Sí mi capitán. Presente estaba tu ilusión en la soleada mañana del 12 de octubre cuando decías adiós con un beso a tu mujer y a tu bebe de escasos meses en la base Aérea de los Llanos en Albacete. Allí con la mirada puesta en la televisión, entre biberones y gritos de niños, las familias de los pilotos miraban al cielo azul de España esperando adivinar por el puesto en formación donde iba su marido. Celebraban el vuelo festivo de los pilotos de caza en un día que era resumen de la historia de su querida España. Un día en el que el vuelo era el premio a muchas horas de tensión y riesgos en el cielo.
En perfecta formación. Ibas mi capitán pensando en aquel himno que cantaste tantas veces, con el juraste Bandera, y que susurrabas aquella mañana:
A España ofrecida,
tengo muerte y vida
como quien las juega
en un lance de gloria y honor
la aurora me lleva
como un nuevo amor.
Acababa de sonar La muerte no es el final cuando tu último vuelo sobre Madrid nos sobrecogía por su poder y fuerza. ¡Alas gloriosas de España!
Pocos minutos después la noticia nos sumió en la tristeza. La muerte hacía acto de presencia entre la multitud que se emocionaba al paso de los soldados de España. Ha muerto un piloto de caza al estrellarse el eurofighter en la maniobra de aproximación a su base. A todos nos cambió el rostro. Abrazamos más fuerte la bandera y miramos al cielo por donde hacía escasos minutos habías volado con tu caza. No puede ser… Se habrá salvado… Se habrá lanzado en paracaídas… Era el rumor entre el público.
Mucha gente. He tenido la responsabilidad de organizar y coordinar este desfile durante dos años seguidos. Nunca vi tanta gente ni tanta emoción. Quise desde primera hora estar en la zona y palpar de primera mano el ambiente. ¡Único! El pueblo español, como acostumbra, es el encargado de salvar a España. Ayer era el día del pueblo con su Rey y sus Ejércitos. Su himno y su Bandera. No era necesario nada más. No era necesario mirar a ningún otro lado.
Y en esos momentos de enorme emoción; cuando se es sensible a toda la historia que significa ser español. Cuando uno está dispuesto a todo, a la máxima entrega por defender tus ideales. Cuando luce y surge el alma de lo español, un soldado, un piloto del Ejército del Aire, resume en el acto de servicio final de su vida toda la esencia del deber, del juramento, del amor a España, a los españoles. Era el sentimiento que millones de españoles queríamos ayer expresar el que, tú mi capitán, sintetizaste con tu heroico gesto. Un hombre solo, un soldado, interpretó la música que todos queríamos cantar. Un bello gesto: como todos los actos heroicos. Antes de salvar su vida arriesgando la de los demás, se mantuvo de cara a la muerte.
Pudo saltar en paracaídas y salvar la vida. Pudo dejar la aeronave a su libre albedrío, a otras muertes. Mi capitán tú mejor que nadie sabes lo difícil que es a veces cumplir con el deber. Pero también sabes y nos has demostrado que esa es la gloria de España. Las máquinas pueden fallar. Un soldado español nunca.
Ayer antes de irnos del desfile, mi capitán, nos quedamos mirando al cielo azul de Madrid. Tendrá que pasar mucho tiempo para que se me borre de la retina la pasada de tu avión por encima de nuestras cabezas. Fuerza y poder. Pero más fuerza y poder tiene tu gesto. El que resume tu vida, la de un soldado.
Volad, alas gloriosas de España
estrellas de un cielo radiante de sol
escribid sobre el viento la hazaña
la gloria infinita de ser español.
Capitán del Ejército del Aire Borja Aybar García: ¡Presente!
General de División Rafael Dávila Álvarez (R.)
Blog: generaldavila.com
14 octubre 2017