Destierro de Alfonso XIII
Azaña, como presidente del Gobierno, firmaba el 26 de noviembre de 1931 la sentencia dictada por la oclocracia del momento: «El Tribunal soberano de la nación declara solemnemente fuera de la ley a don Alfonso de Borbón Habsburgo-Lorena; privado de la paz pública, cualquier ciudadano español podrá aprehender su persona si penetrase en territorio nacional. Don Alfonso de Borbón será degradado de todas las dignidades, honores y títulos, que no podrá ostentar ni dentro ni fuera de España, de los cuales el pueblo español, por boca de su representación legal para votar las nuevas normas del Estado, le declara decaído, sin que se pueda reivindicarlos jamás, ni para él, ni para sus sucesores».
Se cumplen 90 años. Diez para un Centenario. ¿Habrá celebración?
1947: la Ley de Sucesión hace formalmente de España un reino.
1969: Franco nombra a don Juan Carlos de Borbón heredero suyo a título de Rey.
Muere Franco en noviembre de 1975 y queda vigente la Ley Orgánica y proclamado Rey don Juan Carlos I.
Empezaba la Transición. La prudencia del Rey, en unos momentos en los que el protagonismo egoísta de algunos quiere conducir el proceso, lleva a España a la Constitución:
—Artículo 1
- España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
- La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
- La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.
El Rey reina, pero no gobierna.
Menos cuando hay que salvar la democracia:
«He ordenado a las autoridades civiles y a la Junta de Jefes de Estado Mayor que tomen las medidas necesaria para mantener el orden constitucional dentro de la legalidad vigente».
¿Quién (es) sembró la semilla de la discordia y resucitó el enfrentamiento?
En mi opinión ni Zapatero ni Sánchez tienen capacidad intelectual para ello. Lo cual deja el campo abierto para las especulaciones de todo tipo y entre alguna de las muchas que circulan está sin duda la directiva enviada para (contra) España: Ley de Memoria histórica. Ley de Memoria Democrática.
La Ley y el GAL
«Cuando un pueblo tiene buenas costumbres, las leyes se vuelven simples» sentencia Montesquieu que cree que un aumento de la actividad legislativa indicaba una crisis de la moral social. Cuando se legisla contra y no en beneficio de, cuando se legisla para enfrentar y un autócrata se hace ley, estamos ante la puerta del infierno de Dante donde dice una inscripción: Lasciate ogni speranza voi ch´entrate.
El final de la esperanza llegó cuando lo legal se encamó con lo inmoral, al convertir la ley en arbitrariedad: «En efecto, allá donde la ley está sometida a los gobernantes y carece de autoridad, veo pronto la ruina de la ciudad; y donde, por el contrario, la ley es señora de los gobernantes y los gobernantes son sus esclavos, veo la salvación de la ciudad y la acumulación sobre ella de todos los bienes que los dioses suelen prodigar a las ciudades. (Leyes, 715 d. Platón).
Nadie sale ileso de su enfrentamiento con el poder político y económico. No salió la justicia cuyo mayor peligro es, y el poder lo sabe, ser autónoma.
Se llamaba aquello GAL. El ministerio del Interior convertido en banda armada. Todos. Muchos más.
El gobernador del Banco de España a la cárcel por defraudar; el Director General de la Guardia Civil robo y fraude, huye de España. El ministerio del Interior… «Sangre y dinero».
Elecciones. Declaraciones. Jueces de la Audiencia Nacional prevaricadores. FILESA. España en la desmemoria. Hay que poner fin a tanto desaguisado. ERE,s andaluces de años de honradez socialista, la ETA a las instituciones, los independentistas al Gobierno.
Cal viva para la reciente historia socialista y comunista. Era «la zona de sombra de la transición» como acertadamente la bautiza mi amigo y maestro Gabriel Albiac (desde la incertidumbre. Plaza & Janés).
Una inmensa chapuza sobrevuela la política española, lo hace como dice el Canto XII de la Ilíada: «y llevaba apresada entre sus uñas una roja serpiente color sangre…».
Ley de Memoria democrática
La serpiente ha puesto el huevo.
«Salomón dijo: no hay nada nuevo sobre la tierra. Así como Platón imaginó que todo conocimiento no es otra cosa que recuerdo, Salomón sentenció: que toda novedad no es otra cosa que olvido» (Sir Francis Bacon (1561-1626) Essays, LVIII, en El Inmortal de J.L.Borges).
No ocurre nada que sea nuevo. Ya ocurrió antes. No hay para ello Ley de Memoria Democrática. Ciegos a la realidad, tontos al discurso zafio, grosero, inmaduro, de los obscenos personajes que han hecho de la política un ritual donde serviles personajes se ponen a las órdenes de vaya usted a saber quién. Administración pública, judicatura, bancos y demás entidades financieras, movimientos llamados sociales, medios de comunicación cada vez más y más extorsionadores, entidades benéficas, policías, militares: rodillo implacable.
España es una Emergencia.
Pablo Casado Blanco
Solo me (nos) queda hacer una pregunta en tomo mayestático. No es un yo, sino un nos soberano:
Pablo Casado Blanco, presidente del Partido Popular y alternativa, hoy por hoy, a: socialistas-comunistas-independentistas-herederos de terroristas:
¿Propondrás la derogación de la Ley de Memoria democrática si llegas a ser Presidente del Gobierno del Reino de España?
Debes hacer una declaración sin ambages antes de que me decida a votar. Creo con esta pregunta hacerme portavoz de miles de españoles que necesitan contestación antes de votarte o no. Esto no es una broma ni cuestión baladí. Esa pregunta encierra el futuro de España porque visto lo acontecido en estos años no me fio de ninguno de los que os dedicáis a la política y digo «de ninguno» a pesar de que los hay muy buenos, pero que de nada sirven porque lo hacen con la disciplina que impone el pastor y su cayado; no son ellos mismos.
Contestación sin ambigüedades.
Para engañarme ya me basto solo, sin ayudas ni consejos.
Contesta.
Porque:
Pues a ellos que estaban ansiosos
por traspasar la fosa,
sobrevino un agüero:
un águila de altísimo vuelo
que iba dejando aparte, hacia la izquierda,
a las huestes troyanas
y llevaba apresada entre sus uñas
una roja serpiente color sangre,
enorme, viva, aún jadeante,
que, además, todavía de la lucha,
no se había olvidado;
pues hacia atrás habiéndose doblado,
picó al águila misma
que la iba llevando entre sus garras,
en pleno pecho, al lado del cuello,
y el águila transida de dolores,
lejos de sí dejóla caer a tierra
y arrojóla en medio de la turba,
mientras ella, en chillidos prorrumpiendo,
con los soplos del viento iba volando.
(La Ilíada. Canto XII)
La serpiente ha puesto el huevo que ahora encuba. Entre vosotros. Turba. No os habéis enterado.
Solo nos queda con Borges: «seguir jugando a no ser ciego, comprando libros, llenando la casa de libros» como una ventana que nos permita saltar por ella antes de ser relegados.
Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)
Blog: generaldavila.com
23 noviembre 2021