El año 1924, a punto de finalizar, había sido difícil para La Legión y el resto de fuerzas del Ejército de España en África. El presidente del Directorio Militar, que gobernaba España, había asumido el cargo de Alto Comisario y el mando directo en la zona española del Protectorado de Marruecos y considerando que no disponía de medios para pacificar todo el territorio había ordenado el repliegue a lo que se llamó la “Línea Estella”, por el título de Marqués de Estella que ostentaba el Presidente del Directorio, el General Primo de Rivera, militar de amplia experiencia africana.
LA LÍNEA ESTELLA
Para La Legión, esto significaba abandonar muchos kilómetros cuadrados de un terreno que, pocos meses antes había sido regado generosamente con la sangre de muchos legionarios. Por otra parte, los legionarios sí se consideraban capaces de mantener aquellas posiciones aún a costa de seguir cayendo en el empeño, por lo que la orden era dura de cumplir y solo el Espíritu de Disciplina del Credo Legionario, a cumplirla, pese a que le pensamiento pugnara por levantarse en íntima rebeldía.
El repliegue como toda operación retrógrada, especialmente frente a un enemigo que se crecía ante el menor síntoma de debilidad, estaba siendo difícil y sangriento, llevando, como siempre, la peor parte legionarios y Regulares.
El 5 de diciembre el enemigo, que se había apoderado del poblado de Sidi Musa, ataca fuertemente las posiciones que defendían las Banderas I, V y VI y el mando organiza una columna con la III, IV y V, al mando del Teniente Coronel Franco, Jefe del Tercio de Extranjeros, con la misión de recuperar Sidi Musa. La misión se cumple tras un durísimo y sangriento combate, pero la tarea no ha finalizado, porque el enemigo realiza numerosos y fuertes contraataques sobre una posición totalmente destruida que los legionarios haciendo gala de su Espíritu de sufrimiento y dureza consiguen poner en condiciones de defensa bajo el fuego enemigo.
Once legionarios cumplieron el Espíritu de la muerte y ochenta y siete heridos contribuyeron a hacer de la Bandera de La Legión la más gloriosa al teñirla con la sangre de sus heridas.
Juan I. Salafranca Álvarez
Blog. generaldavila.com
5 diciembre 2017
