Normalidad. Quizá demasiada para este viejo soldado que ve como el tiempo pasa y España se encuentra en un permanente desafío a su independencia e integridad territorial, incluso al respeto a su Constitución, como en una jaula de grillos malsonantes. Demasiada normalidad en la Pascua Militar 2023 entre tanta virulencia política. Eso es bueno. Creo.
Hay cosas que te dejan estupefacto y son difíciles de olvidar cuando uno ve las barbas del vecino cortar. No están los tiempos para bromas independentistas ni para probar la flotabilidad de la Constitución.
La defensa a cualquier precio de la libertad se traduce constitucionalmente en mantener la independencia e integridad territorial.
Son las Fuerzas Armadas el recurso final, ultima ratio que permite a un pueblo mantener su libertad; como le ocurre a Ucrania y por lo que todos luchamos junto a ellos. En la Pascua Militar, como no podía ser de otra manera, hemos estado con nuestros compañeros de los ejércitos de Ucrania que luchan por esa integridad territorial e independencia, por la libertad de todos.
Ha sido una Pascua Militar mucho mejor de lo esperado, es decir, una Pascua normal y dentro de la norma, con datos relevantes entre el que destaco la solemnidad que aún se mantiene. No es poco.
Es destacable que el Rey recuerde quién es y porqué habla a sus soldados: «Como todos los años, –desde su instauración en 1782 por el Rey Carlos III–, esta ceremonia solemne de la Pascua Militar me permite, como Jefe del Estado y mando supremo de las FAS, reunirme con vosotros para expresaros mi reconocimiento y aprecio más profundos por la labor que permanentemente realizáis, tanto en España como fuera de nuestras fronteras». No está de más recordarlo y añadir que «Me tenéis a vuestro lado y contáis así con el apoyo incondicional de la Corona».
En su intervención el Rey ha querido destacar el apoyo moral y material de las Fuerzas Armadas españolas a Ucrania y nuestro compromiso internacional y Atlántico mirando siempre al sur ya que se extrae de la intervención Real que nuestro esfuerzo armado mira a la frontera sur de Europa. No lo olvidemos.
A destacar la actitud de la ministra de Defensa que con palabras coherentes ha reconocido los valores de nuestros soldados y que no suele faltar allí donde su presencia lo requiere, entre las tropas y entre las otras tropas. Esta ministra no parece pertenecer a este Gobierno que conforma un grupo de pocos amigos a España y a sus Fuerzas Armadas. Es por ello que es de agradecer que aún podamos hablar de Pascua Militar dentro de la más estricta normalidad. A cada cual lo suyo. Es evidente su lucha por el aumento presupuestario, algo inconcebible con alguno de los gobernantes, y que hable de proporcionar los medios adecuados desde el punto de vista estrictamente militar y en el plano doméstico para que nuestros soldados tengan un salario justo y un futuro asegurado. Un compromiso que debe ser diario y permanente. Más en momentos de zozobra como el que vivimos. Gracias ministra.
Por mi parte y dentro de esa «normalidad» hasta diría que ha sido una Pascua Militar brillante. Se lo merecen nuestros soldados. Que nunca nos olvidemos de ellos.
Como decía en mi artículo del día anterior: «Nunca deberían ser nuestros ejércitos más y mejor felicitados que en momentos de guerra, como los actuales, donde la sociedad debería asumir el valor de la libertad, el valor del significado de luchar hasta morir para simplemente eso: ser libre».
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
7 enero 2023