Peligra la Seguridad Nacional. No por Villarejo, ni por un exjefe del CNI, ni por Púnica, ni por Luis Roldán, ni por el GAL… ni siquiera por el Faisán. Ni la tarjeta de los secretos del vice contiene más allá que lo que siempre ha movido los secretos del poder.
Cosas de cintura para abajo, manos a los bolsillos, que conlleva el poder…
El peligro real es la lenta gota, constante, estalactita que insiste en su lento propósito, invisible, mientras toca tierra hasta formar una sólida estalagmita y en eterno abrazo se funden en las simas de la tierra dando lugar a las columnas de acrecencia. Es cuestión de tiempo, de silencios y de cuevas donde el C02 abunda. Irrespirable.
En los escondrijos, no aptos ni para las cucarachas, se mueven con el agridulce sabor de la miel y la hiel.
Esta es la cueva en la que estamos convirtiendo España presa del poder del comunista y que nadie entiende, pero todos ejercitan.
¿Hay solución?
Un bloque fuerte, monolítico, una acción en común -seguro que algún miembro del PSOE entra en el juego, se adhiere- es necesaria para acabar con este estado de cosas y ¡ojo! con la que se nos viene encima. Hay que tener cuidado con la maniobra porque algún individuo, que es estalactita y estalagmita a la vez puede (pudo) intentar erigirse como cabeza visible del movimiento salvador. Fuera caudillismos.
España está gobernada por el comunismo aprovechando la insuficiencia intelectual y falta de sentido común del presidente del Gobierno que ha perdido la identidad.
Gobierna España un vicepresidente comunista que tiene de secretario a quien fue máxima autoridad militar de la Nación. ¿Entienden ahora la columna de acrecencia? ¿El poder de la gota de agua constante hasta donde penetra?
Se lo explicaré con Borges: <<Las herejías que debemos temer son las que pueden confundirse con la ortodoxia>> (Los teólogos).
Practican el solecismo, y la cacofonía es el olor de su aliento. Enaltecen a los terroristas y esconden sus pistolas en las bibliotecas monásticas, <<temerosos de que las letras encubrieran blasfemias contra su dios que era una cimitarra de hierro>>. Quemaron la Constitución como si fuera un palimpsesto.
Mientras, solo hay palabras por una parte y hechos consolidados por la otra.
Los de los hechos siguen con su gota a gota en las cuevas del CO2. Infiltrándose por la más mínima fisura.
Los que dicen amar a España, a su hombres y sus tierras, van en direcciones opuestas para llegar al mismo lugar, algo imposible de alcanzar. Demuestran egoísmo y desconocimiento, muestran que no son lo que España necesita, ofrecen un futuro desolador, por su falta de unidad.
Se ve llegar el hambre, el paro, la soledad, la crispación, el enfrentamiento social; lo traen los de la cueva, lo fomentan, lo desean.
Unidad, España, ¡españoles! ¿Es que no hay nadie que aúne ese sentimiento histórico que habla de España como Nación? ¿Es que hay varias Españas también en los que defienden España? ¿Hay una España de Casado, otra de Abascal, otra de Arrimadas, y otra de los otros?
Únanse y hagan pública su unidad. Nos estamos jugando España. Dejen ustedes de jugar.
La España de los comunistas ya sabemos cuál es: hambre y enfrentamiento.
¿Recuerdan?: <<when the going gets tough, the tough get going…>>.
Cuando la situación se pone difícil…
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com
28 mayo 2020