DUDAS DE UN ATAQUE BACTERIOLÓGICO. CERTEZA DE UN ATAQUE A LA LIBERTAD General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

1.-Dudas de un ataque bacteriológico

Hace unos días les mostraba un esclarecedor documento de los años 50 en el que se describía la preocupación del ejército estadounidense por la guerra bacteriológica y en el que se hablaba de la posibilidad de que Rusia manipulase los virus utilizándolos como arma invasora letal.

Eran años de preocupación por el arma atómica como elemento disuasorio; real después de Hiroshima y Nagasaki.

La guerra bacteriológica se mostraba como la alternativa barata e insidiosa a la atómica. Rusia no tenía la capacidad suficiente, todavía, pero manejar los virus es algo más sencillo y barato.

España, aunque no lo creamos, ha sido puntera siempre; en todo. En un artículo les hable de la fabricación de la bomba atómica: El Proyecto Islero. El Ejército español también se preocupó de la novedad y en todas las Escuelas Superiores, de Estado Mayor, y Academias Militares se le dedicaba tiempo y estudio.

La defensa contra la acción biológica, como la definía nuestra Doctrina Militar de entonces, era otro motivo de preocupación.

<<La finalidad que se propone la acción biológica es anular o reducir la capacidad de combate de las tropas provocando infecciones que den lugar a enfermedades en los hombres, animales o plantas, transmitidas por el agua, el aire u otros medios>>. <<La información es clave y precisa que todos los escalones orgánicos, los Servicios de Sanidad, Farmacia y Veterinaria, en colaboración con los centros científicos civiles, estén en condiciones de conocer:

-Los agentes patógenos que se estime pueden ser utilizados por el enemigo.

-Los medios biológicos, físicos y químicos que existan para contener la reproducción de dichos agentes.

-Las posibilidades de aumentar las defensas del organismo humano>>.

Lo creo de total actualidad. Aunque hemos dejado en su mínima expresión servicios tan importantes como la Sanidad Militar, Farmacia y Veterinaria.

Siguiendo con el argot militar convendría saber si esto que ahora sufrimos es una amenaza, una crisis, un riesgo o una agresión. Podría ser cualquier cosa y por tanto derivar en lo peor. Podría ser.

Desde Clausewitz la derivada de todo ello significa utilizar medios de combate con la finalidad de imponer una voluntad sobre la otra. Podría ser.

La guerra es un conflicto de voluntades que puede derivar en un conflicto armado.

La comunidad científica está, aparentemente, desorientada. O los que saben se callan. ¿Por qué? En uno u otro caso estamos ante una situación indefinida, grave y que puede degenerar en cualquier cosa. Médicos, especialistas, científicos, técnicos, listos y menos listos, todos hablamos, pero nadie dice nada, porque nadie parece saber nada.

Eso es lo que me preocupa. He hablado con verdaderos sabios del tema y su sabiduría es incógnita; lo era hace unos meses y sigue siéndolo. Lo que me preocupa.

Laboratorio Chino de Wuhan. El centro de las sospechas

Empiezo a tener algo más que dudas de una epidemia surgida de la nada, del pangolín o del hasta ahora beneficioso murciélago. No me creo nada ni a nadie. Los hechos son que hay antecedentes. Los profetas lo han anunciado desde que se escribió la primera frase con significado. Hay dos mundos enfrentados; o varios. No dudarán en emplear cualquier cosa para acabar con su adversario. Es la ley más cruda y bestial (brutal o irracional), pero es la que rige, todavía, en el mundo.

Empiezo a creer que el covid-19 es la partícula del diablo. Inventada y liberada en dosis perfectamente calculadas. Buscaban la de Higgs, le llamaron la partícula de Dios y mira por donde, sin tener el gran colisionador de Hadrones, sino simplemente unos cuantos murciélagos, aparece coronavid-19. La partícula del diablo.

¿Tendrán ellos la vacuna para usarla cuando sea el momento? Sin duda.

He ahí el secreto: el momento.  Puede que no haya otra vacuna. Todo depende de cómo fue la creación del virus. Y de lo que pretendan.

Hay dudas de un ataque bacteriológico.

2.- Certeza de una ataque a la libertad.

Que lo hay contra la libertad no hay duda. Creíamos que todo era posible menos anular los derechos constitucionales de un pueblo. Está pasando en España, hoy, ahora. Todo es posible cuando un pueblo está doblegado y ni siquiera se lamenta por sus muertos. Acepta todo, se somete dócil al castigo envuelto en una sociedad que ha hecho necesaria la presencia policial hasta en tu dormitorio. Un símbolo típico del totalitarismo.

Los ataques a la libertad proceden de unos partidos políticos, viejos conocidos, que no quieren la guerra sino la victoria, para lo que cuentan con una poderosa máquina de propaganda y agitación, en la que colaboran hasta los servidores de hacer cumplir la ley.

Creo que nunca ha estado España tan cerca del totalitarismo y tan amenazada como lo está hoy. Se ha impuesto una religión sin Dios, es decir el comunismo: el culto al líder, ese que predica lo contrario a lo que hace y por ello es adorado. El comunismo es emocional y virulento por lo que acude más a las emociones que a la razón. Tiempos de grande emociones, como estos, son los suyos. Aquí caen todos, todos participan y cuando quieres evitarlo ya estás dentro del útero del odio.

El mayor enemigo del comunismo es la libertad. Lo vemos día a día. Este es su momento.

Más que nunca es necesaria la inteligencia y estar preparados sin dejar llevarse por las emociones que ellos regulan y manipulan.

No nos salvarán las viscerales reacciones, ni los jinetes a caballo liderando grandes ejércitos de reconquista. Se necesitan hombres de talento que sepan estar en todos los campos; se necesita unidad sin egoísmos, sin protagonismos, sin esperar nada a cambio. Es el tiempo de los mejores y no de los que más chillan. O lo que es lo mismo: el de los valientes. Siguiendo nuestra vieja escuela:   <<El oficial ha de abstenerse en el combate de realizar alardes inútiles de valor>> […] <<todas sus actividades y todo su valor, en el verdadero concepto de esta palabra, han de tender a conservar durante el mayor tiempo y en el más alto grado, las energías físicas y morales de su tropa…>>. Para ello la unidad, sin personalismos ni prepotentes posturas. Humildad y sabiduría ante un enemigo muy hábil y sutil.

La batalla es contra un virus desconocido y otro muy conocido.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

15 mayo 2020

PANDEMIA, RECLUSIÓN FORZADA, PREOCUPACIÓN Y OCUPACIÓN ¿DÓNDE ESTÁ Y PARA QUE QUEREMOS A LA ONU? General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

He pensado que debe de haber mucha gente en casa con preocupación y aburrimiento. No podemos ayudarles en lo primero, pero sí hacer algo para al menos entretenernos y desahogarnos escribiendo lo que pensamos y sentimos. Por ello abro el blog este fin de semana para que todos ustedes se expresen, escriban y cuenten lo que quieran con la finalidad de hacer más llevadera esta reclusión a la que nos someten.

Por tanto vamos a llevar a cabo una maratón de publicaciones, nuestras y suyas, para así hacer más llevadero este encierro. Solo les pido respeto y educación. Se pude decir todo y a todos, pero dentro de las mejores formas que todos conocemos. A por ello.

Hay mucho de irresponsabilidad en esta crisis, también de intranquilidad precisamente porque a alguien se le ha escapado de las manos el control de este proceso. Y se le sigue escapando, porque veo con estupor que el vicepresidente del Gobierno, con grave irresponsabilidad se ha presentado en la mesa del Consejo de Ministros de hoy cuando debería estar sometido a la preceptiva vigilancia o cuarentena. ¿Con qué desvergüenza se atreven a tomar medidas, cuando lo suyo debe ser la inmediata destitución? ¡Vaya ejemplo el del partido morado, junto a los de la convocatoria del 8M! Ahora a parchear.

Dicen que no es momento de críticas y opino lo contrario. Es momento de someter a un rígido control al Gobierno que no ha tenido la decencia de reunirse con el conjunto de líderes políticos  para estudiar, analizar y dejarse aconsejar. La misma situación ocurre a nivel mundial cuando cada nación toma las medidas que se le ocurren y ni China, ni EEUU, ni Europa, ni Rusia, nadie, nadie se reúne para tratar de aliviar y solucionar esta hecatombe.

Me pregunto: ¿Para qué sirve la ONU? ¿Para qué sirve su Consejo de Seguridad? ¿No es esto una crisis mundial?

Los eslogan de quienes ya conocemos, aquellos de <<queremos un Gobierno que no nos mienta>>, los de <<sí se puede>>, resulta que mienten y no pueden. Ayer decía el presidente del Gobierno que <<Estado alarma>>, hoy la esperamos, se hace esperar, ¿por qué no se hizo ayer, o anteayer, o mañana, o nunca? No sabe qué hacer, ni qué decir. Los españoles huyen. ¿Cómo no? No saben, mala información, muchas dudas, mucha intranquilidad. Niños, abuelos, enfermos, la crueldad de no poder visitar a los mayores encerrados en una Residencia, la duda, siempre la duda de en qué manos estamos y siempre la solución a base de arruinar vidas y haciendas de los más débiles. Esa es la respuesta de un Gobierno socialista y comunista.

Otra cosa que no hace más que rondarme la cabeza: Veo un fracaso de la comunidad científica sin precedentes. Esta es una guerra que se podría prever. Hay miles de Think Tank ingresando dineros para contarnos unas películas que nunca se cumplen (desde la caída del muro de Berlín hasta hoy no han dado ni una). Hablan, escriben, cobran y dirigen hasta las finanzas. A ninguno se le ocurrió pensar que la guerra es la de Sunzi y no la de Clausewitz, y que cualquier cosa es posible, incluso esta guerra.

Los científicos se mueven al compás del dinero, como todo. Que si el bosón de Higgs, la partícula de dios, que si el colisionador de Hadrones, que si los marcianos, pero…

Fracaso comunidad científica y de los expertos analistas del futuro, los de la moqueta y cuenta corriente.

Un bichito minúsculo, que conocen, que sabían de su existencia, colapsa al mundo, en una guerra sin precedentes para la que no hay soldados ni armamento.

Saldremos reforzados, como lo hemos hecho siempre, pero a costa de muchos sacrificios y muchos muertos que deben pesar sobre nuestras conciencias, de algunos más que de otros.

Mientras me sigo preguntando todo, pero además  ¿dónde está la solidaridad mundial, de naciones, las reuniones de Jefes de Estado, de la comunidad científica? ¿Tiene miedo al bichito?

Se lo explicaría un legionario: No abandonar jamás a nadie en el campo hasta perecer todos.

Y el que no sirva o tenga miedo que se quite de en medio.

En un reciente artículo el científico español, que fue Director del CSIC y catedrático de microbiología, don  César Nombela decía: <<el mundo haría bien en prepararse para la próxima emergencia infecciosa>>.

Ese es el camino. Que no seguiremos, claro.

Manden sus comentarios y no estemos solos.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

14 marzo 2020

Blog: generaldavila.com