ESPAÑA A SUS HÉROES. HÉROES DE ESPAÑA (REAL Y MILITAR ORDEN DE SAN FERNANDO) Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Banderas Laureadas

La Real y Militar Orden de San Fernando, primera Orden española de carácter militar, tiene por objeto honrar el reconocido valor heroico y el muy distinguido, como virtudes que, con abnegación, inducen a acometer acciones excepcionales o extraordinarias, individuales o colectivas, siempre en servicio y beneficio de España.

<<El valor heroico es la virtud sublime que, con relevante esfuerzo de la voluntad, induce a acometer excepcionales acciones, hechos o servicios militares, bien individuales o colectivos, con inminente riesgo de la propia vida y siempre en servicio y beneficio de la Patria o de la paz y seguridad de la Comunidad Internacional>>.

<<El valor muy distinguido es la virtud que, sin llegar a tener la consideración de valor heroico según se define en el apartado anterior, sobresale muy significativamente del valor exigible a cualquier militar en el desarrollo de operaciones armadas, llevando a acometer acciones, hechos o servicios militares, individuales o colectivos, de carácter extraordinario que impliquen notables cambios favorables y ventajas tácticas para las fuerzas propias o para la misión encomendada>>.

SM. el Rey visita la R. y M. Orden de San Fernado

<<La Cruz Laureada de San Fernando y la Medalla Militar son las recompensas que integran la Real y Militar Orden de San Fernando>> (Reglamento de la Real y Militar Orden de San Fernado).

ESPAÑA A SUS HÉROES

España a sus héroes dice el Escudo de la Orden. Pero ya no hay héroes y la Orden se muere. Lo hace no solo por la edad, porque desaparecen sus laureados, sino también por la ley, por tener que ocultarlos.

Parece que los actos heroicos se han terminado en los Ejércitos de España. ¿Ya no hay héroes? Les aseguro que en los años recientes, en las misiones de mantenimiento de paz y en las de combate en las que han participado nuestras tropas, ha habido héroes, anónimos muchos, otros han sido conocidos, pero… silencio para reconocer los méritos heroicos. ¡Silencio! ¡No hay guerras, no hay héroes! Que nadie pronuncie esas malditas palabras. Podría contar más de un caso… A cambio, en ese tiempo cercano, que aún duele, se escatimaban las condecoraciones, se ocultaba a los héroes caídos y se enterraba a los muertos con prisa, con nocturnidad. El escándalo hizo que con precipitación se cambiase el reglamento de concesión de condecoraciones, pero ¡ojo!, sin pasarse y de héroes ni hablar. No hay soldados héroes en esta paz ficticia que el mundo se ha dado. Es sinónimo de desasosiego, de inquietud; es mejor vender la imagen pacifista. Aquí no pasa nada y lo de allí son cosas de soldados.

El Rey Don Juan Carlos impone la Laureada de San Fernando al Regimiento Alcántara

Estaba encima de la mesa, en discusión, la Laureada Colectiva al Regimiento de Caballería Alcántara por su acción heroica en la retirada de Annual (1921). El ministerio de Defensa dijo: ¡No! Tuvo que cambiar el Gobierno y el titular de Defensa para que se dijese: ¡Sí!

Los héroes metidos indecentemente en rencores y luchas ideológicas. No se pueden olvidar estas hostilidades, con mucho de traición, porque pasan, pero vuelven. Vuelven reforzadas, con más inquina y traición.

La Real y Militar Orden de San Fernando se muere y no por la edad sino por la Ley. Es una Orden cuya misión principal es conservar y predicar, en el ejemplo de los historiales que custodia, el valor y el honor.

En la R. y M. Orden se entra por el valor y el honor. Y no se puede salir de ella por capricho del legislador sino solo, solo, por haber faltado al honor o al valor. Esa es la responsabilidad de los que custodian los expedientes, administran el legado de los héroes, y les corresponde la relación Institucional.

Ya no queda ningún Laureado con vida. Medallas Militares, según mis últimos datos, quedan seis a los que deseamos vivan muchos años más.

Pero, aunque no quede ninguno con vida, es la misión de la Real y Militar Orden, la de todos, conservar su recuerdo y ejemplo. Todos estarán y deben estar presentes, siempre, en esa institución cuya misión no es solo administrativa sino mucho más importante: espiritual. Porque son los héroes de España, y España se debe a sus héroes, sin más, sin preguntar, sin analizar más allá del valor y el honor, lo que la historia concedió al que su vida como héroe le entregó.

Regulares la unidad más condecorada del Ejército español.

Y aquí viene el gran interrogante.  En la Guerra Civil se concedieron –y ruego a la Real y Militar Orden de San Fernando me corrija el dato si hay error- alrededor de 70 Laureadas Individuales y 1214 Medallas Militares Individuales. A esos números hay que sumar los de Laureadas y Medallas Militares Colectivas que lucen las banderas de las unidades que las obtuvieron, aunque muchas de ellas han desaparecido y, lo que aún es peor, sus historiales duermen en la oscuridad de la historia olvidada con alevosía.

¿Qué se va a hacer con esas banderas, con esos hombres, con esos héroes a los que el capricho, la maldad, la inquina de un partido que vuelve a las andadas, quiere borrar a golpe de leyes? Hubo una primera ley llamada de Memoria Histórica, que se ha hecho dueña y señora de una falsa historia. Por ella, por la tibieza de muchos, también de algunos uniformados, se han borrado nombres de héroes de las calles de los Regimientos y retirado de las efemérides sus acciones ¿Por qué? ¿Qué calificación le da la ley a esos hechos? ¿Qué calificación le da la Asamblea de la Real y Militar Orden?

¿Habrá que destruir sus historiales? ¿Desprender de las banderas las corbatas Laureadas? ¿Borrar de la historia militar a miles de héroes?

Son cerca de dos mil expedientes de los héroes de España. ¿Qué va a pasar con ellos a raíz de la nueva propuesta que ha tenido entrada en el Congreso de los Diputados y que a tenor de lo que oímos y vemos será aprobada?

Guardo con fervor, como ejemplo y honor, con devoción, la Medalla Militar Individual de mi padre ganada en Ciempozuelos al frente de una Sección de Regulares, la unidad más condecorada del Ejército español.

Nunca me habló de aquello y tuve que enterarme de lo que protagonizó leyendo a hurtadillas su hoja de servicios. Nunca hablé con mi padre de la Guerra Civil porque me decía que aquello había que olvidarlo y seguir caminando. Pero yo leía su acción, con fervor, sin rencor, sin enemigo al que señalar porque una bala le llevó al depósito de cadáveres de donde un milagroso médico le recuperó.

No hay rencor en mis palabras. Ni siquiera para los que pretenden revivir aquello que nos ancló en el dolor y el enfrentamiento.

Si la historia se escribe o se relata con rencor, no es historia sino dolor. Y dolor es lo que siento al ver como un viento inoportuno, presagio de otros males, se levanta en España dejando al descubierto heridas pasadas.

Los campos, aquellos de la guerra, están ahora sobrecogedoramente solitarios. Allí han quedado los de un bando y los del otro. En el fondo eran los mismos, en un bando y en el otro.

Dejad que los héroes, de uno y otro lado, todos, permanezcan con honor y el merecido respeto; y se les recuerde sobre el campo de batalla. Allí estarán sus historiales, en la tierra ardiente que ahora brota de plenitud. No habrá ley que impida recordar lo que en esas soledades ocurrió. Soledades que nadie tiene derecho a emponzoñar. Solo a meditar, a recordar con respeto y fervor; a un lado el rencor.

Lucirán las cunetas de jaramagos y amapolas. No volvamos a encenderlas.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

Publicado el 22 febrero 2018

LA MINISTRA DE DEFENSA Y SUS DECLARACIONES SOBRE ALSASUA. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Casa Cuartel de la Guardia Civil en Alsasua

La ministra de Defensa no conoce a los soldados. Quizá no haya tenido tiempo; tan atareada en sus cosas políticas. Un ejemplo son sus declaraciones sobre lo ocurrido este fin de semana en Alsasua. Tampoco se centra en la Constitución, en lo que dice sobre las Fuerzas Armadas. Esas cosas que parecen haber perdido importancia: la soberanía e independencia de España, su integridad territorial y la defensa del ordenamiento constitucional. ¿Qué significará todo eso?

Lo de Alsasua ha sido un toque de atención allí dónde se atacó a la Guardia Civil, también son soldados, donde la convivencia es difícil y quedó rota por los que pretenden, ya sabemos quienes, imponer su ley, imposible, peligrosa, temerosa. Allí la Constitución ni por el forro. Por eso, por si acaso, por esas cosas de la chulería, ¿o de la memoria?, para meter miedo, un cobarde sabe de eso, estaba en Alsasua el Carnicero de Mondragón. Allí donde hay que esconderse a diario y esconder que eres guardia civil o soldado, español, de España, y esconder la bandera, roja y amarilla, la de España. Allí donde hay que buscar a España entre susurros, entre confidencias, esconderla entre las nieblas que tanto duran, que casi son permanentes, como las miradas atravesadas, entre riesgos y silencios, silencios, silencios… Entre permanentes vigilias de sospecha y miedo, donde el ruido de los disparos que asesinaron al guardia civil retirado Sebastián Arroyo González, trabajador de la empresa Igastex de Alsasua, resuenan cada mañana, cada tarde, cada noche. Donde sigue el miedo barriendo cualquier sonrisa, esperanza, que solo se recuperan huyendo, escapando de todo aquello; para poder oír la voz de España. Allí estaba el Carnicero de Mondragón, más chulo que un ocho, cobarde, <<no me arrepiento>>, el asesino de los 17 españoles solo por él asesinados, <<ejecuciones>> le llama el cobarde carnicero, ejecuciones…, amenazante, aquí estoy, ¿qué nos quiere recordar con su presencia?

Saben leer los artesanos del valor heroico; saben leer cualquier signo los que calientan el aire con la mirada… Y saben, nuestros guardias civiles y nuestros soldados,  izar nuestra bandera donde les da la gana y donde les mandaron, porque la victoria es algo que no se compra, sino que se conquista…

Y allí se fueron a la conquista. Unos valientes. Alsasua, territorio de España, la España robada con el tiro en la nuca, la bomba, la persecución, la trampa, el odio, el odio, el odio, nada más que odio.

Allí se fueron unos cuantos españoles, valientes, a decir ¡basta!, que a la guardia civil ni se la toca, que no os tenemos miedo, que aquí está España, y este es mi pueblo, tan español como mi bandera. Y si no os gusta carretera y manta, que se acabó. Que no fue un partido, ni partidista los que fueron. Que la única finalidad partidista es España. Que estamos hasta el gorro, hartos, engañados y muy, pero que muy, hasta…

<<Cada uno sabe a lo que va y lo que busca>>. No le quede duda señora ministra que sabíamos a lo que íbamos y lo que buscábamos: España. ¿Dónde está en Alsasua España?  Perdida, amenazada, escondida, temerosa, huída, acorralada, casi vencida. Lleno de Alsasuas está España. Todavía. Algunos no se han enterado. Algo habrá que hacer.

No se ha ido a crispar, ni a amenazar. ¿Chulear?: ellos. ¿Amenazar?: ellos

Le recordaré, señora ministra, que son cientos los soldados y guardias civiles asesinados por ETA simplemente por ser soldado, guardia civil de España.

También niños, policías, jueces y magistrados, políticos, y muchos ciudadanos. Si ahora no matan amenazan. A mil han asesinado.

Le recordaré que el último Caballero Legionario al que se le concedió la Cruz Laureada de San Fernando fue Juan Maderal Oleaga, un hombre sencillo, de una familia humilde de Bilbao; tenía 21 años cuando murió. Fue en Edchera el 13 de enero de 1958. En su barrio, Erandio, recibió el homenaje debido dando su nombre a una plaza y erigiendo en ella una estatua. Pero apareció la repugnante alimaña vomitando sus entrañas de odio, la ETA, amenazando por el homenaje a Juan Maderal acusándole de haber participado en la Guerra Civil cuando por entonces ni había nacido. Aprovechando una manifestación  arrancaron  de cuajo el monumento erigido en su nombre arrojándolo al Nervión. No contentos con la amenaza e impotentes ante el héroe, el 17 de Marzo de 1979 tres cobardes encapuchados acribillaron a balazos, cuando se dirigía a su trabajo, a su hermano José María Maderal Oleaga Presidente de la Hermandad de Antiguos Caballeros legionarios de Vizcaya. Era el hermano de Juan quien había despertado la vocación legionaria del héroe de Edchera. Siete impactos de tres alimañas etarras acabaron con su vida.

La estatua de Juan se encuentra en la Brigada de La Legión en Almería, junto a sus compañeros legionarios, en formación apretada y distinguida donde sólo caben los héroes que dan la cara. Está mutilada porque así salió del fondo de las aguas del Nervión donde ha quedado su desnudo brazo para vergüenza de los asesinos.

Este recuerdo como el de los cientos de asesinatos cometidos por la ETA es lo que sabemos y nunca olvidamos. Por eso sabemos muy bien a lo que vamos y lo que buscamos. Se llama: España. Se llama la unidad de España, su integridad territorial y el orden constitucional. Eso buscamos y deseamos. En Alsasua o en las Ramblas, el orden y la Ley. Ni GAL ni diálogo, ni trato o negociación, nunca olvido; solo la Ley, estrictamente la ley.

Siento decirlo, pero la ministra de Defensa, como el de Interior, han estado desafortunados. Mejor callados y en defensa de España. ¿O resulta que ahora y siempre se ha acabado poder pronunciar el nombre de España en cualquier lugar de España?¿Eso significa crispación? ¿A quién he de temer? La democracia significa perder el miedo. España ya no lo tiene.

La ministra de Defensa con el líder de Podemos

Más Alsasuas se hacen necesarias, más veces, allí hay que estar, donde el miedo barría las calles; y algo más insoportable: segaba y barría la vida de los españoles.

Iré donde con mi bandera donde me dé la gana porque la victoria es algo que no se compra, sino que se conquista…

Y allí se fueron a la conquista. Unos valientes. Alsasua, territorio de España, la España robada con el tiro en la nuca. Le guste o no a la señora ministra de Defensa y al señor ministro del Interior. La próxima vez quedan ustedes invitados. Por España.

Recuerde: <<Solo digo mi canción a quien conmigo va>>.

Oiga el murmullo de sus soldados. Escuche su canción.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

7 noviembre 2018

RAJOY: «NO SÉ POR QUE QUITARON LA CALLE SALVADOR MORENO DE MARÍN…» General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Rajoy en el patrullero de altura «Infanta Cristina»

“He vivido allí muchos años y le sigo llamando así”.

Son palabras del Presidente del Gobierno Mariano Rajoy pronunciadas a bordo del patrullero de altura español “Infanta Cristina” fondeado en el puerto de Abidján (Costa de Marfil) en misión de cooperación con países de la costa oeste del continente africano, que el ministerio de Defensa y la Armada desarrollan en el marco del Plan de Diplomacia de la Defensa. El presidente del Gobierno ha aprovechado su asistencia a la V cumbre Unión Africana-Unión Europea que se celebra en Costa de Marfil para realizar la visita al buque. Ha sido después de recorrer sus instalaciones y escuchar las explicaciones de su comandante cuando al dirigirse a la tripulación ha querido hacer un guiño a los marinos que atentos y en respetuoso silencio militar escuchaban a su presidente.

Ha sido la suya una pregunta retórica hecha con el ánimo de deleitar o persuadir a la tripulación del “Infanta Cristina”. Decir sin querer decir lo que dice sino lo que no dice, pero diciendo lo que todos sabemos que quiere decir. Lo malo es que también todos sabemos contestar sin retórica alguna a su pregunta y la respuesta es dura para el señor presidente del Gobierno. También lo saben los hombres de la Armada española. Sólo hay una respuesta: porque él y su partido no retiraron la Ley de Memoria Histórica cuando teniendo mayoría absoluta pudieron hacerlo y se les pidió insistentemente que lo hicieran. Por culpa de esa ley y por la torticera interpretación de la misma se cambió en Marín, y en tantas otras ciudades, el nombre de la calle Salvador Moreno lugar donde vivió muchos años el señor presidente y que según sus palabras así sigue llamándola. Sin duda es de agradecer su guiño a bordo del buque de la Armada española, pero suena al niño que rompe un plato y se escusa con el típico: yo no fui, yo no fui, se cayó solo…

Cierto es que el cambio de nombre de Salvador Moreno por Rosalía de Castro debió hacerse allá por el año 2007 con la oposición de los concejales del Partido Popular y que Rajoy llegó a a la presidencia del Gobierno en diciembre del 2011.

Pero no es menos cierto que la culpable de todo es la Ley de MH. que pudo ser suprimida.

Se aprobó la ley y más tarde se consintió y se admitió, y por tanto se puede decir sin temor a equivocarnos que es fruto de los dos partidos mayoritarios del Congreso. De ambos.

Cuando está a punto de cumplir su mayoría de edad el siglo XXI seguimos sin tener la guerra en paz.

El Almirante Salvador Moreno Fernández

Es curioso que esa declaración del presidente, que va a dar mucho que hablar, se haya producido en presencia de los miembros de las Fuerzas Armadas. ¿Hecho con intención? Pienso que el señor presidente es buen zurcidor y no da puntada sin hilo. Buen navegante y con un singular sentido del humor no suele desgastarse en declaraciones que le comprometan. Les aseguro que en esta ocasión estoy absolutamente despistado y no sé la intención de sus palabras. Sabe perfectamente quien era el Almirante Salvador Moreno y sabe que sus palabras iban a traer consecuencias. Creo que todo esto lo ha meditado y medido el alcance de las repercusiones. Quizá después de un análisis hecho con la frialdad que le caracteriza -o no- haya pensado que le era rentable echar ese pequeño órdago. Puede que hasta haya decidido pasar al ataque, dejarse de medias tintas y salir de una vez por todas del proceloso mar por el que navega la política española en sus últimos años; soltar lastre. Nada mejor que hacerlo en un buque de la Armada. Simbólico.

Almirante Salvador Moreno Fernández

El Almirante Salvador Moreno Fernández fue un héroe de la Armada española condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando y que participó de manera activa en la Guerra Civil en el bando nacional siendo ministro de Marina entre los años 1936 a 1946 y más tarde de 1951 a 1957. En 1933 fue nombrado comandante del Juan Sebastián Elcano cargo del que fue destituido por el Frente Popular.

Siendo ministro de Marina se dirigió al Director del Colegio de Huérfanos de la Armada (CHA) diciéndole: “Haga usted lo necesario para que todos los huérfanos de miembros de la armada, con independencia del bando en el que combatieron sus padres, sean acogidos en ese colegio”.

Su cuerpo fue enterrado en el Pantéon de Marinos Ilustres de San Fernando.

Un hombre bueno, un marino ejemplar y un héroe de la Armada española.

Agradecemos en cualquier caso al presidente del Gobierno que haya tenido ese gesto a bordo de un buque de la Armada.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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2 diciembre 2017

 

 

 

EFEMÉRIDE DEL DÍA SEMANA DEL 24 AL 30 DE ABRIL IMPOSICIÓN DE LA LAUREADA AL CABALLERO LEGIONARIO MADERAL OLEAGA (General de División-R.- Rafael Dávila Álvarez)

Monumento al Caballero Legionario Maderal Oleaga

IMPOSICIÓN DE LA LAUREADA AL CABALLERO LEGIONARIO MADERAL OLEAGA

El día 24 de abril de 1966 en el acuartelamiento del Grupo de Tiradores de Ifni núm. 1 en Sidi Ifni, se celebra como acto central la Jura de Bandera de los reclutas del primer llamamiento de 1965.

Coincidiendo con este acto, se celebra la entrega por el Comandante Jefe Accidental de la XIII Bandera de la Legión Edchera. El silencio del héroe.‹‹General Mola››, de la Cruz Laureada de San Fernando a los padres del legionario que fue de esta Bandera D. Juan Maderal Oleaga, Dos Vascos Legionarios muerto heroicamente en la acción de guerra del día 13 de enero de 1958 en Edchera (Sahara), recompensa que le fue concedida por Diario Oficial núm. 5 de fecha 8 de enero de 1966. Dos vascos legionarios

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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24 abril 2017

DOS VASCOS LEGIONARIOS

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El año 1957 las agresiones armadas del Ejército de Liberación, brazo armado del Partido Nacionalista marroquí Istiqlal, se suceden por el Sahara Occidental español. En Diciembre de ese año es atacado El Aaiún. El mando decide iniciar una serie de acciones ofensivas de corto radio de acción para obtener información de contacto. En El Aaiún, las más importantes se realizan sobre el oasis del Messeied y Edchera los días 22 de Diciembre y 13 de Enero de 1958.El Aaiun

El 13 de enero a las 7 de la mañana salía de El Aaiún la XIII Bandera de la Legión en dirección a Edchera para reconocer y obtener información de contacto. Sobre el borde de la Saguia el Hamra se encuentran los legionarios con un enemigo perfectamente organizado y protegido que abre un compacto y eficaz fuego. La Compañía del Capitán Jáuregui, que marcha en vanguardia, inicia la maniobra de envolvimiento llegando hasta el fondo de la Saguia con una Sección al mando del Brigada legionario Fadrique. Allí son envueltos y atacados por el frente y los flancos, acabando en el combate cuerpo a cuerpo.

Los últimos laureados de la Legión: Brigada Fadrique y legionario Juan Maderal Oleaga

Al morir el Capitán Jáuregui, el Brigada Fadrique ordena a sus hombres replegarse, quedándose él y el legionario Juan Maderal Oleaga protegiendo el repliegue.

imagesCAIVZ6KELos dos riegan con su sangre la tierra ardiente en lucha contra un enemigo que les cuadriplica en número. El Brigada Fadrique y el Caballero Legionario Maderal mueren heroicamente cumpliendo el Credo de la Legión. Su muerte salva las vidas de sus compañeros. El 13 de febrero de 1962 se concede la Cruz Laureada de San Fernando al Brigada legionario Francisco Fadrique Castromonte y el 8 de enero de 1966 al Caballero Legionario Juan Maderal Oleaga. Es el último soldado español al que se le ha concedido la Laureada de San Fernando, un legionario, condecoración que es sin duda la que requiere más requisitos y exigencias para su concesión entre todos los ejércitos del mundo.

El Caballero Legionario Juan Maderal Oleaga era un hombre sencillo, de una familia humilde de Bilbao; tenía 21 años cuando murió. Cuenta su padre que Jontxu, como le llamaban en casa, era bajito pero grande de corazón. En 1956 decidió alistarse en la Legión; su hermano José María había sido legionario y él quería serlo. El uniforme era para él lo más importante. Jontxu era feliz, contaba su padre, iba a venir de permiso cuando pasó “aquello”, decía, y aquello era…

“Reciba usted mi pésame como padre de un muchacho, casi un niño, y mi enhorabuena como padre de un soldado. Su hijo ha muerto como un héroe”, le dijo el Coronel al darle la noticia.Combate de Edchera.

Luego llegaron los homenajes en su barrio, Erandio, el nombre de una plaza y la estatua que le erigieron. Pero apareció la repugnante alimaña vomitando sus entrañas de odio, la ETA, amenazando por el homenaje a Juan Maderal acusándole de haber participado en la Guerra Civil cuando por entonces ni había nacido. Aprovechando una manifestación  arrancaron  de cuajo el monumento erigido en su nombre arrojándolo al Nervión.

Asesinato por la ETA del hermano del legionario laureado y también legionario

No descansaba el vómito de la fiera y el 17 de Marzo de 1979 tres cobardes encapuchados acribillaron a balazos, cuando se dirigía a su trabajo, a su hermano José María Maderal Oleaga Presidente de la Hermandad de Antiguos Caballeros legionarios de Vizcaya. Era el hermano de Juan que había despertado la vocación legionaria del héroe de Edchera. Siete impactos de tres alimañas etarras acabaron con su vida.

Desde el Sahara, desde la Saguia el Hamra en el Aaiún, hay una larga distancia hasta la calle Bilbao la Vieja, una larga distancia unida para siempre en el recuerdo de dos hermanos legionarios que amaban a España y a la Legión. Por España han vertido su sangre y ser legionarios les costó a los dos la vida. Pero la vida se da por una causa, por un ideal, por un compañero. Juan Maderal Oleaga murió frente al enemigo, combatiendo por salvar a sus compañeros; por ellos dio la vida generosamente como corresponde a un legionario. A José María se la arrebataron por ser legionario, pero no fue el enemigo quien lo hizo, no fue en ningún combate frente a frente. Fue un asesinato cometido por tres repugnantes personajes, emblemas de la cobardía, que lloriquean y tiemblan al oír la palabra Legión. Tenían que ser tres o la banda entera para poder acabar con la vida de un legionario y necesitaron siete balazos por la espalda porque ellos huyen ante la mirada.

16917038La estatua de Juan se encuentra en la Brigada de La Legión en Almería, junto a sus compañeros legionarios, en formación apretada y distinguida donde sólo caben los héroes que dan la cara. Está mutilada porque así salió del fondo de las aguas del Nervión donde ha quedado su desnudo brazo para vergüenza de los asesinos. Sólo pedimos que España y los españoles no olviden hechos como los aquí descritos. La Legión nunca olvida y siempre, con el recuerdo y oración ante su Cristo de la Buena Muerte, rinde honores a sus muertos. Hoy son para Juan y José María Maderal Oleaga, el Capitán Jáuregui, el Brigada Fadrique y para todos los caídos en Edchera,  37 legionarios muertos.edchera1

General Dávila (R) (Jefe de La Legión española de 2001 a 2004)

Blog: generaldavila.com