PEGASUS O GALILEO ¿O EL CABALLO DE TROYA? General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Si alguien fue espiado es que se lo merecía y mal debió hacerse cuando los supuestos espiados hicieron lo que que quisieron a pesar de tanto espionaje como se dice que se hizo. O no se hizo, o se hizo mal, o se hizo por ellos y para ellos, es decir para eso que ahora hacen al saber que nada se hizo y que es el momento de hacer algo porque el tema se les vuelve contra ellos.

Pegasus

En España solo un organismo está autorizado para comprar un sistema que se infiltra en el ADN del móvil, y el vendedor sabe muy bien a quién se lo vende para que sus espaldas estén cubiertas. Lo que haga o deje de hacer con el producto cuando la venta es legal es cuestión del comprador, pero se sabe y se toma nota de ello. Por su seguridad y prestigio.

Se compró; apuntan los datos. Se usó correctamente, dice lo que hasta ahora sabemos. ¿Quiénes lo tenían? No lo sabemos y no lo sabremos a no ser que al conocido personaje le interese filtrarlo (infiltrante) para salvar su reputación tan dañada y que tanto perjudica a España. Pegasus lo compró quien podía y tenía que comprar y otros «investigadores» lo pidieron (a quién tenía el poder para comprarlo), casi se lo suplicaron, pero no se atendió su petición. Aquí solo espiaba uno ya que el entorno se estaba convirtiendo en un nido de agentes secretos y era un momento muy complicado donde te espiaban de cintura para abajo (sobre todo y ante todo) y no veas para arriba, cuando la C/C subía o bajaba. Total que Pegasus para uno y ¿Galileo? Pues está muy bien, pero no es Pegasus. Bueno pues parece ser que también, ¿quienes? Se autorizó su compra y uso, sin saberse muy bien lo que hicieron y para qué lo usaron. Eso sí: autorizados por el gran espía.

La seguridad la proporciona la información, sobre todo, aunque también el secreto y el despliegue de los medios adecuados para lo uno y lo otro.

Pues ni lo uno ni lo otro. Toda la actividad de los sufridos y honorables informadores queda resquebrajada por arriba, por culpa de los de arriba, y llega a hundirse hasta las raíces y quemar el árbol.

En Europa, me cuentan, no salen de su asombro y andan preguntando, con sorpresa o retórica ¿o no? a los europarlamentarios españoles: ¿Qué es lo que ocurre en España? Está llena de sicofantes. Incluso en donde menos sospechan ustedes. No, si eso ya lo sabemos, pero no creíamos que era tanto.

Espionaje en Europa

Todos los líderes europeos, Merkel y Macron en cabeza, han sufrido intentos de espionaje a través de sus móviles, pero con una gran diferencia respecto a los españoles: no han podido sacarles nada porque nada secreto ni sensible para la Seguridad se almacenaba en su móvil (contra 2´7 gigas extraído del móvil de nuestro presidente); no se ha aireado con esa soberbia del «y tu más» que tanto daño puede hacer a la nación; no han hecho política partidista con el tema y, sobre todo y por encima de todo, han sido capaces, quienes les corresponde, de atajar a tiempo el ataque informativo, algo que por otro lado es lo más natural del mundo. Entre tanto responsable no sale a dar la cara el irresponsable. ¿Cuánta mentira se esconde detrás de este episodio oscuro y de dudosa credibilidad?

La OTAN y la Cumbre de Madrid

El rastreo de quién, cómo y cuándo se nos hace harto sencillo ya que quienes venden estos programas a nivel oficial saben muy bien lo que hacen y a quién se lo hacen. Lo único que hace falta es que, puestos a escupirnos, ya todo vale y España alcanzará un nivel de fiabilidad entre sus amigos y enemigos que le hará permanecer años en el olvido. Veremos si de aquí a junio la OTAN no decide cambiar de escenario y llevar a cabo su cumbre en un lugar menos infiltrado. Por cierto la Cumbre de la OTAN celebra en España en 1997 a punto estuvo de suspenderse por un incidente extraño que resultó falso. Pero esa es otra historia menor. La de ahora es muy grave, conocida por casi todos… y admitida por todos.

En España quien no se siente espiado es un donnadie y por eso se cuenta y se hace ver a la hora de hablar: —Bueno por teléfono no quiero, ya te contaré. Nada, mentira, a no ser que sea de cintura para abajo información de la que muchos viven y es la más rentable. La fórmula de la Coca – Cola o la de la bomba atómica no interesa.

Aquí las guerras del espionaje se desatan por motivos como los de la de Troya. No lo voy a explicar. Lean a Homero. Es portada a diario. Hoy estamos con una grave inflación de agentes secretos, flotantes.

«Son gente que pueden ir y venir y transmitir informes. Como espías flotantes debemos reclutar hombres inteligentes, pero de apariencia estúpida, y hombres intrépidos, a pesar de su aspecto inofensivo; hombres ligeros, vigorosos, audaces y valientes, acostumbrados a las tareas humildes y capaces de soportar el hambre, el frío, la suciedad y la humillación» (Sun Tzu. El Arte de la guerra).

Es la teoría de la evolución que en nada ha evolucionado, sino en hacer al ser humano cada vez más tonto. Mientras más alto puesto alcanza más se acusa este mal.

El caballo de Troya, el mayor invento militar conocido por el ser humano, es una trampa para ellos. Los tontos.

Acabose todo: La Corona o el Estado, el Gobierno, la Iglesia, el Ejército, el CNI… España.

Él sigue. El caballo sigue dentro. El trato es acabar con la amazona que venía al galope sobre la grupa de la inocente honradez.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

5 mayo 2022