ESPAÑA SITIADA. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

¡To mentira, estos son to mentira!, le decía uno a otro y era la verdad, dígalo Agamenón o su porquero.

Lo del Tribunal Constitucional es consecuencia de las obras de «estos»; una más.

«Estos», ya se sabe, son «esos» y conocidos son, aunque sean como Juan de Mairena, que fue sin serlo, pura retórica entre Odiseo y Eumeo, entre el Constitucional y el G(g)obierno

Si la haces la pagas, menos «estos».

Resulta que no fue legal casi nada. No fue legal el Estado de Alarma. ¡No son legales tantas cosas…! Y todo era nada. Alarma la que estos señores del G(g)obierno han creado en España. Se atreven a decir que el Estado de Alarma salvó vidas. No dicen el número del escándalo: 100.000. Por vergüenza y respeto mejor deberían callarse, aceptar el varapalo y ¡dimitir!

El dictamen del Tribunal Constitucional es rotundo. Su análisis profundo requiere mucho detalle y conclusiones políticas que ningún partido hará y que los ciudadanos soportaremos como lo que somos.

Es gravísimo. Un G(g)obierno que nos ha gobernado desde la ilegalidad.

Eso sí: «los ciudadanos tienen el deber jurídico de soportar los perjuicios materiales que hayan sufrido».

Incumplen la Ley, nos imponen lo ilegal y resulta que se van de rositas. ¿Es la Ley igual para todos?, ¿o hay responsables e irresponsables ante la Ley?
«Esta ley impuso a los hombres el Cronión: a los peces, fieras y aves voladoras, comerse los unos a los otros, pues entre ellos no existe justicia. A los hombres, en cambio, les dio la justicia que es mucho mejor. (Hesiodo, Los trabajos y los días)». Será que somos peces. Animales que comemos pan y los «hunos» a los «hotros».

Después de lo gravísimo hay más grave si cabe. Parece que ha habido presiones ante algún miembro del T. Constitucional para que su veredicto fuese favorable al G(g)obierno. Más peor: a nadie le extraña.

Miren. Dice no el Constitucional al Estado de Alarma y que debía haberse aplicado el Estado de Excepción.

Analicen la situación y verán el error: firmaron Estado de Alarma y nos aplicaron el Estado de Excepción.

Ese es el resumen. Seguirán en ello hasta logra su objetivo: El sitio a España.

Ni alarmada ni excepcionada: Sitiada. Ni Constitucional ni Constitución. Ellos son lo que son.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

15 julio 2021

 

 

ALARMA: RELIGIÓN, MAGISTRATURA Y FUERZA. Rafael Dávila Álvarez

Eran los pilares. Rotundos y recios. Ahora sobrantes, desechos de tienta. Bravura no obliga, ni rezos ni leyes y los cañones disparan desde las rotativas. España «debelada, imploró en vano la misericordia del César». La infantería murió en las trincheras mientras dilataba la vida que «era dilatar su agonía y multiplicar el número de sus muertes».

Hubo que huir con los pocos que rezaban, algunos soldados fieles y sin más ley que el honor. Lo que sucedió después fue una enorme pesadilla que casi no recuerdo, pero sé que aquella huida no sirvió de nada.

Errantes sin encontrar, «Yo Marco Flaminio Rufo, tribuno militar de una de las legiones…», me levanté y pude mendigar o robar mi primera detestada ración de carne de serpiente. Unos hombres se comían a otros y todas las puertas daban a una celda o a un pozo, mientras las escaleras morían sin llegar a ninguna parte. No eran valerosos ni, por tanto, felices. Tampoco hablaban y pensé que era por miedo a la libertad sin caer en la cuenta que era para que no los obligasen a trabajar.

Creían que sin religión, sin magistratura y sin ejército podrían vivir en el pensamiento, en la pura especulación.

Todo se construía sin pilares, por lo que aquel era un mundo dudoso siempre. Así que decidieron irse a morar en las cuevas. Construyeron laberintos para confundir a la gente y la enloquecieron al encontrarse cada día con los mismos interrogantes y nunca la solución.

Las iglesias no eran necesarias ante la inmortalidad, la magistratura fútil en la igualdad, y el ejército era palabra olvidada, «todos adoctrinados por un ejercicio de siglos, la república de hombres inmortales había logrado la perfección de la tolerancia y casi del desdén».

Para terminar con tanta perfección que habían alcanzado nos transmitieron que «ser inmortal es baladí; menos el hombre, todas las criaturas lo son, pues ignoran la muerte», entonces fue cuando nos sentenciaron que «lo divino, lo terrible, lo incomprensible, es saberse inmortal».

Cuando regresamos nos encerraron en el Palacio de la Alegría y nos dijeron que allí solo quedaban «palabras, palabras desplazadas y mutiladas, palabras de otros» y que no hablásemos a nadie de nuestras horas y siglos. Aquello se había acabado y este era un mundo nuevo en el que fuimos, en breve seríamos Nadie y al fin seremos muertos.

Todo ya murió. Por tu culpa. Eso no nos lo dijo nunca nadie.

Como con ello se habían hundido los pilares recios y rotundos, fueron a vivir a las grietas que aún dejaba la ruina.

«Salomón dijo: no hay nada nuevo sobre la tierra. Así como Platón imaginó que todo conocimiento no es otra cosa que recuerdo, Salomón sentenció: que toda novedad no es otra cosa que olvido» (Sir Francis Bacon (1561-1626) Essays, LVIII, en El Inmortal de J.L.Borges).

Olvidada la religión, la justicia y la fuerza, ya no queda nada. Grietas si acaso. Olvido.

Solo nos queda «seguir jugando a no ser ciego, comprando libros, llenando la casa de libros» como una ventana que nos permita saltar por ella antes de ser relegados.

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

15 marzo 2021

 

 

LENGUAJE DE GUERRA. NO SE MUEVE NI LA CABRA DE LA LEGIÓN Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Los augurios no son sino análisis de la información que un águila lleva en su vuelo después de días de observancia del campo enemigo. Los intérpretes, augures, ocupaban asiento junto al fuego de Agamenón.

A falta de águilas observo los mirlos en los parques, en los que no están cerrados y, sin Agamenón presente, recorro los garitos de las llamadas sedes de los partidos. Nada que ver con el de Galdós.

En las Academias militares se estudian los signos que indican que el enemigo se mueve y puede dar un paso más allá. Uno de ellos está en los despliegues que de fuerzas militares se llevan a cabo en la frontera. La OTAN, con España incluida, lo está en la de Rusia-Europa.

Pero hay nuevos signos de guerra, ¡tan preocupantes!: los despliegues de la palabra política. No tienen fronteras.

Claro que podría ser que este lenguaje que se introduce cada día responda al preludio de una guerra cultural, antecedente de otras, dirigida a quienes ni saben hablar, ni leer ni escribir. Analfabetos que leen etiquetas y loros que repiten la voz de su amo, junto a sinvergüenzas que cada noche redactan el estribillo.

Se equivocan los que dicen que esto es una revolución. No; esto es una concentración de poder, que para eso se hacen las guerras; contra la democracia. Si quieren le damos nombre: golpe de Estado silencioso. Lo comprobaremos en nuestra miseria cuando esté entre nosotros y no nos reconozcamos. Así, y  mientras esto sucede, nos entretienen con una utopía inalcanzable y fuera de lugar, pero digerible y esperanzadora. Ese es el gran atractivo de la mentira: la arenga permanente, repetitiva sin descanso, ¡que dulce sueño es saber que me mienten!

Si eso no es suficiente llega la fuerza, porque para ellos lo justo es lo fuerte.

Estado de Alarma, Toque de queda, confinamiento, controles, rastreadores, guerra al virus, ganaremos, venceremos juntos a este enemigo, el virus ataca de nuevo, la batalla. Nada es casual, sino dirigido y con una finalidad.

La batalla contra el virus, la moral de victoria, el sacrificio… es el lenguaje de un presidente que al dar comienzo esta guerra puso al frente al Jefe de Estado Mayor de la Defensa al que se le veía en un conflicto que no era el suyo, pero obligado a jugar su papel para el que, también, le impusieron el lenguaje y tuvo que utilizar a los soldados en combates que no le eran propios.

Porque como hemos dicho, y repetiremos, esto no es una revolución y sí una guerra, y en ella el objetivo estratégico es concentrar poder. Dictadura.

No hacen falta misiles, ni submarinos atómicos, sino martillear con la palabra, arenga diaria, disparos de ideología. Misiles sin límites en el tiempo o espacio. Mentir constantemente hasta convertirlo en un mantra.

Y por eso aquello: Estado de Alarma; toque de queda, confinamiento, aislamiento, divide y vencerás. Empecemos con el lenguaje.

¿Qué es la guerra? Se pregunta Clausewitz al introducirnos en el inacabado De la Guerra, y expone con crudeza analítica, casi matemática, la realidad de lo cotidiano del quehacer del hombre, ¿qué es la guerra?, esta guerra que inventó la política.  Su pregunta había tenido respuesta muchos siglos antes: «La guerra es un asunto de importancia vital para el Estado, es la provincia de la vida y de la muerte, el camino que lleva a la supervivencia o a la aniquilación» y concluye Sun Tzu. «Todo el arte de la guerra está basado en el engaño».

La verdadera fuerza para obligar al contrario al cumplimiento de nuestra voluntad es la mentira, con la que seduces con halagos. Es el arte más fino del engaño. Clausewitz lo deja claro al señalar la guerra como un medio para lograr el propósito político, que es el fin. El propósito político será lo que deberemos analizar.

Y avisa: «Pues en asuntos tan peligrosos como lo es la guerra, los errores que se dejan subsistir por benignidad son, precisamente los más perjudiciales».

Con ellos no habrá desarme artístico, ni cejarán en su empeño de destrucción. No habrá benignidad.

¡Capitán mande firmes!, que les gusta.

No se mueve ni la cabra de la Legión. Es un augur.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

26 octubre 2020

 

 

LA ALARMA: PEDRO SÁNCHEZ PÉREZ-CASTEJÓN Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

He conocido la noticia del <<Estado de Alarma Comunitario>> (¡Que paradoja!) en un transporte público. He observado a la gente muy pendiente del tema a través de sus móviles. Una mujer le decía a otra: ¿Si lo de Franco era una dictadura esto qué es? Han debido ver mi cara de sorpresa y he tenido que sonreír.

El momento elegido para este gesto de soberbia ha sido el más propicio: en Barcelona, junto al Rey, en el silencio sepulcral de una Corona a la que quieren embaucar en este peligroso proceso iniciático. No sé si me explico. Por sus obras los conoceréis; claro que hay mucho mirar y no ver; oír y no escuchar. Qué más da que sean galgos o podencos. Habrá que repetirlo: estamos sumergidos en un proceso iniciático.

No puede hablar de proteger a los madrileños, a los españoles, quien arrastra en su gobernanza más de 50.000 muertos con la gestión de un Comité de expertos, inexistente, o de dos, uno que se mete el dedo en la nariz y se convierte en estrella televisiva, mientras se ríe de nosotros, y otro que es un proyecto electoral, además de nada. Los del 8M no están en condiciones de seguir tomando medidas a base de repartir ponzoña cada vez que abren la boca o firman una disposición.

Recurren a un acto de fuerza. A la represalia. Así es su gobernanza.

Sigo a Pascal cuando dice <<La justicia sin la fuerza es impotente, la fuerza sin la justicia es tiránica>>. La alarma decretada por Sánchez es un acto de fuerza tiránico. Van a por todas. Desde el Gobierno desafían al Judicial y al soberano pueblo de Madrid representado en su presidenta. Un desprecio a sus dirigentes y por tanto a los madrileños. Si este acto de imposición fuera consecuente y motivado, la presidenta de la Comunidad debería cesar, porque la están acusando de poner en peligro la vida de los madrileños sin hacer nada para evitarlo. Es inaceptable e inconcebible. Muy discutible en justicia que un presidente tome una medida como esta porque quien debe tomarla, si no lo hiciese pondría en riesgo la vida de sus gobernados. Grave acusación contra la señora Ayuso. ¿Se defenderá? Porque ello es defender a todos los madrileños.

La situación es tal que el problema general no es el enfrentamiento entre partidos políticos, algo normal y democrático, sino que tiene un solo nombre y apellidos: Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Él solo contra España. Él es el problema y mientras esté donde está, España se dividirá en facciones.

La están acusando de algo muy grave señora presidenta de la Comunidad de Madrid.

Elecciones Presidenta, elecciones ya, y demuestre el valor del valor. Si pierde no pasa nada; siempre habrá ganado en defensa de Madrid contra el invasor. Como el 2 de mayo.

No perderá. La debilidad les lleva a sucumbir. ¡Ojo!, esté atenta, en todas las direcciones; muchas veces el enemigo está dentro y aquí nadie juega limpio.

Ha sonado la alarma: Pedro Sánchez Pérez-Castejón.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

10 octubre 2020

HAN ECHADO AL REY DE ESPAÑA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

En este caso ha sido a Don Felipe. De Cataluña (Expaña). No dejarte ir es peor que echarte.

Es la primera vez que no asiste el Rey al acto de entrega de despachos de los nuevos jueces. Se le invitó, confirmó su asistencia y, después, dijo no. Moncloa, los del Palacio, dicen que la ausencia es por motivos de seguridad. ¡Mira por dónde! Pues ¡A mí la Legión!, que la ministra de Defensa dice ser de la familia legionaria.

La Zarzuela calla, luego otorga: seguridad. Si una nación no es capaz de <<asegurar la seguridad>> del Jefe del Estado, ¿cómo va a ser capaz de hacerlo con sus ciudadanos?

Dimitan los responsables y entréguense los culpables.

Están ocurriendo muchas cosas en España. Esta, hasta ahora, es la más grave sin ningún género de dudas. A poquitos; y con la última cucharada te tragas el sapo.

Ceuta y Melilla fueron también vetadas en los viajes del Rey por las Comunidades. El presidente del Gobierno fue el culpable.

Entre republicanos viscerales, pelotas indiferentes, e inútiles monárquicos, anda el juego. Pero lo peor es la mala gente. La que a juicio de Diego Saavedra Fajardo su actitud imita el curso de la culebra torciéndose a una parte y otra con tal incertidumbre, que aun su mismo cuerpo no sabe por dónde le ha de llevar la cabeza; señala el movimiento a una parte, y le hace a la contraria, sin que dejen huellas sus pasos ni se conozca la intención de su viaje.

La culebra ya ha mordido y el veneno está haciendo sus efectos. ¿Antídoto? Son ustedes, somos todos, los que vivimos en la placidez de dejarnos llevar por el dulce efecto adormecedor de la sustancia.

Si esto sirve de algo debería ser para que los españoles abran los ojos y se den cuenta de qué estamos en manos de carceleros: recortes a la libertad, comunismo y placet al blanqueo del terrorismo, pobreza que viene y expaña en fabricación. Indudablemente que ni la madre que la parió.

De nada servirá afanarse, nadie luchará en defensa de la identidad, porque lo peor de todo esto es que, parece, que los españoles estamos encantados con lo que tenemos y con lo que no vamos a tener: orden y trabajo.

Oposición: ¿Hay alguien más? Que oigan a Paloma San Basilio: Juntos. Cruzar en rojo lo semáforos.

El lejano 3 octubre de 2017 fue un día memorable, cuando el Rey dejó claro el futuro de España. Todos confiábamos en su mano firme, en la Ley y sus intérpretes. Por España, iba Todo por España. Es pasado.

Cada vez se amortiguan más las palabras, se pierden en horizontes de acontecimientos.

Llevo mucho tiempo sospechando que el enemigo está dentro. Muy dentro. Hasta en el ADN.

Al Rey Alfonso XIII le gritaban: <<No se ha marchao, que le hemos echao>>. Don Juan Carlos se ha ido. A Don Felipe le prohíben pisar Cataluña.

También Ceuta y Melilla.

Estado de Alarma. No termina ahí la cosa. La Constitución lo contempla, con paso firme y paso siguiente: Excepción y Sitio.

Excepcional y grave es que el Rey no pueda desplazarse por España y que su seguridad esté en peligro: ¿porque tenemos unos peligrosos políticos que la ponen en peligro?

El presidente del Gobierno es el culpable. Debe una explicación pública a los españoles. Es inadmisible. Es lo más parecido a una dictadura del tipo de las contempladas con admiración por algunos de los que con él gobiernan.

España condenada. Los condenados indultados.

«¿Juráis o prometéis por vuestra conciencia y honor cumplir fielmente las obligaciones del cargo… con lealtad al Rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado?».

Guardar y hacer guardar (o alguien tendrá que hacértela guardar).

Cúmplase la Ley.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

24 septiembre 2020

 

LOS PRESIDENTES AUTONÓMICOS AHORA CAPITANES GENERALES. SOLDADOS A LA CARTA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

No hay nada más amargo que verse sometido a las oscilaciones de un jefe vacilante en sus decisiones.

Desconozco la legalidad de la medida adoptada por el persistente pretendiente Sánchez, sólo presidente del Gobierno, por ahora. No sé si sus atribuciones llegan para tanto: Estado de Alarma a la carta, como todo, soldados a la carta y vacaciones a la carta (dos residencias veraniegas, que una no le llega). Supongo que la Ley no significa que algunos puedan hacer lo que les dé la gana con nosotros y partir España más de lo que está. Que los que aplican y los que interpretan la Ley hablen, si es que nada ni nadie se lo impide.

En el ejercicio del Mando es admisible la delegación de funciones, dentro de los límites adecuados, ya que tan malo es ser muy absorbente como ceder todas las atribuciones. Debe quedar claro, por encima de todo, que cualquier delegación de funciones no exime de la responsabilidad al que delega y sobre lo que delega. En la guerra tender a dejar en manos de los subordinados las atribuciones que te corresponden puede llevar a la derrota y a tener que dar explicaciones ante un Consejo de Guerra, que no es eso lo malo, sino los cadáveres que ha dejado tu irresponsable actitud. El jefe ejerce el mando con plena responsabilidad, que no puede compartir con nadie.

Delegar en situaciones de grave crisis exige diferenciar muy bien lo importante de lo accesorio. La aplicación del Estado de Alarma, sin duda, forma parte de lo principal ya que conlleva una limitación de los derechos fundamentales de las personas. Debe ser aprobado por el Congreso de los Diputados con carácter general y sin dejar de asumir el Mando (la responsabilidad) por parte de quien tiene la potestad de ordenarlo, el presidente del Gobierno. Otra cosa sería una dejación de funciones que, repito, no sé si la Ley lo permite.

Lo que sí sé, sin que nadie me lo explique, es que asistimos a nuevas fórmulas de uso y abuso de los ejércitos. La última es una ocurrencia de las muchas que se fabrican en las salas de máquinas de unos Estados Mayores que han perdido el horizonte de su misión y poco les importa sus capacidades si contento está quien las debe atender, lo haga o no.

Todo es interpretable, y ese es el problema, que todo depende, mientras nadie se oponga con argumentos y la Ley. Hoy por ti, mañana por mí.

Ofrecer 2.000 soldados a las comunidades autónomas como rastreadores es una misión fuera de lugar y, con claridad, sin nada que ver con las misiones de los ejércitos expuestas en la Constitución, en la Ley Orgánica de Defensa Nacional, ni en ninguna otra ley o reglamento.

Parecen más bien paquetes de soldados, cuadrillas, para salvar la ineficacia e imprevisión, de una inexistente Protección Civil o el empleo de mano de obra barata, disciplinada y cumplidora. Nadie piensa que es un recurso muy caro, delicado y de difícil empleo, que no está para echar mano de él para tareas que pueden y deben ser asumidas por otros colectivos. Todos sabemos lo que significa la disciplina, y el encuadramiento en unidades de eficacia con orden y control, lo que hace, sin duda, que acudamos a los Ejércitos cuando miramos alrededor y nos vemos solos. Claro está que la UME funciona, y muy bien, ¡solo faltaría!; y si en vez de Unidad Militar de Emergencias fuese Unidad Militar contra la Corrupción aquí no se movía un euro de su adecuado lugar. Pero no se trata de eso. A cada cual lo suyo. Y los soldados no están “a disposición de un presidente autonómico” (que por cierto, ¡hay cada uno!) sino de España. Va hasta en contra de su misión Constitucional de Unidad e integridad territorial e incluso me parece que lleva doble intención.

El fraccionamiento y las autonomías han llegado a los ejércitos. Los presidentes autonómicos ahora capitanes generales, con bandera, música, y Compañía de honores. Por eso decía el señor presidente, de manera persistente, que cada vez somos más un Estado federal. Ni eso.

Está cada vez más claro que este presidente ha venido para dividir España.

Por último y no menos importante, convendría saber, en todos los ambientes, incluso militares, que a los soldados se les manda, nunca se les manda. ¿Es necesario que explique la diferencia verbal? Pues sí: mandar de mando o mandar a paseo.

Lo segundo, ya que lo primero se desconoce.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

27 agosto 2020

RECONOZCO MI ERROR, FIARME DE LA IZQUIERDA… General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Breve frase que es un compendio de ciencia política que la derecha española no ha aprendido.

Ha tenido que ser una voz callada, humilde, que se dedica a trabajar sin descanso y solucionar la vida de los madrileños. Entre tanta mentira, insulto, y agitación política, mientras los españoles se mueren a miles, salta la verdad. Una sentencia que resume estos terribles meses y una denuncia del hacer político de la izquierda que va para cien años. Por fin: <<Reconozco mi error, fiarme de la izquierda…>>. Lo resume todo.

Ahora hay que fiarse de la desescalada y nos hemos fiado del estado de alarma. Son las dos últimas trampas en las que la oposición ha vuelto a caer. Llevan así desde 1931.

Desescalada, anglicismo o más bien tontería: <<dicho o hecho tonto>>. Las dos.

Voy al Diccionario de la Real Academia y no aparece ni desescalar ni desescalada. Desde luego no es un término científico, aunque pueda serlo para el Comité Científico, que es más bien Comisión. En la vida militar siempre se ha dicho que si algo quieres que no tenga solución crea una Comisión. Es como los Reglamentos Provisionales que duran una eternidad. El Gobierno Provisional, este de ahora, para el que lo recuerde, ha vuelto, es como el de entonces: 1931, cien años. Todo es provisional y nada funciona. La desescalada es el camino del infierno.

Cayetana Álvarez de Toledo finalizaba ayer su intervención en el Congreso con la siguiente pregunta al ministro de Justicia: «En el gobierno hay tres jueces, usted es uno de ellos, dígame: ¿por qué amparan las mentiras de Iglesias y sus ataques a la Justicia?» Cayetana que es apellidada de Toledo sabe lo que costó a Alfonso VI de León, el Bravo, reconquistarla, y Macarena Olona, que sabe de lo que habla, le espeta a Illa: «Los corruptos, como las ratas, buscan la oscuridad».

Hay alternativas al Gobierno Provisional, pero ellos llevan cien años, para el 2031 puede acabar la provisionalidad, será en su Centenario. No dejen la fecha en el olvido. Fue cuando empezó la mentira y la provisionalidad de la izquierda, esa que llega hasta nuestros días.

Sigo quedándome con la presidenta de la Comunidad de Madrid, por ahora, si no se contagia ni por su derecha ni por su izquierda. Está muy bien donde está. Dice Isabel Díaz Ayuso, Isabel de Madrid, que podría ser de Castilla y de España: <<Reconozco mi error, fiarme de la izquierda pero no volverá a ocurrir>>. Eso sí que es decir. Todo dicho. Una frase que es una lección de política que desde la transición la derecha aun no ha  aprendido. Se han reído de las lágrimas de la Presidenta porque ellos no tienen lágrimas. Ni nombres ni números, que para ellos son datos elaborados en macabro laboratorio de estadísticas. CIS.

Suman a su proceder mentira tras mentira: <<Desescalada sin calendario y en continuo estado de alarma>>. No significa nada, sino lo que significa: un ministro del Interior juez, uno de Sanidad filósofo en sus ratos libres, una ministra de Defensa juez y un vicepresidente comunista. A ello súmenle lo de la fiscalía general del Estado y el estado de alarma tiene el mismo significado que la desescalada: ninguno. Alarma, la de los ciudadanos. Si a todo esto le añadimos las declaraciones del general Jefe de Estado Mayor de la Guardia Civil y las posteriores reacciones -ninguna- el estado de España no es de Alarma sino de gravísima preocupación democrática. Nadie hace nada. Una voz en este desierto mediático ha hablado, la Presidenta de la Comunidad de Madrid: <<Reconozco mi error, fiarme de la izquierda pero no volverá a ocurrir>>. Llevan haciéndolo hace más de 50 años y en abril de 2031 se cumplirá el Centenario del mayor engaño de todos: la II República. No cabe la menor duda. Ayer lo recordaba el comunista, que pronunciaba desde sus adentros más sucios, con tono amenazador, el de siempre, lo único que conoce: <<Porque ustedes representan el odio, la hipocresía y la miseria moral. Y les aseguro que España y nuestro pueblo, una vez más, como en el siglo XX, se quitarán de encima la inmundicia que ustedes representan>> (Pablo Iglesias. Vicepresidente del Gobierno del Reino de España). ¿Que quiere decir? Gravísima amenaza. Rescoldos que trae de odio y que recuerdan los discursos y amenazas en el Congreso de 1936. ¿A cual de ellos se refiere el comunista? ¿A los de la comunista, a los del socialista? Sinceramente esto empieza a dar miedo. Esto sí que es un Estado de Alarma.

Desengáñese España. El problema no es el PSOE, el problema se llama Pedro Sánchez y el odio que arrastra su amigo comunista. Así no se puede gobernar, ni siquiera hablar.

Isabel Díaz Ayuso ha entreabierto los ojos. Ábranlos del todo y todos. Ya era hora de que alguien se diese cuenta. Espabilen o ellos celebrarán el Centenario, desde el siglo XX, esa fecha que le gusta recordar al comunista. ¿Será la de 1936?

La señora Ayuso dice que no volverá a ocurrir. Una lección pendiente que deben aprender de una vez por todas.

Ellos la heredan, no se arrepienten de nada, volverán a lo de siempre, lo único que saben hacer.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

30 abril 2020

RESPUESTA A LA CARTA DE LA MINISTRA DE DEFENSA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Después de leer la carta de la ministra de Defensa la preocupación aumenta. Aquí no es un miembro del Gobierno el problema sino el todo, formado por las partes que lo conforman.

Es humano elogiar cuando juzgas bajo la esperanza puesta en lo personal, pero la experiencia me dice que no hay que fiarse del que mucho te halaga. No debe preocuparnos a donde <<voy>> a llegar, sino a donde <<vamos>>. Que esto no es uno, ni masa, sino compañía.

El caso es que la carta de la ministra la agradecen, algunos, pero es inoportuna e inadecuada. Tenga paciencia y espere, señora ministra, a que esto acabe, si ustedes son capaces de ponerle fin. Ahora queremos datos. Esos que no nos aportan. Ayudan más los datos que las lisonjas.

Hasta hace bien poco, el Mando militar, entiéndase la cadena de mando militar, uniformados, para entendernos, no paraba de exponer con rotundidad la situación real de nuestros ejércitos. Mala, muy mala: <<sacrificamos soldados y desmantelamos unidades>>. Cuando ahora llega el momento de la verdad y un ejército vago al hielo y al calor asombra a propios y extraños por su rapidez y destreza en la ayuda y apoyo, todos se sorprenden y aplauden. Empezando por la ministra. ¿Pero que creía? Pues a pesar de todo y de todos…

No, no es solo la UME, son los ejércitos de España, como siempre, todos, que sin pedir ni rehusar, con lo poco que tienen parece que son lo más, y desinfectan, entierran, levantan hospitales, curan hacen lo que otros no hacen, o no quieren hacer, o lo que no se quiere pagar, mano de obra barata; lo que sea, cumplen con su deber y obedecen hasta morir.

Han utilizado al ejército cuando la situación les superó y no sabían a quién recurrir. Desde el Gobierno (especialmente la Ministra de Defensa) ha querido mostrar, desde el primer momento de la declaración del estado de alarma, la participación del Ejército en la emergencia (quizá porque sabe que el pueblo español lo recibe bien y se tranquiliza cuando percibe la presencia de los militares junto a ellos en las emergencias. Esto, por otra parte, al gobierno le sirve de «balón de oxígeno»). ¿En qué condiciones?

Pero, las FFAA no son solo la UME. Las capacidades de transporte, alojamiento, abastecimiento, alimentación, entre los pobres presupuestos y las externalizaciones (por no llamarlas por su verdadero nombre: privatizaciones), se han reducido enormemente (y si no que se lo pregunten al anterior JEMAD). La Sanidad militar que incluiría los Hospitales fijos y todo el elenco de médicos, enfermeros, auxiliares etc., fue reducida drásticamente.

Hasta la seguridad militar se ha externalizado (¿privatizado?), -¿quién lo diría?- y ya para colmo se remató la jugada con la externalización de la enseñanza militar, a pesar, se habrá dado cuenta la ministra, que en este ejército que ve sobran ingenieros de moqueta y faltan soldados. A este paso hasta el mando de compañía se privatizará.

La  reducción de efectivos que se dio, ya que el servicio militar se había <<suspendido>>, fue la excusa perfecta para vender inmuebles (establecimientos, hospitales)  y desprenderse de personal (y  de una organización que funcionaba) ya que a los <<ya en menor número>> de militares que iban a quedar en plantilla (aunque, entonces, se incorporase la tropa profesional) se les encauzaba  a las compañías sanitarias o a la Seguridad Social (¿Externalización? Eso sí, se mantuvo – menos mal – una mínima Sanidad militar para campaña y operaciones).

Por eso, porque tampoco hay tantos sitios de donde sacar, la UME puede ser considerada como una solución para mostrar presencia inmediata.

El problema es, y eso no lo conoce el pueblo español, que las capacidades que tenían los Ejércitos hace unos años y que -por otra parte son las que la sociedad española sigue creyendo que mantienen-, es algo que ha pasado a la historia debido, a muchos años, y a muchos gobiernos de ambos colores, que han desmantelado sus capacidades y no han hecho nada por atender la necesaria inversión. Si no fuese por la exigencia de Defensa y Seguridad internacionales dudo de que existiesen Cuarteles o que tuviésemos armas; todo lo más mangueras.

No es necesaria la lisonja a unos hombres, soldados, curtidos en el cumplimiento del deber.

Lo que más valoran es la verdad y el ejemplo de su capitán. No puede cualquiera mandar firmes a su tropa cuando no ha defendido su presencia en el lugar que les corresponde. Cuando no son bien recibidos en lugares de de España, por la que han jurado entregar hasta la última gota de su sangre, por los demás. Su ministra dice textualmente: <<Me gustaría resaltar también la excelente acogida que nuestras unidades han recibido allí donde han intervenido. Lo que refuerza la integración de las Fuerzas Armadas con la sociedad española, de la que forman parte y a la que sirven>>. Mal está la verdad a medias, señora ministra. ¿Dónde han intervenido? ¿Dónde no han intervenido? Usted no dice toda la verdad. No han sido queridas ni recibidas como se merecen ni en Cataluña, ni en el País Vasco, y mucha de la culpa de ello la tiene el Gobierno al que usted pertenece y que se mantiene gracias a esos que no ponen buena cara a sus ejércitos porque no los sienten como suyos. Porque sus gobiernos predican no ser españoles y difunden ideas contra España: separatistas. Sus socios de Gobierno.

De forma que obras son amores y aquí todo se aguanta menos que a uno le hablen alto, es decir que nos mientan.

Pasado esto, se olvidarán de los soldados y volveremos al material caducado, avejentado, y a la diaria lucha por la supervivencia, a <<sacrificar soldados y a desmantelar unidades>>. Presupuesto cero para tiempos recios. Tiempos para admitir que invadan nuestra aguas territoriales, o que nuestros soldados desplieguen sus misiles para defender a quien nos roba el material sanitario, a ser lo menos y aparentar lo más.

Siga aplaudiendo y enviando cartas, señora ministra, sin enterarse de lo que son unos ejércitos y para lo que sirven.

Ser soldado es ser de España, de toda, aquí en Madrid, en Sabadell o en Irura. Solo faltaría. También para defender nuestras aguas territoriales y nuestras fronteras.

Decía la antigua Doctrina del Ejército de Tierra que <<la Infantería reúne un conjunto equilibrado de capacidades medias que le permiten combatir, en casos excepcionales, con sus solos elementos y recursos>>. Eran otros tiempos. No somos masa, sino compañía.

Puede ser que la solución, como pretendía este presidente del Gobierno, sea suprimir el ministerio de Defensa. Crear otro, otra cosa. Otro día les explico como podría quedar la cuestión de ese ministerio suprimiéndolo o más acorde con lo que estos gobernantes piensan.

No puedo terminar sin recordarla con preocupación, y debería ser su ocupación, que usted es ministra de este Gobierno que a su vez lo es gracias a los que, aprovechando el momento de máximo dolor de España, pretenden aprobar, con ustedes, poder lanzarse a injuriar al Rey y ultrajar a España.

Para la próxima ocasión, si la hay, dígale a su asesor militar, que le recuerde terminar las cartas dirigidas a sus soldados con un ¡Viva España! un ¡Viva el Rey! o un ¡Viva las Fuerzas Armadas!, esas cosillas que hacemos los soldados. Se le ha debido pasar incluso poner en la carta una bandera de España.

Ya sé que soy un soldado retirado y que para mí no iba la carta. En cualquier caso la hubiese dado por no recibida.

La carta de la ministra de Defensa

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

6 abril 2020

PANDEMIA, RECLUSIÓN FORZADA, PREOCUPACIÓN Y OCUPACIÓN ¿DÓNDE ESTÁ Y PARA QUE QUEREMOS A LA ONU? General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

He pensado que debe de haber mucha gente en casa con preocupación y aburrimiento. No podemos ayudarles en lo primero, pero sí hacer algo para al menos entretenernos y desahogarnos escribiendo lo que pensamos y sentimos. Por ello abro el blog este fin de semana para que todos ustedes se expresen, escriban y cuenten lo que quieran con la finalidad de hacer más llevadera esta reclusión a la que nos someten.

Por tanto vamos a llevar a cabo una maratón de publicaciones, nuestras y suyas, para así hacer más llevadero este encierro. Solo les pido respeto y educación. Se pude decir todo y a todos, pero dentro de las mejores formas que todos conocemos. A por ello.

Hay mucho de irresponsabilidad en esta crisis, también de intranquilidad precisamente porque a alguien se le ha escapado de las manos el control de este proceso. Y se le sigue escapando, porque veo con estupor que el vicepresidente del Gobierno, con grave irresponsabilidad se ha presentado en la mesa del Consejo de Ministros de hoy cuando debería estar sometido a la preceptiva vigilancia o cuarentena. ¿Con qué desvergüenza se atreven a tomar medidas, cuando lo suyo debe ser la inmediata destitución? ¡Vaya ejemplo el del partido morado, junto a los de la convocatoria del 8M! Ahora a parchear.

Dicen que no es momento de críticas y opino lo contrario. Es momento de someter a un rígido control al Gobierno que no ha tenido la decencia de reunirse con el conjunto de líderes políticos  para estudiar, analizar y dejarse aconsejar. La misma situación ocurre a nivel mundial cuando cada nación toma las medidas que se le ocurren y ni China, ni EEUU, ni Europa, ni Rusia, nadie, nadie se reúne para tratar de aliviar y solucionar esta hecatombe.

Me pregunto: ¿Para qué sirve la ONU? ¿Para qué sirve su Consejo de Seguridad? ¿No es esto una crisis mundial?

Los eslogan de quienes ya conocemos, aquellos de <<queremos un Gobierno que no nos mienta>>, los de <<sí se puede>>, resulta que mienten y no pueden. Ayer decía el presidente del Gobierno que <<Estado alarma>>, hoy la esperamos, se hace esperar, ¿por qué no se hizo ayer, o anteayer, o mañana, o nunca? No sabe qué hacer, ni qué decir. Los españoles huyen. ¿Cómo no? No saben, mala información, muchas dudas, mucha intranquilidad. Niños, abuelos, enfermos, la crueldad de no poder visitar a los mayores encerrados en una Residencia, la duda, siempre la duda de en qué manos estamos y siempre la solución a base de arruinar vidas y haciendas de los más débiles. Esa es la respuesta de un Gobierno socialista y comunista.

Otra cosa que no hace más que rondarme la cabeza: Veo un fracaso de la comunidad científica sin precedentes. Esta es una guerra que se podría prever. Hay miles de Think Tank ingresando dineros para contarnos unas películas que nunca se cumplen (desde la caída del muro de Berlín hasta hoy no han dado ni una). Hablan, escriben, cobran y dirigen hasta las finanzas. A ninguno se le ocurrió pensar que la guerra es la de Sunzi y no la de Clausewitz, y que cualquier cosa es posible, incluso esta guerra.

Los científicos se mueven al compás del dinero, como todo. Que si el bosón de Higgs, la partícula de dios, que si el colisionador de Hadrones, que si los marcianos, pero…

Fracaso comunidad científica y de los expertos analistas del futuro, los de la moqueta y cuenta corriente.

Un bichito minúsculo, que conocen, que sabían de su existencia, colapsa al mundo, en una guerra sin precedentes para la que no hay soldados ni armamento.

Saldremos reforzados, como lo hemos hecho siempre, pero a costa de muchos sacrificios y muchos muertos que deben pesar sobre nuestras conciencias, de algunos más que de otros.

Mientras me sigo preguntando todo, pero además  ¿dónde está la solidaridad mundial, de naciones, las reuniones de Jefes de Estado, de la comunidad científica? ¿Tiene miedo al bichito?

Se lo explicaría un legionario: No abandonar jamás a nadie en el campo hasta perecer todos.

Y el que no sirva o tenga miedo que se quite de en medio.

En un reciente artículo el científico español, que fue Director del CSIC y catedrático de microbiología, don  César Nombela decía: <<el mundo haría bien en prepararse para la próxima emergencia infecciosa>>.

Ese es el camino. Que no seguiremos, claro.

Manden sus comentarios y no estemos solos.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

14 marzo 2020

Blog: generaldavila.com