El resultado de la encuesta ha sido: «Depende».
¿Maneja el Ministerio de Defensa encuestas, datos, prospectivas sobre la disposición de la población española para defender lo que dice la Constitución?
Está bien eso de «Depende».
Podría ocurrir que Antonete Gálvez, diputado federal, huertano o no, declarara «…el Cantón de…» y el Capitán General (ahora con nombre más… y menos…telegrafiase (o pusiese un wasap) al Jefe del Ejército o al Rey (?): «A las seis mañana castillo Galeras ha enarbolado bandera turca» mientras la bandera roja anuncia la República Federal.
Antonete fue el terror del Mediterráneo, bombardeó Alicante, se enfrentó a escuadras extranjeras y quiso invadir el resto de España. Algún televisivo golpista de ahora es su vivo retrato, pero en cobarde.
El cantonalismo en marcha.
No se lo tomen a broma, ocurrió, acaba de ocurrir y volverá ¿para quedarse?
Por eso: «Depende». ¿De qué depende?
¿Defender qué? Nada que bombardear, nada que defender, nada que objetar. Se hace y basta y si la Ley dice que eso no se debe hacer, se cambia la Ley con efectos retroactivos. Nunca en España ni en época del tan traído a colación jefe del Estado, Francisco Franco, se manejó el orden y la ley tan a la orden y dictado del que dicta y ordena con la sutil interpretación de sus asesores ento(enfan)gados.
Estamos ante una situación muy preocupante porque para colmo la otra alternativa política está dividida y confundida sin distinguirse las churras de las merinas y la soberanía popular sin enterarse de nada de lo que ocurre tras las bambalinas, que es mucho y muy grave. Nunca hubo tanta ocultación y oscurantismo, nunca la política se hizo tan a escondidas y nunca los medios estuvieron tan al servicio del poder u otros poderes.
España no requiere Defensa porque ya ha perdido la guerra. ¿Defender qué?
Encuesta va y viene. El Instituto de Estudios Estratégicos, perteneciente al ministerio de Defensa, se pronunció allá por el año 2015 con los resultados de una encuesta del CIS en la mano. Si este tipo de encuesta se sigue haciendo la deben guardar muy en secreto. Los resultados empeoran.
Solo un 16,3% de la población española estaría dispuesto a defender a España ante una agresión extranjera. Apaguemos y vayámonos. Más del 50% se reparte entre rechazar o se muestra reacio a tomar parte en la defensa de España. El último que apague la luz.
¿Para qué seguir con tanto engaño?
No se han vuelto a hacer más encuestas de ese calibre. ¿Asustan? Las cosas han cambiado: a peor.
Ahora el ministerio prefiere otras encuestas: ¿Están ustedes contentos con nuestros soldados?
No necesitamos saber lo que opina España sobre sus Fuerzas Armadas, es harto sabido, sino lo que opinan sobre la Defensa de España, de la Constitución, de la Ley y su disposición a luchar por ella y el orden constitucional si necesario fuera. Saber lo que opinan sobre ellos mismos y su postura de indolencia ante España a la que ni sienten ni padecen, sin melifluas actitudes y sin querer el resultado de «que contentos están todos con sus soldados». Esa no es la cuestión, sino enseñar y defender las razones por las que hacen falta los soldados y cuál es su misión verdadera. No estar contento con su papel de ONG, sino con el auténtico de soldados para la guerra. Porque a día de hoy cerca de tres mil efectivos de nuestras Fuerzas Armadas están en guerra, a las puertas de la guerra o para evitar una guerra, en 17 misiones en el exterior. Hace falta material de guerra, munición, equipos muy caros, pero sobre todo y ante todo que la soberanía popular se entere y asuma que estar hoy en el mundo significa tener un Ejército muy preparado y dotado. El resto es perder y perderse, ser más pobres y menos desarrollados. Las Fuerzas Armadas dicen como la canción: «No me quieras tanto, quiéreme mejor»
Si no asumimos esta cruda realidad, estamos engañando a la soberanía. Claro que está primero por definir quién es el soberano, quién ejerce la soberanía, como se impone y quien la maneja a su capricho. También, que se esconde detrás del secreto que se oculta a la auténtica soberanía que parece debería ser la popular y no la dedal.
No sé lo que hace la Mesa de Defensa del Congreso de los Diputados, si están informados, si nos informan, si nos oyen, si oyen, si les cuentan algo que es tan secreto que la soberanía se queda entre unos cuantos, ¿es que hay tantos secretos? De cintura para abajo.
¿Está usted dispuesto a defender la unidad de España?
Les daría un par de direcciones para que fuesen allí a preguntar, pero ¿para qué?; ustedes saben muy bien el código postal; incluso lo que significa «arrimar al código».
Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)
Blog: generaldavila.com
20 febrero 2023