ASESINATO DE DON JOSÉ CALVO SOTELO. 13 DE JULIO DE 1936 Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

El 13 de julio de 1936 asesinaban a D. José Calvo Sotelo. Ocho días antes le decía a un diputado en los pasillos del Congreso: <<Me han variado la escolta y en ella han metido elementos que no merecen mi confianza, y he tenido, además, la confidencia y la noticia de que esos elementos habían recibido la consigna de que si se realizaba algún atentado contra mí, ellos se abstuvieran de intervenir. Que se hicieran los sordos y los ciegos>>.

La II República, en escasos cinco años, tuvo dos Presidentes, doce Gobiernos, una Constitución constantemente suspendida, persecución religiosa diaria con quema de conventos, violencia y desorden como norma en las calles, ajustes de cuentas, separatismo, inquietud y pobreza. El balance era trágico y culminó con el asesinato del líder de la oposición, D. José Calvo Sotelo, a manos de las fuerzas de orden público.

Un dato: entre el 15 de febrero y el 1 de abril de 1936, 74 personas habían sido asesinadas por motivos políticos y 345 habían sido heridas. Incendiado 106 iglesias arrasando más de la mitad de ellas (Datos precisos en Historia de la Iglesia en la España contemporánea siglos XIX y XX. Planeta, Madrid, 2002). Entre el 1 de abril y el 5 de mayo, 47 personas habían muerto en refriegas políticas. La frase del cristiano demócrata Ángel Osorio y Gallardo da idea de la situación: <<El Frente Popular fue creado para combatir el fascismo, pero por el camino que llevan las cosas en España, el único fascismo va a ser el Frente Popular. (Recogido por Stanley G. Payne en El Camino al 18 de Julio)>>.

El 1 de julio de 1936 hubo sesión plenaria de la Cortes, conflictiva y hasta violenta. <<El socialista Ángel Galarza contestó a Calvo Sotelo con un comentario ad hominem: “Pensando en su señoría, encuentro justificado, incluso, el atentado personal >> (Stanley G. Payne. El Camino al 18 de Julio). Por segunda vez era amenazado de muerte en las Cortes.

A las tres de la madrugada del 13 de julio de 1936, se presentó a la puerta de la casa que habitaba D. José Calvo Sotelo, una camioneta de la Dirección de Seguridad en la que iban más de veinte individuos mandados por el Capitán de la Guardia Civil Fernando Condés.

Mientras algunos de estos subían al piso segundo, casa del señor Calvo Sotelo, los otros rodearon el edificio y tomaban las bocacalles inmediatas.

El señor Calvo Sotelo al recibir orden de entregarse intentó llamar por teléfono, sin duda  a la Dirección de Seguridad, pero el aparato había sido cortado.

Como los asesinos se impacientaban obligaron a Calvo Sotelo a vestirse rápidamente en su presencia.

Se despidió de su esposa y descendió entre los individuos, ocupando un puesto en la camioneta, que partió a gran velocidad.

A poca distancia de su domicilio un socialista, Luis Cuenca, guardaespaldas de Indalecio Prieto, le disparó dos tiros a bocajarro en la nuca. El cadáver fue llevado a las cuatro de la mañana al cementerio del Este, en la misma camioneta.

Apenas se confirmó la noticia del hallazgo, comenzaron a llegar al cementerio numerosos amigos, intentando sacar el cadáver del cementerio, pero el coche-ambulancia que se envió con ese objeto, tuvo que volverse ante la prohibición del juez.

Presentaba una herida de arma de fuego con salida bajo el ojo izquierdo y entrada por la nuca. Tenía el rostro muy desfigurado y con numerosas contusiones de arma blanca.

Brazos y piernas, especialmente la izquierda, que tenía el pantalón desgarrado, presentaba heridas que demostraban que la víctima forcejeó incesantemente con los asesinos antes de la muerte.

Tenía también la americana manchada de barro y muy echada para atrás, como si en el forcejeo se la hubieran echado sobre la cabeza para cegarle.

Nadie quiso saber nada y la prometida investigación se sustituyó por una mayor violencia hacia falangistas y derechistas. El capitán Condés fue protegido y refugiado en casa de Margarita Nelken y más tarde, junto a Luis Cuenca, quedó en libertad.

El asesinato de Calvo Sotelo precipitó todo. En todos los sentidos. El Gobierno republicano en lugar de investigar los hechos -cesó al juez Ursicino Gómez Carbajo por su rigurosidad y firmeza en la investigación e interrogatorios- y poner fin a la violencia, se sirvió de aquel asesinato como estímulo. Fue un aviso dirigido a las derechas. Los asesinos fueron ascendidos a puestos superiores y los archivos que guardaban la verdad destruidos.

Francisco Vázquez Vázquez, que fue Alcalde de La Coruña y embajador de España ante la Santa Sede, publicó el día nueve de abril de 2018, un artículo en el ABC Memoria Histórica de Calvo Sotelo en el que aportando un documento relevante, sostiene que el asesinato de Calvo Sotelo no fue como represalia al del teniente Castillo, como siempre se ha argumentado, sino una acción premeditada contra Antonio Goicoechea, Gil Robles y Calvo Sotelo, preparada desde al menos tres meses antes. Las declaraciones del conductor de la furgoneta atestiguan que el que disparó a la nuca de Calvo Sotelo no fue Luis Cuenca sino el teniente de los Guardias de Asalto Máximo Moreno.

Desde aquel día del asesinato del líder de las derechas la frase más repetida en Pamplona era: <<Esto se acabó>>. Mola reunió con urgencia a los jefes de Cuerpo:

-Después de lo ocurrido, no hay nada que esperar. Esto es cuestión de días o de horas. Estén ustedes preparados.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

10 julio 2020

Blog: generaldavila.com

PASCUA MILITAR ANTE LA TRAICIÓN General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Recurrir a Spinoza se hace cada vez más imprescindible. Empecemos:

<<Cuál sea la mejor constitución de un Estado cualquiera se deduce fácilmente del fin del estado político, que no es otro que la paz y la seguridad de la vida. Aquel Estado en que los hombres viven en concordia y en el que los derechos comunes se mantienen ilesos es, por tanto, el mejor. Ya que no cabe duda de que las sediciones, las guerras y el desprecio e infracción de las leyes no deben ser imputados tanto a la malicia de los súbditos cuanto a la mala constitución del Estado>>.

Traición: Delito cometido por civil o militar que atenta contra la seguridad de la patria. Alta traición es la cometida contra la soberanía o contra el honor la seguridad y la independencia del Estado. Es quizá, junto a cobardía, el término más penado en un militar. Peor, sin duda, que la cobardía. No solo en un militar.

Ayer día de la Pascua Militar era un día grande para los ejércitos. Escribo desde la honda tristeza que da ver a una España dividida y en manos de los que quieren destrozarla. En estas condiciones, cuando existe todavía el artículo 8 que los militares sabemos y conocemos muy bien, ha sido difícil la papeleta del Rey ante sus soldados. Difícil explicación. Llevará  días pensando ¿Qué les digo? No puede haber soldado que esté contento con lo que ha ocurrido, está ocurriendo, en el Congreso de los diputados. Ver como los herederos de la ETA insultan al Rey o ver como el presidente del Gobierno se traga el sapo (a gusto, lo digiere y saborea)  y la presidenta del Congreso dice que eso es democracia y no lo de antes (los muertos asesinados por la ETA se revuelven en sus tumbas aún abiertas), es triste para cualquier soldado, para cualquier ciudadano -infantería somos todos-  que tienen como principal misión la integridad territorial y el respeto y cumplimiento de la Constitución.

Pues ni lo uno ni lo otro. Los terroristas están representados, los separatistas mandan y el presidente del Gobierno sonríe y entrega España. Para eso no hacen falta alforjas llenas de Ley ni de leyes.

Hoy celebramos la Pascua Militar cuando ayer democráticamente insultaban al Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas con el visto bueno de presidente, presidenta, y ministra de Defensa. Nadie se movió de su escaño. Es un insulto a todos los que visten o hemos vestido el uniforme militar, que recibimos como regalo en el día de la Pascua Militar. En silencio, pero con un severo malestar entre nosotros, entre casi todos.

En la Cámara de los representantes  de la soberanía nacional insultaron gravemente al Rey, Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, y la presidenta, socialista, de la Cámara, ante las protesta de algunos partidos, dijo que eso es la democracia y no lo que hasta ahora había. Lo que quiere decir que hasta las normas dentro de la Cámara se han perdido.

Hubo una época, en la que el señor José Calvo Sotelo fue asesinado por un tal Luis Cuenca guardaespaldas del entonces líder del partido socialista Indalecio Prieto. Es de suponer que no se refería a esos tiempos la señora Batet y sí a los que pistola en mano decían hacer política y ahora han dejado a sus herederos soplando el humo que salió de sus pistolas.

Difícil es así celebrar una Pascua Militar con la preocupación de la unidad de la Patria, de su integridad territorial y el respeto al ordenamiento constitucional en grave riesgo.

Silencio por parte de la señora ministra de Defensa sobre los insultos al Rey vertidos en el Congreso de los Diputados. ¿Le habrá pedido disculpas en privado?

Por terminar; con algo distinto. Ante el insulso, insuficiente y vacío discurso de la ministra de Defensa, nos queda la duda de la cacareada modernización de las Fuerzas Armadas que pasa por una desastrosa gestión de aquellos submarinos que no eran tales o de aquellos vehículos de urgente necesidad, los 8×8, para el Ejército de Tierra que se demoran de nuevo en un indefinido tiempo. Claro que se desprende de esto, y de aquello, que los ejércitos de España quedan constituidos para incendios o emergencias, y para la guerra solo fuera de nuestras fronteras. Aquí no hay peligro ni enemigos.

<<La paz, en efecto, no es la privación de la guerra, sino una virtud que brota de la fortaleza del alma, ya que la obediencia es la voluntad constante de ejecutar aquello que, por decreto general de la sociedad, es obligatorio hacer.  Por los demás, aquella sociedad cuya paz depende de la inercia de unos súbditos que se comportan como ganado, porque solo saben actuar como esclavos, merece más bien el nombre de soledad que de sociedad>> (Spinoza. Tratado político).

Poco más puedo decir de esta Pascua Militar: soledad.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

7 enero 2020

Blog: generaldavila.com