GUERRA DE UCRANIA 13.- EL FINAL DE LA GUERRA General Dávila (R.)

No hay arma más poderosa que la palabra. Su velocidad, alcance y efectos son incomparables. Atraviesa muros, traspasa al mar y la tierra tiembla al escucharla. El cielo se precipita hasta los infiernos y lo único que no logra es el inverso camino.

No todo lo puede, el límite es por ahora un desconocido que no se ha dado al hombre. Casi, por tanto, todo lo puede, lo sabe lo dice y lo desdice. La palabra delata, lo hace más allá de una mirada y mata como la herida del silencio.

Estuvo a punto de la delación Helena: «Tres veces anduviste alrededor de la hueca emboscada tocándola y llamando por su nombre a los más valientes dánaos y, al hacerlo, remedabas la voz de las esposas de cada uno de los argivos».

Sinón, héroe o traidor, ¡vaya usted a saber!, no utiliza armas, sino el engaño de su palabra. ¿Hay peor artillería? Vencer con lo que las armas no han logrado en diez años. Más que toda la guerra, que todas las guerras.

¿Por qué esperar tanto a que la palabra sea mediador y salgan los hombres de las trincheras si tarde o temprano habrá que hacerlo?

Algunas claves en palabras:

—Sin la ayuda occidental no hay guerra. Ucrania hubiese sido invadida, al menos hasta el curso del Dniéper junto a su capital Kiev. Pero por la libertad y el honor merece la pena morir. Es más triste vivir como un cobarde.

—Con más ayuda occidental, en tiempo y oportunidad Rusia hubiese sido ya vencida. En junio del 2022 Rusia se retiraba. Bastaba un empujón.

—Rusia no puede perder la guerra. Tampoco ganarla. Algo habrá que hacer y esa clave de guerra podría ser introducir el caballo de nuevo en Troya. «Cuando los arqueros creen muy distante el blanco y conocen bien el alcance de su arco apuntan a mayor altura que el objetivo deseado con la finalidad no de llegar con la flecha a tanta altura, sino de alcanzar el blanco propuesto» (El Príncipe. Maquiavelo).

—Entre Rusia y Estados Unidos, más allá de Ucrania, esta Europa. El arquero levanta su arco.

—Europa se ha encontrado dividida y sin defensas. No daba crédito y veía sus arsenales vacíos.

Ese objetivo del arquero debe ser más alto que el actual. Taiwán puede esperar mientras se negocia el fin de la guerra, como otras parcelas de las que nadie dice nada, pero ahí están, con palabras distintas a las de ayer.

Palabras. Misiles. Obras estratégicas ambas para los que hacen de la guerra un negocio donde mueren los que menos tiene que ver con ella.

Los espías han avisado. Esto dura demasiado y hay que ponerle fin. «Son gente que pueden ir y venir y transmitir informes. Como espías flotantes debemos reclutar hombres inteligentes, pero de apariencia estúpida, y hombres intrépidos, a pesar de su aspecto inofensivo; hombres ligeros, vigorosos, audaces y valientes, acostumbrados a las tareas humildes y capaces de soportar el hambre, el frío, la suciedad y la humillación» (Sun Tzu. El Arte de la guerra).

En la actual situación sonroja ver como en la capital de los Emiratos Árabes Unidos, Abu Dhabi, se inauguró la exposición internacional de armas IDEX 2023. La delegación rusa en este festival de armas estuvo encabezada por el Ministro de Industria y Comercio de la Federación Rusa, Denis Manturov, quien dijo que «el interés internacional en las armas rusas ahora se incrementa a la luz de su eficacia en el marco del Nuevo Orden Mundial».

El final de la guerra llegará mientras ya estamos preparando la próxima.

«Siempre, en lo que yo recuerdo, o bien se hizo la guerra o bien se ¡discurrió cómo hacerla; ahora discurrimos, dentro de nada la haremos; y cuando la hayamos acabado volveremos a discurrir sobre ella» (Maquiavelo).

General Dávila (R.)

Blog: generaldavila.com

27 febrero 2023