LA CARTA DE LOS MILITARES. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

De entrada: no hay manifiesto como algunos, con mala intención y ánimo de confundir, pretenden calificar. Es una carta al Rey de España, Mando Supremo de las Fuerzas Armadas, la que han enviado un grupo de militares retirados. Claro que el hecho de que El País se haya hecho eco, da pie al titular: «Manifiesto de los militares…» y así, con el titular bajo el brazo, se va a la tertulia sin haber leído más.

Antes de seguir conviene que los profanos en la materia militar, tan desconocida, y silenciosos sus componentes, (aunque hay un dicho: no hay nada más reservado que un militar en activo, ni nada más activo que un militar en la reserva), sepan algo más, que sirva de antecedente al tema tratado.

Los firmantes de la carta al Rey forman parte de la XXIII promoción de la Academia General Militar. Eso significa que ingresaron al mismo tiempo en la Academia para ser oficiales y juntos pasaron dos años en la General de Zaragoza y posteriormente se separaron para acudir a las Academias Especiales (Infantería, Caballería, Artillería, Ingenieros, Intendencia y Guardia Civil) y pasar allí otros dos años de formación en su Arma específica. La Academia General Militar tiene como misión fundamental crear espíritu, ese que entre los militares se conoce como  «El espíritu de la General» que no es otro que el valor del compañerismo entre Armas y Cuerpos, la unidad y cohesión tan necesaria en el combate, y una identificación plena entre sus miembros de lo que el juramento a la Bandera significa.

«Armas y Cuerpos funden nuestro emblema…» dice el himno de la General. Mismo espíritu, misma doctrina, mismo ideal.

Conviene saber esto porque ese vínculo que se crea entre los miembros de cada promoción de la General perdura hasta el final de nuestros días. Podrás coincidir o no posteriormente en los destinos, pero la pertenencia a una promoción determinada te mantiene unido siempre, con frecuentes reuniones, seguimiento de los acontecimientos de cada uno, ayudas entre sus miembros, intercambios y relaciones no solo profesionales, sino incluso familiares. El que se lleve con mayor o menor grado esta relación depende en cada promoción de que haya alguno con especial habilidad para incentivar a sus compañeros. Suelen ser los números uno de la promoción de la General y los de las Especiales los que lleven la dirección del grupo.

Este antecedente es importante para comprender que la carta no surge de repente, sino que hay una relación e intercambio de pareceres constante, y que en ella la situación actual de España sea un motivo de gran preocupación.

No sé cómo ha sido el proceso hasta llegar al momento de dar por redactada la carta y hacérsela llegar al Rey, pero me lo figuro.

Es evidente que se escribe para que se convierta en un documento de cara al público, lo que introduce un especial matiz en la misiva. Algo que por otro lado es lógico.

No es la primera carta o manifiesto, que de todo ha habido, ni será la última. Desde que este Gobierno puso en peligro la unidad de España y se ha dispuesto a romper la nación, empezando por la Corona, se han sucedido cartas colectivas o individuales, videos corporativos, declaraciones de todo tipo de personas del arte, la ciencia, la literatura, el derecho, la política; en definitiva la sociedad civil preocupada con la situación por la que este Gobierno conduce a España.

Cualquier manifestación a favor de la unidad de la patria, España,  y de la concordia,  es buena, aunque solo sea una chinita en el camino.

Lo vivido últimamente en España es muy difícil de digerir para quienes llevan más de cincuenta años de servicio bajo el mandato de un juramento. Como le ocurre —esperemos— a la mayoría de españoles,

Camino de la desaparición de España, atados de pies y manos por un estado de alarma abusivo, que atenta contra la libertad, vigilados en nuestras expresiones y declaraciones, o cierras la boca o te la cierran, cuando el comunismo vuelve de la mano de los terroristas a recordar viejos tiempos, ¿es que nadie va a decir nada?, ¿es que con echar una papeleta en la urna cada cuatro años es suficiente?

Al menos permitan que cada uno se exprese, individual o colectivamente, como le venga en gana dentro del escrupuloso cumplimiento de la Ley; cosa que este Gobierno se salta cuando y como quiere.

Así que no le den más vueltas. Los militares retirados de la XXIII promoción de la Academia General Militar (por cierto la que cerró Azaña, por eso de la unidad y cohesión) han dicho lo que piensan, como otros muchos: ya son legión.

¿Pasa algo? Si alguno se pone nervioso, Ley y tila.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

2 diciembre 2020

 

EL REY DE ESPAÑA FILIADO COMO SOLDADO General de División Rafael Dávila Álvarez (R.)

El Príncipe de Asturias se incorpora a formación como soldado, acompañado del Ayudante del Rey, coronel don Manuel Dávila Jalón.

El 28 de mayo de 1977 se celebró en Madrid un acto de especial significado que no puede pasar desapercibido. Un niño de nueve años, Felipe, Príncipe de Asturias, vestía por primera el uniforme de soldado español. Don Felipe se filiaba como soldado en el Regimiento Inmemorial del Rey nº 1. No era un juego de soldaditos ni el capricho de un niño. Era un acto regio, profundamente arraigado en la tradición de la monarquía española, por el que el heredero de la Corona, el futuro Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, filiaba en las filas del Ejército español. Lo hacía como soldado. Un acto de cariño y reconocimiento del Rey a las Fuerzas Armadas, a la tradición, a la historia.  No debemos dejar pasar por alto esta efeméride y con más razón este año que no se celebrará el Día de las Fuerzas Armadas.

El Príncipe de Asturias en formación.

Tradición de la Monarquía española

Los tiempos han cambiado y con ello las costumbres; incluso alguna tradición. Los cambios son consecuentes, normalmente con la evolución, siempre a mejor, pero no debe cambiarse a capricho porque se desprestigia, se minusvalora lo que un día sucedió. Y sucedió que una larga tradición lleva a los Reyes de España a filiar a sus hijos, futuros reyes, como soldados. Los Ejércitos son fiel reflejo de las virtudes y defectos de un pueblo, son del pueblo y para el pueblo; por ello las monarquías españolas siempre se han identificado con pueblo y Ejército. Reyes y príncipes han servido en sus filas junto a ricos y pobres. Desde niños se han aproximado a sus filas.

Alfonso XII se filió en 1862 y Alfonso XIII juró Bandera en 1920 como soldado. Ambos en la 1ª Compañía del 1º Batallón del Regimiento Inmemorial del Rey número 1.

Palabras del Rey en la filiación de su hijo el Príncipe de Asturias

Hace ahora cuarenta y tres años, con voz emocionada, pero firme, decía el Rey Don Juan Carlos I:

Toda la Familia Real acompañó a Don Felipe

‹‹Acaba de sentar plaza como Soldado de Honor, mi hijo el Príncipe de Asturias. Desde hoy, se vincula de por vida, a los Ejércitos de España››.

Sus palabras continuaban dando las razones por las que quería que desde tan temprana edad su hijo formase en sus filas.

Los tiempos cambian. A veces quedan añoranzas del pasado.

¿Por qué, si aquello era bueno? Hace un par de años escribí un artículo cuyo título me lo inspiraron mis nietos. Era el Día de las Fuerzas Armadas.

¡Abuelo, no está la Princesa! Me extrañó que la Princesa de Asturias no asistiese al acto del Día de las Fuerzas Armadas y compartiese con los soldados, de los que un día será Jefe Supremo, ese su día. ¿Estaré yo haciéndolo bien trayendo a mis nietos?

‹‹He querido que desde tan temprana edad forme en sus filas, porque quiero que se identifique con nuestros hombres, que sea un buen soldado, que es tanto como decir, un magnífico español››

La Reina muy atenta y emocionada al ver a su hijo como soldado de honor.

Como no podía ser de otra manera el padre, el Rey, daba consejos a su hijo, el Príncipe de Asturias. Era lo que yo pretendía hacer con mis nietos aquel Día de las Fuerzas Armadas.

‹‹Felipe:

Hoy es día grande para ti. No lo olvides nunca.

También lo es para mí. Mi mayor orgullo es ser el primer soldado de la Nación y darlo todo por la Patria.

Al ver a mi hijo Soldado, pienso en España y pienso en su futuro. En ese futuro en paz, en orden y en progreso.

Que las Fuerzas Armadas, modelo de lealtad y disciplina, sigan formando a nuestros jóvenes y montando la guardia permanente de España. Y que todos y cada uno de nosotros, sepamos cumplir con nuestro deber››.

Con un Viva a España y al Ejército culminaban las palabras de Su Majestad. Hace 43 años. Plenas de actualidad.

Fue un gran día para España, para los Reyes, para el Príncipe de Asturias, para el Ejército.

Hoy recuerdo aquel día. Acompañaba al Príncipe de Asturias, hoy Rey de España y Jefe Supremo de los Ejércitos, en su presentación y en su puesto en formación, mi padre, Coronel Dávila, entonces Ayudante de Campo del Rey. Era un día grande también para él.

Lo sigue siendo para todos. Creo que es justo recordarlo y al hacerlo surgen de manera inevitable los interrogantes.

‹‹Hoy es un día grande para ti. No lo olvides nunca››. Decía el Rey a su hijo hace 43 años.

Sigue siéndolo y por eso lo recordamos junto a las Fuerzas Armadas.

Los tiempos cambian, pero hay cosas que perduran, para uno y para la historia.

Palabras de S.M. el Rey dirigidas a su hijo en su filiación como soldado de Honor

No hay mejor homenaje para este Día de las Fuerzas Armadas 2020 que las circunstancias que vivimos han hecho que no se celebre.

General de División Rafael Dávila Álvarez (R.)

Blog: generaldavila.com

OPERACIÓN ZENDAL. MILITARES DE PAISANO Y DESMILITARIZADOS General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Isabel Zendal Gómez, una gallega luchadora (Órdenes. La Coruña), valiente y ejemplar, considerada como la primera enfermera que desarrolló una misión internacional, es ejemplo y referente en la Organización Mundial de la Salud (OMS). ¿Su mérito? Salvar a medio mundo de la viruela junto al doctor Francisco Javier Balmis. ¿Cómo? Desde la Casa de Expósitos del Hospital de la Caridad de La Coruña embarcó en la corbeta María Pita (1803) hacia los territorios españoles de ultramar, con 21 niños a bordo que habían sido inoculados con la vacuna contra la viruela. Ellos eran los portadores de la salvación y ella era como la madre de aquellos pobres huérfanos entre los que se encontraba el suyo. Sea este un homenaje a todos nuestros actuales enfermeros que, como Isabel, se lanzan cada día sin miedo a este tenebroso mar de incertidumbre llevando en sus brazo lo más preciado que tenemos, la vida, sea de niños o ancianos, jóvenes o maduros: la vida. La misión en la que estaba integrada Isabel vacunó a 250.000 personas.

Nombre de la participación de los ejércitos en la lucha contra la pandemia: Operación Balmis. ¿Y la Operación Zendal?

Tengo que traer a colación la frase de aquel alcalde, Zaragoza, el de la gomina a cargo de los presupuestos, a quien invitaron a un acto en la Academia General Militar y se rebotó con aquello de que la Academia General era un Academia Militar, pero ¡al fin! no militarista, que la educación con educación se paga, y el general director se puso muy contento, porque ya no había que enredarse con las hazañas bélicas ni con la ofensiva ni la defensiva, sino con el arte del reparto a domicilio, hablar muchas lenguas y trabajar con el Cervantes a enseñar el español en lejanos lugares. El ataque o la defensa queda para los americanos y rusos que nosotros somos otra cosa.

Ahora el vicepresidente, el de ahora,  sin gomina, creo recordar que de la misma escuela, de Lenin, Stalin… o Trosky, aunque esto no me lo sé muy bien, da un paso más allá. Nada de uniformes para los soldados. Mejor un mono, una boina, grueso cinturón y ¿pistolón al cinto?

Le incomoda que el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, el Rey, vista, de vez en cuando, el uniforme que como tal le corresponde, militar, de Tierra, Armada o Aire. Este señor de nombre Pablo y apellidado Iglesias es el vicepresidente del Reino de España. Aunque no lo parezca.

A pesar de la edad uno nunca deja de haberlo visto todo. Hasta el rabo todo es toro.

Dice el vice, el que viste sin vestir en él, que lo suyo, de él, es que en España <<no viéramos a un Jefe del Estado vestido con uniforme militar, porque es un representante del pueblo>>. Acto seguido insiste en recriminar su papel simbólico como jefe de los Ejércitos concluyendo que las Fuerzas Armadas deben estar subordinadas exclusivamente al poder civil. No, si al final las Fuerzas Armadas están subordinadas a Alejandro Magno.

Es que España es muy rara. Tanto que él se apellida Iglesias. Si quiere le doy la dirección del Registro Civil y puede cambiarse el apellido. Iglesias. Mejor Catedral.

La Operación Balmis está siendo un éxito. Cuando termine tendremos tiempo de hablar. De todo se aprende. Hay cosas que llaman la atención. Marketing de quienes no creen en las capacidades de los ejércitos o solo en las que a ellos les interesan. Las populares. Un ejército popular.

El caso es que hay que andar con cuidado y contarlo todo. No a medias.

Tiempo habrá para las patrullas mixtas, fracasadas por la irresponsabilidad de… (?); con premeditación y sin atender a la legislación, con grave riesgo para los soldados. Cualquier oficial, suboficial o tropa se podía haber visto envuelto en un problema legal por una actuación de la que seguramente nadie les explicó tenía sus claros límites. Ha sido una irresponsable medida que ha enfrentado (?) a ministerios y, lo peor, ¿a mandos también? Habrá que analizarlo.

Ha habido cosas que nos han asombrado y declaraciones preparadas y edulcoradas como una torrija.

Operación Balmis:

-A la pregunta: Al principio pudimos ver a militares patrullando con arma larga…

Un experto militar encargado de esto y lo otro contesta:

Como ha dicho la ministra… Si se vio alguno es que se nos escapó…

Como ha dicho la ministra. Como ha dicho la ministra. Como ha dicho la ministra.

Ahora estén atentos porque si cuaja lo que se está cuajando, les quitarán el uniforme y empezará la operación Iglesias, <<fuera uniformes>>, desde el Rey hasta el último de los soldados. ¡He dicho que no quiero ver ni un uniforme!

Miren todo está muy raro. No es necesario insistir porque a cualquiera que observe -y sin observar- se le cae la cara de vergüenza de ver el desgobierno y la irresponsabilidad desorganizada que nos asiste.

Llegamos al punto final de la actuación de las Fuerzas Armadas en esta pandemia. Fuera armamento, fuera patrullas, y ahora fuera uniformes. Se baraja hacer test masivos a la población tirando de las Fuerzas Armadas. ¿Cómo? Con o sin, con jarrillo o cantimplora… decíamos en la Academia cuando se oía la voz: ¡A formar!

Es el siguiente paso. Una operación en la que los ejércitos actuarán sin uniforme. De paisano: <<Estilo Iglesias>>. No sé si les darán un mono. ¿Habrá sido un sueño? A mi casa, si vienen, de uniforme, por favor.

Empezaba por el recuerdo a la enfermera Isabel Zendal Gómez. Con el doctor Francisco Javier Balmis. Están entre nosotros, en los hospitales, y ellos nos sacarán de esta. Otros no.

Creo recordar que era Trosky al que le gustaba el desorden, pero bien organizado. La insurrección es una máquina que no debe hacer ruido. No sé por qué he ido a buscar en el anaquel este recuerdo grabado en el petroglifo.

Operación Zendal:

Test masivos para la población. ¡Los soldados! ¡Que buena idea! De paisano claro. Como diga la ministra.

Generalas y generales; oficialas y oficiales; suboficialas y suboficiales, tropas, tropos y tropes ¡A formar!: en chándal.

Como ha dicho la ministra.

Blog: generaldavila.com

20 abril 2020

 

 

PASCUA MILITAR ANTE LA TRAICIÓN General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Recurrir a Spinoza se hace cada vez más imprescindible. Empecemos:

<<Cuál sea la mejor constitución de un Estado cualquiera se deduce fácilmente del fin del estado político, que no es otro que la paz y la seguridad de la vida. Aquel Estado en que los hombres viven en concordia y en el que los derechos comunes se mantienen ilesos es, por tanto, el mejor. Ya que no cabe duda de que las sediciones, las guerras y el desprecio e infracción de las leyes no deben ser imputados tanto a la malicia de los súbditos cuanto a la mala constitución del Estado>>.

Traición: Delito cometido por civil o militar que atenta contra la seguridad de la patria. Alta traición es la cometida contra la soberanía o contra el honor la seguridad y la independencia del Estado. Es quizá, junto a cobardía, el término más penado en un militar. Peor, sin duda, que la cobardía. No solo en un militar.

Ayer día de la Pascua Militar era un día grande para los ejércitos. Escribo desde la honda tristeza que da ver a una España dividida y en manos de los que quieren destrozarla. En estas condiciones, cuando existe todavía el artículo 8 que los militares sabemos y conocemos muy bien, ha sido difícil la papeleta del Rey ante sus soldados. Difícil explicación. Llevará  días pensando ¿Qué les digo? No puede haber soldado que esté contento con lo que ha ocurrido, está ocurriendo, en el Congreso de los diputados. Ver como los herederos de la ETA insultan al Rey o ver como el presidente del Gobierno se traga el sapo (a gusto, lo digiere y saborea)  y la presidenta del Congreso dice que eso es democracia y no lo de antes (los muertos asesinados por la ETA se revuelven en sus tumbas aún abiertas), es triste para cualquier soldado, para cualquier ciudadano -infantería somos todos-  que tienen como principal misión la integridad territorial y el respeto y cumplimiento de la Constitución.

Pues ni lo uno ni lo otro. Los terroristas están representados, los separatistas mandan y el presidente del Gobierno sonríe y entrega España. Para eso no hacen falta alforjas llenas de Ley ni de leyes.

Hoy celebramos la Pascua Militar cuando ayer democráticamente insultaban al Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas con el visto bueno de presidente, presidenta, y ministra de Defensa. Nadie se movió de su escaño. Es un insulto a todos los que visten o hemos vestido el uniforme militar, que recibimos como regalo en el día de la Pascua Militar. En silencio, pero con un severo malestar entre nosotros, entre casi todos.

En la Cámara de los representantes  de la soberanía nacional insultaron gravemente al Rey, Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, y la presidenta, socialista, de la Cámara, ante las protesta de algunos partidos, dijo que eso es la democracia y no lo que hasta ahora había. Lo que quiere decir que hasta las normas dentro de la Cámara se han perdido.

Hubo una época, en la que el señor José Calvo Sotelo fue asesinado por un tal Luis Cuenca guardaespaldas del entonces líder del partido socialista Indalecio Prieto. Es de suponer que no se refería a esos tiempos la señora Batet y sí a los que pistola en mano decían hacer política y ahora han dejado a sus herederos soplando el humo que salió de sus pistolas.

Difícil es así celebrar una Pascua Militar con la preocupación de la unidad de la Patria, de su integridad territorial y el respeto al ordenamiento constitucional en grave riesgo.

Silencio por parte de la señora ministra de Defensa sobre los insultos al Rey vertidos en el Congreso de los Diputados. ¿Le habrá pedido disculpas en privado?

Por terminar; con algo distinto. Ante el insulso, insuficiente y vacío discurso de la ministra de Defensa, nos queda la duda de la cacareada modernización de las Fuerzas Armadas que pasa por una desastrosa gestión de aquellos submarinos que no eran tales o de aquellos vehículos de urgente necesidad, los 8×8, para el Ejército de Tierra que se demoran de nuevo en un indefinido tiempo. Claro que se desprende de esto, y de aquello, que los ejércitos de España quedan constituidos para incendios o emergencias, y para la guerra solo fuera de nuestras fronteras. Aquí no hay peligro ni enemigos.

<<La paz, en efecto, no es la privación de la guerra, sino una virtud que brota de la fortaleza del alma, ya que la obediencia es la voluntad constante de ejecutar aquello que, por decreto general de la sociedad, es obligatorio hacer.  Por los demás, aquella sociedad cuya paz depende de la inercia de unos súbditos que se comportan como ganado, porque solo saben actuar como esclavos, merece más bien el nombre de soledad que de sociedad>> (Spinoza. Tratado político).

Poco más puedo decir de esta Pascua Militar: soledad.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

7 enero 2020

Blog: generaldavila.com

 

EL DÍA DE LAS FUERZAS ARMADAS Y EL PRÍNCIPE DE ASTURIAS General de División Rafael Dávila Álvarez (R.)

El Príncipe de Asturias se incorpora a formación como soldado, acompañado del Ayudante del Rey, coronel don Manuel Dávila Jalón.

El Rey habla a su hijo. Felipe, eres soldado, servidor de la Patria…

El 28 de mayo de 1977 se celebró en Madrid un acto de especial significado que no puede pasar desapercibido. Un niño de nueve años, Felipe, Príncipe de Asturias, vestía por primera el uniforme de soldado español. Don Felipe se filiaba como soldado en el Regimiento Inmemorial del Rey nº 1. No era un juego de soldaditos ni el capricho de un niño. Era un acto regio, profundamente arraigado en la tradición de la monarquía española, por el que el heredero de la Corona, el futuro Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, filiaba en las filas del Ejército español. Lo hacía como soldado. Un acto de cariño y reconocimiento del Rey a las Fuerzas Armadas, a la tradición, a la historia.  Dejar pasar por alto esta efeméride sería un imperdonable olvido, pero después de ver el acto de presentación  del Día de la Fuerzas Armadas 2017 y el programa presentado así parece que va a suceder. El próximo día 27 el Rey, aquel niño de 9 años que se filiaba en el Ejército hace 40 años, presidirá en Guadalajara el homenaje del pueblo español a sus soldados. Fecha histórica y significativa. Un niño, un príncipe soldado, convertido en Rey de España y Jefe Supremo de los ejércitos. Del sábado 28 de mayo de 1977 al sábado 27 de mayo de 2017. Cuarenta años.

¿No merece un recuerdo especial? ¿No debería centrarse este Día de las Fuerzas Armadas en aquella fecha?¿No debería estar presente y ocupar su lugar en formación aquella compañía del Inmemorial en la que quedó filiado el Príncipe de Asturias? ¿Olvido?

El Príncipe de Asturias en formación.

Tradición de la Monarquía española

Los tiempos han cambiado y con ello las costumbres; incluso alguna tradición. Los cambios son consecuentes, normalmente con la evolución, siempre a mejor, pero no debe cambiarse a capricho porque se desprestigia, se minusvalora lo que un día sucedió. Y sucedió que una larga tradición lleva a los Reyes de España a filiar a sus hijos, futuros reyes, como soldados. Los Ejércitos son fiel reflejo de las virtudes y defectos de un pueblo, son del pueblo y para el pueblo; por ello las monarquías españolas siempre se han identificado con pueblo y Ejército. Reyes y príncipes han servido en sus filas junto a ricos y pobres. Desde niños se han aproximado a sus filas.

Alfonso XII se filió en 1862 y Alfonso XIII juró Bandera en 1920 como soldado. Ambos en la 1ª Compañía del 1º Batallón del Regimiento Inmemorial del Rey número 1.

Palabras del Rey en la filiación de su hijo el Príncipe de Asturias

Hace ahora cuarenta años, con voz emocionada, pero firme, decía el Rey Don Juan Carlos I:

Toda la Familia Real acompañó a Don Felipe

‹‹Acaba de sentar plaza como Soldado de Honor, mi hijo el Príncipe de Asturias. Desde hoy, se vincula de por vida, a los Ejércitos de España››.

Sus palabras continuaban dando las razones por las que quería que desde tan temprana edad su hijo formase en sus filas.

Los tiempos cambian. A veces quedan añoranzas del pasado.

¿Por qué, si aquello era bueno? Hace un par de años escribí un artículo cuyo título me lo inspiraron mis nietos. Era el Día de las Fuerzas Armadas.

¡Abuelo, no está la Princesa! Me extrañó que la Princesa de Asturias no asistiese al acto y compartiese con los soldados, de los que un día será Jefe Supremo, ese su día. ¿Estaré yo haciéndolo bien trayendo a mis nietos?

‹‹He querido que desde tan temprana edad forme en sus filas, porque quiero que se identifique con nuestros hombres, que sea un buen soldado, que es tanto como decir, un magnífico español››

La Reina muy atenta y emocionada al ver a su hijo como soldado de honor.

Como no podía ser de otra manera el padre, el Rey, daba consejos a su hijo, el Príncipe de Asturias. Era lo que yo pretendía hacer con mis nietos aquel Día de las Fuerzas Armadas de 2015.

‹‹Felipe:

Hoy es día grande para ti. No lo olvides nunca.

También lo es para mí. Mi mayor orgullo es ser el primer soldado de la Nación y darlo todo por la Patria.

Al ver a mi hijo Soldado, pienso en España y pienso en su futuro. En ese futuro en paz, en orden y en progreso.

Que las Fuerzas Armadas, modelo de lealtad y disciplina, sigan formando a nuestros jóvenes y montando la guardia permanente de España. Y que todos y cada uno de nosotros, sepamos cumplir con nuestro deber››.

Con un Viva a España y al Ejército culminaban las palabras de Su Majestad. Hace 40 años. Plenas de actualidad.

Fue un gran día para España, para los Reyes, para el Príncipe de Asturias, para el Ejército.

Hoy recuerdo aquel día. Acompañaba al Príncipe de Asturias, en su presentación y en su puesto en formación, mi padre, Coronel Dávila, entonces Ayudante de Campo del Rey. Era un día grande también para él.

Lo sigue siendo para todos. Creo que es justo recordarlo y al hacerlo surgen de manera inevitable los interrogantes.

¿Olvido? En aquella ocasión acompañaban al pequeño Príncipe la Familia Real al completo.

El próximo día 27 será el acto central de esta semana dedicada a las Fuerzas Armadas.

‹‹Hoy es un día grande para ti. No lo olvides nunca››. Decía el Rey a su hijo hace 40 años.

Sigue siéndolo y por eso lo recordamos y enmendamos el olvido.

Los tiempos cambian, pero hay cosas que perduran, para uno y para la historia.

Palabras de S.M. el Rey dirigidas a su hijo en su filiación como soldado de Honor

General de División Rafael Dávila Álvarez (R.)

Blog: generaldavila.com

26 mayo 2017