DE PRESPUESTOS MILITARES Y UMEDIFICACIÓN DE LOS EJÉRCITOS Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Diario La Razón. UME unidad militar de emergencias JOSÉ MALUENDA

De moral bien, gracias. No por sus atenciones No gracias a ustedes.

«Tenemos un alto porcentaje de materiales y sistemas inmovilizado por falta de recursos. La inversión en nuevos programas de modernización es necesaria, sí, pero siempre que no vaya en detrimento del mantenimiento del material en servicio».

No lo digo yo. Eran palabras del último JEMAD que recuerdo, general Alejandre, ante la Comisión de Defensa del Congreso. Olvidadas, por supuesto, como manda la santa madre política de los que ni creen en España ni en su Defensa, pero, ellos, viven de ambas cosas y otras también; muy bien. No a la Defensa.

Como decía el poeta Ángel González en sus glosas a Heráclito:

Interpretación del pesimista:
Nada es lo mismo, nada
permanece.
Menos
la Historia y la morcilla de mi tierra:
se hacen las dos con sangre, se repiten.

¿Interpretación del pesimista? Por supuesto que no. Lamento del poeta, que lo dice con la brusca verdad del verso.

Se repetirá. Para evitar tanta sangre que derrama la Historia es necesario verter muchas gotas de sudor en los afanes diarios y eso, bien lo saben los soldados cuando forman ante el monolito a los Caídos, tiene un precio: Presupuestos adecuados y responsables. No hacerlo supone aumentar en caso de conflicto (hoy varios con variados escenarios y actores) el número de bajas.

No disponer de dinero para instrucción, adiestramiento, sin el equipamiento necesario es una irresponsabilidad que se traduce en bajas de personal. Es sencillo de entender. ¿Quieren ejemplos recientes?

No se pueden dejar en el olvido las palabras del que fue máximo responsable operativo de las Fuerzas Armadas. Estamos mal y además hipotecados. Los programas envejecen y nosotros también, y siempre es más de lo mismo: nada. Nos engañan con los Programas Especiales de Modernización que se hacen viejos y nos endeudan tanto que nunca se cumplen y además cuando finaliza alguno, si es que lo hace, hay que seguir pagándolo, está ya caduco, y no es posible iniciar otro. Más tiempo, menos eficacia militar y prolongación de los contratos con la industria. Ese es el truco. Alargar y alargar, envejecer los proyectos.

Para colmo no hay dinero ni para su mantenimiento, cuyas necesidades en el conjunto de las FAS solo pueden ser atendidas en un 50%. Algo así como que en los últimos diez años ha disminuido el adiestramiento de la Fuerza Conjunta en su totalidad, por tanto una menor eficacia del conjunto, y hay un menor número de equipos y tripulaciones preparadas para desarrollar sus cometidos superando el umbral de seguridad.

«Tenemos un alto porcentaje de materiales y sistemas inmovilizado por falta de recursos. La inversión en nuevos programas de modernización es necesaria, sí, pero siempre que no vaya en detrimento del mantenimiento del material en servicio».

Comprendo que volver a plantear el tema es recurrente y cada vez me quedo más solo (en público, porque en privado son muchos los que piensan como yo) cuando mantengo mi postura crítica hacia la creación de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Repito hasta la saciedad que no es contra la unidad actual y sus componentes, que como cualquier otra unidad militar es ejemplar y eficaz. Como lo sería la Unidad Militar contra la Corrupción (no se movería un euro). Rechazo la idea, el concepto de emergencias como misión común y diaria de lo militar, de los ejércitos, que entra dentro de otros organismos específicos para su atención. Claro que lo militar es más barato, los soldados entre ello, y sobre todo es un mundo disciplinado y obediente.

Lo militar en este campo de las emergencias naturales, como toda la vida se ha hecho, ha actuado cuando las capacidades de los organismos encargados de atenderlas se ven desbordados por su magnitud o trascendencia social.

La creación de la Unidad Militar de Emergencias es un capricho innecesario que cuesta mucho dinero y que en definitiva se resta del escaso presupuesto para las unidades de combate.

Lo peor, el gran engaño, es que hay ideología por medio.  El asunto de la Defensa es algo más serio que los vaivenes políticos y los iluminados del poder y el gran riesgo nace de que un individuo de escasas capacidades se meta a reorganizar los ejércitos a su modo y manera sin que sus asesores militares le indiquen sus graves errores y las consecuencias que a medio plazo puede ocasionar. Me refiero al señor Zapatero y a su brillante idea, como todas, de crear la UME, a costa del resto de unidades operativas. ¡Eso así, no, señor presidente!, debió alguien decirle y que todos nos enterásemos.

La recesión en las unidades de combate no se hizo esperar. Ahora para ser militar es necesario estudiar la carrera militar, la de ingeniero y la de técnico en emergencias. Napoleones ni uno, y de historia con saber la del socialismo es suficiente. En definitiva ahora la enseñanza consiste en saber de dónde viene el aire y donde está el sol que más calienta. La política se está convirtiendo en un buen refugio para desanimados y desmotivados intelectuales, incluso uniformados.

No, esto no es Defensa ni este el empleo de los recursos que la Defensa de una nación requiere.

«Todo para la UME», no es el lema.

La Umedificación de los ejércitos lleva a convertir las misiones de combate en oenegés con mangueras, picos y palas, en una pirueta de transformismo militar inédita en occidente.

Occidente empieza a ver que este asunto de la guerra va en serio, aumenta sus presupuestos militares, implanta el servicio militar obligatorio, se especializa y se forma para la guerra del futuro e introduce una nueva visión doctrinal con la «Hipótesis de enfrentamiento mayor». Nosotros, a cambio, bajamos el presupuesto puro y duro para el combate y nos armamos de pico y pala para cavar nuestra fosa (¿defensiva?).

No insistiré más en el tema. Solo conviene saber, estar informado, que para el año 2021 la Unidad Militar de Emergencias será, de nuevo, la niña bonita de los presupuestos de Defensa contando con más militares y más dinero. Lo que se llama «Fuego amigo». Legionarios en retroceso, que cien años no es nada.  En 2021 habrá un aumento del número de militares en la UME y subida de su actual presupuesto. No es baladí y sin duda cuestión más ideológica que de eficacia en la gestión de la Defensa.

Las cifras hablan solas. El presupuesto 2021, sin contar capítulo 1 (personal), es decir referidos a capítulo 2 (gastos corrientes) y capítulo 6 (inversiones) para la UME es de algo más de 40 millones de euros. Para el Ejército de Tierra es de 327 millones de euros; para la Armada 143 millones de euros; y 152 millones para el Ejército del Aire. Si lo comparamos veremos que supone un 12% del presupuesto de Tierra y un 28 y 26 por ciento respectivamente de la Armada y Aire. No es poca cosa, sino un Ejército más a lo que hay que añadir su dependencia que ni siquiera es del JEMAD, por tanto no inserta en la cadena de mando operativo.

Esto se junta con un problema poco analizado: el reparto a lo largo del tiempo del dinero presupuestado, que no llega o llega tarde a los ejércitos o cuando ya no hay tiempo para invertirlo. Un desasosiego constante para los órganos logísticos de los Cuarteles Generales.

De ahí la desconfianza de nuestros aliados en la defensa del sur de Europa por lo que recurren a otros más fiables, no socios otanistas, pero mejor armados. Qué decir de Gibraltar, el ojo del gran hermano británico-americano, con todas las garantías y nula presencia española. O el número «0» que son las veces que un mando militar español ha sido Chairman del Comité Militar de la Alianza Atlántica. Confianza se llama.

La nueva idea de la Defensa en España lleva el camino de ser umedificada en el tiempo y en el espacio. Pura retórica.

Más valdría no olvidar que «La imaginación gobierna el mundo, pero los cañones son el instrumento utilizado por la imaginación para llevar a cabo sus propósitos». ¡Cuánto nos cuesta reconocer los cañones y su munición!

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

5 abril 2021

 

 

LOS PRESIDENTES AUTONÓMICOS AHORA CAPITANES GENERALES. SOLDADOS A LA CARTA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

No hay nada más amargo que verse sometido a las oscilaciones de un jefe vacilante en sus decisiones.

Desconozco la legalidad de la medida adoptada por el persistente pretendiente Sánchez, sólo presidente del Gobierno, por ahora. No sé si sus atribuciones llegan para tanto: Estado de Alarma a la carta, como todo, soldados a la carta y vacaciones a la carta (dos residencias veraniegas, que una no le llega). Supongo que la Ley no significa que algunos puedan hacer lo que les dé la gana con nosotros y partir España más de lo que está. Que los que aplican y los que interpretan la Ley hablen, si es que nada ni nadie se lo impide.

En el ejercicio del Mando es admisible la delegación de funciones, dentro de los límites adecuados, ya que tan malo es ser muy absorbente como ceder todas las atribuciones. Debe quedar claro, por encima de todo, que cualquier delegación de funciones no exime de la responsabilidad al que delega y sobre lo que delega. En la guerra tender a dejar en manos de los subordinados las atribuciones que te corresponden puede llevar a la derrota y a tener que dar explicaciones ante un Consejo de Guerra, que no es eso lo malo, sino los cadáveres que ha dejado tu irresponsable actitud. El jefe ejerce el mando con plena responsabilidad, que no puede compartir con nadie.

Delegar en situaciones de grave crisis exige diferenciar muy bien lo importante de lo accesorio. La aplicación del Estado de Alarma, sin duda, forma parte de lo principal ya que conlleva una limitación de los derechos fundamentales de las personas. Debe ser aprobado por el Congreso de los Diputados con carácter general y sin dejar de asumir el Mando (la responsabilidad) por parte de quien tiene la potestad de ordenarlo, el presidente del Gobierno. Otra cosa sería una dejación de funciones que, repito, no sé si la Ley lo permite.

Lo que sí sé, sin que nadie me lo explique, es que asistimos a nuevas fórmulas de uso y abuso de los ejércitos. La última es una ocurrencia de las muchas que se fabrican en las salas de máquinas de unos Estados Mayores que han perdido el horizonte de su misión y poco les importa sus capacidades si contento está quien las debe atender, lo haga o no.

Todo es interpretable, y ese es el problema, que todo depende, mientras nadie se oponga con argumentos y la Ley. Hoy por ti, mañana por mí.

Ofrecer 2.000 soldados a las comunidades autónomas como rastreadores es una misión fuera de lugar y, con claridad, sin nada que ver con las misiones de los ejércitos expuestas en la Constitución, en la Ley Orgánica de Defensa Nacional, ni en ninguna otra ley o reglamento.

Parecen más bien paquetes de soldados, cuadrillas, para salvar la ineficacia e imprevisión, de una inexistente Protección Civil o el empleo de mano de obra barata, disciplinada y cumplidora. Nadie piensa que es un recurso muy caro, delicado y de difícil empleo, que no está para echar mano de él para tareas que pueden y deben ser asumidas por otros colectivos. Todos sabemos lo que significa la disciplina, y el encuadramiento en unidades de eficacia con orden y control, lo que hace, sin duda, que acudamos a los Ejércitos cuando miramos alrededor y nos vemos solos. Claro está que la UME funciona, y muy bien, ¡solo faltaría!; y si en vez de Unidad Militar de Emergencias fuese Unidad Militar contra la Corrupción aquí no se movía un euro de su adecuado lugar. Pero no se trata de eso. A cada cual lo suyo. Y los soldados no están “a disposición de un presidente autonómico” (que por cierto, ¡hay cada uno!) sino de España. Va hasta en contra de su misión Constitucional de Unidad e integridad territorial e incluso me parece que lleva doble intención.

El fraccionamiento y las autonomías han llegado a los ejércitos. Los presidentes autonómicos ahora capitanes generales, con bandera, música, y Compañía de honores. Por eso decía el señor presidente, de manera persistente, que cada vez somos más un Estado federal. Ni eso.

Está cada vez más claro que este presidente ha venido para dividir España.

Por último y no menos importante, convendría saber, en todos los ambientes, incluso militares, que a los soldados se les manda, nunca se les manda. ¿Es necesario que explique la diferencia verbal? Pues sí: mandar de mando o mandar a paseo.

Lo segundo, ya que lo primero se desconoce.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

27 agosto 2020

UNA INTERVENCIÓN ARMADA EN CATALUÑA. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Hoy, finalizando el 2018, les invito a releer el artículo que publicamos el día 18 de mayo de este mismo año. Ha sido el más leído en la historia del blog. Desde su publicación han ocurrido muchas cosas, entre ellas un cambio de Gobierno. Han ocurrido muchas más,todas a peor. La situación es de emergencia nacional, pero algunos esconden la cabeza en su agujero. Les animo a leer aquel artículo. No hay que cambiar ni una coma.

29 diciembre 2018

UNA INTERVENCIÓN ARMADA EN CATALUÑA

Tengo que contestar a los que me preguntan. Insistentemente. Muchos y de variados sectores. Interesa la opinión militar, lo que no es de extrañar. Aunque no haya opinión militar; una opinión militar. ¿O sí?

La Ley dice lo que dice: <<Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional>>. Más claro agua. La hora y el momento de hacerlo depende, todo depende, y está claro de qué y de quién depende. Todo el mundo sabe que no de un espadón, ni de un parlanchín, sino de la soberanía nacional que reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. Ya sabemos cuales son los poderes del Estado.

Pero claro, pasa el tiempo, las cosas cada vez se ponen más feas, aquí no manda nadie, tampoco obedece nadie, ni se cumple ni te hacen cumplir, solo con Hacienda, Europa nos burla burlando, Kosovo cada vez más dentro de Europa, como para fiarse, por mucho que Rajoy no asista a la cumbre UE-Balcanes, y la larga cambiada acaba corneando con tan malos toreros, diestros en mansos y salir de najas.

La integridad territorial está en peligro. Rota, resquebrajada, españoles enfrentados, un Parlamento en rebeldía, un golpe de Estado declarado, un presidente de la Generalidad golpista, independentista, ultranacionalista, xenófobo, racista, fundamentalista. Un acto de toma de posesión sin bandera española, sin retrato del Rey, ni representante alguno del Gobierno. Cualquier cosa menos España. Ni soberanía, ni integridad territorial ni ordenamiento constitucional. Nada, no queda nada de España. ¿De quién dice la Constitución que es misión? Sí, ya sabemos y hemos dicho lo que hemos dicho, pero…

Ultranacionalista, xenófobo, racista, fundamentalista

Por eso la gente pregunta: ¿Qué piensa usted que va a ocurrir en Cataluña? ¿Cree que puede llegar a ser necesaria laintervención de las Fuerzas Armadas?

En primer lugar dejemos claro que se ha dado un golpe de Estado e implantado una dictadura, que todos vemos y vivimos, pero que los que deberían evitar, todos, suavizan, sonríen, dialogan, hacen chistes, gastan, desgastan y arruinan. En Cataluña ha habido una intervención que ha derivado en un golpe de Estado e impuesto una dictadura. No hay libertad para pensar libremente, para hablar, para estudiar, para poner un negocio, para expresarse con la seguridad de que nadie va a señalarte, para juzgar o para obtener una licencia. Allí manda el que tiene en una mano el membrete y en la otra la denuncia por español. No hay libertad y sí mucho miedo y enfrentamiento. La dictadura catalana asusta y vas con miedo a que descubran tu españolidad. Así están las cosas con tendencia muy clara a empeorar. El juez Llarena tiene que ir con cuatro escoltas: <<Me miran siete veces en cada esquina>>.

Este catalán llamado Torra, el otro Torrent, y el de más allá, estos sí que son espadones, que han bombardeado Cataluña, sus bombas han penetrado en las más vitales entrañas españolas, hundiendo la flota, la del mar, la del aire y la de tierra. ¿Hasta Cuándo? Han dinamitado la convivencia y han acabado con la libertad.

Un centenar de jueces se han dirigido al presidente del Gobierno Mariano Rajoy pidiéndole que impida gobernar  al nuevo presidente de la Generalitat debido a la derogación de facto de la Constitución en Cataluña y por estar sometidos a un poder público al margen de la ley. No escucha, no hace nada.

Sometidos a un poder al margen de la ley. Eso sí que es grave.

¿Qué piensa usted que va a ocurrir en Cataluña? ¿Cree que puede llegar a ser necesaria la intervención de las Fuerzas Armadas? Se repite la pregunta. No tengo la respuesta. Es indudable que todo es posible y todo puede ocurrir, hasta que sea necesario imponer el orden y la Ley. Lo dice la Constitución que gradúa los niveles dependiendo de la situación. Pero yo al interrogante que me plantean contesto con el peligro que supone el que haya una segunda parte. Esa que empieza dialogando con los golpistas y termina legalizando ese poder ahora al margen de la ley.

¿Diálogo? Sometidos a un poder al margen de la ley. Eso sí que es grave.

Lo que está claro es que ellos, los golpistas, han acabado con la libertad y de manera dictatorial mantienen la situación. Y no están dispuestos, a la vista está, a ceder lo más mínimo.

Europa odia a quienes se defienden y prefiere cualquier cosa antes que ver combatir a alguien por su libertad y su Patria. Aquí estamos a punto de perder la Patria, y la libertad hay muchos rincones de España donde se ha perdido, definitivamente.

¿Intervención militar? No sé si la Unidad Militar de Emergencias tendrá capacidad para retirar los escombros de estar ruina moral a la que nos encaminamos. Es una auténtica emergencia nacional.

«El poder tiene recursos para todo… ofrece muchas posibilidades… Todo el secreto está en saber manejar los dispositivos legales».

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

18 mayo 2018

UNA INTERVENCIÓN ARMADA EN CATALUÑA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Nada queda de España

Tengo que contestar a los que me preguntan. Insistentemente. Muchos y de variados sectores. Interesa la opinión militar, lo que no es de extrañar. Aunque no haya opinión militar; una opinión militar. ¿O sí?

La Ley dice lo que dice: <<Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional>>. Más claro agua. La hora y el momento de hacerlo depende, todo depende, y está claro de qué y de quién depende. Todo el mundo sabe que no de un espadón, ni de un parlanchín, sino de la soberanía nacional que reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. Ya sabemos cuales son los poderes del Estado.

Pero claro, pasa el tiempo, las cosas cada vez se ponen más feas, aquí no manda nadie, tampoco obedece nadie, ni se cumple ni te hacen cumplir, solo con Hacienda, Europa nos burla burlando, Kosovo cada vez más dentro de Europa, como para fiarse, por mucho que Rajoy no asista a la cumbre UE-Balcanes, y la larga cambiada acaba corneando con tan malos toreros, diestros en mansos y salir de najas.

La integridad territorial está en peligro. Rota, resquebrajada, españoles enfrentados, un Parlamento en rebeldía, un golpe de Estado declarado, un presidente de la Generalidad golpista, independentista, ultranacionalista, xenófobo, racista, fundamentalista. Un acto de toma de posesión sin bandera española, sin retrato del Rey, ni representante alguno del Gobierno. Cualquier cosa menos España. Ni soberanía, ni integridad territorial ni ordenamiento constitucional. Nada, no queda nada de España. ¿De quién dice la Constitución que es misión? Sí, ya sabemos y hemos dicho lo que hemos dicho, pero…

Ultranacionalista, xenófobo, racista, fundamentalista

Por eso la gente pregunta: ¿Qué piensa usted que va a ocurrir en Cataluña? ¿Cree que puede llegar a ser necesaria la intervención de las Fuerzas Armadas?

En primer lugar dejemos claro que se ha dado un golpe de Estado e implantado una dictadura, que todos vemos y vivimos, pero que los que deberían evitar, todos, suavizan, sonríen, dialogan, hacen chistes, gastan, desgastan y arruinan. En Cataluña ha habido una intervención que ha derivado en un golpe de Estado e impuesto una dictadura. No hay libertad para pensar libremente, para hablar, para estudiar, para poner un negocio, para expresarse con la seguridad de que nadie va a señalarte, para juzgar o para obtener una licencia. Allí manda el que tiene en una mano el membrete y en la otra la denuncia por español. No hay libertad y sí mucho miedo y enfrentamiento. La dictadura catalana asusta y vas con miedo a que descubran tu españolidad. Así están las cosas con tendencia muy clara a empeorar. El juez Llarena tiene que ir con cuatro escoltas: <<Me miran siete veces en cada esquina>>.

Este catalán llamado Torra, el otro Torrent, y el de más allá, estos sí que son espadones, que han bombardeado Cataluña, sus bombas han penetrado en las más vitales entrañas españolas, hundiendo la flota, la del mar, la del aire y la de tierra. ¿Hasta Cuándo? Han dinamitado la convivencia y han acabado con la libertad.

Un centenar de jueces se han dirigido al presidente del Gobierno Mariano Rajoy pidiéndole que impida gobernar  al nuevo presidente de la Generalitat debido a la derogación de facto de la Constitución en Cataluña y por estar sometidos a un poder público al margen de la ley. No escucha, no hace nada.

Sometidos a un poder al margen de la ley. Eso sí que es grave.

¿Qué piensa usted que va a ocurrir en Cataluña? ¿Cree que puede llegar a ser necesaria la intervención de las Fuerzas Armadas? Se repite la pregunta. No tengo la respuesta. Es indudable que todo es posible y todo puede ocurrir, hasta que sea necesario imponer el orden y la Ley. Lo dice la Constitución que gradúa los niveles dependiendo de la situación. Pero yo al interrogante que me plantean contesto con el peligro que supone el que haya una segunda parte. Esa que empieza dialogando con los golpistas y termina legalizando ese poder ahora al margen de la ley.

¿Diálogo? Sometidos a un poder al margen de la ley. Eso sí que es grave.

Lo que está claro es que ellos, los golpistas, han acabado con la libertad y de manera dictatorial mantienen la situación. Y no están dispuestos, a la vista está, a ceder lo más mínimo.

Europa odia a quienes se defienden y prefiere cualquier cosa antes que ver combatir a alguien por su libertad y su Patria. Aquí estamos a punto de perder la Patria, y la libertad hay muchos rincones de España donde se ha perdido, definitivamente.

¿Intervención militar? No sé si la Unidad Militar de Emergencias tendrá capacidad para retirar los escombros de estar ruina moral a la que nos encaminamos. Es una auténtica emergencia nacional.

«El poder tiene recursos para todo… ofrece muchas posibilidades… Todo el secreto está en saber manejar los dispositivos legales».

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog generaldavila.com

18 mayo 2018

 

DE NUEVO LA UNIDAD MILITAR DE EMERGENCIAS (UME) General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

La UME en socorro de los atrapados en la carretera

He dicho en múltiples ocasiones (no se lo tomen al pie de la letra, solo es una hipótesis) que el día que otro “zapatero” cree una unidad militar contra la corrupción (y contra los tontos) en España disminuirán las tormentas y aparecerá un esperanzador rayo de sol.

Ministerio del Interior, Dirección General de Tráfico, Autonomías con todas las responsabilidades en protección civil y emergencias, delegaciones del Gobierno, empresas concesionarias y un larguísimo etcétera que todos ustedes bien conocen.

Ministerio de Fomento, Red de carreteras del Estado, Dirección General de Carreteras con cinco subdirecciones, 1.364 máquinas quitanieves, 242.297 toneladas de fundentes (principalmente sal), distribuidas en 352 almacenes y 530 silos. Vigilancia 24 horas al día en autovías y carreteras de alta intensidad de tráfico.

Seguro que muchas más cosas para luchar contra el general invierno. Y resulta que llega un general de muy bajo nivel y ninguno de todos estos costosos y numerosos organismos son capaces de hacerle frente. A temperaturas bajo cero más de 3.000 vehículos se quedaron atrapados en la carretera, principalmente en la autopista AP-6, con casi 80 kilómetros de corte, y miles de familias asustadas y sin atención durante 18 horas. Información nula. Nos cuentan que llegaron a pasar pánico conforme pasaban las horas. Nadie sabía lo qué hacer. Niños y mayores. Angustia.

Hasta que apareció la Unidad Militar de Emergencias. Otra vez. No es, ni será la primera vez, que le cubren las espaldas a la incompetencia. En definitiva allí apareció el Ejército.

No voy a entrar ahora en la discusión, por otro lado no olvidada, sobre la oportunidad o no de la creación de esta unidad y sus presupuestos restados del conjunto de las FAS cuando fue una misión que desempañaron siempre con máxima eficacia los ejércitos sin necesidad de crear un unidad específica y de tal envergadura y coste.

Lo ocurrido en síntesis y lo que interesa es que la Unidad Militar de Emergencias, como antaño lo hacían las unidades, ha sido la que ha sacado del monumental atasco a los responsables de estas imprevisiones e irresponsabilidades y, un vez más, los ciudadanos han comprobado en quien pueden confiar.

Después de oír las escusas de siempre, las palabras incluso ofensivas que pretenden echar la culpa a los automovilistas, o las que se dirigen unos a otros dependiendo del lugar donde estén, gobernando o en la oposición, lo que queda es una severa preocupación por la inseguridad a la que nos enfrentamos. Una añadida a otras más: la de no poder viajar en vacaciones o tener que hacerlo con equipamiento como para escalar un 8.000.

Al final siempre estarán <<los de la UME >>, los soldados, los militares. Como siempre que truena, aunque pasada la tormenta se les olvida.

Gracias de nuevo a <<los de la UME>>. Gracias soldados por vuestro buen hacer y en esta ocasión por llevar la tranquilidad  y sonrisa a los españoles en un momento muy crítico para muchos de ellos.

Veros aparecer entre la niebla y la ventisca fue su mejor regalo de Reyes.

No puedo terminar estas palabras sin hacerme eco de la anunciada subida de un 2% del precio del peaje de las autopistas. Momento muy oportuno.

Como dejaba caer uno de los responsables del desaguisado ante la imprevisión lo mejor será quedarse en casa.

La UME sin descanso para ayudar a los miles de atrapados en la carretera

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

8 enero 2017

 

 

 

LA UNIDAD MILITAR DE EMERGENCIAS ‹‹SOMOS SOLDADOS›› Rafael Dávila Álvarez General de División (R.)

SM. la Reina Doña Sofía madrina de la Bandera de la UME

Nunca fui partidario de crear esta unidad, pero la ayudé cuanto pude en sus inicios y algunos de los mejores oficiales de mi Estado Mayor fueron pioneros en el esfuerzo inicial -que fue mucho- para ponerla en funcionamiento. Sigo manteniendo mi opinión aún reconociendo su gran labor y brillantes resultados. Eso lo esperábamos todos y no es ninguna novedad. No podía ser de otra manera. Si se crease una unidad militar contra la corrupción no habría euro que se desviase de su camino. Pero cada función debe ser desempeñada por quien corresponde. La formación responde a la misión a desempeñar y en principio las emergencias están contempladas en Protección Civil. La intervención de las Fuerzas Armadas en esos cometidos se ha efectuado tradicionalmente y de manera eficaz en aquellos momentos en los que Protección Civil y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad se veían desbordados. Para ello estaban organizadas y preparadas todas las unidades militares. Siempre fue así, aunque admito que no por eso debe seguir siendo así. En su momento, al crear la UME, no hubo debate ni rigor intelectual  sino una decisión personal y caprichosa que tenía que salir indiscutiblemente bien por quién la asumía: las Fuerzas Armadas. Y así fue. Resultado excelente. Pero todos los cambios deben ser detenidamente estudiados y evaluados. Desde distintos puntos de vista.

Unidad Militar de Emergencias

Actualmente en muchas naciones hay una revisión intelectual profunda de las misiones y participación de los Ejércitos en cometidos que nunca le  fueron propios. No solo por razones coyunturales sino también por cambios estructurales debido a poderosas razones económicas y nuevas amenazas que se prevén de largo recorrido. Sirva de ejemplo cómo desde hace tiempo se solapan muchas misiones entre las Fuerzas de Seguridad del Estado y las Fuerzas Armadas, tanto dentro como fuera de España, aunque aquí haya una incomprensible alergia a ver uniformes de soldados por las calles. Una cooperación y trabajo en común cada vez más necesario. La clave está en  abordar con rigor estos temas con participación de amplios sectores de la Administración y de la sociedad. Como decíamos, la economía, los nuevos frentes abiertos para la Seguridad y Defensa, como el terrorismo, la guerra en el ciberespacio, la emigración, la formación de ejércitos regulares en naciones castigadas por la violencia, el control de fronteras y un largo etcétera, sin olvidar las misiones convencionales que nos llevan a desplegar, por ejemplo, en la frontera con Rusia, son factores que modifican los puntos de vista y obligan a revisar las misiones y cometidos de las FAS. Por tanto su formación y necesidades.

La UME compromiso de servicio

Pero no era mi intención tratar este interesante tema que queda para otro momento sino simplemente mostrar el agradecimiento debido, de todo el pueblo español, a la Unidad Militar de Emergencias que en esta época estival tiene especial relevancia. Sus 3.500 componentes entre Cuadros de Mando y tropa permanecen en alerta respondiendo al compromiso de las Fuerzas Armadas con el pueblo español, con todos los españoles. Servicio es una palabra muy arraigada en esta unidad que se presenta con un inequívoco ‹‹Somos Soldados›› y que en cada actuación demuestra su formación y espíritu militar por encima de cualquier otra capacidad.

No hay una unidad mejor que otra que otra en los ejércitos, cada una tiene sus características propias y su espíritu de Unidad, aunque algunas por sus peculiaridades, historia, tradiciones y especial idiosincrasia tengan más vistosidad. La Unidad Militar de Emergencias en poco tiempo ha adquirido fama y prestigio muy bien merecidos y hoy se cuenta entre las unidades más famosas y reconocidas de nuestros ejércitos. Nunca se le recortó el presupuesto y en sus días de puesta en marcha todos nos sacrificamos para que se pusiese en funcionamiento con lo mejor y con los mejores. Así fue y así debe ser reconocido. Hoy podemos decir que ha respondido al esfuerzo de todos y a la confianza depositada. Es una unidad militar joven, pero consolidada y de enorme eficacia que tiene su personalidad propia y a la que desde aquí queremos mandar nuestro agradecimiento por su labor y ejemplaridad. Soldados de España a los que hay que decir con clara rotundidad: ¡Gracias soldados!

Rafael Dávila Álvarez General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

6 julio 2017