LENGUAJE DE GUERRA. NO SE MUEVE NI LA CABRA DE LA LEGIÓN Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Los augurios no son sino análisis de la información que un águila lleva en su vuelo después de días de observancia del campo enemigo. Los intérpretes, augures, ocupaban asiento junto al fuego de Agamenón.

A falta de águilas observo los mirlos en los parques, en los que no están cerrados y, sin Agamenón presente, recorro los garitos de las llamadas sedes de los partidos. Nada que ver con el de Galdós.

En las Academias militares se estudian los signos que indican que el enemigo se mueve y puede dar un paso más allá. Uno de ellos está en los despliegues que de fuerzas militares se llevan a cabo en la frontera. La OTAN, con España incluida, lo está en la de Rusia-Europa.

Pero hay nuevos signos de guerra, ¡tan preocupantes!: los despliegues de la palabra política. No tienen fronteras.

Claro que podría ser que este lenguaje que se introduce cada día responda al preludio de una guerra cultural, antecedente de otras, dirigida a quienes ni saben hablar, ni leer ni escribir. Analfabetos que leen etiquetas y loros que repiten la voz de su amo, junto a sinvergüenzas que cada noche redactan el estribillo.

Se equivocan los que dicen que esto es una revolución. No; esto es una concentración de poder, que para eso se hacen las guerras; contra la democracia. Si quieren le damos nombre: golpe de Estado silencioso. Lo comprobaremos en nuestra miseria cuando esté entre nosotros y no nos reconozcamos. Así, y  mientras esto sucede, nos entretienen con una utopía inalcanzable y fuera de lugar, pero digerible y esperanzadora. Ese es el gran atractivo de la mentira: la arenga permanente, repetitiva sin descanso, ¡que dulce sueño es saber que me mienten!

Si eso no es suficiente llega la fuerza, porque para ellos lo justo es lo fuerte.

Estado de Alarma, Toque de queda, confinamiento, controles, rastreadores, guerra al virus, ganaremos, venceremos juntos a este enemigo, el virus ataca de nuevo, la batalla. Nada es casual, sino dirigido y con una finalidad.

La batalla contra el virus, la moral de victoria, el sacrificio… es el lenguaje de un presidente que al dar comienzo esta guerra puso al frente al Jefe de Estado Mayor de la Defensa al que se le veía en un conflicto que no era el suyo, pero obligado a jugar su papel para el que, también, le impusieron el lenguaje y tuvo que utilizar a los soldados en combates que no le eran propios.

Porque como hemos dicho, y repetiremos, esto no es una revolución y sí una guerra, y en ella el objetivo estratégico es concentrar poder. Dictadura.

No hacen falta misiles, ni submarinos atómicos, sino martillear con la palabra, arenga diaria, disparos de ideología. Misiles sin límites en el tiempo o espacio. Mentir constantemente hasta convertirlo en un mantra.

Y por eso aquello: Estado de Alarma; toque de queda, confinamiento, aislamiento, divide y vencerás. Empecemos con el lenguaje.

¿Qué es la guerra? Se pregunta Clausewitz al introducirnos en el inacabado De la Guerra, y expone con crudeza analítica, casi matemática, la realidad de lo cotidiano del quehacer del hombre, ¿qué es la guerra?, esta guerra que inventó la política.  Su pregunta había tenido respuesta muchos siglos antes: «La guerra es un asunto de importancia vital para el Estado, es la provincia de la vida y de la muerte, el camino que lleva a la supervivencia o a la aniquilación» y concluye Sun Tzu. «Todo el arte de la guerra está basado en el engaño».

La verdadera fuerza para obligar al contrario al cumplimiento de nuestra voluntad es la mentira, con la que seduces con halagos. Es el arte más fino del engaño. Clausewitz lo deja claro al señalar la guerra como un medio para lograr el propósito político, que es el fin. El propósito político será lo que deberemos analizar.

Y avisa: «Pues en asuntos tan peligrosos como lo es la guerra, los errores que se dejan subsistir por benignidad son, precisamente los más perjudiciales».

Con ellos no habrá desarme artístico, ni cejarán en su empeño de destrucción. No habrá benignidad.

¡Capitán mande firmes!, que les gusta.

No se mueve ni la cabra de la Legión. Es un augur.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

26 octubre 2020

 

 

LA ALARMA: PEDRO SÁNCHEZ PÉREZ-CASTEJÓN Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

He conocido la noticia del <<Estado de Alarma Comunitario>> (¡Que paradoja!) en un transporte público. He observado a la gente muy pendiente del tema a través de sus móviles. Una mujer le decía a otra: ¿Si lo de Franco era una dictadura esto qué es? Han debido ver mi cara de sorpresa y he tenido que sonreír.

El momento elegido para este gesto de soberbia ha sido el más propicio: en Barcelona, junto al Rey, en el silencio sepulcral de una Corona a la que quieren embaucar en este peligroso proceso iniciático. No sé si me explico. Por sus obras los conoceréis; claro que hay mucho mirar y no ver; oír y no escuchar. Qué más da que sean galgos o podencos. Habrá que repetirlo: estamos sumergidos en un proceso iniciático.

No puede hablar de proteger a los madrileños, a los españoles, quien arrastra en su gobernanza más de 50.000 muertos con la gestión de un Comité de expertos, inexistente, o de dos, uno que se mete el dedo en la nariz y se convierte en estrella televisiva, mientras se ríe de nosotros, y otro que es un proyecto electoral, además de nada. Los del 8M no están en condiciones de seguir tomando medidas a base de repartir ponzoña cada vez que abren la boca o firman una disposición.

Recurren a un acto de fuerza. A la represalia. Así es su gobernanza.

Sigo a Pascal cuando dice <<La justicia sin la fuerza es impotente, la fuerza sin la justicia es tiránica>>. La alarma decretada por Sánchez es un acto de fuerza tiránico. Van a por todas. Desde el Gobierno desafían al Judicial y al soberano pueblo de Madrid representado en su presidenta. Un desprecio a sus dirigentes y por tanto a los madrileños. Si este acto de imposición fuera consecuente y motivado, la presidenta de la Comunidad debería cesar, porque la están acusando de poner en peligro la vida de los madrileños sin hacer nada para evitarlo. Es inaceptable e inconcebible. Muy discutible en justicia que un presidente tome una medida como esta porque quien debe tomarla, si no lo hiciese pondría en riesgo la vida de sus gobernados. Grave acusación contra la señora Ayuso. ¿Se defenderá? Porque ello es defender a todos los madrileños.

La situación es tal que el problema general no es el enfrentamiento entre partidos políticos, algo normal y democrático, sino que tiene un solo nombre y apellidos: Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Él solo contra España. Él es el problema y mientras esté donde está, España se dividirá en facciones.

La están acusando de algo muy grave señora presidenta de la Comunidad de Madrid.

Elecciones Presidenta, elecciones ya, y demuestre el valor del valor. Si pierde no pasa nada; siempre habrá ganado en defensa de Madrid contra el invasor. Como el 2 de mayo.

No perderá. La debilidad les lleva a sucumbir. ¡Ojo!, esté atenta, en todas las direcciones; muchas veces el enemigo está dentro y aquí nadie juega limpio.

Ha sonado la alarma: Pedro Sánchez Pérez-Castejón.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

10 octubre 2020

ESPAÑA 2020. LA DICTADURA General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Pongan ustedes las imágenes y el color.

Dictadura. Elijan definición. Ambas son acepciones válidas.

  1. Régimen político que, por la fuerza o violencia, concentra todo el poder en una persona o en un grupo u organización y reprime los derechos humanos y las libertades individuales.
  1. En la Antigüedad romana, magistratura extraordinaria ejercida temporalmente con poderes excepcionales.

En el terreno de la lucha contra las fake news, dijo el general Jefe de Estado Mayor de la Guardia Civil, se trabaja en dos direcciones, <<por un lado evitar el estrés social que producen estos bulos, y por otro, minimizar el clima contrario a la gestión de crisis por parte del Gobierno>>. <<Todos estos bulos –añadió el general– los tratamos de desmentir por nuestras redes sociales>>. Pasado lo dicho, dicho queda, él ahí queda, y dado que el poder es tener expedita la facultad o potencia de hacer algo, el poder ha hecho, es decir, no ha hecho, y ha seguido haciendo lo que le viene en gana, que para eso tiene el poder, uniformado en este caso y el mediático también.

Poderes excepcionales tiene. Está a la vista. Dicen que temporalmente. Veremos.

Que velan por nuestra salud está también por ver y comprobar. ¿Qué salud?, ¿la de mi madre y tantos ancianos encerrados, muriéndose o esperando la muerte sin la visita o la despedida? Derechos humanos. ¿Hay mayor derecho?

Hablan de paralización en los juzgados por la pandemia y, los derechos por tanto, de los ciudadanos vulnerados. También son derechos humanos. Una vez más: imprevisión, retraso tecnológico, o lo que sea. En definitiva: escasa democracia; y ¡ojo! ¡no (me) levante usted la voz!

El ¿A dónde va usted?, se conjuga con el no saber qué hay que hacer. Es la mejor forma del autoritarismo. La interpretación. Todo es interpretable y luego vaya usted a quejarse al maestro armero. Mando yo, interpreto yo; ¡a mí no se me discute!; ¡caballero yo  no sanciono, es la Delegación del Gobierno…!: todo interpretable. Esa es la dictadura, la interpretación, que el intérprete ya saben quién es. La ley la marco yo, y en tiempos apropiados también juzgo y la interpreto yo. Los jueces con mascarilla.

Cuesta trabajo entender que el Parlamento no se reúna y si lo hace es a trozos, bajo cuerda, es decir todo acordado, acuerdo vendido y comprado y al que no, insultado.

Miren, me van a perdonar la grosería, pero hace algún tiempo les conté una anécdota que viene hoy al caso.

En la época en que por el Sahara, tan español, patrullaban nuestras queridas tropas nómadas, eran frecuentes los encuentros y desencuentros con las equivalentes fuerzas argelinas de vigilancia de la frontera. Fronteras difuminadas y difíciles de materializar en horizontes inabarcables y cambiantes paisajes dibujados al gusto del viento y la luz. Todo era igual, pero distinto según el momento y la intención de la mirada. Tierra de valientes y astutos soldados. El indomable desierto, como la pandemia, pone a prueba a los hombres. Uno de los que salió fortalecido en la contienda de aquella belleza hostil fue un pequeño -de estatura- comandante que solía acompañar a camello a sus patrullas por las difuminadas fronteras. El encuentro con las equivalentes fuerzas argelinas era frecuente y se producía dentro de esa cordialidad de los hombres del desierto, pero sin fiarse de la más mínima brisa. Se produjo un desencuentro en la soledad inabarcable, donde todo es nada y nadie.

-Estás en mi tierra. Has cruzado mi frontera.

Que sí, que no. ¿Dónde están las marcas?

-El equivocado eres tú…

Los nervios afloran. El diminuto comandante baja del camello. También el oficial argelino. Frente a frente se miran, sin hostilidad, pero con firmeza. Hay muchos propósitos hostiles que no van acompañados de enemistad. Cada uno defiende los suyos. Hay que mantenerse firme con todas sus consecuencias.

El comandante español parece más pequeño al hundirse en la arena abriendo ostentosamente las piernas. Se oyen sus palabras en el silencioso desierto. No es necesaria ninguna traducción. Todos entienden aquel idioma.

-¡Aquí la frontera la marcan mis cojones a modo de perpendículo!

En la soledad del desierto, en peligrosas condiciones: un valiente.

Parecido ¿verdad? Frontera por ley. Mandan de cintura para abajo. Nadie rechista (hasta ahora)

Cuando el Parlamento está enmascarillado, cuando legisla el ejecutivo y el judicial ha desaparecido, el calificativo no es valor, sino otra cosa. Libertad no es.

Políticamente pensar de cintura para abajo no sirve nada más que para los dictadores de poca monta.

Es el momento de usar inteligentemente: la calle, el poder mediático (a pesar de la mordaza impuesta por el dinero) y la cabeza.

En el diario ABC de ayer el abogado José Antonio García-Trevijano Garnica publicaba una Tribuna Abierta con el título de Alarma o despropósito. Dice en el párrafo final: <<Estamos ante una situación especial que requiere medidas singulares que se están adoptando sin el pueblo pero en su beneficio. Pues bien, resulta que eso es precisamente una dictadura>>.

Creo que está todo dicho. Dictadura y mucho caradura.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

19 mayo 2020

LA LIBERTAD EN JUEGO. EN RECUERDO DE SOLZHENITSYN. General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Recordarán, muy pocos, la estancia en España del premio Nobel de literatura Alexander Solzhenitsyn y la entrevista que en la televisión le realizó el siempre recordado periodista José María Íñigo. Era el año 1976.

La inconformista izquierda intelectual (?) española de entonces puso el grito en el cielo. Al denunciar Solzhenitsyn lo que denunciaba y opinar sobre nuestra situación todos los esquemas de esa izquierda se vinieron abajo:

<<Vuestros círculos progresistas se complacen en llamar al régimen existente “dictadura”. Yo en cambio, llevo diez días viajando por España, desplazándome de riguroso incógnito. Observo cómo vive la gente, lo miro con mis propios ojos asombrados y pregunto: ¿saben ustedes lo que quiere decir esta palabra, conocen ustedes lo que se esconde tras ese término>>.

<<No, vuestros progresistas pueden usar la palabra que quieran, pero “dictadura” no. ¡Si nosotros tuviéramos las libertades que tiene ustedes, nos quedaríamos boquiabiertos, exclamaríamos que es algo nunca visto. Desde hace setenta años, no tenemos ninguna libertad>>.

Se le echó encima la democrática izquierda, cuando con rigurosidad criticaba lo de allí sin olvidar lo de aquí, un occidente colapsado moral y culturalmente. Hubo quien llegó a decir  -creo que fue un tal Juan Benet– que  mientras existiesen gentes como Alexander Solzhenitsyn: <<perdurarán y deben perdurar los campos de concentración. Tal vez deberían estar un poco mejor custodiados a fin de que personas como Alexander Solzhenitsyn, en tanto no adquieran un poco de educación, no puedan salir a la calle>>.

Solzhenitsyn nació en 1918 en Kislovodsk, Ucrania. Luchó como soldado soviético durante la II GM. Arrestado por criticar a Stalin, vivió, sufrió y describió, en una obra magistral, el terror humano representado y ejecutado a la perfección en los campos de concentración bolcheviques. El libro Archipiélago Gulag le costó la libertad y su expulsión de Rusia.

En su momento les conté una exclusiva que hoy repito porque la memoria se hace muy perezosa cuando interesa. En un momento de su estancia en Madrid, aquel mes de marzo de 1976, se le mandó un aviso para que fuese al Palacio de la Zarzuela ya que el Rey Don Juan Carlos tenía mucho interés en hablar con él. Aquello se gestó con gran prudencia evitando en lo posible que la noticia saltase a la prensa. No sabemos nada de los detalles, aunque no es muy aventurado suponerlos dada la contestación del escritor y la forma de hacerla llegar al Palacio de la Zarzuela; de eso sí que existe documentación que entonces les mostré en exclusiva en el blog.

La contestación del escritor se realizó a través de una nota manuscrita del premio Nobel depositada en la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Es curioso porque en ella da su dirección y la matrícula de su vehículo.

La nota manuscrita dice textualmente:

¡MUY CONFIDENCIAL!

<<Aprecio (sigue una tachadura) muchísimo y agradezco profundamente la invitación de SM, y hubiera tenido sumo gusto en acudir. Sin embargo insisto en todas partes, y en particular en la conferencia de prensa que siguió a mi intervención en TV. que no soy en absoluto una figura política, sino tan solo un artista, un escritor. Vine a España precisamente a consecuencia de la campaña que se desató contra ella el otoño pasado. Espero que con mi intervención haya contribuido a reforzar la firmeza de los que aman a España. Sin embargo, me temo que mi encuentro personal con SM el Rey tendría una excesiva resonancia y solo debilitaría el efecto de mi intervención pública.

Deseo de todo corazón a SM el Rey tenga el valor de no ceder a la presión de los círculos de izquierdas españoles y europeos y vulnerar el curso gradual de las reformas.

Que Dios guarde a España>>.

Finaliza el texto con la dirección en Suiza y la matrícula del vehículo que utiliza; ZH…

Lleno de tachaduras y correcciones, debido a la traducción de su intérprete, les aseguro que el documento es  auténtico.

Creo que su interés histórico es evidente además de tener vigencia en los tiempos que corren vaticinados proféticamente por Alexander Solzhenitsyn.

Creo también que esta aportación que hoy les ofrezco merece mucho la pena y forma parte de ese mundo de secretos oficiales que morirán sin que hayamos tenido acceso a ellos dejando la historia con alguna que otra muleta.

Les recomiendo por último que lean las páginas 515 a 517 del libro de Federico Jiménez Losantos Memoria del Comunismo para recordar lo que realmente dijo Solzhenitsyn en su visita a España… y que alguno quiere olvidar.

Hoy 29 de abril de 2020 las palabras de Alexander Solzhenitsyn cobran enrome actualidad porque en España está en peligro la libertad. Así de manera tan sencilla se pierde un bien tan escaso.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

29 abril 2020