La lucha mediática es tan vieja como la propia guerra. La batalla de la información tiene su mejor aliado en la mentira, hoy llamada fake news.
Durante la guerra civil española la puesta en escena de números bulos lanzados y publicados en periódicos, revistas y emitidos por las emisoras de radio fue frecuente e incluso crucial en algunos casos.
La Junta de Defensa Nacional consciente de ello tuvo que hacer frente a esa propaganda y en ocasiones dada su gravedad por la confusión generada, hubo que salir al paso de las mismas.
Traemos a colación algunos de ellos, como las medidas políticas represivas y de terror que iban a tomarse en Madrid por las tropas nacionales ante su próxima liberación.
Este fue el desmentido oficial de la Junta:
«La JDN de España, desmiente de la manera más categórica la información recientemente publicada en algunos periódicos acerca del plan político a seguir, una vez ocupado Madrid.
Consciente de sus deberes, y penetrada de la suprema conveniencia nacional, a cuyo servicio se haya consagrada esta Junta concentra exclusivamente sus esfuerzos en librar a España de los horrores del Soviet y en asegurarla una vida civilizada, de justicia y de orden, exaltando los valores espirituales, suprimiendo la lucha de clases, mejorando la condición de los trabajadores y clases medias, poniendo por encima de todo interés el bien supremo de la patria.
Esta Junta previene a todos contra estas informaciones falsas, de oculto y turbio origen, encaminadas a hacer formar equivocada idea en el extranjero del verdadero carácter de este Movimiento Nacional ajeno a todo partidismo político y en el que coinciden todos los buenos españoles, que afirman ante el mundo su indestructible unión sagrada para librar a España y a la civilización de la tiranía roja de Moscú.
Tiempo habrá, en su día, de concretar programas y modos inspirados en los principios indicados, para dar cima a la reconquista política y social, y económica de España y para definir una política exterior, sobre bases de respeto mutuo y de sincera cooperación a la obra de la Paz».
Otro de los muchos bulos emitidos fue el del nombramiento del Cardenal Segura como regente de España, cuya noticia desmintió la Junta de Defensa Nacional por nota de 9 de septiembre de 1936.
El más peligroso de los bulos fue el que se emitió sobre el desembarco de tropas alemanas en Marruecos. El general Mola tuvo que salir al paso de aquella información y lo hizo con estas palabras el día 28 de enero de 1937 siendo ya Franco Jefe del Estado:
«Nosotros somos nacionalistas, así nos ha bautizado el mundo civilizado, y esto es uno de nuestros mayores orgullos. Somos nacionalistas porque es lo contrario de marxistas, o sea que se pone el sentimiento de la unidad nacional por encima de toda otra idea. Quienes rinden culto a esos postulados nada pueden hipotecar de su independencia, que constituye su más preciado patrimonio; y es este el más rotundo mentís que puede darse a las absurdas patrañas de los directivos de la España roja y de sus satélites. Ellos sí que son prisioneros de hordas internacionales, criminales y antipatriotas; ellos, que han malbaratado lo más grande que existe en un pueblo, la libertad e independencia, ya que ha hecho su aparición en las trincheras el odioso «knut» moscovita para azuzar con él a los combatientes rojos y escribir la miseria universal v el despotismo asiático. Nuestro nacionalismo nos impide vender el territorio nacional a nadie. Nuestro nacionalismo es el más formidable argumento que podemos oponer a la inquietud de otros pueblos, pues ni la España nacional ni el Caudillo tolerarán jamás que en nuestro suelo, ni en el de sus posesiones y protectorado, impere otra voluntad que la de los españoles ni otros intereses que los sublimes de la Patria. Acabad, pues, el equívoco y suspicacias y gástese el llamado Gobierno de Valencia o lo que sea, el oro saqueado de los Bancos en dar pan y carbón a nuestros desgraciados hermanos que están bajo su tiranía, en vez de repartirlo a manos llenas entre redacciones de rotativos extranjeros para campañas de difamación, como la reciente del desembarco de tropas alemanas en Marruecos. Ni Alemania ha perdido el juicio ni nosotros la vergüenza» (Diario Jaca española. 4 septiembre 1937).
Tuvieron enorme eco en la opinión de la España nacional y en Europa destacando aquellos párrafos: jamás la España nacional tolerará que en nuestro suelo, ni en el de sus posesiones y protectorado, impere otra voluntad que la de los españoles ni otros intereses que los sublimes de la Patria. Ni Alemania ha perdido el juicio ni nosotros la vergüenza.
Todo esto se conjugó para contrarrestar la campaña de descrédito de la Junta a través de la prensa y octavillas repartidas entre las tropas y la población civil. He aquí alguno de los ejemplos.
«SOLDADOS NAVARROS
La circunstancia de tener que unirme al general Franco, que ya ha entrado victorioso en Badajoz, después de dominar toda Andalucía, me impide visitaros personalmente para felicitaros por vuestro heroísmo.
Dominamos en casi toda España, los muertos cogidos al enemigo se cuentan por centenares, el material de guerra, por millares de toneladas.
¡Somos los dueños de España y dentro de este mismo mes nos oiréis hablar desde la radio de Madrid!
Contamos ya con todo el Ejército de África en España y con una aviación potente que domina a la del enemigo, pero es preciso que vosotros pongáis a contribución vuestro esfuerzo y vuestro patriotismo para derrotar definitivamente a un enemigo que, en estos momentos no cuenta más que con una artillería mediocre y con un miedo insuperable.
Tengo la evidencia de que seguiréis siendo el alma de esta cruzada contra la barbarie.
¡A Irún! ¡A Fuenterrabía! ¡A San Sebastián! ¡Hay que ir inmediatamente!
¡Viva España!
Vuestro general MOLA
(Al final de su puño y letra anota: Que lo tiren en papel amarillo o azul)»
«EJÉRCITO DEL NORTE
Ante el triunfo que obtiene en todas partes el Ejército de España la Junta de Defensa Nacional y en su nombre el General Mola, que manda el Ejército del Norte, ha acordado respetar las vidas de los soldados que se entreguen a las fuerzas de su mando.
Pensadlo bien, aún podéis salvar la vuestra y vivir tranquilos en una España grande y libre de la dictadura roja en que hasta ahora estábamos sumidos.
El General Mola
(En la cuartilla se especifica el número de ejemplares a repartir: 100.000)».
«¡ESPAÑOLES!
Inútil es que por los enemigos de la Patria se trate de ocultar un día más su derrota aplastante. El Ejército Español unido al pueblo en arranque y abrazo patrióticos, lleva reconquistadas para España más de las ocho décimas partes del territorio Nacional.
Nuestras tropas aprietan, cada vez con más fuerza, el cerco de Madrid secundadas por las que, dentro de la capital de la nación, se han unido al movimiento salvador.
Dentro de días, quizás horas, la toma de Madrid será un hecho. Detrás de nuestras líneas avanzadas, en Navarra como en las Castillas, en Andalucía como en Galicia, en Extremadura como en Levante, reina la paz y el orden más absoluto, funcionan trenes y servicios, la vida y el trabajo se desarrollan con entera normalidad y en todas partes las Autoridades y las actividades nacionales obedecen como único Mando, como Poder Supremo del Estado a la Junta de Defensa Nacional.
Libre y franco está el paso para quienes quieran, por sus propios ojos cerciorarse de esto.
Los que en estos instantes sientan a España por encima de todo ideal, que no hayan llegado en su ceguera a renegar de su Madre Patria, los que prefieran una España grande y trabajadora, justiciera e imperial a una España deshecha, ensangrentada y hambrienta, vendida a las codicias del Extranjero y al látigo ominosos de Moscú, los que prefieran el ¡Viva España! al ¡Viva Rusia! denigrante, que depongan inmediatamente su inútil resistencia.
España se ha puesto en pié con el coraje, con la gallardía, con el ímpetu enorme, con que ha sabido hacerlo a lo largo de su gloriosa Historia.
España ¡ha vencido!
¡Tenía que vencer forzosamente!
Inútil ha de ser -lo que repetimos- toda clase de resistencia.
Pero ¡sabedlo bien! Si España, llena de generosidad hidalga, está dispuesta a perdonar a aquellos que -engañados por mentiras- “no saben lo que hacen”, España, fuerte y justiciera, aniquilará y aplastará de modo inexorable a quienes se empeñen en seguir manchando con sangre de españoles su gloriosa Victoria. LA JUNTA DE DEFENSA NACIONAL (Pone 5.000 octavillas)»
«ESPAÑOLES
El Ejército es dueño de toda España menos de algunos puntos aislados donde luchamos con ventaja. Las columnas victoriosas que se dirigen a Madrid están en el Guadarrama a pocos kilómetros de la Capital, que no tardará en caer en nuestras manos. El general Franco se encontraba ayer en Córdoba al frente de una fuerte columna de tropas procedentes de África.
El general Caminero, que organizaba la resistencia en León, ha sido hecho prisionero en Puebla de Sanabria.
Es inútil oponerse al avance de la mayor parte del pueblo español sano, que solo desea una España libre de odios.
El intentar resistir solo conduciría a derramar sangre que el Ejército quiere evitar, pues está convencido que libres de los errores y malas pasiones que en el pueblo han querido encender malos españoles, podemos todos unidos, conseguir la grandeza de nuestra Patria.
El General Mola
(100.000 ejemplares)».
El estricto control que se llevaba sobre los gastos desde la Junta de Defensa y luego desde la Junta Técnica del Estado nos permite ver hasta el más mínimo que se realizaba incluidas los bandos y proclamas que hemos mencionado.
En el Archivo Histórico Provincial de Burgos. Suscripción Nacional, podemos consultarlo en sus legajos.
«Imprenta Aldecoa S.A. Burgos 10 de agosto de 1936
Factura: 20-7-36… 100 bandos; 30.000 proclamas; otras 10.000.
Total pesetas: 3.010».
En Julio 1936
20.000 proclamas de la Junta Suprema Militar 152 pts.
20.000 idem “Ciudadanos” …75 pts.
100.000 proclamas “El Ejército es dueño de España”…..225pts.
100.000 proclamas “El glorioso Ejército español”………200pts.
50.000 proclamas “El ímpetu arrollador”………………200pts
5.000 alocuciones…40pts.
500 partes Ejército del Norte… 7,50 pts.
Así podíamos seguir detallando gastos de todo tipo como un biombo para la sala antedespacho del presidente de la Junta, bombillas, folios sello de correos. O la orden del Jefe del Estado para que ordene a la Comisión de Hacienda ponga a disposición de la Secretaría de S.E. la cantidad de 6.500 pesetas para contribuir al pago de los gastos originados por la redacción y publicación del folleto relativo a los crímenes, atropellos y demás depredaciones causados por los rojos.
Otro cargo curioso es el que firma como recibido de la Junta de Defensa Nacional el Delegado del Centro Provincial de Telégrafos de Burgos en el que detalla el número de cheque por importe de 28.631pesetas con 45 céntimos contra la cuenta corriente que la Junta tiene en el Banco de España «por los telegramas expedidos durante el mes de julio último a Servicios Internacionales Europeos y Extraeuropeos». En la relación figuran los destinatarios, el número de palabras y la tasa. Lisboa, París, Berlín, Ciudad del Vaticano, Oslo, Washington, Bogotá, Buenos Aires, Habana, Belgrado, Roma, Londres…
Rafael Dávila Álvarez. La Guerra Civil en el Norte…
Blog: generaldavila.com
julio 2021
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