LA INMACULADA CONCEPCIÓN EN LA ACADEMIA DE INFANTERÍA. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

¡¡¡FELIZ PATRONA INFANTES DEL EJÉRCITO ESPAÑOL!!!
Artículo publicado el 8 de diciembre de 2017 con motivo de la inauguración del cuadro de Ricardo Sanz «La Madre de los Infantes».

Toledo: cuna de la Infantería española. Su Academia de Infantería guarda la mística y la esencia de ser infante. Una historia que allí permanece desde sus orígenes y que no ha hecho sino empezar. A la infantería podemos ponerle fecha de nacimiento, nunca de su final. Mientras haya un hombre erguido, de pie, frente a lo bueno o ante la adversidad, habrá un infante.

La historia de la Infantería es la del hombre que nace

que a fuerza de caídas, se levanta y sobrepone,

sin dudas, sin quejarse, sin asombrarse ni amilanarse.

Ser infante lo es casi todo; es muy sencillo.

Solo es necesario tener fe en tu camino,

compañía, amparo, seguridad; y un amigo.

Una vez descubierta la mística del recorrido

se entra en la plenitud de haber sido infante,

sin más pretensiones que el deber cumplido.

La Academia de Infantería no es solo un templo donde se rinde culto al saber. Poco se sabría si así fuera. Es algo más allá. Inexplicable contagio de un espíritu heredado que ha impregnado los aires toledanos de infantería pura. Sin posible antídoto. Traspasados sus umbrales uno queda contagiado del virus del deber, de la Patria y del honor.

Fue hace ya muchos años. Por el siglo XVI los españoles se dieron cuenta de que ellos, en sus soldados representados, eran la mejor infantería del mundo. Fue un milagro. Es un milagro sentirse acompañado y amado. Cuando todo estaba perdido, derrotados, olvidados… llegó Ella, con su manto azul Inmaculado. El 8 de diciembre lo hemos venerado al recordarlo y celebrarlo. La Patrona de los Infantes, la Virgen Inmaculada.

Me cuentan que alguien llegó hace tiempo a la Academia de Infantería  y quiso arrodillarse ante su Patrona. Vio bustos, estatuas y cuadros. Historia, un museo, ¡aquel patio!, el Alcázar toledano. Vio por todas partes infantería, los grandes y humildes del arma, sus soldados. Respiró aquel aire y sintió el contagio de ser de infantería, para siempre, sin dudarlo y sin poder evitarlo. Pero faltaba una imagen, un retrato. El de Ella que hace muchos años a la fiel infantería se había mostrado, en una tabla, un cuadro de azul pintado. Y me cuentan que, como por un milagro, se acaba de poner remedio y de nuevo, en la entrada, donde presidir debía, hace ya muchos años, se acaba de bendecir y colgar un hermoso cuadro: La Virgen Inmaculada junto a sus soldados. Ella la Virgen de ahora, como la de entonces, como siempre, mirando a sus soldados, que en cotidiana y entregada oración le devuelven la mirada. Es un hermoso cuadro que desde el 8 de diciembre de 2017 preside la entrada a la Academia de Infantería. Una obra que ha sido posible gracias a donaciones de los infantes, cada uno lo que puede.

Es una Virgen guapa, infante Señora, que rodeada y amada, siempre y en cualquier lugar, por sus soldados de Infantería, preside la Academia de Infantería, en el lugar que le corresponde. No se entiende la Infantería sin su Patrona y no hay mayor milagro que sentirse por Ella acompañado en el permanente caminar. Preguntadle a los Infantes de España, preguntadles en quien confían y de quién se fían.

Señora y Madre de los Infantes, Virgen Inmaculada, desde mi condición de infante ante ti me arrodillo.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

NOTA FINAL. El cuadro de la Inmaculada Concepción inaugurado el 8 de diciembre de 2017 en la Academia de Infantería por el General de Ejército -Jefe de Estado Mayor del Ejército- ha sido pintado por Ricardo Sanz. El título del cuadro es «La Madre de los Infantes».

Fue una idea del Coronel Director de la Academia, Francisco Javier Marcos.

Preside la entrada al Centro dónde se forma la mejor Infantería del mundo, la del Ejército de Tierra español.

HIMNO DE INFANTERÍA

¡FASCISTAS! ¡GOLPISTAS!… ¡AL FIN LIBRES! Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

FOTO JAIME GARCIA ARCHDC EN LA IMAGEN LA FACHADA DE LOS LEONES

La Infantería es fiel reflejo de las virtudes y defectos de la raza. Eso decía la Doctrina para el empleo táctico y logístico de las Armas y los Servicios que estudiábamos en la Academia General Militar. Era el Catecismo del oficial.

Ahí está la Infantería, la otra, pero la misma, la que a diario anda de aquí para allá, por la calle, en el metro, el tren, el diesel… ahí está, dicen que representada en la Carrera de San Jerónimo, donde los leones Benavides y Malospelos siguen sin saber que hacen ahí tan estáticos, rodeados de tanto hotel de lujo y sin saber a quién representan, si al poder o a la gloria, si a la paz o a la guerra, ellos que fueron cañones de bronce allá por la tierra mora. ¿Representados? ¿Fiel reflejo? ¿Quedarán virtudes? ¿Seremos todo defectos?

¡Fascista! ¡Golpista! ¡Comunista! ¡Y tú más! ¿Desalentador o divertido? Me sonrojo al escribir.

Es el diálogo que nos representa, el cuadro que refleja la realidad de España. El dramatismo del 3 de mayo, Goya, se queda en un cómic al lado del espectáculo de nuestros parlamentarios. Dicen ser nuestros representantes los que escenifican este doliente espectáculo.

Extraña que se insulten, pero aún más que parezca que no lo hacen. Como si no pasase nada. Yo te insulto, pero no te preocupes, cuenta con mi voto para que sigamos como estamos. Tú de fascista y yo de golpista; luego entre tú y yo hablamos; y ya sabes.

Creo que ya está bien. Llega la hora de cambiar, de no fiarse de ellos, de ninguno, nada que ver con esta burda y zafia representación. Una España trabajadora, sufridora, del tipo que sea, piense lo que piense y sienta como mejor le parezca, no se merece estar representada por estos personajes que viven del chollo, del momio de su posición. Tampoco nos merecemos estar informados por la deformación de los que les arropan con sus crónicas después de recoger las migajas que se les caen de la mesa. Voceros ya conocidos que siempre anuncian el mismo producto. Falso.

Desde la presidenta a los presididos todos iguales. Unos dicen, otros hacen, otros consienten, otros nada, ¿y nosotros?

Señores diputados: Cojan sus bártulos, solo los que hayan pagado, y dejen sitio. Salgan del Parlamento, despacio, con orden. Primero la presidenta, la de las prohibiciones, a buenas horas mangas verdes, seguida del presidente, del Gobierno, luego los demás, uno a uno, de uno en uno, sin hablar, sin escupir, sin empujarse, el último Rufián, sin mirar atrás. Que no quede rufián escondido entre bambalinas.

Después, a quien le corresponda, convoque elecciones. De ustedes todos, en las listas ni uno, ninguno. Manténganse alejados, al menos 500 metros, del Parlamento. Los leones andarán libres y con hambre.

A ver si es verdad que un día podamos gritar: ¡Al fin libres!  ¡Ha llegado la libertad! Y alguien se preocupa de España, de la sanidad, infraestructuras, ciencia, tecnología y educación, mucha educación, educación y urbanidad.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

23 noviembre 2018

LA INMACULADA CONCEPCIÓN EN LA ACADEMIA DE INFANTERÍA (General Dávila)

Toledo: cuna de la Infantería española. Su Academia Militar, la de Infantería, donde se guarda la mística y la esencia de ser infante. Una historia que allí permanece desde sus orígenes y que no ha hecho sino empezar. A la infantería podemos ponerle fecha de sus orígenes, nunca de su final. Mientras haya un hombre erguido, de pie frente a lo bueno o ante la adversidad,  habrá un infante. La historia de la Infantería es la del hombre que nace y, a fuerza de caídas, se levanta y sobrepone, sin dudas, sin quejarse, sin asombrarse ni amilanarse. Ser infante lo es casi todo; y es muy sencillo. Solo es necesario tener fe en tu camino, andar en compañía, con el amparo y la seguridad de un amigo. Una vez descubierta la mística del recorrido se entra en la plenitud de haber sido infante, sin más pretensiones que el deber cumplido.

La Academia de Infantería no es solo un templo donde se rinde culto al saber. Poco se sabría si así fuera. Es algo más allá. Inexplicable contagio de un espíritu heredado que ha impregnado los aires toledanos de infantería pura. Sin posible antídoto. Traspasados sus umbrales uno queda contagiado del virus del deber, de la Patria y del honor.

Fue hace ya muchos años. Por el siglo XVI los españoles se dieron cuenta que ellos, en sus soldados representados, eran la mejor infantería del mundo. Fue un milagro. Es un milagro sentirse acompañado y amado. Cuando todo estaba perdido, derrotados, olvidados… llegó Ella, con su manto azul Inmaculado. El 8 de diciembre lo hemos venerado al recordarlo y celebrarlo. La Patrona de los Infantes, la Virgen Inmaculada.

Me cuentan que alguien llegó hace tiempo a la Academia de Infantería  y quiso arrodillarse ante su Patrona. Vio bustos, estatuas y cuadros. Historia, un museo, ¡aquel patio!, el Alcázar toledano. Vio por todas partes infantería, los grandes y humildes del arma, sus soldados. Respiró aquel aire y sintió el contagio de ser de infantería, para siempre, sin dudarlo y sin poder evitarlo. Pero faltaba una imagen, un retrato. El de Ella que hace muchos años a la fiel infantería se había mostrado en una tabla, un cuadro de azul pintado. Y me cuentan que, como por un milagro, se acaba de poner remedio y de nuevo, en la entrada, donde presidir debía, hace ya muchos años, se acaba de bendecir y colgar un hermoso cuadro. El de la Virgen Inmaculada junto a sus soldados. Ella la Virgen de ahora, como la de entonces, como siempre, mirando a sus soldados que en cotidiana y entregada oración le devuelven la mirada. Es un hermoso cuadro que desde este 8 de diciembre de 2017 preside la entrada a la Academia de Infantería. Una obra que ha sido posible gracias a donaciones de los infantes, cada uno lo que puede.

Es una Virgen guapa, infante Señora, que rodeada y amada, siempre y en cualquier lugar, por sus soldados de Infantería, desde ayer preside la Academia de Infantería, en el lugar que le corresponde. No se entiende la Infantería sin su Patrona y no hay mayor milagro que sentirse por Ella acompañado en el permanente caminar. Preguntadle a los Infantes de España, preguntadles en quien confían y de quién se fían.

Señora y Madre de los Infantes, Virgen Inmaculada, desde mi condición de infante ante ti me arrodillo.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

NOTA FINAL. El cuadro de la Inmaculada Concepción inaugurado hoy en la Academia de Infantería por el General de Ejército -Jefe del Estado Mayor del Ejército- ha sido pintado por Ricardo Sanz. El título del cuadro es «La Madre de los Infantes».

Fue una idea del Coronel Director de la Academia que hoy se ha hecho realidad y que presidirá desde este 8 de diciembre de 2017 la entrada al Centro dónde se forma la Infantería del Ejército de Tierra español.

 

 

LA INMACULADA CONCEPCIÓN Y SUS SOLDADOS: LOS DE ESPAÑA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

La inmaculada Concepción Patrona de España y de su Infantería

Los Tercios españoles fueron las mejores unidades militares del mundo. Todavía se recuerdan y estudian sus hechos de Armas en las más prestigiosas Academias Militares. Era la Infantería del Rey Católico, universal y única. ¡Ay, si hubiésemos sido más!

Ya se hablaba del Rey de España como un Rey universal. Y al mundo asombraba el carácter y la forma de ser de aquella infantería española.

Formaban parte de ejércitos multinacionales con alemanes, valones, italianos, españoles…; ellos eran el núcleo duro: veteranos españoles de los Tercios españoles, temidos y admirados por el resto. Sin duda constituían la organización más avanzada del momento. Destacada era la Compañía al mando del Capitán, modelo en el que se miraban sus hombres y a la que él daba personalidad, que <<quien ordena lo que no hace, deshace lo que ordena>>. Hombres de todos los tipos y clases donde nadie era más que otro, si no hacía más que el otro. El viejo principio de la meritocracia se llevaba a rajatabla como estímulo y buen gobierno. Siempre fue un honor servir al rey combatiendo a pie en la infantería. Porque el soldado español de los Tercios de Flandes no servía a cualquiera que le pagase, aunque exigía su soldada, sino que la lealtad al rey y la fe católica eran los principios que le impulsaban al sacrificio. El honor y honra, la reputación, eran los resortes morales que les daban energía y valor.

A estos soldados de España fue a los que en forma de imagen se les apareció la Virgen María en el momento crítico en el que se vislumbraba la derrota y la muerte. En una tablilla de vivos colores, con el azul inmaculado, la Virgen les indicaba su protección, estaba a su lado. Desde aquel día fue Patrona de los Tercios, más tarde Patrona de la Infantería y Patrona de España, de todos los españoles, que a la postre infantes somos todos de caminos y peregrinajes.

Estos hombres de hace más de 500 años tienen sus continuadores hoy por el mundo entero. No tengo la menor duda de que a diario nuestra Virgen Inmaculada, Patrona de España, se sigue apareciendo a nuestros soldados en sus momentos de soledad y desesperanza. En los momentos inesperados en los que ves sufrir más que sufres. Allí cuando ves lo que nunca hubieses querido ver ni contar. Cuando el caminar de infante te lleva por caminos llenos de encrucijadas de violencia y odios que surgen ante la inanición de las almas. Sin alimento a sus vidas. Caminos de permanente supervivencia, de miedo al no saber si habrá un nuevo amanecer. Caminos que, sin remedio, todos, terminan siempre en el sufrimiento, sin ningún otro horizonte para aquellas personas a las que proteges. Sufres por ellos, nunca por ti. Por lo que ves y sientes. Sufres hasta por el honor de ser soldado que te permite llevar una ráfaga de esperanza en medio de un mundo que hasta eso ha perdido. Es un honor estar allí entre los honorables huérfanos del privilegio de ser niños o ancianos, de haber nacido entre bombas y cañonazos, sin saber casi lo que es ternura, el regazo o la canción de cuna. Necesidades del alma que algunos nunca conocerán si no es por la mano de un soldado que acaricia sus entrañas casi sin poder expresar más allá de una sonrisa.

Allí está la Inmaculada. Cada mañana, aurora de la mañana, estrella del horizonte, azul y rojo, y en el negro desesperanza. En cada soldado español, en cada infante de aquellos caminos, está la Virgen caminante.

¿No puedes hacer nada Señora?, clamas al Cielo. Te acuerdas del milagro, de la necesidad; que aquello termine. Que vuelvan a helarse las aguas del odio y del sufrimiento. Que aparezca su azul manto en una tablilla de esperanza, que alguien la desentierre y alce a los cielos.

Sin duda está la Virgen Inmaculada entre aquellos nuestros soldados que caminan con su patronazgo. Que nunca falte la fe. O lo habremos perdido todo, Habremos perdido la noticia y su difusión, la esperanza y la verdad, la gloria infinita de ser soldado español.

8 de diciembre de 2017. 8 de diciembre de 1585. Seguimos en permanente oración, españoles, soldados, todos infantes. A la Virgen Inmaculada, Virgen caminante:

<<Haz que no perdamos el sentido de nuestro camino terrenal:
la suave luz de la fe ilumine nuestros días,
la fuerza consoladora de la esperanza dirija nuestros pasos,
el calor contagioso del amor anime nuestro corazón,
los ojos de todos nosotros permanezcan fijos, allí, en Dios, donde está la verdadera alegría.

¡Tú eres la Toda Hermosa, oh María!
Escucha nuestra oración, atiende nuestra súplica:
se Tú en nosotros la belleza del amor misericordioso de Dios en Jesús,
que esta belleza divina nos salve a nosotros, a nuestra ciudad, al mundo entero. Amén”>> (Papa Francisco).

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

8 diciembre 2017 Día de la Inmaculada Concepción