SITUACIÓN DE EXTREMA GRAVEDAD Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Fueron las palabras del Rey el día 3 de octubre de 2017.

Poco hay que explicar. Únicamente recordar al paso de tres años. ¿Qué ha cambiado? Nada. Todo ha empeorado y ahora es la Corona directamente atacada, es decir la unidad de España.

A la gravísima situación se suma un Gobierno que llegó y se mantiene gracias a los atacantes de vanguardia, donde se junta lo peor de cada casa ofreciendo una imagen dantesca y, lo peor, de una ineficacia tal que está en riesgo nuestro futuro individual y colectivo, como personas libres y como nación independiente, soberana y unida. A ello se ha sumado este Gobierno que acoge en sus filas, nada menos que en su vicepresidencia y ministerios, a personajes que atacan directamente la forma del Estado que nos hemos dado los españoles en una Constitución aprobada por una mayoría aplastante (el 88´54% votó sí). Está en peligro todo lo que recoge la Constitución: La soberanía e independencia de España, su integridad territorial y el ordenamiento constitucional. Es decir: En España todo está en peligro.

Mecanismos hay para evitarlo; también para azuzar el fuego, que es lo que desde el Gobierno parecen haber elegido. Si desde el mismísimo Gobierno, su vicepresidente y ministros, abogan por la República con ataques diarios a la Corona, con ostentosa falta de decoro a lo que representa, sin aceptar las reglas del juego democrático, al menos el respeto no solo al Rey sino a lo votado por el 88´54% de los españoles es que el enemigo está dentro. Todo es posible, pero lo que exige el juramento o promesa a los que están en el ejecutivo es cumplir y hacer cumplir la Constitución. Si no les gusta ya saben el camino: dejen el Gobierno y hagan campaña por sus ideas, pero no desde dentro del Gobierno.

Está en grave riesgo la integridad territorial. Y, decía el Rey, que son momentos muy difíciles que superaremos. Ahí está la duda. Los hechos después de tres años demuestran lo contrario.

Las palabras del Rey fueron y son la única esperanza que nos acompaña. No las olvidemos y os pedimos, Majestad, que de vez en cuando nos vuelva a hablar para recuperar la fe en nuestras Instituciones. En el único horizonte de salvación posible. Al menos para vivir con una esperanza.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

 

PALABRAS DEL REY 3 OCTUBRE 2017

<<Estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática. Y en estas circunstancias, quiero dirigirme directamente a todos los españoles. Todos hemos sido testigos de los hechos que se han ido produciendo en Cataluña, con la pretensión final de la Generalitat de que sea proclamada −ilegalmente−la independencia de Cataluña.

Desde hace ya tiempo, determinadas autoridades de Cataluña, de una manera reiterada, consciente y deliberada, han venido incumpliendo la Constitución y su Estatuto de Autonomía, que es la Ley que reconoce, protege y ampara sus instituciones históricas y su autogobierno.

Con sus decisiones han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado. Un Estado al que, precisamente, esas autoridades representan en Cataluña.

Han quebrantado los principios democráticos de todo Estado de Derecho y han socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando ─desgraciadamente─ a dividirla. Hoy la sociedad catalana está fracturada y enfrentada.

Esas autoridades han menospreciado los afectos y los sentimientos de solidaridad que han unido y unirán al conjunto de los españoles; y con su conducta irresponsable incluso pueden poner en riesgo la estabilidad económica y social de Cataluña y de toda España.

En definitiva, todo ello ha supuesto la culminación de un inaceptable intento de apropiación de las instituciones históricas de Cataluña. Esas autoridades, de una manera clara y rotunda, se han situado totalmente al margen del derecho y de la democracia. Han pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional, que es el derecho de todos los españoles a decidir democráticamente su vida en común.

Por todo ello y ante esta situación de extrema gravedad, que requiere el firme compromiso de todos con los intereses generales, es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución y en su Estatuto de Autonomía.

Hoy quiero, además, transmitir varios mensajes a todos los españoles, particularmente a los catalanes.

A los ciudadanos de Cataluña –a todos− quiero reiterarles que desde hace décadas vivimos en un Estado democrático que ofrece las vías constitucionales para que cualquier persona pueda defender sus ideas dentro del respeto a la ley. Porque, como todos sabemos, sin ese respeto no hay convivencia democrática posible en paz y libertad, ni en Cataluña, ni en el resto de España, ni en ningún lugar del mundo. En la España constitucional y democrática, saben bien que tienen un espacio de concordia y de encuentro con todos sus conciudadanos.

Sé muy bien que en Cataluña también hay mucha preocupación y gran inquietud con la conducta de las autoridades autonómicas. A quienes así lo sienten, les digo que no están solos, ni lo estarán; que tienen todo el apoyo y la solidaridad del resto de los españoles, y la garantía absoluta de nuestro Estado de Derecho en la defensa de su libertad y de sus derechos.

Y al conjunto de los españoles, que viven con desasosiego y tristeza estos acontecimientos, les transmito un mensaje de tranquilidad, de confianza y, también, de esperanza.

Son momentos difíciles, pero los superaremos. Son momentos muy complejos, pero saldremos adelante. Porque creemos en nuestro país y nos sentimos orgullosos de lo que somos. Porque nuestros principios democráticos son fuertes, son sólidos. Y lo son porque están basados en el deseo de millones y millones de españoles de convivir en paz y en libertad. Así hemos ido construyendo la España de las últimas décadas. Y así debemos seguir ese camino, con serenidad y con determinación. En ese camino, en esa España mejor que todos deseamos, estará también Cataluña.

Termino ya estas palabras, dirigidas a todo el pueblo español, para subrayar una vez más el firme compromiso de la Corona con la Constitución y con la democracia, mi entrega al entendimiento y la concordia entre españoles, y mi compromiso como Rey con la unidad y la permanencia de España>>.

2 octubre 2020

Blog: generaldavila.com

HAN ECHADO AL REY DE ESPAÑA Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

En este caso ha sido a Don Felipe. De Cataluña (Expaña). No dejarte ir es peor que echarte.

Es la primera vez que no asiste el Rey al acto de entrega de despachos de los nuevos jueces. Se le invitó, confirmó su asistencia y, después, dijo no. Moncloa, los del Palacio, dicen que la ausencia es por motivos de seguridad. ¡Mira por dónde! Pues ¡A mí la Legión!, que la ministra de Defensa dice ser de la familia legionaria.

La Zarzuela calla, luego otorga: seguridad. Si una nación no es capaz de <<asegurar la seguridad>> del Jefe del Estado, ¿cómo va a ser capaz de hacerlo con sus ciudadanos?

Dimitan los responsables y entréguense los culpables.

Están ocurriendo muchas cosas en España. Esta, hasta ahora, es la más grave sin ningún género de dudas. A poquitos; y con la última cucharada te tragas el sapo.

Ceuta y Melilla fueron también vetadas en los viajes del Rey por las Comunidades. El presidente del Gobierno fue el culpable.

Entre republicanos viscerales, pelotas indiferentes, e inútiles monárquicos, anda el juego. Pero lo peor es la mala gente. La que a juicio de Diego Saavedra Fajardo su actitud imita el curso de la culebra torciéndose a una parte y otra con tal incertidumbre, que aun su mismo cuerpo no sabe por dónde le ha de llevar la cabeza; señala el movimiento a una parte, y le hace a la contraria, sin que dejen huellas sus pasos ni se conozca la intención de su viaje.

La culebra ya ha mordido y el veneno está haciendo sus efectos. ¿Antídoto? Son ustedes, somos todos, los que vivimos en la placidez de dejarnos llevar por el dulce efecto adormecedor de la sustancia.

Si esto sirve de algo debería ser para que los españoles abran los ojos y se den cuenta de qué estamos en manos de carceleros: recortes a la libertad, comunismo y placet al blanqueo del terrorismo, pobreza que viene y expaña en fabricación. Indudablemente que ni la madre que la parió.

De nada servirá afanarse, nadie luchará en defensa de la identidad, porque lo peor de todo esto es que, parece, que los españoles estamos encantados con lo que tenemos y con lo que no vamos a tener: orden y trabajo.

Oposición: ¿Hay alguien más? Que oigan a Paloma San Basilio: Juntos. Cruzar en rojo lo semáforos.

El lejano 3 octubre de 2017 fue un día memorable, cuando el Rey dejó claro el futuro de España. Todos confiábamos en su mano firme, en la Ley y sus intérpretes. Por España, iba Todo por España. Es pasado.

Cada vez se amortiguan más las palabras, se pierden en horizontes de acontecimientos.

Llevo mucho tiempo sospechando que el enemigo está dentro. Muy dentro. Hasta en el ADN.

Al Rey Alfonso XIII le gritaban: <<No se ha marchao, que le hemos echao>>. Don Juan Carlos se ha ido. A Don Felipe le prohíben pisar Cataluña.

También Ceuta y Melilla.

Estado de Alarma. No termina ahí la cosa. La Constitución lo contempla, con paso firme y paso siguiente: Excepción y Sitio.

Excepcional y grave es que el Rey no pueda desplazarse por España y que su seguridad esté en peligro: ¿porque tenemos unos peligrosos políticos que la ponen en peligro?

El presidente del Gobierno es el culpable. Debe una explicación pública a los españoles. Es inadmisible. Es lo más parecido a una dictadura del tipo de las contempladas con admiración por algunos de los que con él gobiernan.

España condenada. Los condenados indultados.

«¿Juráis o prometéis por vuestra conciencia y honor cumplir fielmente las obligaciones del cargo… con lealtad al Rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado?».

Guardar y hacer guardar (o alguien tendrá que hacértela guardar).

Cúmplase la Ley.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

24 septiembre 2020