EL ESPÍRITU DE LA GENERAL. General de División Rafael Dávila Álvarez

El mes de febrero está marcado por una fecha de referencia para cualquier componente del Ejército de Tierra: La fundación de la Academia General Militar en Toledo el 20 de febrero de 1882. Es el nacimiento del espíritu de la General. Es el de unidad en la vocación, el servicio, compañerismo, patriotismo, honor y valor, que reciben los futuros oficiales del Ejército de Tierra en su formación en la Academia General Militar y que constituye la correa de transmisión que alcanza a todos los que visten el uniforme caqui de nuestro Ejército de Tierra.

No hay Ejército sin una fuerte cohesión en lo intelectual y sobre todo en lo moral, en el espíritu interior que nos une y fortalece. Armas, Cuerpos, Especialidades…, todos tienen un mismo fin; el que se forja en Zaragoza en la Academia General Militar. A él dedicamos hoy nuestro visus conscientes de los problemas que afronta España, de los ataques a su unidad y fortaleza. Por ello reafirmémonos en ese Espíritu de la General:

Armas y cuerpos funde nuestro emblema
en unión y hermandad sin igual,
y unida siempre luchará hasta el fin,

por España la Academia General

DECÁLOGO DEL CADETE

Artículo 1º.- Tener un gran amor a la Patria y fidelidad al Rey, exteriorizado en todos los actos de su vida.

Artículo 2º.- Tener un gran espíritu militar, reflejado en su vocación y disciplina.

Artículo 3º.- Unir a su acrisolada caballerosidad constante celo por su reputación.

Artículo 4º.- Ser fiel cumplidor de sus deberes y exacto en el servicio.

Artículo 5º.- No murmurar jamás ni tolerarlo.

Artículo 6º.- Hacerse querer de sus inferiores y desear de sus superiores.

Artículo 7º.- Ser voluntario para todo sacrificio, solicitando y deseando siempre el ser empleado en las ocasiones de mayor y riesgo y fatiga.

Artículo 8º.- Sentir un noble compañerismo, sacrificándose por el camarada y alegrándose de sus éxitos, premios y progresos.

Artículo 9º.- Tener amor a la responsabilidad y decisión para resolver.

Artículo 10º.- Ser valeroso y abnegado.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

20 febrero 2022

LA CARTA DE LOS MILITARES. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

De entrada: no hay manifiesto como algunos, con mala intención y ánimo de confundir, pretenden calificar. Es una carta al Rey de España, Mando Supremo de las Fuerzas Armadas, la que han enviado un grupo de militares retirados. Claro que el hecho de que El País se haya hecho eco, da pie al titular: «Manifiesto de los militares…» y así, con el titular bajo el brazo, se va a la tertulia sin haber leído más.

Antes de seguir conviene que los profanos en la materia militar, tan desconocida, y silenciosos sus componentes, (aunque hay un dicho: no hay nada más reservado que un militar en activo, ni nada más activo que un militar en la reserva), sepan algo más, que sirva de antecedente al tema tratado.

Los firmantes de la carta al Rey forman parte de la XXIII promoción de la Academia General Militar. Eso significa que ingresaron al mismo tiempo en la Academia para ser oficiales y juntos pasaron dos años en la General de Zaragoza y posteriormente se separaron para acudir a las Academias Especiales (Infantería, Caballería, Artillería, Ingenieros, Intendencia y Guardia Civil) y pasar allí otros dos años de formación en su Arma específica. La Academia General Militar tiene como misión fundamental crear espíritu, ese que entre los militares se conoce como  «El espíritu de la General» que no es otro que el valor del compañerismo entre Armas y Cuerpos, la unidad y cohesión tan necesaria en el combate, y una identificación plena entre sus miembros de lo que el juramento a la Bandera significa.

«Armas y Cuerpos funden nuestro emblema…» dice el himno de la General. Mismo espíritu, misma doctrina, mismo ideal.

Conviene saber esto porque ese vínculo que se crea entre los miembros de cada promoción de la General perdura hasta el final de nuestros días. Podrás coincidir o no posteriormente en los destinos, pero la pertenencia a una promoción determinada te mantiene unido siempre, con frecuentes reuniones, seguimiento de los acontecimientos de cada uno, ayudas entre sus miembros, intercambios y relaciones no solo profesionales, sino incluso familiares. El que se lleve con mayor o menor grado esta relación depende en cada promoción de que haya alguno con especial habilidad para incentivar a sus compañeros. Suelen ser los números uno de la promoción de la General y los de las Especiales los que lleven la dirección del grupo.

Este antecedente es importante para comprender que la carta no surge de repente, sino que hay una relación e intercambio de pareceres constante, y que en ella la situación actual de España sea un motivo de gran preocupación.

No sé cómo ha sido el proceso hasta llegar al momento de dar por redactada la carta y hacérsela llegar al Rey, pero me lo figuro.

Es evidente que se escribe para que se convierta en un documento de cara al público, lo que introduce un especial matiz en la misiva. Algo que por otro lado es lógico.

No es la primera carta o manifiesto, que de todo ha habido, ni será la última. Desde que este Gobierno puso en peligro la unidad de España y se ha dispuesto a romper la nación, empezando por la Corona, se han sucedido cartas colectivas o individuales, videos corporativos, declaraciones de todo tipo de personas del arte, la ciencia, la literatura, el derecho, la política; en definitiva la sociedad civil preocupada con la situación por la que este Gobierno conduce a España.

Cualquier manifestación a favor de la unidad de la patria, España,  y de la concordia,  es buena, aunque solo sea una chinita en el camino.

Lo vivido últimamente en España es muy difícil de digerir para quienes llevan más de cincuenta años de servicio bajo el mandato de un juramento. Como le ocurre —esperemos— a la mayoría de españoles,

Camino de la desaparición de España, atados de pies y manos por un estado de alarma abusivo, que atenta contra la libertad, vigilados en nuestras expresiones y declaraciones, o cierras la boca o te la cierran, cuando el comunismo vuelve de la mano de los terroristas a recordar viejos tiempos, ¿es que nadie va a decir nada?, ¿es que con echar una papeleta en la urna cada cuatro años es suficiente?

Al menos permitan que cada uno se exprese, individual o colectivamente, como le venga en gana dentro del escrupuloso cumplimiento de la Ley; cosa que este Gobierno se salta cuando y como quiere.

Así que no le den más vueltas. Los militares retirados de la XXIII promoción de la Academia General Militar (por cierto la que cerró Azaña, por eso de la unidad y cohesión) han dicho lo que piensan, como otros muchos: ya son legión.

¿Pasa algo? Si alguno se pone nervioso, Ley y tila.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

2 diciembre 2020

 

OPERACIÓN ZENDAL. MILITARES DE PAISANO Y DESMILITARIZADOS General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Isabel Zendal Gómez, una gallega luchadora (Órdenes. La Coruña), valiente y ejemplar, considerada como la primera enfermera que desarrolló una misión internacional, es ejemplo y referente en la Organización Mundial de la Salud (OMS). ¿Su mérito? Salvar a medio mundo de la viruela junto al doctor Francisco Javier Balmis. ¿Cómo? Desde la Casa de Expósitos del Hospital de la Caridad de La Coruña embarcó en la corbeta María Pita (1803) hacia los territorios españoles de ultramar, con 21 niños a bordo que habían sido inoculados con la vacuna contra la viruela. Ellos eran los portadores de la salvación y ella era como la madre de aquellos pobres huérfanos entre los que se encontraba el suyo. Sea este un homenaje a todos nuestros actuales enfermeros que, como Isabel, se lanzan cada día sin miedo a este tenebroso mar de incertidumbre llevando en sus brazo lo más preciado que tenemos, la vida, sea de niños o ancianos, jóvenes o maduros: la vida. La misión en la que estaba integrada Isabel vacunó a 250.000 personas.

Nombre de la participación de los ejércitos en la lucha contra la pandemia: Operación Balmis. ¿Y la Operación Zendal?

Tengo que traer a colación la frase de aquel alcalde, Zaragoza, el de la gomina a cargo de los presupuestos, a quien invitaron a un acto en la Academia General Militar y se rebotó con aquello de que la Academia General era un Academia Militar, pero ¡al fin! no militarista, que la educación con educación se paga, y el general director se puso muy contento, porque ya no había que enredarse con las hazañas bélicas ni con la ofensiva ni la defensiva, sino con el arte del reparto a domicilio, hablar muchas lenguas y trabajar con el Cervantes a enseñar el español en lejanos lugares. El ataque o la defensa queda para los americanos y rusos que nosotros somos otra cosa.

Ahora el vicepresidente, el de ahora,  sin gomina, creo recordar que de la misma escuela, de Lenin, Stalin… o Trosky, aunque esto no me lo sé muy bien, da un paso más allá. Nada de uniformes para los soldados. Mejor un mono, una boina, grueso cinturón y ¿pistolón al cinto?

Le incomoda que el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, el Rey, vista, de vez en cuando, el uniforme que como tal le corresponde, militar, de Tierra, Armada o Aire. Este señor de nombre Pablo y apellidado Iglesias es el vicepresidente del Reino de España. Aunque no lo parezca.

A pesar de la edad uno nunca deja de haberlo visto todo. Hasta el rabo todo es toro.

Dice el vice, el que viste sin vestir en él, que lo suyo, de él, es que en España <<no viéramos a un Jefe del Estado vestido con uniforme militar, porque es un representante del pueblo>>. Acto seguido insiste en recriminar su papel simbólico como jefe de los Ejércitos concluyendo que las Fuerzas Armadas deben estar subordinadas exclusivamente al poder civil. No, si al final las Fuerzas Armadas están subordinadas a Alejandro Magno.

Es que España es muy rara. Tanto que él se apellida Iglesias. Si quiere le doy la dirección del Registro Civil y puede cambiarse el apellido. Iglesias. Mejor Catedral.

La Operación Balmis está siendo un éxito. Cuando termine tendremos tiempo de hablar. De todo se aprende. Hay cosas que llaman la atención. Marketing de quienes no creen en las capacidades de los ejércitos o solo en las que a ellos les interesan. Las populares. Un ejército popular.

El caso es que hay que andar con cuidado y contarlo todo. No a medias.

Tiempo habrá para las patrullas mixtas, fracasadas por la irresponsabilidad de… (?); con premeditación y sin atender a la legislación, con grave riesgo para los soldados. Cualquier oficial, suboficial o tropa se podía haber visto envuelto en un problema legal por una actuación de la que seguramente nadie les explicó tenía sus claros límites. Ha sido una irresponsable medida que ha enfrentado (?) a ministerios y, lo peor, ¿a mandos también? Habrá que analizarlo.

Ha habido cosas que nos han asombrado y declaraciones preparadas y edulcoradas como una torrija.

Operación Balmis:

-A la pregunta: Al principio pudimos ver a militares patrullando con arma larga…

Un experto militar encargado de esto y lo otro contesta:

Como ha dicho la ministra… Si se vio alguno es que se nos escapó…

Como ha dicho la ministra. Como ha dicho la ministra. Como ha dicho la ministra.

Ahora estén atentos porque si cuaja lo que se está cuajando, les quitarán el uniforme y empezará la operación Iglesias, <<fuera uniformes>>, desde el Rey hasta el último de los soldados. ¡He dicho que no quiero ver ni un uniforme!

Miren todo está muy raro. No es necesario insistir porque a cualquiera que observe -y sin observar- se le cae la cara de vergüenza de ver el desgobierno y la irresponsabilidad desorganizada que nos asiste.

Llegamos al punto final de la actuación de las Fuerzas Armadas en esta pandemia. Fuera armamento, fuera patrullas, y ahora fuera uniformes. Se baraja hacer test masivos a la población tirando de las Fuerzas Armadas. ¿Cómo? Con o sin, con jarrillo o cantimplora… decíamos en la Academia cuando se oía la voz: ¡A formar!

Es el siguiente paso. Una operación en la que los ejércitos actuarán sin uniforme. De paisano: <<Estilo Iglesias>>. No sé si les darán un mono. ¿Habrá sido un sueño? A mi casa, si vienen, de uniforme, por favor.

Empezaba por el recuerdo a la enfermera Isabel Zendal Gómez. Con el doctor Francisco Javier Balmis. Están entre nosotros, en los hospitales, y ellos nos sacarán de esta. Otros no.

Creo recordar que era Trosky al que le gustaba el desorden, pero bien organizado. La insurrección es una máquina que no debe hacer ruido. No sé por qué he ido a buscar en el anaquel este recuerdo grabado en el petroglifo.

Operación Zendal:

Test masivos para la población. ¡Los soldados! ¡Que buena idea! De paisano claro. Como diga la ministra.

Generalas y generales; oficialas y oficiales; suboficialas y suboficiales, tropas, tropos y tropes ¡A formar!: en chándal.

Como ha dicho la ministra.

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20 abril 2020

 

 

¡FASCISTAS! ¡GOLPISTAS!… ¡AL FIN LIBRES! Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

FOTO JAIME GARCIA ARCHDC EN LA IMAGEN LA FACHADA DE LOS LEONES

La Infantería es fiel reflejo de las virtudes y defectos de la raza. Eso decía la Doctrina para el empleo táctico y logístico de las Armas y los Servicios que estudiábamos en la Academia General Militar. Era el Catecismo del oficial.

Ahí está la Infantería, la otra, pero la misma, la que a diario anda de aquí para allá, por la calle, en el metro, el tren, el diesel… ahí está, dicen que representada en la Carrera de San Jerónimo, donde los leones Benavides y Malospelos siguen sin saber que hacen ahí tan estáticos, rodeados de tanto hotel de lujo y sin saber a quién representan, si al poder o a la gloria, si a la paz o a la guerra, ellos que fueron cañones de bronce allá por la tierra mora. ¿Representados? ¿Fiel reflejo? ¿Quedarán virtudes? ¿Seremos todo defectos?

¡Fascista! ¡Golpista! ¡Comunista! ¡Y tú más! ¿Desalentador o divertido? Me sonrojo al escribir.

Es el diálogo que nos representa, el cuadro que refleja la realidad de España. El dramatismo del 3 de mayo, Goya, se queda en un cómic al lado del espectáculo de nuestros parlamentarios. Dicen ser nuestros representantes los que escenifican este doliente espectáculo.

Extraña que se insulten, pero aún más que parezca que no lo hacen. Como si no pasase nada. Yo te insulto, pero no te preocupes, cuenta con mi voto para que sigamos como estamos. Tú de fascista y yo de golpista; luego entre tú y yo hablamos; y ya sabes.

Creo que ya está bien. Llega la hora de cambiar, de no fiarse de ellos, de ninguno, nada que ver con esta burda y zafia representación. Una España trabajadora, sufridora, del tipo que sea, piense lo que piense y sienta como mejor le parezca, no se merece estar representada por estos personajes que viven del chollo, del momio de su posición. Tampoco nos merecemos estar informados por la deformación de los que les arropan con sus crónicas después de recoger las migajas que se les caen de la mesa. Voceros ya conocidos que siempre anuncian el mismo producto. Falso.

Desde la presidenta a los presididos todos iguales. Unos dicen, otros hacen, otros consienten, otros nada, ¿y nosotros?

Señores diputados: Cojan sus bártulos, solo los que hayan pagado, y dejen sitio. Salgan del Parlamento, despacio, con orden. Primero la presidenta, la de las prohibiciones, a buenas horas mangas verdes, seguida del presidente, del Gobierno, luego los demás, uno a uno, de uno en uno, sin hablar, sin escupir, sin empujarse, el último Rufián, sin mirar atrás. Que no quede rufián escondido entre bambalinas.

Después, a quien le corresponda, convoque elecciones. De ustedes todos, en las listas ni uno, ninguno. Manténganse alejados, al menos 500 metros, del Parlamento. Los leones andarán libres y con hambre.

A ver si es verdad que un día podamos gritar: ¡Al fin libres!  ¡Ha llegado la libertad! Y alguien se preocupa de España, de la sanidad, infraestructuras, ciencia, tecnología y educación, mucha educación, educación y urbanidad.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

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23 noviembre 2018

COMANDANTE FERNANDO YARTO NEBREDA, SOLDADO DE MONTAÑA. ¡¡PRESENTE!!  Vicente Díaz de Villegas y Herrería

COMANDANTE FERNANDO YARTO NEBREDA, SOLDADO DE MONTAÑA. ¡¡PRESENTE!! Vicente Díaz de Villegas y Herrería

Lejos de la bulliciosa capital y de los centros de decisión del Ejercito, se encuentran, cerca de los Pirineos, los restos de aquellas 2 Divisiones de Montaña y de la Brigada de Alta Montaña y su Escuela Militar de Montaña y de Operaciones Especiales.

El Comandante Yarto, procedente de la Academia General Militar, había jurado a España ante la Bandera …derramar hasta la ultima gota de su sangre...y lo ha cumplido con su muerte en acto de servicio.

No hay otras profesiones en las que se jure o prometa entregar la vida por España y llama la atención que, a quienes se reúnen en las cámaras de representantes del pueblo Español, se les permita crear fórmulas a su gusto para traicionar a España con promesas o juramentos chuscos. Aunque no les guste tienen mucho que aprender. ¿Qué buen vasallo fuera si tuviera un buen señor? ¡No, mejor: qué buenos vasallos son a pesar de su señor !

La montaña es doblemente exigente para el Soldado de Montaña, pues, al conjunto de capacidades que todo combatiente debe dominar, se suma la preparación para vivir y moverse en un terreno abrupto y difícil con unas condiciones meteorológicas de frío y viento, de nieve y hielo,  de rayos,…que multiplican la dificultad y aumentan el peligro.

Los líderes en las unidades de montaña, trabajando, en condiciones de aislamiento, desde sus unidades mas pequeñas están dotados de una inteligencia intuitiva para mantener la iniciativa y decidir con precisión y rapidez ante las dificultades de la naturaleza y las que puedan presentar unidades enemigas. Pero además, necesitan de una capacidad física para superar desniveles cargados con todo su equipo, y de un espíritu montañero que, junto a los valores de la patria España fraguan la unión entre Soldados. Quien ignora la montaña lo paga.

El Comandante Yarto era, además de un excelente líder militar, un magnífico montañero que no queriéndose separar de su amor a la montaña y manteniendo su amor a España renunció al ascenso. para quedarse cerca de la montaña. Siempre presente en situaciones de riesgo continuado, debidas a la montaña, las circunstancias han hecho que falleciera al frente de su Curso de Montaña en un ejercicio de tiro, mostrando así su dualidad operativa Militar y Montañera.

El comandante Yarto era una gran persona como atestiguan sus compañeros y quienes le han conocido.

Nuestras sentidas condolencias para su Familia, la EMMOE, el Ejercito de Tierra y España por la pérdida de un gran Soldado Español de Montaña.

«Señor Dios de las montañas,

Señor Dios de los azules cielos,

Señor Dios de las nieves y los hielos.

Protege a los que guardan

la paz de España en solitarias cumbres.

Y acoge en tu seno

a los mandos y soldados de estas tropas

que en el servicio murieron

por cumplir el juramento

que un día, ante Ti

y la Bandera, hicieron.

Señor:

no quiso querer otra bandera,

no quiso andar otro camino;

no supo morir de otra manera».

 

Comandante FERNANDO YARTO NEBREDA ¡¡PRESENTE!!

10/10/18

Vicente Díaz de Villegas y Herrería. Soldado de España.

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VALORES ¿MILITARES? AMOR A LA PATRIA. Juan Ignacio Salafranca Álvarez. Coronel de Infantería (R.) 

En un trabajo anterior, defendía que los valores que a los militares nos son exigibles, no lo eran al resto de la sociedad, pero que sí resultaban positivos para cualquier estamento. Sin embargo, este del amor a la Patria sí resulta obligado para todo el mundo, porque quien no ama a su Patria resulta un ser antisocial, como el que no ama a su padre y a su madre, el amor a la Patria lo siente toda persona bien nacida y quien no lo siente, debe ser considerado un enfermo en términos sociales.

No podemos elegir, porque la Patria no somos solo nosotros, lo son quienes nos precedieron, lo son nuestros hijos y nietos, incluso los que todavía no han nacido, lo son su Historia, sus tradiciones, su manera de ser y de sentir su lengua propagada por todo el mundo, su folklore, sus regiones. Por ello no podemos desertar del patriotismo.

Recibimos una Patria en distintas condiciones según el tiempo en que cada uno nació, pero tenemos la obligación común de transmitirla a las siguientes generaciones mejor, más libre, más grande y, por supuesto, íntegra.

El síntoma más claro de la degeneración de una Nación es la falta en sus ciudadanos de este amor a la Patria, por ello resulta alarmante comprobar que a quien manifiesta públicamente este sentimiento se le tilde de “facha” trasnochado u otros adjetivos con afán peyorativo.

El patriotismo no es patrimonio de ningún partido ni grupo social, por ello quienes tratan de adjudicárselo a cualquier sector, se equivocan gravemente. Hay quienes acusan al régimen anterior de haberse apropiado de esta virtud y de haberlo hecho también de los símbolos de la Patria, pero o desconocen la Historia u olvidan que aquel régimen nació de una guerra y que quienes vencieron en ella no hicieron sino recuperar, para todos los españoles, lo que se había perdido en los años de aquella República que algunos añoran y que otros, sin haberla conocido, la consideran la solución a todos los problemas. Y así, la Bandera hubo de ser restablecida en sus colores, el Himno volvió a ser la Marcha Real o Marcha de Granaderos, el Escudo fue el de los Reyes Católicos en el afán de recuperar los tiempos más gloriosos de nuestra Historia y el amor a la Patria salvado de quienes gritaban ¡Muera España! ¡Viva Rusia!

Pese a esta obligación general, los militares estamos especialmente sensibilizados para sentirlo. Quienes ingresamos en la Academia General Militar, recordamos que el primero de los preceptos de su decálogo era:

“Tener un gran amor a la Patria y fidelidad al Rey exteriorizado en todos los actos de su vida”.

Juan Ignacio Salafranca. Coronel de Infantería (R.)

Blog: generaldavila.com

23 agosto 2018

 

 

 

 

 

 

 

No es, por tanto, accidental que el Jefe del Ejército enunciara este valor en primer lugar, porque sin él todos los demás,aún siendo buenos, carecen de sentido. El amor a la Patria, como el Valor a los militares, se le supone a cada español decente, quiera Dios que de nosotros pueda, con motivo, decirse como de aquellos militares que han visto reflejado en su Hoja de Servicios, valor acreditado, distinguido o heroico. que nuestro amor a la Patria merece esos calificativos.

 

Juan I. Salafranca Álvarez

 

«SIETE MENTIRAS» Juan Ignacio Salafranca Álvarez. Coronel de Infantería (R.)

Tengo en especial aprecio al patrón de este blog, el General Dávila con quien compartí años ilusionantes de preparación para el ingreso en la Academia General Militar y de equitación en el picadero del viejo cuartel de Conde Duque; así que es mi propósito, antes de que le metan en la cárcel por publicar lo que sigue, adelantarme a la eliminación de la libertad de expresión que pretende un partido en el Congreso de los Diputados con la complicidad, por acción u omisión del resto.

Para ello voy a señalar siete MENTIRAS (entre otras muchas) que de aprobarse la Ley que pretenden, pasarán a ser verdades irrefutables bajo pena de multa o prisión.

1. La 2ª república era un régimen legalmente constituído.

La república sale de un alzamiento nacional en palabras refrendadas por el Presidente del Gobierno provisional de la República, Don Niceto Alcalá-Zamora y Torres, su Ministro de Justicia Don Fernando de los Ríos Urruti, su Ministro de la Guerra Don Manuel Azaña y Díaz y el de Marina Don Santiago Casares Quiroga. (Diario Oficial del Ministerio de la Guerra nº 94 de 28 de abril de 1931).

2. Se quemaron iglesias y conventos porque en todas las guerras y en todos los bandos se cometen excesos.

La quema de iglesias y conventos se inició el 11 y 12 de mayo de 1931, menos de un mes después de la proclamación de la República y más de cinco años antes del inicio de la guerra.

Durante los sucesos de Asturias en 1934, 34 sacerdotes y religiosos fueron asesinados.

3. Los militares se sublevaron contra la República

En toda España, excepto en Navarra, por imposición de los carlistas que condicionaban a ello la participación del Requeté, el alzamiento se hizo bajo la bandera tricolor y la lectura del bando de guerra finalizaba con ¡viva España!  y ¡viva la República!

4. Alzamiento franquista.

Hasta después del 13 de julio de 1936 (asesinato de Calvo Sotelo), Franco no decide sumarse al alzamiento y hasta el 1 de octubre de ese año, sólo es uno de los Generales alzados, quizá el de más prestigio, pero solo con mando sobre el Ejército de África, cuyas columnas se dirigen sobre Madrid.

El director del alzamiento era el General Mola que, como tal firmaba las instrucciones; el designado para encabezarlo era el General Sanjurjo, exiliado en Portugal y muerto en accidente de aviación al intentar incorporarse. El gobierno, en zona nacional lo ostentaba una Junta de Defensa Nacional, presidida por el General de División Don Miguel Cabanellas Ferrer y de la que formaban parte los Generales, Mola, Dávila, Ponte, Saliquet y los Coroneles Moreno Calderón y Montaner.

5. Rebelión de los Generales

La mayor parte de los Generales en activo el 18 de julio de 1936, no secundó el alzamiento

6. El Ejército republicano

El gobierno del frente popular disolvió en agosto de 1936 el Ejército, creando posteriormente el Ejército Popular de la República. No es inexacto llamarlo Ejército Rojo, porque:

  • Adoptaron el saludo puño en alto
  • Cambiaron las divisas reglamentarias
  • Adoptaron como emblema la estrella roja de cinco puntas
  • Crearon un comisariado político

7. Ineptitud militar de Franco

Sobra todo comentario, si siendo tan inepto, después de haber fracasado el alzamiento y con todos los recursos materiales claramente en manos del gobierno del frente popular fue capaz de ganar la guerra.

Por si fuera poco, su Hoja de Servicios está llena de éxitos en guerra y en paz, destacando sus servicios en África, la derrota de los revolucionarios de Asturias en 1934 y la creación de un centro de enseñanza modelo, la Academia General Militar, disuelta por la República. Por cierto, el noventa por ciento de los Oficiales formados en ella, secundaron el alzamiento.

Juan Ignacio Salafranca Álvarez. Coronel de Infantería (R.)

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20 marzo 2017

 

EL ESPÍRITU DE LA GENERAL. VISUS MILITIS General de División Rafael Dávila Álvarez

El mes de febrero está marcado por una fecha de referencia para cualquier componente del Ejército de Tierra: La fundación de la Academia General Militar en Toledo el 20 de febrero de 1882. Es el nacimiento del espíritu de la General. Es el de unidad en la vocación, el servicio, compañerismo, patriotismo, honor y valor, que reciben los futuros oficiales del Ejército de Tierra en su formación en la Academia General Militar y que constituye la correa de transmisión que alcanza a todos los que visten el uniforme caqui de nuestro Ejército de Tierra.

No hay Ejército sin una fuerte cohesión en lo intelectual y sobre todo en lo moral, en el espíritu interior que nos une y fortalece. Armas, Cuerpos, Especialidades…, todos tienen un mismo fin; el que se forja en Zaragoza en la Academia General Militar. A él dedicamos hoy nuestro visus conscientes de los problemas que afronta España, de los ataques a su unidad y fortaleza. Por ello reafirmémonos en ese Espíritu de la General:

Armas y cuerpos funde nuestro emblema
en unión y hermandad sin igual,
y unida siempre luchará hasta el fin,

por España la Academia General

 

DECÁLOGO DEL CADETE

Artículo 1º.- Tener un gran amor a la Patria y fidelidad al Rey, exteriorizado en todos los actos de su vida.

Artículo 2º.- Tener un gran espíritu militar, reflejado en su vocación y disciplina.

Artículo 3º.- Unir a su acrisolada caballerosidad constante celo por su reputación.

Artículo 4º.- Ser fiel cumplidor de sus deberes y exacto en el servicio.

Artículo 5º.- No murmurar jamás ni tolerarlo.

Artículo 6º.- Hacerse querer de sus inferiores y desear de sus superiores.

Artículo 7º.- Ser voluntario para todo sacrificio, solicitando y deseando siempre el ser empleado en las ocasiones de mayor y riesgo y fatiga.

Artículo 8º.- Sentir un noble compañerismo, sacrificándose por el camarada y alegrándose de sus éxitos, premios y progresos.

Artículo 9º.- Tener amor a la responsabilidad y decisión para resolver.

Artículo 10º.- Ser valeroso y abnegado.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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18 febrero 2018

EL 716, EL CRISTO DE LOS PÍNFANOS Casi un cuento de Navidad General de Brigada (R.) Adolfo Coloma Contreras

Cristo de los Pínfanos El 716

Ahora las cosas son diferentes. Para ayudar a los huérfanos de militares, que de por sí ya sufren un gran trauma en su vida con la pérdida de su progenitor, el Patronato de Huérfanos ya no les ofrece un colegio donde seguir sus estudios, muchas veces lejos del hogar familiar. En la actualidad, les ayuda mediante unas prestaciones económicas según los estudios que cursan y sus vicisitudes personales. Pero durante muchos, muchísimos años, se les ofrecía ingresar como alumnos, normalmente internos, en colegios de huérfanos adquiridos y mantenidos con las aportaciones de todos los militares y alguna que otra donación o subvención de egregios benefactores.

En aquellos colegios los huérfanos aprendían a convivir fuera de sus hogares y establecían unos especiales vínculos de amistad, muchos delos cuales perduran años y años tras su permanencia en los colegios. A los huérfanos se les conocía cariñosamente con el apelativo de “pínfanos”, nombre de larga tradición en el Ejército, que probablemente tenga su origen en aquellos “educandos de banda” que por ser tan jóvenes, se les asignaba el más ligero de los instrumentos que acompañaban a las unidades militares. Sea como fuere, el número de “pínfanos” afortunadamente fue disminuyendo después de nuestra guerra, por lo que los colegios de huérfanos admitieron también a hijos de militares cuyos padres no habían fallecido. A estos últimos se les conocía como “aspirinos” porque de alguna forma aspiraban a ser pínfanos”. A los pínfanos el patronato les sufragaba los gastos escolares, los de manutención y alojamiento, mientras que a los aspirinos lo hacían sus padres. Esa era la única diferencia por lo que a la convivencia y el trato se refiere.

Ya imaginarán que estos colegios eran más bien parcos en medios, pero flotaba en ellos una suerte de solidaridad nacida de la propia necesidad y de esos vínculos de amistad que se crean cuando uno es joven y del denominador común de haber perdido a tu progenitor. Una prueba buena prueba de ello es esta entrañable historia que le voy a relatar brevemente.

Sitúense en los años sesenta del siglo pasado,en el colegio de huérfanos de Carabanchel Alto, entonces un barrio en la más absoluta periferia de Madrid. Allí se preparaba a alumnos para ingresar en la Academia General Militar (yo mismo me preparé en aquel colegio),  pero también funcionaba como colegio mayor para chicos que cursaban en Madrid estudios universitarios. A la madre de uno de los pínfanos le detectaron una grave enfermedad. Bueno, entonces las cosas no eran  como ahora que todo el mundo tiene seguridad social, ISFAS u otros sistemas de asistencia sanitaria. Entonces había sanidad privada o beneficencia. Los militares nos beneficiábamos de la sanidad militar, pero tenía unos recursos muy limitados.

El caso es que a la madre de este chico, la sanidad le cubría la operación que requería, pero no el tratamiento posterior, y este era costosísimo. Unas 30.000 pesetas de la época, cantidad muy respetable, que podría equivaler al sueldo de tres meses de un oficial. Una barbaridad para una viuda que vivía modestamente de su pensión de viudedad y de las ayudas que le proporcionaba el Patronato de Huérfanos del Ejército.

El huérfano en cuestión, abrumado por la triste noticia la comentó con sus más allegados y éstos lo hicieron con el resto. La noticia corrió como la pólvora. Los “choetanos” (alumnos del colegio de huérfanos de oficiales del ejército, pero que acogía igualmente alumnos hijos de suboficiales o de tropa) se movilizaron.  Se hicieron colectas, rifas. Se lo comunicaron al resto de colegios de huérfanos de la Armada, de la Guardia Civil y de la Policía. Se las ingeniaron para vender como chatarra viejas literas, armarios, mobiliario inservible y qué se yo cuantas más cosas hicieron para socorrer a la madre enferma del compañero.

Y al cabo reunieron unas 28. 000 pesetas que con modestia pero con orgullo ofrecieron a su compañero. Pero para entonces, su madre había conseguido la suma necesitada de otras instituciones, por lo que eldinero recaudado ya no era necesario y el chico con toda honestidad y agradecimiento así se lo hizo saber a sus compañeros.

Se plantearon entonces qué hacer con la suma recogida, y aquí surgieron todo tipo de iniciativas:– “Lo devolvemos a los que lo han aportado”– , dijeron unos.– Pero claro, no era fácil identificar a todos los donantes ni las cantidades que cada uno había entregado. – “Pues montamos un guateque”-, dijeron otros, para celebrar el éxito de la intervención y recuperación de la señora. Y alguna otra ocurrencia surgiría.

Medió entonces el capellán del colegio, el Padre Cuevas.Un antiguo militar que tras haber combatido en la guerra y haber sido condecorado con la Medalla Militar Individual (la cruz más importante de las Fuerzas Armadas Españolas, tras la Cruz Laureada de San Fernando) había colgado el uniforme y abrazado los hábitos. El Padre Cuevas les invitó a que con el dinero recaudado y como agradecimiento al Supremo Hacedor por lo que todos consideraban casi un milagro, compraran un Cristo para la capilla, pues la del modesto colegio carecía de uno. Y así lo hicieron. Adquirieron una talla de Cristo, de notable tamaño y muy lograda expresión. Cuando lo estaban colocando en la pared de la iglesia, a uno de ellos se le ocurrió  preguntar:

  • ¿Vosotros qué creéis.”Éste” será pínfano o aspirino?
  • -“Está muy claro.Si su padre está ya en la gloria, debe de ser un pínfano – respondió otro.
  • “Pues si es un pínfano debe tener un número”- medió un tercero.

En efecto, todos los alumnos del colegio teníamos asignado un número que nos identificaba para muchas cosas, entre otras, para identificar las prendas de ropa que entregábamos los viernes para la lavandería.

Dicho y hecho, fueron a administración y vieron el último número asignado a un alumno: el 715.Así es que al Cristo le correspondía el número siguiente: el 716. De esta manera, aquel cristo además de ser bautizado como “el Cristo de los Pínfanos” en adelante se le ha conocido también como el “716”

Desde entonces año tras año y mientras el colegio estuvo abierto, los alumnos que pasábamos por la aulas del CHOE de cuando en cuando acudíamos a la capilla para pedir la intercesión del “Cristo de los Pínfanos, el 716”, prometiéndole que si ingresábamos le ofreceríamos nuestros cordones de cadete.

 

Emblema de la Asociación de Huérfanos del Ejército

Algunos años después, el colegio se cerró. Ya no era necesario porque como digo, había disminuido sustancialmente el número de huérfanos. Fue transferido al Instituto Politécnico del Ejército, luego a otra unidad militar y la pista del cristo se perdió. En medio de tantos cambios, nadie reparó en la titularidad del “Cristo de los Pínfanos”, hasta que, la Asociación de Huérfanos del Ejército, una hermandad que aglutina a muchos de los huérfanos y huérfanas del Ejército que han pasado por sus diferentes colegios de  dio con él. Hoy en día, tras no pocas vicisitudes, esta entrañable talla está debidamente colocada en la entrada de la capilla de la Residencia Logística San Fernando, el antiguo Colegio de Huérfanos de Carabanchel Bajo.Junto a ella, un cuadro con los cordones de cadete que algunos viejos “choetanos” hemos ido ofreciéndole como agradecimiento y recuerdode nuestro paso por aquellos colegios, cuyo recuerdo está entrañablemente unido a los sones del “Viejo Trapillo” el himno del colegio, que rememoraba el uniforme de faena con que nos vestíamos, todos por igual, pínfanos y aspirinos, en el colegio y que rezaba más o menos así:

 

Viejo trapillo, mi mejor compañero

pronto presiento que te voy a dejar

un uniforme más fardón y elegante

Me espera en el Pilar.

……………………………………………..

Siento en mi pecho ostentar los cordones

de la Academia General Militar

cuando con ellos me presente a mi madre

¡Cómo voy a fardar!

 

El 716 con los cordones de sus Cadetes

Una bonita historia que creo merece la pena ser recordada y que he querido compartir con vds, amables lectores, ahora que se acercan esas fechas tan entrañables: La Navidad.

Adolfo Coloma

GB (R) del ET

Número1327del CHOE ALTO

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13 diciembre 2017

Y LLEGÓ EL DIA ANHELADO DE LA JURA DE BANDERA Juan Chicharro Ortega. General de División de Infantería de Marina (R.)

Jura de Bandera en la Academia General Militar

Nadie que no sienta un profundo amor a su Patria es capaz de entender lo que significa el acto de juramento a la Bandera. Un acto en el que uno se juramenta para darlo todo por España, nuestra tierra, el solar de nuestros padres y abuelos, la labor de siglos y siglos forjada por tantos que nos antecedieron incluso con su sangre y con su vida.

El pasado día 21 de octubre asistí a este Acto solemne en el patio de Armas de la Academia General Militar donde juraron 472 Caballeros Cadetes. Sí, Caballeros, que es lo que son, llenos de juventud y alegría a la par que dotados de una madurez indescriptible palpada en su compromiso con nuestra historia.

Y desde muy temprano familiares y amigos se arremolinaban   ya en los aledaños de ese solar zaragozano  caminando  con  gozo para ser testigos de lo que estaba por ocurrir; y los Caballeros Cadetes llenaban los pasillos circundantes formados en compañías cantando a España. Resonaban los muros de la ya veterana Academia con las voces fuertes de los futuros oficiales de nuestro Ejército al más puro estilo legionario.

“Siempre que ondee al viento la Bandera roja y oro bajo el sol, siento latir mi corazón con orgullo de español”

En el ambiente, ¡cómo no!, la amenaza a nuestra integridad como nación amenazada en esos, y estos, momentos críticos para nuestra Patria.

Y en el aire el recuerdo emocionado a dos jóvenes oficiales del Ejército del Aire recién caídos en acto de servicio que ya reposan en el cielo de los buenos soldados.

Y desde ese mismo cielo miles de otros jóvenes españoles que lucharon y murieron en América, África o en las estepas rusas haciendo grande a nuestra España contemplan orgullos a su estirpe presta a seguir su ejemplo.

“Y si morir por ti preciso fuera combatiendo por tu honor, orgulloso esperaré mi fin luchando con ardor”.

Escuela de soldados, escuela de hombres y mujeres de  honor, dispuestos a ofrecer lo mejor de sí mismos en el cumplimiento del deber.

Créanme, en una sociedad donde el relativismo moral hace estragos todavía hay multitud de jóvenes españoles que tienen por norte de su vida el honor, la lealtad, el espíritu de sacrificio y el amor a su Patria. Sí, yo les he visto.

Y de la  “long grey line” (la larga línea gris parafraseando el apelativo por el que se conoce a los cadetes de West Point) saldrán bravos capitanes y excelentes generales como todos aquellos cuyos recuerdos iluminan la centenaria labor de la Academia General Militar. Hombres y mujeres que liderarán nuestro Ejército en el siglo XXI.

Toma el juramento el General y brota en el aire un “Sí juro” con tal fuerza que lo cimientos de la propia Academia tiemblan mientras que los corazones de los presentes laten a gran velocidad en sintonía con la fuerza moral que lo invade todo. Grito sólo comparable a los Vivas a España y a nuestro Rey.

Son confusos e inciertos los momentos que estamos viviendo, más viendo a estos jóvenes, futuros mandos de nuestro Ejército, comprometerse con nuestra Patria, más valdría que los sediciosos y traidores que amenazan nuestra unidad como secular nación perdieran toda esperanza de conseguir nada porque la victoria es nuestra. Nada ni nadie nos va a arrebatar nuestro orgullo de español y menos aún la labor de nuestros ancestros.

En la defensa de nuestra soberanía como nación nos encontramos en la hora de la política y a su mayor éxito nos ceñimos a lo que los dirigentes políticos disponen en estos momentos; y lo hacemos con lealtad y disciplina, esa disciplina que es espina dorsal de la valía del Ejército pero nadie dude que lo que el soldado español jura lo cumple.

Ya desfilan los batallones de la Academia General Militar y reina sobre todo la alegría y el orgullo de formar parte de esta gran familia militar en comunión cerrada con la sociedad civil a la que se debe el soldado.

Y es que el soldado sabe bien que desde el momento en que la Patria le entrega las armas para servirla, le jura fidelidad ante la Bandera que la representa.

Sí, llegó el día anhelado de la Jura de Bandera de unos jóvenes cadetes y ante su presencia el viejo soldado no puede más que sentirse orgulloso pues siente en su fuero interno que el testigo se ha pasado con honor.

Y no puedo por menos que felicitar a los mandos de la Academia General Militar por haber sabido imbuir y mantener ante todo el profundo sentido del amor a España, a nuestra  Patria. Gracias.

Juan Chicharro Ortega. General de División de Infantería de Marina (R.)

Blog generaldavila.com

23 octubre 2017

VISUS MILITIS (20 DE AGOSTO 2017) EL ESPÍRITU DEL SOLDADO “SENTIR, SERVIR, CUMPLIR” General Emilio Pérez Alamán

Un seguidor y crítico asiduo de este blog me comentaba de forma particular y privada que teníamos “tintes militaristas”, imbuido posiblemente por el síndrome del edil zaragozano cuando reclamaba una Academia General Militar “antimilitarista” e ignorando, como el susodicho alcalde el significado del concepto de militarismo: “ Predominio e influencia de lo militar, especialmente en el gobierno de un país. Con el militarismo, el Ejército interviene en las Instituciones del Estado”.

La contestación no pudo ser más sencilla, en este blog participamos un grupo, cada vez mayor, de soldados veteranos de todos los empleos, otros que cumplieron con aprovechamiento su Servicio Militar y  también españoles que nunca vistieron el Uniforme de nuestros Ejércitos pero que sienten el Espíritu del soldado, Espíritu sencillo pero no simple ni básico, como algunos lo califican despectivamente. Se resume en:

  • SENTIR un profundo amor a su tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado por vínculos jurídicos, históricos y afectivos, en una palabra, a su Patria.
  • SERVIR a esa Patria y a sus compatriotas, entregando su vida si preciso fuera
  • CUMPLIR, sin dudar, la Misión que por Ley le encomienda la Nación para la defensa, ante cualquier enemigo que amenace: su Soberanía, Independencia, Integridad y el Ordenamiento Legal que  hace posible la convivencia de todos los ciudadanos y su progreso.

 

A los hombres y mujeres poseedores de este Espíritu, los Estados les encomiendan la defensa de los intereses de  sus Naciones  y con parte de ellos encuadran sus Ejércitos como organizaciones permanentes, en los que participaría el resto de ser necesario, tal y como lo demuestra la Historia

En ninguna de nuestras  entradas se encontrará la menor expresión que se aparte de este Espíritu y mucho menos que se aproxime a lo que significa el militarismo como pretenden e invocan los “anti”, que con sus tácticas y técnicas buscan el descrédito de los encargados de la defensa de España y el alejamiento del conjunto social de sus soldados, con la espuria intención de transformar su Espíritu en una fuerza ideológica de sus intereses.

Emilio Pérez Alamán Teniente General (R.)

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20 agosto 017

VISUS MILITIS 26 febrero 2017 General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez HA SOPLADO UNA BENEFACTORA BRISA

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90 Aniversario Academia General Militar

HA SOPLADO UNA BENEFACTORA BRISA

-Centenario de la Aviación Naval.

-300 Aniversario del Cuerpo de Batallones de Marina y de la Real Compañía de Guardias Marinas de donde procede la Escuela Naval Militar.

-90 Aniversario de la Academia General Militar.

-LXIII Aniversario de las Fuerzas Paracaidistas del Ejército de Tierra.

Herederos y depositarios de la tradición militar española.

Ha sido en estos días. Ha soplado una benefactora brisa. Fechas que no están en el recuerdo o añoranza sino tan vivas como el primer día por lo que fueron y hoy siguen siendo. Se conjugan la enseñanza con el valor y el honor.

Alguien debería pensar en que ha llegado el momento de rendir un gran homenaje a los Ejércitos de España y en el mismo hacerles entrega de la Medalla de Oro del Congreso. Nadie como ellos han defendido y prestigiado la libertad, la paz y la Constitución.

Estas efemérides nos recuerdan nuestros orígenes, nuestra historia y nuestra permanente lucha por la unidad y el bienestar de España y de los españoles.

Así seguirán los Ejércitos de España con su formación militar en las Academias militares y su ejemplar buen hacer en las Unidades.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

26 febrero 2017

REFLEXIONES SOBRE LOS ESTUDIOS DE LA ACADEMIA GENERAL MILITAR EN SU ANIVERSARIO General de Brigada (R.) Adolfo Coloma Contreras

1-sm-el-rey-preside-los-actos-conmemorativos-de-la-fundacion-de-la-agmPues sí, damas y caballeros, con una entrada que llevaba por título “Armas y cuerpos funden nuestro emblema. El espíritu de la General” iniciaba un servidor sus andanzas en este querido blog hace precisamente hoy dos años. Dos años junto a tres prestigiosos y prestigiados soldados compartiendo con Vds., con todo el que haya querido acercarse a estas páginas virtuales, la defensa de la unidad de España y los valores que aportan a la sociedad las Fuerzas Armadas, contribuyendo a nuestra manera a difundir esa cultura de defensa tan necesaria desde que se suspendió el Servicio Militar.

Pero no es ese el tema del día, no. Ni tampoco el número de visitas al blog que se va aproximando al millón y medio. La noticia es precisamente el CXXXV aniversario de la fundación de la Academia General Militar, por el General Galvis en su primera época, el XC aniversario por el General Franco en la segunda,  y el LXXV por el General Hidalgo de Cisneros en la época actual. Y sobre todo, lo que se enseña entre los muros del “solar zaragozano” y en sus campos de maniobras.

Cuando alguien me recuerda lo que ha cambiado la enseñanza militar en todos estos años, yo suelo responder  –“tanto como ha cambiado la sociedad en ese tiempo”– así de simple, aunque no siempre así de sencillo. Fíjense. Hace unos años, la presentación en la Academia, tras haber superado el ingreso por oposición, se hacía de uniforme, sin 2-la-entrega-de-sables instrucción previa, en la mayoría de los casos. Sin que nadie te hubiera enseñado ni la forma de dirigirte a un superior, ni siquiera a rendir el saludo militar. Pero junto a la notificación del ingreso en la academia, te enviaban un añorado “Prontuario del Cadete”. Nada especial, era simplemente un condensado catálogo de normas sociales, de educación y de comportamiento cívico para ser tenidas en cuenta por el caballero cadete desde el momento en el que sentaba plaza. Venían a ser el modelo de la actuación que se espera no solo de un estudiante militar – universalmente conocido como cadete – sino las de un comportamiento ejemplar ante la sociedad de la que el militar forma parte, el modelo para un caballero al que hoy, con el correr de los años, no habría más que añadir el de una dama, en el caso de las féminas.

Pero aquel prontuario no era más que el principio. La formación empezaba al traspasar los muros de entrada. Ciertamente el núcleo central de los estudios que se cursaban en la Academia, eran conocimientos técnicos militares sobre organización militar, táctica y técnica de las armas, funcionamiento de los diferentes sistemas de armas y medios mecánicos que utilizaban nuestro ejército, electrónica, balística, etc. Pero además se completaba la formación con otras asignaturas del campo de las humanidades, como Derecho Penal Militar o Geografía e Historia orientadas al análisis de la toma de decisiones y el empleo de las diferentes armas y sistemas de combate. Sin descuidar la formacíon y endurecimiento físico, que incluía  prácticas como la equitación, que enseña entre otras cosas al joven cadete, cómo conseguir llevar al noble bruto por donde él quiere y superar juntos el temor, el miedo a lo imprevisto. Y todo ello aderezado con un fortalecimiento de los resortes íntimos: la educación moral y militar, suponían un compendio armónico de los conocimientos que debe poseer un militar que se va a poner al frente de un puñado de soldados para que, sin dejar de ser uno más, sea el líder de todos ellos.

3-practicando-el-trabajo-en-equipoNo nos engañemos. Antes como ahora, lo que a un cadete le gusta es lo militar. Punto. Para eso se hacen militares. Es la instrucción táctica, las marchas, el tiro, el deporte; todo lo que le acerque a su cometido más inmediato al dejar las academias, el mando de tropas, lo que le atrae poderosamente. Y las asignaturas militares, lo que persiguen no es hacer de nuestros futuros oficiales obsesivos o autómatas “gatillos flojos” como pretenden algunos juegos electrónicos tan en boga entre nuestros jóvenes. No pretendan tergiversar las cosas. En las sociedades avanzadas, regidas por Estados de Derecho, la legitimidad en el uso de la fuerza, de la violencia, la detenta el Estado a través de sus instituciones. El ejército es quizás la más antigua de ellas y tiene buen cuidado en enseñar a los suyos el uso de unas armas que tienen hoy un poder letal como jamás lo habían tenido. Que se pueden ver abocados a su empleo en escenarios en los que se mezcla la población civil con los militares, o incluso que el enemigo no se va a identificar como tal. Han de enseñar y se enseña ante todo la legitimidad del uso de esa descomunal fuerza y en todo caso, la racionalidad y proporcionalidad en la aplicación de la misma. No se trata pues de desmilitarizar la enseñanza militar, como alguien – con más peso que seso – ha pretendido argumentar y que quedará en una desafortunada anécdota.

Es compleja, muy compleja la formación de un oficial. Y en su formulación históricamente han intervenido varios factores. Unos son internos, derivados de las necesidades de responder a los conocimientos que se requieren para el manejo de sistemas de armas, comunicaciones, o procedimientos cada vez más sofisticados. Otros son externos, derivados de la orientación que, desde el nivel político se quiere imprimir en los futuros oficiales. Así se ha llegado al sistema actual que diseña una carrera para los oficiales en la que para la obtención del título se requiere la 4-centro-universitario-de-defensa-en-zaragozasuperación de un grado en Ingeniería de Organización Industrial, impartida por profesores militares y universitarios, pero bajo el dirección del Rector de la Universidad de Zaragoza, además de la superación del programa puramente militar que le permita obtener el despacho de Teniente del Cuerpo General de las Armas. Los cadetes del Cuerpo de Intendencia del Ejército y los de los Cuerpos Comunes de Defensa, como ya ingresan con los correspondientes estudios universitarios para la especialidad que van a ejercer, tienen una formación diferente.

Es cierto que con esta formulación, en la actualidad  los cadetes obtienen un título universitario. Pero también lo es que a esta situación se podría haber llegado por algún otro camino sin necesidad de supeditar la formación de los oficiales al criterio del rector de una universidad, simplemente por un procedimiento modular de construcción de créditos y su reconocimiento, tan en boga en nuestros días tras la aplicación del denominado Plan Bolonia.

Pero una vez más sostengo que la formación del oficial, puede sufrir los cambios que se estimen, internos o externos, y que los cadetes los soportarán, con paciencia y resignación. Pueden incluir en su itinerario asignaturas como Acotados, sombras y perspectivas, bailes de salón o resistencia de materiales. Puede que les exijan saltar el plinto o montar a caballo. Les gustarán más, menos, o aborrecerán alguna de esas asignaturas. A todos nos ha pasado. Pero lo que no me cabe ninguna duda es que cualquier plan de estudio que se les ponga por delante ha de contribuir a un fin esencial: Enseñar a un futuro oficial como cumplir su misión con el mínimo de bajas. En otras palabras, cómo alcanzar el objetivo que se le asigne en cada puesto, en cada momento, tras un estudio racional de los elementos que intervienen en su consecución y con el menor quebranto para su equipo, o para su unidad, con una inquebrantable voluntad de vencer. La misión, por encima de todo.

Eso junto con una convivencia en común de todas las Armas y Cuerpos, en un momento vital de los hombres y mujeres que han decidido abrazar el oficio de las armas desde la perspectiva de oficial, es lo que entraña “el espíritu de la General”, concepto o sentimiento que abarca mucho más que este o aquel plan de estudios y se sintetiza en esa memorable estrofa del himno de la academia General Militar:

Armas y cuerpos funden nuestro emblema

en unión y hermandad sin igual.

Y unida siempre luchará hasta el fin

por España la Academia General5-la-xxix-promocion-celebra-el-aniversario

 

Adolfo Coloma

General de Brigada (R) del ET

Blog: generaldavila.com

21 febrero 2017

EL COMENTARIO DEL DÍA: «ZARAGOZA: ACADEMIA GENERAL MILITAR, PERO NO MILITARISTA» General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

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El alcalde de Zaragoza y el general director de la Academia General Militar

Si la situación general de España fuese otra me lo tomaría como una broma de mal gusto, de un mal educado, pero broma al fin y al cabo.

El alcalde de Zaragoza y el general de la Academia General Militar han presentado en el ayuntamiento los actos conmemorativos del 90 Aniversario de la Academia en Zaragoza.

De manera improcedente, sin el más mínimo respeto al recibir a una institución tan representativa y querida en su ciudad, el alcalde ha dado una lección de mala educación y falta de respeto.

En su alegato, tan malintencionado como mal construido,  pide una Academia militar desmilitarizada y que desaparezcan las instalaciones militares, permitiéndose aconsejar que afronten el reto de problemas como la corrupción, la falta de transparencia, la violencia de género o el mobbing laboral. Brillante cabeza.

Lo hemos entendido. Fuera de momento y lugar, pero entendido. Sí, sabemos lo que dice y lo que quiere decir. Suelen hacer las tortillas sin huevos. Ha dicho, pero no ha dicho…, ha querido decir…, no, no es eso lo que ha dicho…

Creo recordar las declaraciones de este alcalde cuando los atentados yihadistas en Bruselas. Aquella brillante cabeza se atrevió a decir:

‹‹Producto de agresiones que hemos hecho los países occidentales a terceros países y de alguna forma nos vuelve esa violencia que hemos contribuido a sembrar por el mundo››.

De nuevo el agitprop. No es novedad.

El Talarn (Lérida): retiran de la Academia General Básica de Suboficiales el lema ‹‹A España servir hasta morir›› (Bono ministro de defensa).

Barcelona: Su alcalde (Convergencia) se negó a que la ceremonia de la entrega de la Bandera de Combate al buque insignia de la Armada se llevase a cabo en Barcelona. La madrina iba a ser la Reina Doña Sofía. El deseo e interés de la Casa del Rey para que allí se realizase de nada sirvió.

Ferrol: su alcalde, con inadecuada vestimenta, recibía oficialmente, en visita de cortesía, a los comandantes de dos buques de La OTAN, canadiense y noruego, soltándoles una impropia perorata.

Barcelona: la alcaldesa muestra su rechazo al Ejército en el Salón de la Infancia, cuando es el más visitado de la Feria de Barcelona.

Contundentes muestras de afecto. Hay muchas más que se silencian. Mejor dejar las cosas como están (que están muy mal).

Que te inviten a tu casa para darte lecciones e insultarte no es muy correcto. La corrección que todo militar debe tener con las instituciones, la moderación y equilibrio exigido, no es razón para permanecer siempre en silencio y soportar, en ocasiones ocultando los hechos, insultos o diatribas sin venir a cuento. Con respeto y argumentos todo y todos tienen respuesta.

Pero nadie, uniformado o no, dice palabra alguna. Incluso a veces  parece que oímos: ¡amén!

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

26 enero 2017