CON LAS ARMAS SE DEFIENDEN LAS REPÚBLICAS… General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

2012071027afganista_intMandar soldados, mandar sobre los que tienen como primer y fundamental deber defender a España incluso con la entrega de la vida, no admite experimentos gaseosos sobre la formación y preparación de los que mandan. Mandar no es dar órdenes ni aplicar leyes y reglamentos sino liderar desde el ejemplo. No es servirse sino servir desde el espíritu de entrega a un objetivo y un ideal, España y los españoles

Mandar es también decir siempre la verdad, a los de arriba y a los de abajo.

Si la preparación técnica es importante más lo es la formación moral. El espíritu de un soldado no se forja con leyes y reglamentos sino fomentando las virtudes históricas y permanentes como el amor a la Patria, el honor, la disciplina y el valor.

Un soldado no vive exclusivamente por un salario, que gana con sangre, sudor y lágrimas, sino por el sustento moral que le lleva al sacrificio y que recibe de la sociedad a la que sirve y de las Instituciones que la gobiernan y dirigen. Ellos deben ser su ejemplo, apoyo y respaldo moral. Sí no, es preferible cambiar su primer y fundamental deber por otro y así no engañar a nadie.Cartel_p

Alguien debe preocuparse y ocuparse de atender las necesidades de nuestros soldados y darles forma con leyes y reglamentos. En el plazo de 20 años la política de personal de las Fuerzas Armadas ha estado regulada por tres leyes (1989-1999-2007), a las que hay que añadir la regulación de  nuevas Reales Ordenanzas y la Ley de Derechos y Deberes. Para tan corto tiempo es mucho cambio, sobre todo cuando este no es de procedimiento, sino que afecta  a la esencia de la vocación, a su motivación y a las expectativas de futuro de todos y cada uno de los que visten el uniforme; y lo más grave, a sus familias, base y sustento de esta profesión de las Armas.

Siempre la polémica ha rodeado las distintas legislaciones. La última, la Ley de la Carrera Militar, trajo el desencanto entre los que ejercen el oficio de las armas. La polémica y los recursos envejecen en los tribunales mientras se sufren las consecuencias del tiempo perdido entre comisiones y  falsas promesas.

El sistema de ascensos y escalas cercenó las expectativas de carrera, enrarecido el tradicional compañerismo y dañado la esencia de cualquier cambio, la motivación.

PORTADA Ley carrera militarEl nuevo modelo de enseñanza para los oficiales abre interrogantes y dudas de su eficacia. Poco de historia militar, de humanidades y tradiciones, claves de la formación  militar, mientras se crea algo indefinido entre soldado e ingeniero. Ingeniería del alma es la necesaria para cumplir su primer deber de soldado.

Los suboficiales siguen sin tener un tratamiento acorde con sus capacidades y prestigio, y se les priva de la merecida promoción y  de sus legítimas expectativas. Hay una enorme deuda con ellos y no se les reconoce su valía y preparación. Son la clave, la infraestructura de nuestros ejércitos.

La tropa sigue con su permanente temporalidad y escasas perspectivas de dignificar su profesión y facilitar su reinserción en la vida civil. Su temporalidad debe ser resuelta asegurando, sin la menor incertidumbre, su futuro estable.

Hay cosas que no exigen comisiones ni sindicatos o juntas de gorriones. Cumplir con su deber y 4ac2106a482cef3d60707b537abb0869_extras_albumes_0obedecer hasta morir debe tener una obligada respuesta, una exigencia y responsable compromiso,  entre los que mandan desde ese Ministerio de Defensa, y hacerlo antes de que se suprima, o veamos materializada alguna otra brillante idea de las que, como consecuencia de la falta de liderazgo, ahora circulan por los medios.

Porque lo que se percibe es desamparo y poca valoración de unos profesionales, que amén de jugarse la vida, han renunciado a sus derechos ciudadanos en beneficio de España.

“…con las armas se defienden las repúblicas, se conservan los reinos, se guardan las ciudades, se aseguran los caminos, se despejan los mares de corsarios…”, amigo Sancho.VELAZQUEZ---LA-RENDICION-DE-BREDA-O-LAS-LANZAS

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

19 octubre 2018

UNA VISIÓN SENCILLA DEL PROBLEMA ORGÁNICO DE LA INFANTERÍA DE MARINA General de División de Infantería de Marina Juan Chicharro Ortega (R.)

Infantería de Marina a bordo

Recientemente un periódico digital trae a colación la inquietud que – según el citado medio – reina en el Cuerpo de Infantería de Marina ante posibles reducciones de la entidad del mismo. No es este un asunto nuevo toda vez que viene siendo como una serpiente de verano que surge de cuando en cuando, y debo decir que no sin razón, pues un simple vistazo a las continuas reorganizaciones habidas en los últimos tiempos propicia esta suerte de inquietud entre sus componentes.

Trato, hoy aquí, de dar una visión sencilla de cómo veo yo el problema en cuestión y, queriendo que así lo sea, obviaré cualquier tipo de referencias normativas en la inteligencia de que cuanto aquí se expresa tiene en ellas su sustento.

BREVE APUNTE HISTÓRICO SOBRE LA INFANTERÍA DE MARINA ESPAÑOLA

Infantería de Marina española

La Infantería de Marina es un Cuerpo muy antiguo. Desde que existen los barcos para el combate siempre ha habido tropas embarcadas en ellos constituyendo, hasta la aparición de los cañones de largo alcance, su arma principal. Por aquel entonces su función no requería ni tácticas ni técnicas especiales por lo que no había necesidad de que dicho Cuerpo contara con mandos especiales siendo estos los propios del barco, esto es, los oficiales del Cuerpo General; de ahí la denominación tradicional que se le daba a la Infantería de Marina de Cuerpo de tropas. Es a partir del desarrollo de la artillería naval cuando la Infantería de Marina pierde su carácter y pasa a convertirse en un Cuerpo terrestre con funciones fundamentalmente de guarnición y cuando intervenía en alguna campaña lo hacía como si fuera una unidad más del Ejército de Tierra; así la hemos visto combatir en la Guerra de la Independencia, en Cuba, Filipinas y Marruecos. Un hito importante de la historia orgánica del Cuerpo es el derivado de la experiencia norteamericana en la II GM y el consecuente desarrollo en España de una potente fuerza anfibia propiciada por la ayuda en medios navales y anfibios de aquella nación. Podemos asumir con orgullo que en el último tercio del siglo XX España contaba con una de las fuerzas anfibias más importantes del mundo. Y de esta forma llegamos hasta nuestros días en los que la situación mundial ha variado afectando al propio concepto de la viabilidad de un asalto anfibio tal como se contemplaba en aquellos momentos.

NUEVA ORIENTACIÓN DEL CONCEPTO DE EMPLEO DE LA INFANTERÍA DE MARINA ESPAÑOLA

Hoy no cabe pensar en un desembarco estilo “Iwo Jima” o “Normandía” por lo que resulta evidente la necesidad de la adaptación de la fuerza a las circunstancias. Esto no quiere decir de ninguna de las maneras que no exista la necesidad de contar con una capacidad para actuar desde la mar sobre tierra, si bien desde una orientación cercana a lo que son las operaciones especiales. Pero, ¡ojo! , esto no implica en ningún caso una minoración de la fuerza actuante pues al hablar de operaciones especiales no piense el lector en “comandos” de poca entidad – que también – sino en operaciones que requieren unas técnicas especiales en los que la entidad de la fuerza puede ser desde una compañía reforzada hasta la de una Brigada. Expuesto todo esto de forma sucinta resultan clarividentes las palabras que el anterior AJEMA dijo a propósito de que había que pensar en la Infantería de Marina del futuro y ello conlleva sin duda una adaptación a las circunstancias del momento. No veo aquí, por lo tanto, motivo alguno de preocupación o inquietud al respecto de lo dicho por el Almirante.

Cuartel de N. S. de los Dolores Don Juan Carlos primer infante de Marina de España

ALGUNOS ASPECTOS DERIVADOS DE LA NUEVA ESTRUCTURA DE LA FUERZA NAVAL

Sí que veo algún problema en relación con la situación presente como consecuencia de no aplicarse – salvo casos aislados – el espíritu de la reforma emprendida a finales de la primera década de este siglo. Como consecuencia de dicha reforma, la Infantería de Marina, que hasta entonces constituía junto con la Fuerza de Acción Marítima y la entonces Flota una de las tres fuerzas de la Armada, pasó a integrarse en la única fuerza de la Armada: la Flota. La razón de esta reorganización no fue otra que la búsqueda de una mayor eficacia y eficiencia en el empleo de los medios. Sin embargo, por lo que respecta a la Infantería de Marina la mayor virtud de la acción orgánica emprendida entonces fue que por primera vez en la larga historia de este Cuerpo sus cuadros de mando tenían opción y acceso a una gran mayoría de puestos en la propia Armada al margen de los específicos del propio Cuerpo, una aspiración largamente sentida y ahora aparentemente alcanzada. La Infantería de Marina es un Cuerpo pequeño y por lo tanto las perspectivas de destinos y de carrera de sus miembros, de limitarse exclusivamente al propio Cuerpo, son precarias y además incomprensibles desde el momento en el que sus mandos proceden al igual que sus compañeros del Cuerpo General de la Escuela Naval Militar en las mismas condiciones que estos (compartiendo el mismo sistema de acceso a la enseñanza de formación). El espíritu implícito de la reforma referida, por lo que al personal se refiere, es que, al igual que sucede en el Ejército de Tierra, los oficiales , tanto del Cuerpo General como los de Infantería de Marina, deberían, claro está, ocupar siempre los específicos de cada Cuerpo pero compartiendo además los generales de la estructura de la Armada. Así lo reflejan con anacrónicas limitaciones – todo hay que decirlo – todas las Instrucciones del AJEMA desde entonces. Y así hemos visto ya oficiales generales de IM y coroneles en puestos impensables hace tan sólo diez años. Lamentablemente, hoy, los jóvenes – y otros no tan jóvenes – componentes de la IM no alcanzan todavía a entender lo que esto ha supuesto en el devenir histórico de la IM.

Mérito y capacidad son los únicos factores a tener en cuenta a la hora de ocupar puestos en la estructura orgánica de la Armada que no sean los específicos de cada Cuerpo, al igual que sucede, por ejemplo, en el Ejército de Tierra; sin embargo y por razones de las que ahora hablaré el espíritu y letra de la reforma inicial ha quedado ralentizado y en muchos casos vetados. Y he aquí, sí, motivo para la inquietud en el propio Cuerpo de IM.

Decía antes que los oficiales de IM egresados de la ENM lo hacen en las mismas condiciones que sus compañeros del Cuerpo General, hacen el mismo curso de Estado Mayor e igualmente el correspondiente para el ascenso a oficial general. Sin embargo, ven frustradas sus posibilidades de acceder a determinados puestos de responsabilidad en la dirección de la Armada; una realidad difícilmente comprensibles. Dicho de otra forma y a modo de ejemplo: vemos que altos oficiales del Cuerpo General ocupan la responsabilidad de la gestión del personal en el que se incluye, claro está, el de Infantería de Marina y esta le es vetada a los de este Cuerpo sin que se vea razón alguna para ello puesto que si unos tienen la capacidad de la gestión del personal de Infantería de Marina no puede obviarse la viceversa. Esto es tan claro como el agua y sin embargo así sucede inexplicablemente. La Infantería de Marina es el único Cuerpo de Mando de las Fuerzas Armadas donde sus componentes no tienen acceso al empleo de Teniente General dentro de su propio Ejército sin que se vean razones lógicas que lo impidan a estas alturas del siglo XXI.

Es responsabilidad del AJEMA, y en su caso de la ministra de Defensa, corregir esta anomalía orgánica y normativa, modificando el artículo 31 y el inexplicable apartado 2 del artículo 97 de la actual Ley de la carrera militar; algo que espero suceda sin dilación siquiera sea tan sólo porque desde siempre, la Armada, pionera en la aplicación de teorías orgánicas modernas, no puede permitir que sean otras razones distintas al mérito y a la capacidad las que definan quienes ocupan los puestos de alta responsabilidad en su estructura orgánica. Y no defino cuales son estas razones que son obvias e injustificables en una Armada moderna.

En definitiva, y volviendo al comienzo de estas líneas, es mi opinión que al contrario de lo que en el artículo, al que me refería, se citaba sobre la inquietud de los componentes de la Infantería de Marina respecto a los posibles recortes o reducciones que pudiera sufrir este Cuerpo, la verdadera inquietud que deben tener y por la que deben abogar sus componentes es la de ver cumplidos los objetivos que siquiera subliminalmente se contemplaban en la reforma de hace ahora casi diez años y que como dije con anterioridad ha quedado ralentizada.

EL FUTURO DE LA INFANTERÍA DE MARINA

El futuro de la Infantería de Marina española

La nueva estructura de una Fuerza única en la Armada, tal y como se planteó, ha propiciado de una parte la integración efectiva de todos los medios hacia un mismo fin y, consecuentemente, también la eficacia en el empleo de todos los recursos humanos, pero para culminar esta tarea se debe seguir avanzando en la línea de conseguir que TODOS los miembros de la Armada se sientan no solo identificados con ese proyecto, sino reconocidos en él por su «mérito y capacidad’, sin que puedan ser preteridos por otro motivo que no tenga ese fundamento.

Cierto es que Zamora no se ganó en una hora pero esa hora se está haciendo ya muy larga.

JUAN CHICHARRO ORTEGA

GENERAL DE DIVISIÓN DE INFANTERÍA DE MARINA (R.)

Blog: generaldavila.com

21 abril 2017