EL PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE ESPAÑA OFENDE A LA NACIÓN EN SU PRINCIPAL SÍMBOLO: LA BANDERA Si lo prefieren, este otro titular también es válido: EL PRESIDENTE SÁNCHEZ DECLARA LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA. Rafael Dávila Álvarez. General de Dividion (R.)División (R.)

El presidente en Cataluña

Podemos acudir a la Constitución, a las leyes que de ella se derivan, o a donde quieran ustedes; es lo mismo porque le da lo mismo. Estamos al dictado de su dictamen. Eso tiene nombre y apellido.

En la visita a Cataluña el presidente del Gobierno del Reino de España ha sido recibido con honores ¿militares? por un piquete de mozos de escuadra con la bandera catalana ante la que ha rendido saludo inclinando la cabeza. Ante una bandera que no era la de España y era, hasta hoy, un lugar de España.  La bandera de España no estaba en ese piquete, formación o lo que sea. Creí ver visiones.

El presidente ha admitido un flagrante incumplimiento de ley además de reconocer con ese gesto, de una simbología máxima, a otra nación y despreciar a la suya, la nación española en el símbolo más representativo de una nación: su bandera.

La bandera de España

De acuerdo con la Ley, la Constitución, en el Título Preliminar, Artículo 4:
  1. La bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas.
  2. Los Estatutos podrán reconocer banderas y enseñas propias de las Comunidades Autónomas. Estas se utilizarán junto a la bandera de España en sus edificios públicos y en sus actos oficiales.
Es decir «junto a…» que significa lo que aclara el artículo primero de la Ley 39/1981:
«La bandera de España simboliza la nación; es signo de la soberanía, independencia, unidad e integridad de la patria y representa los valores superiores expresados en la Constitución» y el cuarto que dice:

«En las Comunidades Autónomas, cuyos Estatutos reconozcan una bandera propia, ésta se utilizará juntamente con la bandera de España en todos los edificios públicos civiles del ámbito territorial de aquélla, en los términos de lo dispuesto en el artículo sexto de la presente ley».

Independencia de Cataluña

El presidente del Gobierno del Reino de España acaba de declarar la, para él, ya independencia de la nación catalana (¿simbólicamente?) y reconocido su bandera. ¿Simboliza a la nación catalana?

Gravísimo atentado contra la soberanía nacional.

Por recordar algo:

Sentencia del Tribunal Supremo del 24 de julio de 2007:

«La bandera debe ondear diariamente con carácter de permanencia, no de coyuntura, no de excepcionalidad sino de generalidad y en todo momento».

Siendo esto lo más importante, ante la legalidad, hay algo que no debe escapársenos: el gesto. Uno es experto en viajes a otras naciones y sabe que se pactan hasta los más mínimos detalles y que se valora el significado de cada gesto, acción; y hasta sonrisas. Todo está pactado. Aquí lo han hecho. Se ha pactado el reconocimiento de ese gesto de recepción, con una formación, caricatura de un ejército, ofreciendo la simbología de nación soberana, y en Moncloa, el Gobierno, lo ha admitido. Lo importante era el gesto y los que lo protagonizaban.

Para muchos y dado el desconocimiento, o la apatía existente, el tema no tendrá mayor importancia, pero la tiene máxima al margen del incumplimiento, admitido y dado por bueno, de la legalidad.

Las Fuerzas Armadas y la Independencia de Cataluña

Han querido ofrecer esa imagen: la de una nación que recibe a la nación de al lado. Admitido por ambos. Las conversaciones que tengan, los acuerdos, nada tienen que decir cuando el gesto ya ha marcado el futuro. Vamos listos. Si ustedes no quieren captarlo es síntoma de que estamos perdidos.

Sobre todo para los que bajo el artículo 8 de la Constitución y su juramento ante el símbolo de la bandera tienen como misión: «Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional».

Dada la gravedad del gesto alguien debería mostrarse al menos contrariado y pedir una aclaración. El orden está claro. Es este, aunque puede ser otro:

La ministra de Defensa al presidente del Gobierno: una aclaración y un manifiesto malestar. Está al mando de una institución muy sensible a los símbolos, por los que se juegan sus hombres cada día y en cada misión su vida.

El Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) y los Jefes de los Ejércitos y Armada (JEME, AJEMA y JEMA) a la ministra algo tendrán que transmitirle; digo yo.

La dimisión es otra opción muy válida.

—El resto a callar; ¿retirados también?

No se puede ir a Cataluña y doblar el espinazo ante el independentismo y admitir unos honores ¿militares?, que van contra la propia nación que presides.

Se ha cruzado una barrera muy peligrosa: la de los símbolos y entre ellos el más importante y sensible: la bandera.

El presidente se ha deslegitimado para presidir su nación.

La acaba de romper, entregar y enfrentar.

El paso siguiente es de máxima gravedad y de total incertidumbre: una nación destruida y humillada sin nadie que la defienda.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

16 septiembre 2021

Blog: generaldavila.com

 

 

HABRÁ REFERÉNDUM E INDEPENDENCIA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Me propuse no escribir sobre las elecciones catalanas.

Razón (es): con la situación a causa de la pandemia esto es un escándalo. Que se despachen a gusto Bárcenas y Villarejo días antes de las elecciones otro. Que Illa se presente… pónganle ustedes nombre. Que se den estos resultados por decisivos y se tomen como un plebiscito para la independencia es una burla. Como en el 31. En definitiva: hablamos de una estafa del 50% (¿o del 3%).

Todo encaja en lo que me parece una ofensa a la razón y por tanto al bienestar individual.

Incumplo y me pido perdón; hablaré de ello. Lo haré con brevedad.

Que nadie dé saltos de alegría, que nadie se crea ganador a excepción de los que quieren la ruina de España. Ellos sí han ganado. Todos los demás han sufrido una derrota clamorosa digna de su expulsión inmediata de la política y ponerse a rehacer los llamados partidos que nunca han dejado de ser un lugar para la colocación y el tejemaneje. Ahora que no se llamen a engaños. Seriedad es lo que pedimos.

¿Qué oscuros intereses hay detrás de cada cual?

La situación en la que queda Cataluña es muy peligrosa. Nada nuevo ni inesperado. Como ahora se denomina, han  construido un relato perfecto, con la inestimable ayuda de Zapatero-Sánchez-Iglesias-Rajoy y, ¡cómo no!, de esa Europa meliflua y a la vez traidora a ella misma, que demoniza a la democracia española y deteriora la imagen exterior de España (con el huido Puigdemont incluido). Ningún partido del otro lado, los que defienden (?) la unidad de España (no incluyo al actual pesoe), ha sabido combatir y dar explicaciones convincentes ni a propios ni a extraños, sino que han convertido España en su campo de batalla particular para ver quien la defiende mejor, quien es el más fuerte y más valiente, es decir la han hundido para ensalzarse ellos.

Este es el resultado: la desaparición de España como Nación. El Estado ya no existe.

El siguiente paso está claro. Las elecciones son un paso más de este camino que va despacio, firme y seguro. Saben a dónde van, por dónde y cómo recorrerlo.

Al equilibrio y a la moderación le acaban de dar una patada en el culo.  Ha nacido —hace tiempo— la mediocridad dirigida por imbéciles y aplaudida por los mismos que se enzarzan en cuanto tienen las manos libres después de pelearse en las gradas. La única solución que veo es hacernos todos imbéciles y participar desde la grada: en la pelea.

«Los Estados —ya sean nuevos, ya sean viejos o mixtos—consisten en las buenas leyes y las buenas armas». Leyes, armas y religión; decía el prudente Maquiavelo. Leyes que cumplir, armas que obliguen a cumplirlas y creer en la Nación. Si no es así, pues eso: imbéciles e independencia.

De España, de lo que queda, se pueden dar datos: crispada, indignada, pero sin moverse de casa.

Os lo merecéis me dijo el británico de Benidorm. Vosotros más, le contesté. No digo lo que a continuación me soltó. No era alemán, ni francés, ni belga, ni polaco, ni… Era de Gales.

Habrá referéndum. Lo preparó Zapatero, lo secundó y firmó Sánchez. No conocemos a los cultos que les han lanzado al ruedo. ¿O sí?

Ni leyes, ni armas. Ni rezar vale. Esto se acabó.

¿La Corona? Camino del Centenario: 1931.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

16 febrero 2021

 

 

RESPUESTA A LA CARTA DE LA MINISTRA DE DEFENSA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Después de leer la carta de la ministra de Defensa la preocupación aumenta. Aquí no es un miembro del Gobierno el problema sino el todo, formado por las partes que lo conforman.

Es humano elogiar cuando juzgas bajo la esperanza puesta en lo personal, pero la experiencia me dice que no hay que fiarse del que mucho te halaga. No debe preocuparnos a donde <<voy>> a llegar, sino a donde <<vamos>>. Que esto no es uno, ni masa, sino compañía.

El caso es que la carta de la ministra la agradecen, algunos, pero es inoportuna e inadecuada. Tenga paciencia y espere, señora ministra, a que esto acabe, si ustedes son capaces de ponerle fin. Ahora queremos datos. Esos que no nos aportan. Ayudan más los datos que las lisonjas.

Hasta hace bien poco, el Mando militar, entiéndase la cadena de mando militar, uniformados, para entendernos, no paraba de exponer con rotundidad la situación real de nuestros ejércitos. Mala, muy mala: <<sacrificamos soldados y desmantelamos unidades>>. Cuando ahora llega el momento de la verdad y un ejército vago al hielo y al calor asombra a propios y extraños por su rapidez y destreza en la ayuda y apoyo, todos se sorprenden y aplauden. Empezando por la ministra. ¿Pero que creía? Pues a pesar de todo y de todos…

No, no es solo la UME, son los ejércitos de España, como siempre, todos, que sin pedir ni rehusar, con lo poco que tienen parece que son lo más, y desinfectan, entierran, levantan hospitales, curan hacen lo que otros no hacen, o no quieren hacer, o lo que no se quiere pagar, mano de obra barata; lo que sea, cumplen con su deber y obedecen hasta morir.

Han utilizado al ejército cuando la situación les superó y no sabían a quién recurrir. Desde el Gobierno (especialmente la Ministra de Defensa) ha querido mostrar, desde el primer momento de la declaración del estado de alarma, la participación del Ejército en la emergencia (quizá porque sabe que el pueblo español lo recibe bien y se tranquiliza cuando percibe la presencia de los militares junto a ellos en las emergencias. Esto, por otra parte, al gobierno le sirve de «balón de oxígeno»). ¿En qué condiciones?

Pero, las FFAA no son solo la UME. Las capacidades de transporte, alojamiento, abastecimiento, alimentación, entre los pobres presupuestos y las externalizaciones (por no llamarlas por su verdadero nombre: privatizaciones), se han reducido enormemente (y si no que se lo pregunten al anterior JEMAD). La Sanidad militar que incluiría los Hospitales fijos y todo el elenco de médicos, enfermeros, auxiliares etc., fue reducida drásticamente.

Hasta la seguridad militar se ha externalizado (¿privatizado?), -¿quién lo diría?- y ya para colmo se remató la jugada con la externalización de la enseñanza militar, a pesar, se habrá dado cuenta la ministra, que en este ejército que ve sobran ingenieros de moqueta y faltan soldados. A este paso hasta el mando de compañía se privatizará.

La  reducción de efectivos que se dio, ya que el servicio militar se había <<suspendido>>, fue la excusa perfecta para vender inmuebles (establecimientos, hospitales)  y desprenderse de personal (y  de una organización que funcionaba) ya que a los <<ya en menor número>> de militares que iban a quedar en plantilla (aunque, entonces, se incorporase la tropa profesional) se les encauzaba  a las compañías sanitarias o a la Seguridad Social (¿Externalización? Eso sí, se mantuvo – menos mal – una mínima Sanidad militar para campaña y operaciones).

Por eso, porque tampoco hay tantos sitios de donde sacar, la UME puede ser considerada como una solución para mostrar presencia inmediata.

El problema es, y eso no lo conoce el pueblo español, que las capacidades que tenían los Ejércitos hace unos años y que -por otra parte son las que la sociedad española sigue creyendo que mantienen-, es algo que ha pasado a la historia debido, a muchos años, y a muchos gobiernos de ambos colores, que han desmantelado sus capacidades y no han hecho nada por atender la necesaria inversión. Si no fuese por la exigencia de Defensa y Seguridad internacionales dudo de que existiesen Cuarteles o que tuviésemos armas; todo lo más mangueras.

No es necesaria la lisonja a unos hombres, soldados, curtidos en el cumplimiento del deber.

Lo que más valoran es la verdad y el ejemplo de su capitán. No puede cualquiera mandar firmes a su tropa cuando no ha defendido su presencia en el lugar que les corresponde. Cuando no son bien recibidos en lugares de de España, por la que han jurado entregar hasta la última gota de su sangre, por los demás. Su ministra dice textualmente: <<Me gustaría resaltar también la excelente acogida que nuestras unidades han recibido allí donde han intervenido. Lo que refuerza la integración de las Fuerzas Armadas con la sociedad española, de la que forman parte y a la que sirven>>. Mal está la verdad a medias, señora ministra. ¿Dónde han intervenido? ¿Dónde no han intervenido? Usted no dice toda la verdad. No han sido queridas ni recibidas como se merecen ni en Cataluña, ni en el País Vasco, y mucha de la culpa de ello la tiene el Gobierno al que usted pertenece y que se mantiene gracias a esos que no ponen buena cara a sus ejércitos porque no los sienten como suyos. Porque sus gobiernos predican no ser españoles y difunden ideas contra España: separatistas. Sus socios de Gobierno.

De forma que obras son amores y aquí todo se aguanta menos que a uno le hablen alto, es decir que nos mientan.

Pasado esto, se olvidarán de los soldados y volveremos al material caducado, avejentado, y a la diaria lucha por la supervivencia, a <<sacrificar soldados y a desmantelar unidades>>. Presupuesto cero para tiempos recios. Tiempos para admitir que invadan nuestra aguas territoriales, o que nuestros soldados desplieguen sus misiles para defender a quien nos roba el material sanitario, a ser lo menos y aparentar lo más.

Siga aplaudiendo y enviando cartas, señora ministra, sin enterarse de lo que son unos ejércitos y para lo que sirven.

Ser soldado es ser de España, de toda, aquí en Madrid, en Sabadell o en Irura. Solo faltaría. También para defender nuestras aguas territoriales y nuestras fronteras.

Decía la antigua Doctrina del Ejército de Tierra que <<la Infantería reúne un conjunto equilibrado de capacidades medias que le permiten combatir, en casos excepcionales, con sus solos elementos y recursos>>. Eran otros tiempos. No somos masa, sino compañía.

Puede ser que la solución, como pretendía este presidente del Gobierno, sea suprimir el ministerio de Defensa. Crear otro, otra cosa. Otro día les explico como podría quedar la cuestión de ese ministerio suprimiéndolo o más acorde con lo que estos gobernantes piensan.

No puedo terminar sin recordarla con preocupación, y debería ser su ocupación, que usted es ministra de este Gobierno que a su vez lo es gracias a los que, aprovechando el momento de máximo dolor de España, pretenden aprobar, con ustedes, poder lanzarse a injuriar al Rey y ultrajar a España.

Para la próxima ocasión, si la hay, dígale a su asesor militar, que le recuerde terminar las cartas dirigidas a sus soldados con un ¡Viva España! un ¡Viva el Rey! o un ¡Viva las Fuerzas Armadas!, esas cosillas que hacemos los soldados. Se le ha debido pasar incluso poner en la carta una bandera de España.

Ya sé que soy un soldado retirado y que para mí no iba la carta. En cualquier caso la hubiese dado por no recibida.

La carta de la ministra de Defensa

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

6 abril 2020

CATALUÑA: CUANDO LA POLÍTICA NO ENCUENTRA UNA SOLUCIÓN PACÍFICA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Cataluña: situación prebélica.

Moltke, jefe del Estado Mayor prusiano durante 30 años (desde 1857), enseñaba a sus oficiales que cuando el enemigo tiene abiertos ante sí tres caminos, de ellos elegirá el cuarto.

Alguno se empeña en presentar la independencia de Cataluña como un problema político. Lo es si nos atenemos a la usada, reiterado mal uso, de la definición de Clausewitz de que la guerra es la continuación de la política por otros medios. Queda así dudoso el concepto si no se añade que eso ocurre porque la política no logra encontrar solución pacífica. La guerra es el último recurso de la política. Para llegar a esa situación antes se recorren otros caminos que lo anuncian. Cerrar los ojos ante las evidentes señales es una temeridad.

Hablar de guerra en Cataluña se me antoja prematuro. Todo se andará. Pero las señales nada bueno anuncian.

<<El mejor agüero es este: combatir por la Patria. ¿Por qué te dan miedo el combate y la pelea?>> (La Ilíada, canto XII).

No encuentra la política solución al golpe de Estado en Cataluña. No porque no la haya, sino por cobardía. Lisa y llanamente por cobardía.

<<Sé que los cobardes huyen del combate, y quien descuella en la batalla debe mantenerse firme, ya sea herido ya a otro hiera>> (La Ilíada. Canto XI).

Mejor podríamos hablar de desbordamiento de la delincuencia en el que están implicadas las más altas instituciones de Cataluña. Delincuentes: unos juzgados, otros en delincuencia manifiesta. Abarca a la palabra y a los hechos. Hechos muy graves que la Guardia Civil ha desarticulado a tiempo, antes de una tragedia. En Cataluña no se combate, por ahora, se delinque. Diferencia fundamental. Nada tiene que ver un soldado con un delincuente. Ellos quisieran tener un ejército, ya tienen un proyecto, pero nunca sería tal, sino una banda de delincuentes, o más claro, de forajidos. Uno de sus jefes es ya un forajido; acompañado de otros cuantos. Puigdemont es la definición. (Forajido: Delincuente que anda fuera del poblado, huyendo de la justicia).

No. Esto no es una guerra. Es pura cobardía e incumplimiento de la ley. Lo de Cataluña es la prueba evidente de la cobardía de España. Digo bien, porque nuestros representantes son los responsables. Los que tenían que tomar medidas, los que asumen la soberanía, hablan y actúan por nosotros. Pues habrá que pensárselo: <<Por sus obras los conoceréis>>.

Todos tenemos culpa.

Esto no es una guerra, pero podría serlo. Es, por ahora, una feroz lucha contra la delincuencia. Los delincuentes están organizados; dirigidos desde las más altas instituciones catalanas, ejecución a todos los niveles, servicio de información que abarca toda la península y se infiltra en los del Estado, agencias en el extranjero, logística pagada con los presupuestos del Estado español, grupos violentos que atacan con objetivos tácticos  que responden a la gran estrategia del terror para la independencia; pero ellos no han sido. Esto no es una guerra, es peor. Es luchar contra delincuentes con riesgo de la vida. Un lucha donde no hay honor ni valor. Solo traición. Ningún apoyo. Ningún capitán que te dirija y guíe. Como caigas en la lucha contra ellos serás humillado, rechazado y declarado culpable. No hay confianza en la batalla. Los que combaten y luchan por la Ley se encuentran desamparados, sin capitán. Sin ejemplo a seguir. El soldado siente una inmensa soledad en estos momentos de la batalla.

La política no encuentra solución

La escalada de la delincuencia puede dar lugar a que la política continúe por otros medios y será por la incompetencia de quien debería haber utilizado los que la política pone a su alcance. No lo hizo, no lo hace y cuando quiera será tarde. <<El necio solo conoce el mal cuando ya está hecho>>.

En definitiva: estamos ante una situación prebélica. La pérdida de la iniciativa es evidente. La lucha partidista no permite hacer un frente común. La unidad de España está en juego, no hay unidad en el planteamiento para su defensa.

Ante ese panorama el enemigo, ha elegido el cuarto camino: el de los forajidos.

De seguir ofreciendo una pírrica defensa habrá que continuar la política con otros medios.

Cuando no hay ley y se desata la violencia dirigida desde un Parlamento, y la respuesta es ninguna,  es señal de que la política no encuentra solución pacífica. Ya se sabe lo que eso significa.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

4 octubre 2019

UN PRESIDENTE PERDIDO EN PALACIO REAL. ZARZUELA DA EXPLICACIONES (Esto es lo ocurrido, parece ser que la verdad) General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

UN PRESIDENTE PERDIDO EN PALACIO REAL. ZARZUELA DA EXPLICACIONES (Esto es lo ocurrido, parece ser que la verdad) General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

12 de octubre. Día de la Fiesta Nacional de España. Desfile de las Fuerzas Armadas. Comienza con pitos al inmerecido presidente del Gobierno: <<¡¡elecciones!!>>, <<¡¡okupa!!>>; él se ríe; nuestro presidente se ríe de todo, reacción infantil y algo histérica. La procesión de su debilidad va por dentro. No sabe y se nota. Contesta con soberbia: <<no voy a ser menos que González y Zapatero>>. Las comparaciones son odiosas. No es menos ni más, ni en lo mejor ni en lo peor. Al menos no ha tenido tiempo para ser ni siquiera nadie, pero todo se andará. Le vamos conociendo. Mejor malo conocido…

Pero hoy era el Día de la Fiesta Nacional de España. Quién lo diría. Gris el cielo de Madrid, lluvia, todo quedaba alrededor de la Corona y de las Fuerzas Armadas; el resto ni estaba ni se le esperaba. Casi mejor. Se nubló el día. Los aviones a sus hangares. Tuve un recuerdo para el capitán Aybar que el año pasado voló este día por última vez. El cielo se nubló de tristeza. ¡Ay mi capitán! Esto está peor… Poco brillo de estrellas.

Al fondo estaba Cataluña. Allí también hubo desfile, en Barcelona. Sin presidencia, sin la Legión, sin la Guardia Civil, solos los españoles, con la palabra del Rey como fondo: <<una vez más el firme compromiso de la Corona con la Constitución y con la democracia, mi entrega al entendimiento y la concordia entre españoles, y mi compromiso como Rey con la unidad y la permanencia de España>>, desfilaban miles de españoles pensando en la unidad de España, en Cataluña, luchando para que no les echen de España. Aquello va en serio. Es muy serio.

La mirada también en Mallorca. Una tragedia difícil de encajar. Ese era el lugar más importante.

Pero todo esto se ha quedado en pura anécdota y ha subido a primera línea informativa la metedura de pata protocolaria del presidente del Gobierno. De poco le ha servido tanto vuelo por el mundo. Todos somos de gestos. Un gesto mueve montañas o te entierra bajo su sombra.

Me cuentan que había prisas en Palacio Real. El tiempo en otoño se acorta y Mallorca esperaba. La tragedia era la prioridad y los Reyes querían llegar con luz al lugar de la tragedia para acompañar hoy a los afectados.

Los Reyes esperaban ya en el Salón del Trono. Los invitados habían sido situados en salones distintos y el inicio del besamanos se prolongaba. Algunos nervios y prisas. La espera de los Reyes a que comience el besamanos empezó a crisparse. Protocolo de la Casa del Rey decide dar entrada al presidente del Gobierno para que acompañe a SSMM. mientras terminan de organizar la fila del besamanos. Pasa el presidente con su esposa, pero cierta descoordinación hace que en ese momento alguien, también de protocolo, crea que es el inicio del besamanos y da paso al resto de invitados justo detrás del presidente y su esposa. El presidente no capta la situación y cree que debe quedarse con los Reyes. Eso es lo que él ha entendido. No está avispado, no reacciona, se queda al lado de los Reyes hasta que un funcionario de protocolo le indica que se retire. Humildad, no ir sobrado. Donde fueres haz lo que vieres. El presidente está obediente y se va. Su cara es otra cosa.

 

Todo esto no da más de sí, aunque descubre carencias e interioridades. Mañana ocupará portadas y comentarios. ¿De quién es la culpa? Que cada uno asuma la suya. En Moncloa echan la culpa a la Casa del Rey (?). Cuento lo que sé.

He visto muchas cosas en las gruesas moquetas. Hasta un presidente del Congreso hacer la reverencia que hacen las señoras al saludar al Rey. Lo de hoy no lo había visto nunca, pero es solo el comienzo de un nuevo protocolo que nos va a dar gloriosos momentos… o vértigo.

Lo importante sigue estando en Barcelona donde nadie parece que quiere mirar. Desde luego al presidente, Pedro Sánchez, sí que allí le han dicho <<siga usted, aquí no se pare, este no es su sitio>>, y no ha sido precisamente un funcionario el que se lo ha dicho. Sonriente ha abandonado a Cataluña y a los españoles de Cataluña. Sin protocolo, más perdido que en Palacio Real.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Manifestación hoy en Barcelona. «Somos españoles»

Blog: generaldavila.com

12 octubre 2018

¡VOTO YO QUE TODOS USTEDES VAN A LA PRISIÓN! (SI SE VIOLA LA CONSTITUCIÓN NOS VAMOS) Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Bronca a Torrent de los empresarios alemanes

Cataluña camina hacia la independencia. La económica sobre todo, que está a punto de alcanzar. Romanones decía que la independencia económica era no tener dinero. Así va a ser: independencia total. Cataluña no va a tener que depender de ninguna empresa porque estas se van si no se han ido ya. La ruina. Que tendremos que pagar el resto de españoles.

El presidente del Parlamento Catalán, señor Torrent, intentaba calmar a los empresarios alemanes que se han instalado en España con leyes de España y aires de España. Ahora ni leyes, ni aires ni España. Solo inseguridad, dictatorial administración y futuro tan incierto que significa, para un empresario, lo mismo que decir que no hay futuro.

No se callaron los alemanes del Círculo de Directivos de Habla Alemana instalados en Cataluña. Su preocupación solo entiende en estos momentos ir por derecho, sin miedo a las represalias, y así se mostraron en el Círculo Ecuestre con el presidente del Parlamento.

Oiga, aclare usted este desaguisado porque si no nos vamos. Se han terminado las sonrisas y el protocolo: Aquí venimos a hablar de negocios.

Y el aluvión no se hizo esperar. Algunas preguntas saltaron por los aires:

“La inseguridad no nos permite tomar decisiones sobre inversiones en Cataluña, pedimos con fuerza que se vuelva al Estatut”.

“Su lazo amarillo nos ofende y nos insulta; da a entender que en España no hay libertad y que las personas que están en la cárcel son unos angelitos. No tenemos que soportar esto por parte de quien ha de representarnos a todos”.

“Han conseguido que haya guerras en las familias y que más de 3.000 empresas se hayan ido de Cataluña”.

“Los que están en la cárcel no son angelitos […] Yo no me he puesto la bandera española por respeto, no por falta de ganas. El lazo amarillo no representa a todos los catalanes, a muchos catalanes nos ofende y mucho»

“¿Usted cree que un presidente en la cárcel da estabilidad jurídica?”.

Un valiente Karl Jacobi. Con la verdad por delante

Karl Jacobi es un empresario alemán en Cataluña. Dicho de otra manera: un europeo serio y trabajador con negocios en Cataluña. Las veleidades y los caprichos nacionalistas los juzga desde la ley que, a él y a sus negocios, le ampara. La ley no ampara las propuestas del presidente del Parlamento Catalán. Jacobi ha tomado el micrófono y con seguridad y firmeza le ha preguntado al señor Torrent: “Se han ido más de 3.000 empresas, hay familias enfrentadas… voto yo que todos ustedes van a la prisión”.

No sé si el señor Torrent ha captado que la pregunta iba más allá. Era una arenga: “Discurso pronunciado para enardecer los ánimos de los oyentes”.

Muy enardecidos están; ahora más porque el señor Torrent se fue como vino: sin saber dónde está, quien es y adonde va. Tan seria está la situación -económica- que el presidente del Círculo de Directivos de Habla Alemana ha cerrado el encuentro como quizá todos quería que empezase y terminase:

“Si se viola la Constitución nos vamos”.

Cuidado con las represalias institucionales. En la Cataluña de las libertades.

Cataluña ha perdido la confianza de todo el mundo, decía hoy Karl Jacobi. Del resto de España también y ese es el daño. Cataluña es decir España y su futuro van juntos. Ese es el drama.

¡Rey don Sancho, rey don Sancho!, no me digas que no te aviso…

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog generaldavila.com

8 marzo 2018

 

 

 

 

 

A LA DEFENSA DE LA VERDAD HISTÓRICA Juan Chicharro Ortega, General de División de Infantería de Marina ( R )

Brillante y clarificadora la conferencia impartida, recientemente, por Santiago Milans del Bosch,  sobre algunas cuestiones jurídicas en la aplicación de la Ley de Memoria Histórica y de la reciente Proposición de Ley de reforma de la misma.

Relevantes articulistas de la prensa diaria (Carlos Herrera, Herman Therstch, Fernando del Pino, etc.)  inciden estos días sobre este mismo asunto y desde este mismo BLOG ya se han publicado, también, dos artículos : “En peligro la libertad, la memoria y la dignidad” del General Dávila y “ Una Ley para la venganza histórica” del que suscribe estas líneas.

Insisto hoy de nuevo, aquí, debido a la gravedad de cuanto podría suponer la posible entrada en vigor de una ley a la que se podrán dar muchos calificativos pero que es ante todo una norma simplemente liberticida y totalitaria en grado sumo.

«A la defensa de la verdad histórica” es como titulo este artículo, y, SÍ, es una llamada a la movilización intelectual y una  insistente apelación a no quedarnos de brazos cruzados ante las intenciones sectarias llenas de odio y de rencor de una izquierda vengativa que quiere transformar la verdad de nuestra historia reciente al hilo de una adormecida e indolente sociedad. No cabría tener temor si el partido principal del centro derecha, el PP, fuera fiel a sus principios funcionales, pero dada la deriva relativista que este partido ha tomado en los últimos tiempos intuyo que poco o nada se puede esperar de este grupo en la defensa de la verdad – sólo van a lo suyo – y en relación al emergente Ciudadanos, al parecer ya consolidado según las encuestas , cabría decir tres cuartas partes de lo mismo. Consecuentemente cabe esperar lo peor y  por lo tanto no nos queda otra que escribir y escribir con la esperanza de despertar la conciencia de muchos de sus todavía partidarios – que yo creo son mayoría – para oponerse a la ignominia que supondría la entrada en vigor de la citada Proposición.

Esta Proposición es un ataque directo a la libertad de expresión e ideológica que consagra el articulo 16 de la Constitución por lo que no cabe duda de su inconstitucionalidad, situación que más tarde o temprano tendría que darse, si bien ya saben Vds. aquello de “cosas veredes amigo Sancho” y en un país donde hemos visto que la aplicación de la vigente LMH se ha hecho – y se hace – de la forma más torticera, ante la pasividad de quienes tenían que enfrentarse a ella, presumo malos vientos.

Le supongo enterado, querido lector, de que muchas de las iniciativas para cambiar el callejero de nuestras ciudades, así como en otros casos, han sido cautelarmente paralizadas por los órganos judiciales ya que no se puede considerar, por ejemplo, que cambiar el nombre de la calle X  se pueda hacer al amparo de lo que dice el articulo 15 de la LMH por no sustanciarse que el nombre de dicha calle suponga exaltación de la sublevación militar en ningún caso.

A ver, para cambiar el nombre de una calle o retirar una cruz o monumento en suelo de titularidad pública no hace falta para nada ampararse en la LMH. Basta con que se apruebe por mayoría siguiendo los procedimientos administrativos reglados. Sucede que de hacerse así podría darse el caso de que la oposición se opusiera simplemente expresando que hay otras prioridades en las que emplear el dinero público. He aquí la razón de la “necesidad” de justificar dichos cambios en el fraudulento cumplimiento de la LMH, actuación que se hace ante el desconocimiento, o peor aún, cobardía de quienes deberían oponerse a dichas medidas.

Sólo cuando se acude a los tribunales de justicia, esgrimiéndose de que no se trata de supuestos del artículo 15 de la LMH, los órganos judiciales suelen dar la razón – como estamos viendo – a quienes se oponen al acto administrativo dictado “ en cumplimiento de la LMH” por no ser verdad.

Una vez más estamos ante la necesidad de que sea la justicia quien ponga orden en el desaguisado continuo en el que los políticos profesionales nos meten una y otra vez. No quiero ni pensar como se resolvería el problema independentista planteado en Cataluña si no fuera por las actuaciones de los diferentes órganos judiciales. Sin la intervención de estos España estaría muy cerca del desastre; pero como bien sabemos la justicia es lenta, y sí, al final llega, pero se da el caso de que cuando así sucede a veces los hechos ya se han consumado como estamos viendo continuamente. Un ejemplo lamentable de esto es lo que ha sucedido con el derribo de la Cruz de Callosa del Segura hace poco.

La reciente Proposición de Ley de reforma de la vigente LMH que el PSOE ha presentado, y el Congreso ha admitido a trámite, ha soliviantado de nuevo los ánimos de una parte de la sociedad española que asiste atónita a estos movimientos sin acabar de entender este afán por levantar heridas en lugar de dedicarse a resolver los verdaderos problemas que le preocupan.

Yo no creo en las “meigas” pero haberlas “haylas” y cabe preguntarse qué es lo que hay detrás de todos estos políticos que se empeñan en destrozar nuestra patria al son de oscuros dictados.

Hay que actuar ya “no en defensa” sino “a la defensa” de la verdad de forma activa y beligerante.

JUAN CHICHARRO ORTEGA

GENERAL DE DIVISIÓN DE INFANTERÍA DE MARINA (R.)

Blog: generaldavila.com

21 febrero 2018

¿DÓNDE ESTÁS ESPAÑA QUE NO TE VEO? Juan Chicharro Ortega General de División de IM (R.)

Reconozco que escribo con el ceño fruncido y el corazón encogido ante la parsimonia con la que el pueblo español contempla cuanto está acaeciendo en nuestra Patria.

La manifestación de ayer en Barcelona es prueba palpable de lo que digo: nuestro Rey vejado e insultado en su propia cara; los traidores, que al sol que más calienta saben colocarse, impávidos ante la ignominia; los anarquistas de la CUP haciéndose dueños de la manifestación sabiendo manejar a las masas a su antojo; un pueblo lleno de buenísmo y cobardía sin atreverse a condenar a quien les ha masacrado intentando un ridículo “pelillos a la mar”… Una simple lectura de diversos editoriales de la prensa internacional  nos llena de vergüenza como nación, si bien tal parece que se olvidan de que no hay mucha diferencia con eventos parecidos en Londres, París o Bruselas  tras atentados similares. Es Europa, y por ende España, donde la civilización cristiana no encuentra agallas para defenderse.

Un valiente sacerdote que dice verdades como templos es desautorizado con rapidez inusitada por su propio obispo; el mismo que contempla como pecadillos de juventud el que se arremeta contra iglesias y símbolos cristianos al grito de “arderéis como en el 36”.

Anarquistas profanan tumbas y mausoleos de soldados de España con absoluta impunidad e indiferencia hasta por las propias autoridades militares : la tumba de Muñoz-Grandes, el monolito del 2 de mayo, el mausoleo de la División Azul , cruces y monumentos conmemorativos de nuestra historia militar…, la lista es ya interminable.

Sí, la crisis que atenaza nuestra nación reviste ya  caracteres seriamente preocupantes si bien para mí lo más grave y serio es no ya la indiferencia de nuestros gobernantes que sólo van a lo suyo sino  la pasividad evidente de la sociedad civil; una sociedad cobarde y relativista.

Blas de Lezo

Cobra actualidad cada vez más la célebre frase de Blas de Lezo cuando dijo que “la nación no se pierde porque unos la ataquen sino porque los que la aman no la defienden”.

¿Dónde están hoy los que tienen la responsabilidad de defender nuestra integridad como nación y desde luego la Ley? De  momento sólo les he visto envueltos en pleitos y , eso sí, perfectos encajadores de toda clase de ignominias e insultos. Algunos a esto lo llaman dignidad. Curiosa manera de definir la incapacidad de reacción o de algo peor que me callo por prudencia.

Lo que estamos viendo en estos días en Cataluña y en las provincias vascongadas  con sonoros recibimientos y homenajes a reconocidos asesinos de ETA no son más que el prolegómeno de lo que está por venir en un inmediato futuro, si no presente.

¿Dónde estás España que no te veo?

¿Dónde está la España de las Navas de Tolosa, la de la conquista y civilización de un nuevo mundo, la que supo levantarse contra el francés, la que luchó y murió en Trafalgar o en Santiago de Cuba? Sí, también, ¿donde están aquellos dirigentes de la Segunda República que no dudaron en declarar el Estado de Guerra en Cataluña ante la proclamación del “Estat Catalá” que rompía la legalidad constitucional de entonces?

España  está adormecida y muy confusa ante lo que ve y el pueblo es fiel reflejo de la impasividad, o mejor dicho pasividad, de sus hipotéticos líderes: unos corruptos y otros disfrutando de lo que ven porque en el caos que se prevé acabarán convirtiendo nuestra Patria en su anhelada república bolivariana.

En un reciente artículo analizaba aquí la prudencia o inacción del Gobierno del Sr. Rajoy ante la amenaza secesionista  y concluía que lo que estaba viendo ya no era prudencia sino clara inacción en el ejercicio de su responsabilidad constitucional. Lo que ha sucedido en Barcelona antes y después de la sangrienta masacre no es más que el ejemplo más claro de esa inacción si no complicidad con el traidor Gobierno catalán por omisión o incompetencia manifiesta. Cada vez es más claro, cuanto más se sabe, que nos encontramos ante un atentado que podía haberse evitado – como se ha hecho con otros muchos de los que poco se sabe – si no se hubiera cedido ante la vergüenza traidora de los dirigentes catalanes que no de los Mossos a quienes reconozco su labor.

Sr. Rajoy debería Vd. saber que en la defensa de nuestra soberanía e integridad territorial cuenta Vd. con la mayoría de los españoles que no quieren que les roben lo que es suyo. No dudo de sus intenciones si bien sí le digo que somos muchos los que pensamos que si siquiera en un principio podíamos estar de acuerdo con su prudencia  hoy ya no vale aquella. En los hipotéticos asesoramientos que  Vd. recibe haga caso por una vez a los halcones y olvide a las palomas de una vez. Están en juego España y mil años de historia .

Juan Chicharro Ortega

General de División de IM (R.)

Blog: generaldavila.com

COSPEDAL. UNA MINISTRA DE DEFENSA PARA LA ESPERANZA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

la ministra de defensa jura su cargo

‹‹Las Fuerzas Armadas tienen la misión constitucional de defender la soberanía nacional, la integridad territorial y el ejercicio de las libertades y los derechos de los ciudadanos y es obligación del Estado ejercer la competencia en exclusiva de ellas››. Lo ha dicho, y muy bien dicho,  la ministra de defensa en la Sesión de Control al Ejecutivo del pleno del Senado. Parece ser que contestaba a uno de esos que, teniendo como meta ser independiente, le molesta la presencia de los ejércitos en Cataluña. Ven aviones de caza, submarinos y soldados por todas partes. Miran hasta debajo de la cama. Es una obsesión. Las palabras de la ministra extrañarían en cualquier nación con un desarrollo de su vida política normal. ¿A santo de qué viene eso? Se preguntaría la mayoría. Pero mira por donde en España hay que recordar lo que dice la Constitución en su artículo 8. ¿Por qué será? Menos mal que ha sido la ministra de defensa. A muchos de nuestros compañeros por decir lo mismo les han puesto en la tesitura de ‹‹o se va usted o le ceso››; unos se han ido y a otros los han cesado. Por no ser neutrales.

De repente en este oscuro horizonte hemos visto un punto de luz que indica el rumbo a seguir. Comprobamos que la dirección que llevamos en el blog  es la correcta y por tanto, y como les decíamos en anterior artículo, mientras ellos sigan erre que erre, nosotros dale que dale.

Por un momento llegamos a pensar que nuestras tropas estaban exclusivamente para estar lejos, muy lejos, y aquí con incendios y nevadas ya nos llega. La ministra ha sido clara, precisa y contundente.

Ministra de Defensa

Se perciben dos mensajes desde el Gobierno ¿también desde el PP? Uno ya conocido y que siempre se apoyó por mayoría de sus votantes y otro tibio y desconocido, sin principios claros, que aún no ha sido verdaderamente refrendado en las urnas. Hoy la voz de la ministra de defensa ha sido clara mientras se oían otras voces, de su mismo nivel, o más,  que suenan a chascarrillo cuando la mesa del parlamento catalán aprobaba una ley (?) para lograr una reforma exprés y llegar al referéndum. En fin cambiar las normas para acelerar la independencia. Otra vez al Constitucional. ¿Y van?

Cuando yo era niño en el colegio me contaron un cuento que nunca he olvidado. Una señora iba a visitar a una amiga y se llevó con ella a su hijo de corta edad. La amiga sacó un bote de cristal lleno de caramelos y se los ofreció al niño al que se le iluminó la cara. Introdujo la mano en el bote intentando coger el mayor número de ellos. Con la mano cerrada llena de caramelos el chaval no podía sacarla del bote, pero su codicia le impedía abrirla. La amable señora se acercó con cariño susurrándole al oído:

-Si abres la mano y los sacas de uno en uno podrás sacar la mano y el caramelo.

Los del 3% y sus extremos complacientes han metido la mano hasta dentro, pero no quieren ceder y soltar los caramelos. Untarles de vaselina de nada vale. Ahora, al ver su fracaso, buscan con ahínco que rompamos el bote. No hará falta. Esperemos. Soltarán los caramelos simplemente con unas ligeras cosquillas. ¡Pero ya! Mientras antes mejor o habrá que romper el bote para que saquen la mano. En cualquier caso siempre es bueno que alguien les recuerde lo que es España y su Constitución dice.

Hay que cumplir la Ley y estar preparados para buscarle, a quien la conculque, las cosquillas, es decir emplear los medios que al efecto se consideren más apropiados.

Saludando a un legionario

Alabamos de la ministra de defensa su rotundidad y claridad. Ante la ley no hay neutralidad sino exigencia de su cumplimiento y en su caso de hacerla cumplir. Los caramelos son para todos. La codicia rompe el saco y hasta el bote. En este caso ha sido el comienzo de la ruptura de España. Todavía estamos a tiempo de no romper nada. Pero algo habrá que hacer. A la Ley y al Constitucional ya vemos el caso que le están haciendo.

¡Ah! Y que no vayan de víctimas porque somos el conjunto de los españoles los que tenemos que sufrir su incumplimiento de Ley.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

9 marzo 2017

Hablar, explicar, convencer… Juan M. Mateo Castañeyra General de División (r)

unnamedEs bueno hablar, afirma el Pte. del Gobierno, refiriéndose al desafío nacionalista; para añadir a continuación, que se puede hablar de todo, menos de la soberanía nacional y de la igualdad de los españoles, porque no lo permite la ley.

En principio, así de pronto, se puede estar de acuerdo. Porque efectivamente, en general hablar es bueno, pues los humanos nos comunicamos con palabras. Pero también en general, en ocasiones es bueno estar callados; y también en general, hay ocasiones, en las que según con quien, es bueno no hablar.

Como ejemplo de las veces en las que es mejor estar callados tenemos aquel, en el que, quien fuera Presidente del Gobierno de España, dijo que aceptaría cualquier cosa que viniera del Parlamento de Cataluña; aquello trajo consigo las nefastas consecuencias de todos conocidas. O, por poner otro ejemplo actual, cuando la Vicepresidenta del Gobierno afirmó que fue un error recoger firmas en pro de la unidad de España; con ello no sólo se consiguió la implicación de millones de españoles, sino que, además, nunca es un error hablar de la unidad de España a una sociedad que, en gran parte, no es consciente de que dicha unidad está amenazada. Pudo ser un error, eso sí, el no haber dejado claro, que aquello no iba contra Cataluña, sino que era una forma de despertar las dormidas conciencias de algunos españoles, cosa que sí creo se logró.

Y como ejemplo de con quien no es bueno hablar, por citar solo a algunos, no es bueno hablar con los que rompen las fotos de nuestro Rey, con los que silban a nuestro Himno, con los que queman nuestra Bandera y con los que odian a nuestra Patria; y no es bueno hablar con los que dicen públicamente que, pase lo que pase, van a romper nuestra Nación. Con todos estos, y con algunos más, creo que no solo no es bueno hablar, sino que además es inútil.

unnamed-1Y con respecto a que se puede hablar de todo, menos de soberanía y de la igualdad de los españoles, la verdad es que resulta inquietante, porque así, sin necesidad de profundizar demasiado, esa afirmación produce los siguientes interrogantes:

¿Quiere eso decir que se puede hablar de tapar los trapos sucios de algún dirigente nacionalista como según declaró el entonces fiscal anticorrupción Jiménez Villarejo, ya se ha hecho en el pasado?

¿Quiere eso decir que se puede hablar de “no judicializar la vida política», para lograr la impunidad de los que se saltan las leyes un día sí y otro también, como exigen los independentistas?

¿Quiere eso decir que se puede hablar de retirar de Cataluña las FAS y lo que queda de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, como piden los nacionalistas?

¿Quiere eso decir, que se va a hablar de dar el visto bueno a que la Generalidad siga organizando su propia acción exterior y su propia diplomacia?

¿Quiere eso decir que se va a hablar de no poner pegas a que con fondos públicos se haga propaganda institucional a favor de la independencia?

¿Quiere eso decir que se va a hablar de que se dé carta de naturaleza, a que se pueda discriminar al que quiera expresarse o estudiar en castellano?

¿Quiere eso decir, que se va a hablar de «desactivar» a algún dirigente o algún partido, demasiado agresivos con el nacionalismo, como ya hizo su antecesor en el pasado?

¿Quiere eso decir que se van a retirar todos o parte de los recursos ante el Tribunal Constitucional, como ya piden algunos?

Pero no solo es esto lo que resulta inquietante, sino que, además, el Sr Presidente del Gobierno afirma, que no va a hablar de soberanía y de igualdad entre los españoles, «porque no se lo permite la ley”. Y esta afirmación me plantea los siguientes interrogantes:

¿Quiere eso decir, que no se habla de soberanía, solo porque no lo permite la ley?

¿Quiere eso decir que las razonen históricas y los intereses nacionales, son menos importantes que la ley?

¿Quiere eso decir que, si lo permitiera la ley, si hablaría de soberanía?

¿Quiere eso decir que si se hablará de cambiar la ley?

Es posible que no haya motivo de inquietud; es posible que todas esas interrogantes tengan una respuesta negativa; es posible, por tanto, que la desconfianza no esté justificada y desearía con todas mis fuerzas poder confiar en mis gobernantes. Pero lo cierto es que, en el pasado, teniendo mayoría absoluta, se ha cambiado de actitud en asuntos importantes de tipo moral (la memoria histórica o la ley del aborto), aparentemente por el único motivo de no tener problemas; lo que inclina como mínimo a ser receloso. Y si ahora estando en minoría, con una parte de la oposición claramente a favor de la secesión, (los que dicen que están a favor del derecho a decidir, están a favor de la secesión, aunque lo nieguen), y con otra parte que no tiene claro lo que quiere, la situación no es, a mi modo de ver, como para ser optimistas.md11746505622

En Cataluña hay sin duda muchas cosas de qué hablar. En primer lugar, dejar claro, con absoluta claridad, a los catalanes y al resto de los españoles, que ni por las buenas ni por las malas, Cataluña dejará de ser España. Y después, cuando de esto nadie pueda tener la menor duda, explicar las razones históricas, económicas, políticas, sentimentales (sí, sentimentales, que los que no queremos la independencia de Cataluña, también tenemos sentimientos y además somos mucho más numerosos), y de todo orden, por las cuales esto va a ser así. Y, por último, gastar en esa explicación el doble de dinero, el doble de esfuerzo y el doble de convicción del que se gasta y se ha gastado la Generalidad en todo lo contrario.

Hablar, explicar, convencer… y para convencer hay que estar convencido, no valen los relativismos, ni las dudas, ni los conceptos «discutibles», ni los «de todo se puede hablar».

Aquí al lado, tenemos el ejemplo vivo de a quién beneficia una secesión, y eso que en este caso, había detrás una gran historia de reino independiente. ¿No estaríamos mucho mejor Portugal y España unidos? Juntos hubieran constituido en el pasado un Imperio de proporciones gigantescas; hoy día, en el peor de los casos, Portugal estaría al mismo nivel que España, y nosotros seríamos también más prósperos de lo que somos. Han pasado casi 400 años y aún sufrimos las consecuencias. ¿A quién benefició la secesión de Portugal? ¿Al noble y sufrido pueblo portugués? Claramente no. Benefició y mucho, a la aristocracia portuguesa, a la clase dirigente de aquel país. A los mismos, a la misma clase que hoy se beneficiaría de la secesión de Cataluña.

Nos estamos jugando mucho; porque, aunque nunca lograrán la independencia, una sociedad no puede progresar con la desunión que ha creado el independentismo, con la frustración que ha generado el no conseguir los fines propuestos y con el odio que se ha generado a base de agravios imaginarios.

HABLAR, EXPLICAR, CONVENCER, para unir, ilusionar y querer.

Juan M. Mateo Castañeyra General de División (r)

V.E.R.D.E. ¡VIVA EL REY DE ESPAÑA! ¡VIVA ESPAÑA! General de División Rafael Dávila Álvarez

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La verde corbata del Rey

Dicen que fue cosa de los monárquicos alfonsinos. Una época para olvidar. ¡Qué República! No se podía hablar de monarquía ni de casi nada. Hubo comités de vigilancia ideológica. Como ahora en ciertos rincones de España.

Ya lo he escrito en otras ocasiones. Ante la dictatorial prohibición no hubo más remedio que recurrir al acrónimo V.E.R.D.E. (VIVA EL REY DE ESPAÑA). Así se entendían los que veían espantados el rumbo que tomaban las cosas. Verde la corbata, verde lazo en la solapa, y hasta verde la tinta de aquellas cartas que corrían por una España que entró en la ley callejera de terciar el palo. Cartas que terminaban: V.E.R.D.E. (¡VIVA EL REY DE ESPAÑA!). Verde clandestino.

A España un color se le iba y otro se le venía. También la Bandera pasó a la clandestinidad. La roja y gualda. Se tiñó de morado una de sus franjas y así surgió otra para el enfrentamiento y la división.

Cortos de vista, largos de intenciones y maldad. ¡A por los símbolos! Siempre es lo mismo. ¡A por la unidad! Se coge una foto del Rey se quema o rompe. Se coge la Bandera y se la tiñe. Se coge a España y en poco tiempo no la conoce ni la madre que la parió. Rota en trocitos pequeños e irreconocibles. Irreconocible como la ley que no reconocen.

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Con premeditación y …

Cojan el mapa de España, cojan la Bandera, una foto del Rey, la Constitución, quémenlos en espectáculo público y hagan la instantánea.

La vicepresidenta del Gobierno español propone al psoe un pacto frente al desafío soberanista. Parece que el título del pacto ya está acordado: ‹‹Cumplamos y hagamos cumplir la Ley›› (iba a escribirlo en rojo, pero me ha dado repelús). Iceta al enterarse se ha puesto a bailar al ritmo de Leonard Cohen ‹‹In my secret life››…, pero ha perdido el ritmo. No conoce ni la letra ni la música. Los otros, los otros del pacto, parece que tampoco. ¿O sí?Con el título hubiese sido suficiente. En su momento. Ahora llegan tarde. ¡Ay! la verde inocencia. Si son ellos los culpables habría que preguntarse ¿Qué van a pactar los que han provocado el problema? ¿Son ellos el problema? No hay manera.

Hubo un tiempo en que se llegó a un pacto de esos que nunca pasan a la historia porque ni se escriben ni se cuentan (ni se contarán). Es algo muy frecuente politiquear a espaldas de la soberanía, ya saben. Casi todos lo cumplieron. La cosa iba bien, bien preparada y ejecutada con tino. Pero mira por donde, el listillo (listillos, para evitar confusiones) no cumplió y se quedó (quedaron). El que fue a Sevilla perdió su silla. Cosas de Alonso de Fonseca el Viejo y Alonso de Fonseca el Mozo (ya metido en añitos).

Es que mezclo las cosas. Ya lo sé. Me tienen que perdonar. Es el misterioso duende del ordenador.

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¡A bailar!

Hablaba de pacto, diálogo, de la vicepresidenta, del psoe de Iceta y del otro, hasta de Leonard Cohen. No sé si incluso he hablado de Rubalcaba. Es verde lo que escribo y eso no es muy correcto para poner negro sobre blanco. Y de pactos. Del pacto sobre la unidad de España, de la quema de fotos del Rey, del permanente insulto a España, de la Bandera, de la Constitución y de la Institución. ¿De cuál de ellas? De todas. Pues hablando de todo eso he visto que un juez actúa sobre el presunto delito cometido por independentistas callejeros (?) que apoyan a los independentistas de sueldo y salón. ¡Qué bien!, me he dicho.

Luego me he quedado pensando y hay cosas que no entiendo.

Quemar la Bandera, una foto del Rey, insultar, romper la Constitución, berrear… son actos (de encargo y por encargo) que deben tener su castigo, el marcado por la ley. Pero el origen de todo ello está en algo mucho más grave y verdaderamente peligroso. Romper desde las instituciones la unidad de España, acabar de un plumazo con la soberanía nacional. Romper con la Ley y la convivencia y… ¿eso no es un delito? No a lo que se ve. No por lo que a diario vemos y sufrimos.

No me extrañaría que romper la unidad de España se haya convertido en un juego democrático, donde el diálogo y la negociación terminen redactando lo sustancial en letra pequeña e ininteligible. Es decir que nos la metan doblada. Aquí, contratos y pactos tienen más letra pequeña que otra cosa. Los redactan unos y los firman quienes no saben leer.

En fin ya no sé muy bien que es delito y que no lo es.

¿Romper la foto del Rey? ¿Quemar la Bandera?

Romper desde las instituciones la unidad de España, no cumplir la Ley, la Constitución, y no hacerla cumplir ¿Eso es delito o no?

Porque no es la foto del Rey, ni la Bandera, ni el himno, lo que les preocupa. Es la unidad de España y para romperla bueno es empezar rompiendo esos lazos históricos, patrimonio del ser y sentir español. Romper con cualquiera de ellos es bueno para sus intenciones.

Por eso escribo en verde. Por si era verdad o camelo aquello de los brotes verdes. Desesperada esperanza. Por eso aconsejo a la vicepresidenta que no utilice letra pequeña para ese pacto que busca, y que lo refrende con el acrónimo V.E.R.D.E. y un ¡VIVA ESPAÑA!

1479716764_033290_1479732800_noticia_normalQue no nos la metan doblada. Esta vez la hipótesis más probable coincide con la más peligrosa.

Un, dos, tres… hasta ahí puedo leer. Es demasiado frecuente pactar y manipular a espaldas de la soberanía.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez