¡FELICIDADES MAJESTAD!

¡Feliz cumpleaños Majestad!

Es un día de júbilo para la Nación española. El cumpleaños de SM. El Rey: 50 años en paz y prosperidad. Un gran Rey para una gran Nación.

Ya escribimos que este 2018, año de la mayoría edad del siglo XXI, es de especial relevancia en la Casa Real por los históricos aniversarios de los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía, ochenta años, junto al cumpleaños, cincuenta, del Rey Don Felipe. También es un año jubiloso por la celebración del cuarenta aniversario de la aprobación de la Constitución.

Momentos difíciles e históricos para España que requieren justicia, prudencia, fortaleza y templanza. Son las virtudes de un Rey. Las que enderezan la nave cuando esta toma un rumbo peligroso.

En la edad de la sabiduría, que hoy alcanzáis, ponemos nuestra confianza en vuestro buen saber, hacer y entender y, con toda lealtad y afecto, os deseamos un Feliz cumpleaños junto a la Reina Doña Letizia, vuestras hijas,  la Princesa de Asturias y la Infanta Doña Sofía, y como no con vuestros augustos padres los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía y el pueblo español.

¡Felicidades Majestad!

¡Viva España! ¡Viva el Rey!

30 enero 2018

Blog: generaldavila.com

CAPITÁN DEL EJÉRCITO DEL AIRE BORJA AYBAR GARCÍA ¡PRESENTE! (General de División Rafael Dávila Álvarez)

Sí mi capitán. Presente estaba tu ilusión en la soleada mañana del 12 de octubre cuando decías adiós con un beso a tu mujer y a tu bebe de escasos meses en la base Aérea de los Llanos en Albacete. Allí con la mirada puesta en la televisión, entre biberones y gritos de niños, las familias de los pilotos miraban al cielo azul de España esperando adivinar por el puesto en formación donde iba su marido. Celebraban el vuelo festivo de los pilotos de caza en un día que era resumen de la historia de su querida España. Un día en el que el vuelo era el premio a muchas horas de tensión y riesgos en el cielo.

En perfecta formación. Ibas mi capitán pensando en aquel himno que cantaste tantas veces, con el juraste Bandera, y que susurrabas aquella mañana:

A España ofrecida,
tengo muerte y vida
como quien las juega
en un lance de gloria y honor
la aurora me lleva
como un nuevo amor.

Acababa de sonar La muerte no es el final cuando tu último vuelo sobre Madrid nos sobrecogía por su poder y fuerza. ¡Alas gloriosas de España!

Pocos minutos después la noticia nos sumió en la tristeza. La muerte hacía acto de presencia entre la multitud que se emocionaba al paso de los soldados de España. Ha muerto un piloto de caza al estrellarse el eurofighter en la maniobra de aproximación a su base. A todos nos cambió el rostro. Abrazamos más fuerte la bandera y miramos al cielo por donde hacía escasos minutos habías volado con tu caza. No puede ser… Se habrá salvado… Se habrá lanzado en paracaídas… Era el rumor entre el público.

Mucha gente. He tenido la responsabilidad de organizar y coordinar este desfile durante dos años seguidos. Nunca vi tanta gente ni tanta emoción. Quise desde primera hora estar en la zona y palpar de primera mano el ambiente. ¡Único! El pueblo español, como acostumbra, es el encargado de salvar a España. Ayer era el día del pueblo con su Rey y sus Ejércitos. Su himno y su Bandera. No era necesario nada más. No era necesario mirar a ningún otro lado.

Y en esos momentos de enorme emoción; cuando se es sensible a toda la historia que significa ser español. Cuando uno está dispuesto a todo, a la máxima entrega por defender tus ideales. Cuando luce y surge el alma de lo español, un soldado, un piloto del Ejército del Aire, resume en el acto de servicio final de su vida toda la esencia del deber, del juramento, del amor a España, a los españoles. Era el sentimiento que millones de españoles queríamos ayer expresar el que, tú mi capitán, sintetizaste con tu heroico gesto. Un hombre solo, un soldado, interpretó la música que todos queríamos cantar. Un bello gesto: como todos los actos heroicos. Antes de salvar su vida arriesgando la de los demás, se mantuvo de cara a la muerte.

Pudo saltar en paracaídas y salvar la vida. Pudo dejar la aeronave a su libre albedrío, a otras muertes. Mi capitán tú mejor que nadie sabes lo difícil que es a veces cumplir con el deber. Pero también sabes y nos has demostrado que esa es la gloria de España. Las máquinas pueden fallar. Un soldado español nunca.

Ayer antes de irnos del desfile, mi capitán, nos quedamos mirando al cielo azul de Madrid. Tendrá que pasar mucho tiempo para que se me borre de la retina la pasada de tu avión por encima de nuestras cabezas. Fuerza y poder. Pero más fuerza y poder tiene tu gesto. El que resume tu vida, la de un soldado.

Volad, alas gloriosas de España 
estrellas de un cielo radiante de sol
escribid sobre el viento la hazaña
la gloria infinita de ser español.

Capitán del Ejército del Aire Borja Aybar García: ¡Presente!

General de División Rafael Dávila Álvarez (R.)

Blog: generaldavila.com

14 octubre 2017

¿DÓNDE ESTÁS ESPAÑA QUE NO TE VEO? Juan Chicharro Ortega General de División de IM (R.)

Reconozco que escribo con el ceño fruncido y el corazón encogido ante la parsimonia con la que el pueblo español contempla cuanto está acaeciendo en nuestra Patria.

La manifestación de ayer en Barcelona es prueba palpable de lo que digo: nuestro Rey vejado e insultado en su propia cara; los traidores, que al sol que más calienta saben colocarse, impávidos ante la ignominia; los anarquistas de la CUP haciéndose dueños de la manifestación sabiendo manejar a las masas a su antojo; un pueblo lleno de buenísmo y cobardía sin atreverse a condenar a quien les ha masacrado intentando un ridículo “pelillos a la mar”… Una simple lectura de diversos editoriales de la prensa internacional  nos llena de vergüenza como nación, si bien tal parece que se olvidan de que no hay mucha diferencia con eventos parecidos en Londres, París o Bruselas  tras atentados similares. Es Europa, y por ende España, donde la civilización cristiana no encuentra agallas para defenderse.

Un valiente sacerdote que dice verdades como templos es desautorizado con rapidez inusitada por su propio obispo; el mismo que contempla como pecadillos de juventud el que se arremeta contra iglesias y símbolos cristianos al grito de “arderéis como en el 36”.

Anarquistas profanan tumbas y mausoleos de soldados de España con absoluta impunidad e indiferencia hasta por las propias autoridades militares : la tumba de Muñoz-Grandes, el monolito del 2 de mayo, el mausoleo de la División Azul , cruces y monumentos conmemorativos de nuestra historia militar…, la lista es ya interminable.

Sí, la crisis que atenaza nuestra nación reviste ya  caracteres seriamente preocupantes si bien para mí lo más grave y serio es no ya la indiferencia de nuestros gobernantes que sólo van a lo suyo sino  la pasividad evidente de la sociedad civil; una sociedad cobarde y relativista.

Blas de Lezo

Cobra actualidad cada vez más la célebre frase de Blas de Lezo cuando dijo que “la nación no se pierde porque unos la ataquen sino porque los que la aman no la defienden”.

¿Dónde están hoy los que tienen la responsabilidad de defender nuestra integridad como nación y desde luego la Ley? De  momento sólo les he visto envueltos en pleitos y , eso sí, perfectos encajadores de toda clase de ignominias e insultos. Algunos a esto lo llaman dignidad. Curiosa manera de definir la incapacidad de reacción o de algo peor que me callo por prudencia.

Lo que estamos viendo en estos días en Cataluña y en las provincias vascongadas  con sonoros recibimientos y homenajes a reconocidos asesinos de ETA no son más que el prolegómeno de lo que está por venir en un inmediato futuro, si no presente.

¿Dónde estás España que no te veo?

¿Dónde está la España de las Navas de Tolosa, la de la conquista y civilización de un nuevo mundo, la que supo levantarse contra el francés, la que luchó y murió en Trafalgar o en Santiago de Cuba? Sí, también, ¿donde están aquellos dirigentes de la Segunda República que no dudaron en declarar el Estado de Guerra en Cataluña ante la proclamación del “Estat Catalá” que rompía la legalidad constitucional de entonces?

España  está adormecida y muy confusa ante lo que ve y el pueblo es fiel reflejo de la impasividad, o mejor dicho pasividad, de sus hipotéticos líderes: unos corruptos y otros disfrutando de lo que ven porque en el caos que se prevé acabarán convirtiendo nuestra Patria en su anhelada república bolivariana.

En un reciente artículo analizaba aquí la prudencia o inacción del Gobierno del Sr. Rajoy ante la amenaza secesionista  y concluía que lo que estaba viendo ya no era prudencia sino clara inacción en el ejercicio de su responsabilidad constitucional. Lo que ha sucedido en Barcelona antes y después de la sangrienta masacre no es más que el ejemplo más claro de esa inacción si no complicidad con el traidor Gobierno catalán por omisión o incompetencia manifiesta. Cada vez es más claro, cuanto más se sabe, que nos encontramos ante un atentado que podía haberse evitado – como se ha hecho con otros muchos de los que poco se sabe – si no se hubiera cedido ante la vergüenza traidora de los dirigentes catalanes que no de los Mossos a quienes reconozco su labor.

Sr. Rajoy debería Vd. saber que en la defensa de nuestra soberanía e integridad territorial cuenta Vd. con la mayoría de los españoles que no quieren que les roben lo que es suyo. No dudo de sus intenciones si bien sí le digo que somos muchos los que pensamos que si siquiera en un principio podíamos estar de acuerdo con su prudencia  hoy ya no vale aquella. En los hipotéticos asesoramientos que  Vd. recibe haga caso por una vez a los halcones y olvide a las palomas de una vez. Están en juego España y mil años de historia .

Juan Chicharro Ortega

General de División de IM (R.)

Blog: generaldavila.com