierda), junto a su nieto, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero – ABC / IGNACIO GIL

Se cumplen 85 años del 18 de julio de 1936, una fecha que debería servir para llevar a cabo un análisis serio y desapasionado de nuestra reciente historia, un paso más como el ya dado por los españoles en la Transición. No es momento para enfrentamientos, ni con la violencia dialéctica siquiera, sino para estudiar y analizar lo que ocurrió y quizá, dada la actualidad política, analizar lo que ocurre en los momentos actuales.

El estudio científico de aquellos hechos se ve mediatizado por la gran pasión que todavía conlleva y le cuesta a la ciencia entrar de lleno para dar paso a la historia.

A partir de determinado momento se instauró en España la política de la venganza para lograr la victoria, incluso más allá de la política, incluso en lo militar, para invertir los resultados de las páginas escritas en los campos de batalla.

¿Por qué? No es difícil la contestación: el Poder. Lo es todo. Sobre la mente de los otros.

Digo todo, pero sobre todo se trata del dominio de la voluntad de cada uno puesta a disposición del poderoso totalitarismo. Creíamos que eso solo era posible hacerlo al dictado, en las dictaduras, y resulta que ahora estamos sometidos a una muy sutil: la imposición de las ideas, las suyas, las de los que quieren volver a la lucha en nombre del progresismo y ello para implantar sus ideas difusas que esconden doctrinas totalitarias. Para ello previamente han de renovar el enfrentamiento. Se ha dado un giro histórico sorprendente y la convivencia en paz y armonía se cambia por la idea más progresista que España ha conocido desde los Reyes Católicos: la destrucción de la unidad de España a base de reinterpretar la historia y hacer un manual de campaña contrario a la verdad.

Se preguntarán: ¿Qué tiene que ver esto con los 85 años del comienzo de la guerra civil? Trataré de explicarlo.

El enorme paso dado en España en el periodo conocido como Transición pudo hacerse gracias a una generosa contribución de muchos de los protagonistas de aquel conflicto; gente enfrentada, incluso violentamente, que recapacitaron alrededor de una idea de unidad, convivencia y futuro en paz, con las lógicas diferencias de pensamiento y proyecto para su patria España. Pero eso unía a todos: España. La Corona en necesaria y generosa actitud asumió ese concepto intangible y superior del símbolo de la unidad que proyectaba un futuro en común junto a las naciones del mundo en una lucha casi única y en cierto sentido épico por la igualdad y la unión de los pueblos. La soberanía popular simbolizada en la Corona, escrita en la Constitución.

Esa era la voluntad de España, ese era el futuro para los españoles, esa era el proyecto de los que años atrás habían estado enfrentados y peleados hasta el extremo. Se acabaron las trincheras y las pugnas violentas por las ideas. Que cada cual defienda la suya sin volver la vista atrás nada más que para recoger a los rezagados y animarles a sumarse al proyecto.

Todo iba viento en popa, España crecía, era respetada en el ámbito internacional, casi envidiada, no había nación donde no se hablase de España. Se vivía en continuo progreso camino de la igualdad completa. Solo la sombra mortal del terrorismo de la ETA perturbaba el paso firme de España. Los asesinos rondaban las madrugadas junto a las ratas de las alcantarillas esperando el amanecer para matar y embriagarse de sangre inocente. Otro peligro latente se cernía sobre España y que no todos percibían en aquellos momentos. Mientras allí se recogían las nueces, los separatistas catalanes, agazapados, esperaban su tiempo y manera para recoger las suyas. ¡Que pocos se dieron cuenta!

Caminaba España, despacio, segura, con héroes anónimos y muchos sacrificios, pero firmes y conocedores de por dónde y a dónde debíamos llegar.

Un fatal día, 11 de marzo de 2004, una tragedia asoló la capital de España, enmudeció a España, nubló el futuro de España. ¿Qué pasó en aquellos trenes? ¿Por y para qué? ¿Quién? No lo sabemos ni lo sabremos nunca.

Sí sabemos que aquel día era el último de la Transición. Fin de la paz. De nuevo volvía el enfrentamiento.

La conversación lo dice todo. Recuerden.

Febrero del 2006. Zapatero, presidente del Gobierno de España después de aquel trágico e inexplicable 11M, no asiste al III Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo celebrado en Valencia. No es baladí.

Al poco tiempo se reúne con algunas de las víctimas. El detalle de la conversación con María Jesús González, la madre de Irene Villa, descubre el proyecto de Zapatero.

—Mi hija me sigue haciendo la misma pregunta que cuando era una niña: «Mamá, ¿por qué nos ha pasado esto?». Póngase en mi lugar.

—Estoy ya en tu lugar porque a mí me mataron a mi abuelo —respondió el presidente.

Zapatero abría la caja de los horrores. Adiós a la Transición. Empezaba de nuevo la guerra civil. La de los abuelos, que tenía continuación en sus nietos.

Después empezaron a formarse los bandos, y las bandas. Después siguió la cuenta de los muertos, a la cara, a recordar las cunetas. Después los terroristas de la ETA pasaron a ser hombres de paz, respetados senadores y congresistas, a cobrar sus crímenes en subvenciones, coche y sueldo oficial: el triunfo de las pistolas. Amparados bajo la ley.

Se hizo ley, una nueva ley para el enfrentamiento. Adiós a la Transición.

La ley de la vuelta atrás, la mirada atrás, la ley de las trincheras, de nuevo Madrid, el Norte, el cinturón de Hierro, Belchite, Brunete, Teruel, el Ebro. Ochenta años de retroceso, disparos cargados de emociones para volver al enfrentamiento.

Tenían que volver a la guerra.

La del terrorismo también: sus franquicias al poder.

La del separatismo: sus burgueses dirigentes al poder.

La del socialismo caballerista: sus alumnos desventajados al poder.

España se detuvo. Arruinada económicamente, llegó un registrador de la propiedad a firmar su defunción y vender en saldos la herencia. Nos quitó lo poco que teníamos, la calderilla de la esperanza.

La Transición fue juzgada y condenada para siempre. Los culpables señalados por el dedo inquisidor; entre ellos el símbolo: la Corona.

Temblaron las estructuras de la forma de Estado.

Ni el paro, ni la desestructuración de España, ni vaciarnos los bolsillos, ni el autoritarismo de los dirigentes, ni el sectarismo, ni la corrupción, nada pudo con ellos.

Vacunados por el registrador y su equipo, llegó de nuevo el despliegue de las fuerzas de aquel recuerdo: «Estoy ya en tu lugar porque a mí me han matado a mi abuelo».

Mejor desplegadas, más fuertes y seguras.

Un equipo engrasado, con una organización que despliega en segundo escalón una estructura muy bien configurada, apoyos internacionales de dudoso origen, elabora una orden de operaciones a la que nadie es capaz de plantarle cara. Enfrente no queda nada ni nadie. Divididas las fuerzas, la derecha no llega a un acuerdo, mientras la izquierda cada vez se reafirma más en sus postulados. Las Instituciones desaparecen en una espesa niebla de leyes, decretos y dictámenes. El Poder lo puede todo.

Trabajan en una nueva cultura después de haber renunciado a España. Tardará. Será un proceso lento y costoso, habrá retrocesos y baldías esperanzas nuestras, pero está sentenciado.

Ese es el resumen y el futuro que nos traen después de 85 años y una Transición. Una España rota, resquebrajada por el separatismo que no ha perdido el tiempo. En la española Cataluña se recoge cosecha de muchos años de

Para echarse a temblar.

Un recorrido de 85 años demasiado costoso y que en ningún caso nos merecemos cuando hicimos una limpia y esperanzadora Transición.

¿Por qué nos ha pasado esto? Nos lo preguntamos todos.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

5 julio 2021

 

 

 

 

 

 

¡PERROS! CON DISTINTOS COLLARES Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Eran aquellos años de mediados de los setenta.

Después de muchos días, pirineo arriba pirineo abajo, en dura instrucción, y más, nos refugiamos del agua y viento en una borda ocupada por la ferocidad de las pulgas. Hay remedios, grandes remedios para grandes ocasiones, pero no los hay para las pequeñas; como el ataque de las pulgas. Superado a ratos, vi entre los restos del interior un periódico que podía ser de la Guerra del 14. Empecé a leerlo sin mirar, de manera intencionada, la fecha de su edición. Después de cerca de quince días sin oír más allá del Código Q, sus noticias me recordaban El Día de la Marmota. Siempre lo mismo.

Desde la escasez y la soledad, desde la responsabilidad que contraes cuando de tu decisión dependen aquellas miradas que escudriñan el siguiente paso que vas a ordenar, la información varía en importancia y te afecta en mayor o menor medida.

El mundo no es el mismo desde el puesto de vigilancia en primera línea que el que lo analiza traspasada la Casa que vigilan los cañones, ahora leones, de Tetuán.

Aquel viejo periódico hablaba de asesinatos, de la ETA, del terror, y de alguna cosa más para rellenar, porque la información que se repetía era la de la sangre derramada de aquellos inocentes dejados de la mano de todo el mundo. Para mí, entonces, ahora menos, era incomprensible como, con la cantidad de información, datos y señas, que proporcionábamos y que obtenían nuestros compañeros infiltrados, jugándose la vida, aquellos asesinos se paseaban impunemente por España y asesinaban, asesinaban y asesinaban, sin que nadie contuviese aquella matanza.

Llegaron a hacerlo impunemente hasta del Presidente del Gobierno, Carrero Blanco. Luego vinieron las historias: que si Kissinger, los americanos, que si desde dentro o desde fuera, cuando la realidad cada día se afianza más alrededor de unos errores inauditos y de unos desalmados mal (?) vigilados.

Aquel periódico viejo y sucio me hizo durante unos momentos dudar de todo, de lo que hacíamos o no hacíamos, de las órdenes y de las medias órdenes, de la irresponsabilidad que siempre alcanza y mata a los que menos arte y parte tienen. De todos y cada uno de nosotros, porque mientras allí estábamos, otros más importantes, los más, no recibían a los familiares de los asesinados. Todo era una farsa de la que desconocíamos los actores y directores. Aquello nos afectaba directamente a los que estábamos en el monte.

Hoy hasta el periódico ha cambiado. En algo sustancial. Aquellos que asesinaban siguen con el odio en sus entrañas, dicen que no matan, hasta dicen que son hombres de paz, y se les acoge en las instituciones, y dialogan desde el odio y con el arma escondida. Ha cambiado el titular mediático, mientras cambia el titular de España por el de otra cosa. Al final se han salido con la suya. Matando y sin matar. Les da igual. Los mismos perros; distintos collares. Son los que mandan.

Yo, como otros muchos, luché contra la ETA. A otros les han asesinado o arrancado de sus vidas lo que más querían. La ETA sigue en pie. ¿De qué ha servido?

¡Canallas criminales!

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

6 septiembre 2020

ASESINA QUE ALGO QUEDA. Rafael Dávila Álvarez

No conozco ninguna nación del mundo democrático que admita a sus más recientes asesinos entrar en la gobernación o administración de las instituciones del Estado. Que admita que formen un partido blanqueado de nombres y apellidos para acceder a ellas a través de unas elecciones. En el cumplimiento de la ley no hay perdón, ni se intercambian favores, sino ley. Una sentencia es justa o injusta, nunca perdonable ni moldeable; se cumple y tiene consecuencias.

Tampoco es conocido que lo sentenciado por el máximo Tribunal judicial sea corregido por un Tribunal Constitucional en recurso de amparo.

Todo esto ocurre aquí: 6-5 en la prórroga, arbitrando Pascual Sala y de presidente de la federación el inolvidable -por desgracia- señor Zapatero. Bildu y Sortu, modus operandi intelectual (con perdón), fueron introducidas en la destrucción de España por los señores mencionados, acabando con la ley de Partidos Políticos que impedía presentarse en citas electorales a formaciones relacionadas con bandas terroristas y estar presentes en la vida política.

Ninguna de esas herencias ha condenado los cerca de mil asesinatos de la ETA ni por asomo han pedido perdón. El señor Zapatero y el señor Sala tampoco han dicho esta boca es mía sobre su actuación, única en el mundo mundial.

Un TC. se limita a comprobar que se han respetado los principios constitucionales, no es su misión reconsiderar las pruebas, por cierto aplastantes, de la policía y guardia civil. El Tribunal Constitucional sentenció al Tribunal Supremo, lo condenó, excediéndose en su razón de ser. Lo nunca visto.

En mi opinión este hecho, que parece olvidado, fue la maniobra más hábil y peligrosa contra la unidad de España y contra la mismísima democracia.

Un barreno colocado en el corazón del sistema.

Todo lo que ahora vemos y vivimos viene de aquella sentencia que, además de colocar al modus operandi intelectual de Batasuna en la toma de decisiones sobre España, acabó con Montesquieu y dejó el camino libre para la destrucción de España vía la legalidad, su legalidad, como demuestran los votos particulares de los magistrados sobre aquella sentencia del Constitucional, dejando a las claras, por escrito, que no es el Constitucional una instancia judicial que pueda juzgar a la mayor de ellas: el Supremo. Y lo fue. Se hundió la justicia hasta convertir al TC. en un instrumento en manos del Gobierno. Pasito a pasito, nombramiento tras nombramiento, Fiscal General que juega con las togas y el polvo del camino, o con la información vaginal que te lleva al ministerio y de vuelta a mandar sobre los fiscales, hasta conseguir su objetivo.

Hablaremos de esto y de aquello, pero es lo que les cuento. Todo viene de esta iniciación de la que Sánchez es continuador junto a otros iniciáticos que construyen metódicamente el nuevo edificio. Maestros de la construcción sobre escombros.

Ley de Memoria Histórica, iniciada y a punto. La Corona, iniciada y a punto. Les queda el Partido Popular, única fuerza capaz de doblarles el pulso, que tenían ya a mano con Rajoy. Se les ha escapado la presa, por lo que unieron fuerzas con Podemos.

Abramos los ojos. Tres fuerzas a la derecha es dispersión. Es su meta, la de Sánchez. Todos contra el Partido Popular. Que por cierto no es Rajoy.

Todo empezó allá por el 31. Les está costando, pero insistirán.

La ETA, ¿se acuerdan? Era una banda de asesinos. ¿Lo recuerdan? Asesina que algo queda.

No conozco ninguna nación del mundo democrático que admita a sus más recientes asesinos entrar en la gobernación o administración de las instituciones del Estado. Que admita que formen un partido blanqueado de nombres y apellidos para acceder a ellas a través de unas elecciones. En España, sí. Nadie ha vuelto a recordarlo. Todo está pactado.

Su oscuro origen es todavía un amenazante misterio que, en ocasiones, da señales de su existencia como hace unos días en la Plaza de Armas del Palacio Real de Madrid.

Ahora vayamos en todas las direcciones menos en la adecuada; y olvidemos.

¡Dispersión! ¡Dispersión! ¡Que nos atacan!

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

20 julio 2020

Blog: generaldavila.com

¿SABEMOS EL PROBLEMA? ¿POR QUÉ NO APLICAMOS LA SOLUCIÓN? General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Grave error habernos equivocado al identificar el problema.

Los virus, nos dicen los especialistas, gozan de una extraordinaria <<inteligencia>> (adaptación) para el engaño. Apuntan por una vía para que la sigamos y es un ardid. Atacan por donde no esperábamos. Han debido aprender del libro del Arte de la guerra de Sunzi, de mil batallas, porque su estrategia depende del momento y de las circunstancias del lugar, y del estudio constante de su víctima. En definitiva es su forma de sobrevivir.

Ganan. ¿Por qué ganan? Porque tienen un Código de actuación que aplican con rigor fruto de haber analizado durante siglos cómo parasitar a su víctima. Es algo habitual, desde lo más pequeño hasta lo más grande. Aprovechan el error del contrario: llévale al engaño y caerá bajo tu dominio. Nada que reprochar. Es un juego de <<inteligencias>>, en el fondo apasionante, porque es la lucha por la vida, simplemente por ser.

Hay otros más peligrosos, visibles, pero silenciosos. Que se mueven en su abonado campo del superficial mundo de valores invertidos. El conjunto, al que todo le da igual, vive feliz en una rutina que dejará su histórica huella de insoportable inmadurez. Caminar por donde nos lleven es su cómoda y perpetua herencia.

En una magnífica tercera de ABC <<Una nueva globalización>> la historiadora americanista y profesora investigadora española, Enriqueta Vila Vilar dice: <<Hace quinientos años, todo estaba reglado por la religión y por la guerra. Ahora, que afortunadamente no es así ni nunca más debe serlo, habrá que buscar nuevas fórmulas globales, distintos modelos culturales y volver a los principios fundamentales que forman la naturaleza del hombre y que no es posible olvidar: el yo espiritual, la hermandad y la igualdad, el interés común de la felicidad, el esfuerzo personal y colectivo… Todo esto está volviendo a salir a flote en estos días de desazones y desgracias>>.

Mi respeto a doña Enriqueta es total y no me atrevería a llevarle la contraria, pero observo en el conjunto del artículo no una realidad, sino una esperanza, un deseo. Lo deseamos todos. Ella sabe que todo sigue reglado por la guerra. La de Heráclito: <<La guerra es padre y señor de todas las cosas… a unos los hace esclavos y a otros libres >>, y la nueva religión es esa que anuncian como progreso, a la que estamos sometidos en continua catequesis gubernamental. ¿No hay guerras y muertes? Las hay, aunque miremos en otra dirección. Muchos muertos sin un solo disparo, pero esos no cuentan como heridos o muertos en guerra. La nueva  religión es caminar por la senda a la que el disparo les lleva.

Europa murió con la II Guerra Mundial. Pese a quien pese. Estamos viéndolo y sufriéndolo.

España seguramente lleva el mismo camino desde la Guerra Civil por la insistente tozudez de los que la perdieron.

Identifiquemos el problema: todos señalan a los políticos, como clase, en concreto a los que ahora gobiernan: comunistas y socialistas. También los otros, los que viven en la oposición, los que van a remolque, unos despistados, esperando, y otros al galope, haciendo más bien, y únicamente, ruido al golpear los cascos del caballo con el resbaladizo cemento. Insuficiente.

Identificado, subrayamos  el que creemos nuestro problema: la clase política.

Analicémoslo. Después de una tragedia inolvidable, indecentemente olvidada, llegó al poder, de manera dudosa, José Luis Rodríguez Zapatero, que nos hundió en una de las crisis más profundas por las que ha pasado España. Crisis -el detalle es importante- material y moral.

De su pobreza material, moral e intelectual, surgieron los partidos callejeros, comunistas, marionetas, manipulables, manipulados desde lejos por una maquinaria de poder e ideología que nos inundó de incultura, grosería, insultos y permanente crispación. Sacaron y provocaron de nuevo la Guerra Civil. Consiguieron lo propuesto: una sociedad enfrentada. Tocaron hasta en el dolor: dieron poder, institucional y económico, a los asesinos, a los terroristas que durante años nos hicieron sufrir lágrimas de sangre, la ETA, es decir lo peor de la reciente historia de España alcanzaba su meta gracias al tiro en la nuca. Ahí están. Solo les faltaba la fractura y avisaron a los fracturadores: ¡Aprovechad, es el momento! Los separatistas iniciaron su guerra; sin adversario enfrente.

Hubo un paréntesis (siempre que hay ruina económica se abre un paréntesis): Rajoy, la derecha que creíamos. Nos sacó de la crisis y nos metió en otra de mayor calado. ¿Mayor? Cuando entregó las armas del poder mediático a sus enemigos, estos lo liquidaron. Desde un bar, taberna o caverna, vio como nos robaban España. La gente bebía, reía y cantaba y le dio el poder a la movida de siempre. Socialistas de nuevo cuño, comunistas, filoterroristas y, ¡lo que faltaba!, los separatistas al poder. ¡Por un juez! <<Cuando se hallaba el mundo a punto de que el prodigio sucediese…>>

Es difícil predecir, es fácil manipular –CIS-, pero ahí está, el predictor, que rellena las mentes huecas y vacías, que el voto es para él, para su amo. Y lo será a no ser que la pobreza haga de nuevo recurrir al de la derecha, que es el único que saca a flote esto de la economía. Luego todo volverá a la zafiedad socialista, comunista, etarra y separatista.

Definido el problema, analizado, queda sacar una conclusión.

El pensamiento ha muerto. Asistimos diligentes a la catequesis gubernamental. Hemos identificado mal el problema y hecho un equivocado análisis. El virus se queda.

Conclusión: el problema no son los políticos. El problema son ustedes (en el que me incluyo). Son el problema y la solución. Pero si quieren  podemos seguir con la subvención, el sí señor, el pensamiento único (al que le quede pensamiento), sometidos y enfrentados, mientras nos bautizamos en esta nueva religión del progreso a cuya catequesis asistimos a diario; algunos espeluznados.

Hace ya tiempo uno de mis nietos, que estaba malito, me decía: <<Abuelo me duele la mente>>.

Me callé, pero a mí me lleva pasando hace mucho tiempo.

*<<Sé que el invierno está aquí,

detrás de esa puerta. Sé

que si ahora saliese fuera

lo hallaría todo muerto,

luchando por renacer>>.

Son ustedes (me incluyo) los únicos culpables de esta pandemia política. No nos dejemos pensar, ni permitamos esta inmoral catequesis gubernamental.

No son ellos el problema. Son ustedes.

*<<Pero toco la alegría,

porque aunque todo esté muerto

yo aún estoy vivo y lo sé>>.

También ustedes son la solución.

Se acaban los viejos, que eran el fruto maduro, ahora pretenden manipular la semilla, los niños. Me duele la mente desde lo más hondo.

<<Pero toco la alegría… yo aún estoy vivo y lo sé>>.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

*José Hierro. Fe de vida.

Blog: generaldavila.com

27 abril 2020

TRAS LAS HUELLAS DE ZAPATERO, RAJOY Y SÁNCHEZ. ELECCIONES. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

La batalla decisiva será el 10N.

Se equivocan si piensan en otra cosa.

No es la independencia de Cataluña; ni la víbora, aún viva, de la ETA; ni la nueva, la de los CDR (lo hemos avisado muchas veces: ¡qué viene el lobo!); tampoco la corrupción (vale solo para los hunos y no para los hotros). No es Franco (¡qué más quisiera(mos) que le dejasen en paz!). Ni siquiera la economía que se vuelve a mostrar cansada. No es la Constitución, ni tampoco los partidos políticos. No; nada de esto es.

Son muchos los problemas que el futuro nos anuncia. Ninguno con el que no podamos.

El problema son ustedes.

Esta España crispada que no acaba de construir un futuro estable y despejado se la viene jugando hace tiempo simplemente porque los españoles no nos ponemos de acuerdo. Nos gusta vivir en el desacuerdo, rozamos el enfrentamiento constante.

Desde la Transición mucho se ha luchado por construir una España en convivencia, en armonía (que no significa que todos pensemos igual, sino todo lo contrario), en progreso y también en la unidad de nuestras diferencias.

Estábamos en ello. Habíamos logrado superar el pensamiento único y se respetaban las diferencias, muy acusadas, pero nobles; muy acusadas, pero dentro de un marco acordado y aceptado, sin que la justicia, que al final tiene la última palabra, decidiese por el color político del momento. Ni se creyesen los salvadores de la patria. A todos nos parecía bien.

Pero todo se fue y nadie sabe a dónde ni porqué.

Desde un tiempo a esta parte nos hemos instalado en la crispación. La única política existente se resume en <<tú más>>. Hemos iniciado el camino del retroceso.

Se inició un día en el que, en Moncloa, lugar de todos los españoles, sea cual sea su ideología, un personaje que no asumía lo que significa ser presidente del Gobierno de España, sacó a relucir la Guerra Civil y se alistó a su ejército de reproches, de vencedores y vencidos, de odios y falsas historias, de alcahuetas.

No pondré yo el titular de aquello. Recuerdo el del diario ABC del 21 de febrero de 2006: <<Zapatero compara a los niños víctimas de ETA con su abuelo muerto en la guerra>>.

«Entiendo lo que sientes perfectamente. A mi abuelo lo asesinaron en la guerra». Se lo decía a la madre de Irene Villa, se lo decía a las víctimas del terrorismo de la ETA. ¡Qué espanto! No es lo malo la maldad sino la estupidez.

Aquel día empezó de nuevo todo. Aquel personaje nefasto para la convivencia acabó con la Transición. Se inició la imparable marcha atrás. Hundió a España, moral y materialmente.

Sucedió que después vino Rajoy y le pareció que todo estaba bien hecho. Y dijo: “Arreglaré lo de los dineros sacándole a los españoles el dinero del bolsillo”. Y con la mentira de los impuestos se creyó salvador de España. Al séptimo día descansó. Y tragó; se rindió. Arruinó a los españoles; material y moralmente. La derecha española no ha vuelto a ver el amanecer.

Lo que después vino ya lo viven ustedes. Alambradas para unos; para otros trincheras.

Se ahondó en el guerracivilismo y, cuando en esas estábamos, apareció Sánchez. A rematar la faena y terminar de poner a España patas arriba. No vino solo, ni apareció por generación espóntanea. Es la consecuencia de todo lo anterior. De nosotros todos.

Un Tribunal declaró legales a las consecuencias de la ETA. Lo escribía hace unos días. Por ello, los herederos de los incomparables asesinos llegaron a las instituciones. Otro Tribunal abre las fosas del enfrentamiento y desentierra la historia. Para leerla a gusto de los hunos y enfrentarlos a los hotros.

Las consecuencias aún no las sabemos. Lo que sí deberíamos saber es que hay cosas incomparables. Entre ellas la España de hace unos años y esta de ahora. Por sus líderes la conoceréis. Pero también por sus votantes. Una cosa lleva a la otra. Los hunos contra los otros. Y no cambiamos.

El 10N se lo volveré a recordar. Por sus consecuencias lo veréis.

El voto manda. Cautivo o no.

Claro que Mientras dure la Guerra, mientras peor mejor, algunos se forran.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

30 septiembre 2019

LA MINISTRA DE DEFENSA Y SUS DECLARACIONES SOBRE ALSASUA. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Casa Cuartel de la Guardia Civil en Alsasua

La ministra de Defensa no conoce a los soldados. Quizá no haya tenido tiempo; tan atareada en sus cosas políticas. Un ejemplo son sus declaraciones sobre lo ocurrido este fin de semana en Alsasua. Tampoco se centra en la Constitución, en lo que dice sobre las Fuerzas Armadas. Esas cosas que parecen haber perdido importancia: la soberanía e independencia de España, su integridad territorial y la defensa del ordenamiento constitucional. ¿Qué significará todo eso?

Lo de Alsasua ha sido un toque de atención allí dónde se atacó a la Guardia Civil, también son soldados, donde la convivencia es difícil y quedó rota por los que pretenden, ya sabemos quienes, imponer su ley, imposible, peligrosa, temerosa. Allí la Constitución ni por el forro. Por eso, por si acaso, por esas cosas de la chulería, ¿o de la memoria?, para meter miedo, un cobarde sabe de eso, estaba en Alsasua el Carnicero de Mondragón. Allí donde hay que esconderse a diario y esconder que eres guardia civil o soldado, español, de España, y esconder la bandera, roja y amarilla, la de España. Allí donde hay que buscar a España entre susurros, entre confidencias, esconderla entre las nieblas que tanto duran, que casi son permanentes, como las miradas atravesadas, entre riesgos y silencios, silencios, silencios… Entre permanentes vigilias de sospecha y miedo, donde el ruido de los disparos que asesinaron al guardia civil retirado Sebastián Arroyo González, trabajador de la empresa Igastex de Alsasua, resuenan cada mañana, cada tarde, cada noche. Donde sigue el miedo barriendo cualquier sonrisa, esperanza, que solo se recuperan huyendo, escapando de todo aquello; para poder oír la voz de España. Allí estaba el Carnicero de Mondragón, más chulo que un ocho, cobarde, <<no me arrepiento>>, el asesino de los 17 españoles solo por él asesinados, <<ejecuciones>> le llama el cobarde carnicero, ejecuciones…, amenazante, aquí estoy, ¿qué nos quiere recordar con su presencia?

Saben leer los artesanos del valor heroico; saben leer cualquier signo los que calientan el aire con la mirada… Y saben, nuestros guardias civiles y nuestros soldados,  izar nuestra bandera donde les da la gana y donde les mandaron, porque la victoria es algo que no se compra, sino que se conquista…

Y allí se fueron a la conquista. Unos valientes. Alsasua, territorio de España, la España robada con el tiro en la nuca, la bomba, la persecución, la trampa, el odio, el odio, el odio, nada más que odio.

Allí se fueron unos cuantos españoles, valientes, a decir ¡basta!, que a la guardia civil ni se la toca, que no os tenemos miedo, que aquí está España, y este es mi pueblo, tan español como mi bandera. Y si no os gusta carretera y manta, que se acabó. Que no fue un partido, ni partidista los que fueron. Que la única finalidad partidista es España. Que estamos hasta el gorro, hartos, engañados y muy, pero que muy, hasta…

<<Cada uno sabe a lo que va y lo que busca>>. No le quede duda señora ministra que sabíamos a lo que íbamos y lo que buscábamos: España. ¿Dónde está en Alsasua España?  Perdida, amenazada, escondida, temerosa, huída, acorralada, casi vencida. Lleno de Alsasuas está España. Todavía. Algunos no se han enterado. Algo habrá que hacer.

No se ha ido a crispar, ni a amenazar. ¿Chulear?: ellos. ¿Amenazar?: ellos

Le recordaré, señora ministra, que son cientos los soldados y guardias civiles asesinados por ETA simplemente por ser soldado, guardia civil de España.

También niños, policías, jueces y magistrados, políticos, y muchos ciudadanos. Si ahora no matan amenazan. A mil han asesinado.

Le recordaré que el último Caballero Legionario al que se le concedió la Cruz Laureada de San Fernando fue Juan Maderal Oleaga, un hombre sencillo, de una familia humilde de Bilbao; tenía 21 años cuando murió. Fue en Edchera el 13 de enero de 1958. En su barrio, Erandio, recibió el homenaje debido dando su nombre a una plaza y erigiendo en ella una estatua. Pero apareció la repugnante alimaña vomitando sus entrañas de odio, la ETA, amenazando por el homenaje a Juan Maderal acusándole de haber participado en la Guerra Civil cuando por entonces ni había nacido. Aprovechando una manifestación  arrancaron  de cuajo el monumento erigido en su nombre arrojándolo al Nervión. No contentos con la amenaza e impotentes ante el héroe, el 17 de Marzo de 1979 tres cobardes encapuchados acribillaron a balazos, cuando se dirigía a su trabajo, a su hermano José María Maderal Oleaga Presidente de la Hermandad de Antiguos Caballeros legionarios de Vizcaya. Era el hermano de Juan quien había despertado la vocación legionaria del héroe de Edchera. Siete impactos de tres alimañas etarras acabaron con su vida.

La estatua de Juan se encuentra en la Brigada de La Legión en Almería, junto a sus compañeros legionarios, en formación apretada y distinguida donde sólo caben los héroes que dan la cara. Está mutilada porque así salió del fondo de las aguas del Nervión donde ha quedado su desnudo brazo para vergüenza de los asesinos.

Este recuerdo como el de los cientos de asesinatos cometidos por la ETA es lo que sabemos y nunca olvidamos. Por eso sabemos muy bien a lo que vamos y lo que buscamos. Se llama: España. Se llama la unidad de España, su integridad territorial y el orden constitucional. Eso buscamos y deseamos. En Alsasua o en las Ramblas, el orden y la Ley. Ni GAL ni diálogo, ni trato o negociación, nunca olvido; solo la Ley, estrictamente la ley.

Siento decirlo, pero la ministra de Defensa, como el de Interior, han estado desafortunados. Mejor callados y en defensa de España. ¿O resulta que ahora y siempre se ha acabado poder pronunciar el nombre de España en cualquier lugar de España?¿Eso significa crispación? ¿A quién he de temer? La democracia significa perder el miedo. España ya no lo tiene.

La ministra de Defensa con el líder de Podemos

Más Alsasuas se hacen necesarias, más veces, allí hay que estar, donde el miedo barría las calles; y algo más insoportable: segaba y barría la vida de los españoles.

Iré donde con mi bandera donde me dé la gana porque la victoria es algo que no se compra, sino que se conquista…

Y allí se fueron a la conquista. Unos valientes. Alsasua, territorio de España, la España robada con el tiro en la nuca. Le guste o no a la señora ministra de Defensa y al señor ministro del Interior. La próxima vez quedan ustedes invitados. Por España.

Recuerde: <<Solo digo mi canción a quien conmigo va>>.

Oiga el murmullo de sus soldados. Escuche su canción.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

7 noviembre 2018

TERRORISTAS, INDEPENDENTISTAS, COMUNISTAS ¿AQUÍ QUIÉN MANDA? Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Urkullu-Iglesias

40 aniversario de la Constitución española. Durante este tiempo dos amenazas han ensombrecido nuestra convivencia: el terrorismo y el independentismo.

La ETA, que sigue, después de asesinar durante años recoge sus frutos. Dicen que hemos acabado con el terrorismo. Un expresidente del Gobierno se jacta del triunfo. Los terroristas no han desaparecido y mandan. El resto traga sapos y culebras. ¡Desde aquel día que el Tribunal Constitucional…!

La semilla de la secesión sembrada en Cataluña y en el País Vasco da sus frutos. El independentismo ya no es una amenaza sino un hecho contrastado al que solo le falta el último empujoncito; en eso están unos y otros. Los independentistas mandan. El resto obedece y empuja.

Les voy a contar lo que nadie cuenta, pero todos saben, el nombre de la trampa en la que hemos caído: El Pacto de Waterloo.

Pablo Iglesias visita a los presos

Todo empezó con la aplicación del 155. Podría ser que incluso los primeros pasos se diesen con el caso Pujol, ¿recuerdan?: ¿Qué coño es esto de la UDEF? (octubre 2015).

Rajoy aplicó un 155 de mínimos, solo en apariencia (octubre 2017). Quería evitarlo, pero no pudo: la cárcel para Junqueras y compañía (noviembre 2017). Era la señal de salida.

El independentismo catalán, burgués y tradicional, el de los ricachones, dijo: ¡Basta, hasta aquí hemos llegado!

Interior estaba a otra cosa y el CNI, pues no sabemos muy bien. El caso es que la maquinaria se puso en marcha, la orden se cursó con rapidez y diligencia. Estaba firmada. Waterloo (febrero 2018).

Junio 2018. A todos nos extrañó aquella moción de censura inesperada, fulminante como el rayo. En escasas dos semanas habíamos cambiado de Gobierno.

¡Menudo cambio!: sin apenas oposición parlamentaria, con el presidente del Gobierno buscando las tablas en un restaurante, huyendo del reto parlamentario, sin oposición, y con un pueblo atónito y sorprendido. Ganaron independentistas, comunistas… ¿Qué sabía Rajoy?

El independentismo, los sucedáneos del terrorismo, y demás <<gente de bien>> habían ganado por la mano. Era el Pacto Belga, el Pacto de Waterloo. Un muñeco a la presidencia y a continuar el camino: las elecciones cuando nosotros digamos. Mandones nosotros: ¡poned a un mandarín!

Era aquel artículo de Unamuno; el último: Mandarines y no Mandones. Encaja.

<<Al español lo que no le gusta es mandar […]. Le gusta ocupar el puesto de mando, pero no mandar, sentarse en la presidencia, pero no presidir […] Ocupar el puesto de mando y vivir en él>>.

El Pacto de Waterloo

Pedro Sánchez era el muñeco perfecto. Pero su limitada capacidad ha puesto en riesgo el Pacto de Waterloo. Había que ponerse en marcha. Urgente.

<<Hay que cuidar la mayoría de la moción de censura. Nosotros lo estamos haciendo>>, dice sin pudor Pablo Iglesias después de reunirse con Urkullu, miembro del Pacto.

Antes ha hecho la ronda de la vergüenza en la cárcel: dialoga y pacta. ¿En nombre de quién?

Zapatero se acaba de reunir en un caserío de Elgoibar con un terrorista, Arnaldo Otegui: ¿En nombre de quién?

Eso es todo. Cuarenta años que nos deberían haber llevado a ser una gran nación. Hemos caído en el cepo.

No ha sido hoy. Se ha ido elaborando cada hora, cada día, cada año: durante 40 años.

Aniversario de la Constitución española: 40 años. Queda comunismo, terrorismo e independentismo. ¿Algo que celebrar?

Puede que nos lo merezcamos. Unas sabias palabras del profesor Gabriel Albiac en La sinagoga vacía me sirven de explicación:

<<La multitud, que nada desea más que servidumbre, acaba necesariamente por odiar a quien gobierna sin ajustarse a la convenida balanza de corrupción y despotismo: a la sabia dosificación de ambos llama la multitud política>>.

<<¿Qué desean las masas? Ser siervas: porque ninguna interrogación, ninguna duda ni angustia hay en la servidumbre; todo en ella es compacto, idéntico, todo es seguro; no existe certidumbre mayor que la del siervo; no existirá; el siervo lo sabe. Por eso, a nadie ama con mayor sinceridad la muchedumbre que a su amo; mejor, si tirano; óptimo si verdugo>>.

Ellos mandan nosotros somos siervos. Mandarines en manos de los mandones. Y a vivir que son dos días. Eso sí: todos nos quejamos.

Vuelvo, para cerrar, con Unamuno: <<El pueblo necesita un mesías -digamos un cacique- y lo busca, y si no lo halla, lo inventa>>.

Tenemos mandón, cacique y mesías, todo en uno. Y mandarín. Pongan ustedes los nombres. Y una Constitución que no se cumple ni se obliga a cumplir.

¿Aquí quién manda?

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

23 octubre 2018

EL ETARRA SANTIAGO ARROSPIDE SARASOLA “SANTI POTROS” HA SALIDO DE PRISIÓN Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

El asesino etarra Santi Potros

Tienen que perdonarme porque a ustedes acuda en esta tarde festiva, pero de insoportable calor y agobio. No debemos ni podemos pasar por alto aquellas noticias que realmente lo son y que, por pertenecer al mayor dolor de un pueblo, nunca deben olvidar. Si alguien ha roto a España, la inocencia y humildad del pueblo español: ha sido la ETA. Con ellos, a su lado, los que en su momento han mirado en otra dirección eludiendo su responsabilidad, los que ahora lo hacen y los que los apoyan; incluso desde las instituciones. Quiero medir muy bien mis palabras porque…

Decía Talleyrand que la palabra es la facultad dada al hombre para disimular su pensamiento. Ni palabras necesito para que ustedes me entiendan.

La generosidad (?) de esta sociedad (no la mía), alguna disposición de instituciones de elevado rango (no olvido la sentencia del Tribunal Constitucional que legalizó lo que el Tribunal Supremo había ilegalizado), el encubierto apoyo a estos asesinos, y no sé qué asuntos de las togas y el polvo del camino (¡Que poca vergüenza!: “El vuelo de las togas de los fiscales no eludirá el contacto con el polvo del camino”), se acumulan en mi mente cuando veo hoy, 5 de agosto de 2018, salir de la cárcel a quien ha asesinado a 40 inocentes: Santiago Arrospide Sarasola, alias Potros. Hoy registro en mi blog este hecho y por mi parte pido execrar a los asesinos etarras y espero que todos aquellos que salen de la cárcel sin cumplir condena, es decir porque la justicia y la ley lo ordena, cumplan con el dolor y el horror de sus crímenes que solo se suavizará cuando pidan perdón público y notorio con palabras y hechos.

Nuestro recuerdo y oración vaya por todos aquellos inocentes a los que este asesino, que hoy dejamos libre, les quitó la vida, y por sus familiares que llenos de interrogantes y dolor todavía nadie les has explicado: ¿por qué?

Quizá todos deberíamos sentir además de dolor algo de vergüenza.

 Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

5 agosto 2018

LA ETA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Lunes 21 de junio de 1993. Hace 28 años.

Yo era ayudante de campo de SM. El Rey don Juan Carlos. Había dormido en Zarzuela porque aquel fin de semana había estado de servicio. Desde el amanecer estaba recopilando noticias y preparando el relevo con mi compañero. Empezaba una jornada más. No eran todavía las ocho y media de la mañana cuando nos llega por vías urgentes y oficiales la noticia. Atentado en Madrid. Sabíamos lo que eso significaba. Imposible de aceptar, de asumir, pero había que sobreponerse y atender a la dureza del momento como desgraciadamente había ocurrido en otras ocasiones.

Lo que no sabía ni podía suponer era que para mí aquel iba a ser un día especialmente doloroso.

Fluye la información, confusa al principio, dura, muy dura, siempre, eso es seguro, inaceptablemente cruel. Lo pongo en conocimiento del Rey que me pide más información, todos los detalles, que va llegando por los canales habituales. Está informado al momento según se van conociendo los escalofriantes datos del atentado criminal. Se trata de una furgoneta del Estado Mayor de la Defensa (EMAD). Los asesinos la estaban esperando en la confluencia de las calles de López de Hoyos y Joaquín Costa de Madrid. A su paso han accionado a distancia un coche bomba con 40 kilos de amonal que cogió de lleno al vehículo en el que viajaban 7 miembros del EMAD. Llamo al Estado Mayor de la Defensa. Quiero saber los nombres, más detalles…

Dávila, me dicen, uno de los asesinados puede ser tu primo Fidel. Levanto el tono de voz

-¿Cómo que puede ser? ¿Es o no es?

-Me lo confirman… Sigo en Zarzuela donde no paran de sonar los teléfonos y entrar las noticias. He hecho el relevo con el ayudante entrante de servicio que se hace cargo de la situación.

Hablo con el Rey. No es necesario transcribir sus palabras de dolor y aliento.

Han muerto 7 personas del Estado Mayor de la Defensa: teniente coronel del Ejército de Tierra Javier Baró Díaz de Figueroa; teniente coronel del Ejército de Tierra Fidel Dávila Garijo; teniente coronel del Ejército del Aire José Alberto Carretero Sogel; teniente coronel del Ejército del Aire Juan Romero Álvarez; capitán de fragata de la Armada Domingo Olivo Esparza; sargento primero de la Armada José Manuel Calvo Alonso y el funcionario civil del ministerio de Defensa Pedro Robles López.

La explosión causó heridas graves a cuarenta personas, entre ellas a tres niños, algunas de suma gravedad. Una hora más tarde el vehículo utilizado para huir los criminales estalló en la calle Serrano, cerca de la Embajada de los Estados Unidos hiriendo a otras tres personas, dos de ellas de gravedad.

Fidel Dávila Garijo, teniente coronel de Infantería, diplomado de Estado Mayor era mi primo hermano. Ingresamos en la Academia Militar juntos, de la misma promoción del Arma y de Estado Mayor. Un hombre cabal, un soldado ejemplar y querido por todos.

La ETA. Una vez más. Hace 28 años, pero el tiempo se ha detenido. No hay marcha atrás ni paso adelante…

Aquel día es hoy, hoy es y será siempre aquel día, como tantos otros que despiadadamente unos canallas asesinos y sus valedores de ahora pretenden olvidar y escenificar en una repugnante escena mediática tan pesada de digerir como el plomo que salía de sus pistolas.

Aquel día en el que asesinaron a mi primo yo no necesitaba más información. Cogí el coche y de uniforme salí hacia Alcalá de Henares donde vivía con su mujer y dos hijos. Llamé a la puerta de su casa. No hizo falta decir nada. Describir la situación es insuficiente para explicar el dolor. En el piso de al lado vivía el teniente coronel Baró. Era una casa militar. El dolor, el silencio, la muerte. Gimieron los cimientos del alma mientras se derrumbaba todo el edificio, juntos, abrazados, los que en una humilde escalera, servidores de la Patria enjuagábamos el más duro de los dolores. No soy capaz de describirlo.

Desde no recuerdo dónde me llamaban de una embajada. Mi hija mayor de viaje de fin de curso había oído en las noticias el asesinato y el nombre de un teniente coronel de apellido Dávila…Era mi primo. Muchos pensaron en los dos tenientes coroneles, los dos primos de apellido Dávila.

Luego vino todo lo demás. Fui a ver a sus padres. Su padre, mi tío, general de Estado Mayor, viejo soldado, me abrazaba como si yo fuese su hijo perdido. Roto de dolor, de dolores de todo tipo, aquella tarde fuimos a una misa en el Cuartel General del Ejército. Cuando llegábamos, despacio, a mi tío le costaba andar, el funeral ya había empezado. Había prisa. Todavía no sé a qué…

A los pocos días, aún con el dolor en las manos, volvía a estar de servicio en el Palacio de la Zarzuela. Aquella tarde el Rey recibía en audiencia a Jon Idígoras, diputado de Herri Batasuna (HB), dentro de la ronda de consultas para ser candidato a la presidencia del Gobierno. Audiencia por imperativo legal. Desde el control de Somontes nos avisaron de su llegada. Venía sin corbata y hubo que prestarle una.

Era el 1 de julio. Solo habían pasado unos días desde la matanza de la ETA. del asesinato de mi primo Fidel y sus compañeros.

En cualquier audiencia quien va a ser recibido por el Rey es introducido por uno de los ayudantes de servicio que le lleva a una salita de espera hasta que llega la hora de la audiencia acompañándole entonces hasta el despacho del Rey.

Don Juan Carlos, aquel día, en el momento previo de la audiencia, nos preguntó a los ayudantes:

-¿Quién va a recibirle?

-Me corresponde a mí, Majestad, le contesté.

El Rey, que nos conoce muy bien, no dice nada.

Poco antes de la audiencia sube el Jefe de la Casa del Rey, Fernando Almansa. Hace la misma pregunta. Recomienda que no sea yo el que le introduzca a la audiencia.

No hay razón ninguna. Cada uno sabe dónde está y para lo que está. Un soldado debe conocer su oficio.

Cuando llega Ídigoras trae una carta en el bolsillo que pretende que coja el Rey. Sin tocarla la rechaza y le dice que nos la dé a uno de los ayudantes.

Brevedad, seriedad, compromiso legal. Describir el interior y los detalles lo dejo para otra ocasión.

Por los años setenta estuve destinado en la Compañía de Operaciones Especiales nº 61 de Burgos. Participamos en la Operación “Iruña” de cobertura de fronteras. Conocíamos el entorno de los asesinos etarras y sus andanzas cruzando la línea de mugas.

Hay muchas cosas sin contar. Muchos compañeros han dejado su vida por salvar la de otros. Desgraciadamente hemos llegado tarde en muchas ocasiones y los asesinos han contado con ciertos abominables apoyos, protección y resguardo.

Veo las imágenes de la ETA escenificando una pantomima muy bien orquestada, que pretende recorrer el mundo para difundir una escalofriante mentira que oculte los asesinatos y el odio que guardan dentro, y me alcanza la náusea. No guardo odio a nadie, a nadie. Pero el dolor es peor. El olvido no entra en mis planes. Lo que sin duda es tan grave como el peor de los asesinatos es la mentira y que se les permita contar la historia a su manera. Y que se les dé cobijo, amparo, se difundan las imágenes en primera página, que se las haya permitido por un Tribunal Constitucional, de mínimos, en contra de otro Tribunal tan supremo como este, que sus sucedáneos hayan llegado a las instituciones. Hoy muchos estarán satisfechos y reirán… se reirán de…

En justicia pura y dura no hay perdón a los delitos sino lo que la ley diga. El que la hace la paga y no hay más historia para un asesino, terrorista, que cumplir su condena.

Dicen, se oye, que ETA está derrotada, que no ha ganado. Yo, y ustedes perdonen, tengo mis dudas. La batalla del dolor yo la tengo perdida.

Hoy es un día triste en la historia de España.

Una historia de asesinos y víctimas. No hay más.

Espero algún día poder encontrarme, cara a cara,  con los que, de una u otra manera, ayudaron a negociar, negociaron, y ufanos dicen que fue para olvidar tanto asesinato y dolor.

Y espero que algún día los que tienen la obligación moral y legal de contarlo todo que lo cuenten. Es algo que nos merecemos todos los españoles porque todos somos víctimas.

Cuenten la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.

Aquí solo hay una historia de asesinos y víctimas, aunque vilmente algunos han pretendido que haya algo más y dar a los asesinatos una explicación como en la vergonzosa exhibición llevada a cabo en Cambo-les-Bains.

Una triste historia para este final (?) macabro y repugnante.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com