Existe una ley natural desde hace miles de años que viene a indicar, con sus lógicas excepciones, que los humanos que quieran sobrevivir en este mundo han de tener en cuenta su INSTINTO, pero que si además buscan el progreso tendrán que aplicar también la INTELIGENCIA. La raza humana ha sobrevivido y progresado hasta hoy gracias a haber integrado estos dos aspectos en su actividad. Prescindir de uno de ellos, o intercambiar sus respectivos campos de aplicación resulta absurdo, ineficaz y peligroso. Es decir, pretender progresar sólo con el instinto, la irracionalidad, las ideologías, etc., puede conducir a la ruina total; y viceversa, querer sobrevivir sólo en base a la inteligencia, a teorías, artificios mentales, etc., puede concluir en un batacazo descomunal. Hay que equilibrar el instinto y la inteligencia para cada situación, y caminar apoyados en estas dos piernas.
Las líneas que siguen ahora son una continuación del artículo “Coronavirus desde la Retaguardia” que tuve el honor de compartir en este prestigioso Blog el pasado 14 de abril. En esa fecha nos encontrábamos confinados en domicilio, pero ahora que hemos parado su primer golpe, deberemos aplicar por un lado la Inteligencia para no bajar la guardia y seguridad sanitaria, y por otro el Instinto para luchar por nuestra supervivencia económica. En estos días, la Inteligencia podrá ser pesimista, pero el Instinto se rebelará contra los pronósticos.
Las empresas habrían de seguir pendientes de las subvenciones, liquidez, contratos, etc., pero sería muy importante poner énfasis en la producción y competitividad. Por parte de los clientes, y en especial aquellos con holgadas posiciones económicas, podrían ser generosos e incrementar de inmediato sus patrones de consumo habituales, practicando además la solidaridad ciudadana. En el horizonte se vislumbran cambios profundos precipitados por esta pandemia, pero no todos lo serán por causa del Coronavirus, sino por la prepotente gestión anterior de nuestros hábitos, instinto e inteligencia. Sin embargo los españoles no solemos rendirnos; el mundo siempre nos ha admirado por algunos de nuestros defectos y muchas de nuestras virtudes, en absolutamente todas las épocas por mucho que pese a algunos detractores. España es una referencia, cuya prosperidad y estabilidad hay que recuperar, por nosotros, por nuestros descendientes y por nuestros países vecinos. Frente al Coronavirus, aún nos queda una importante reserva de coraje que hay que convertir en futuro sostenible.
El 14 de abril defendía en este Blog la idea de que pensemos por nosotros mismos, cumpliendo las normas gubernativas en todos los niveles, y colaborando y yendo más lejos pensando al mismo tiempo en iniciativas individuales y colectivas que pudiésemos aplicar desde la propia sociedad civil contra el Coronavirus. En dicho artículo también comentaba:
1º) La conveniencia de tener previstas ESTRATEGIAS a seguir contra posibles amenazas y desafíos: Ver “Estrategia de Seguridad Nacional 2017”, que señala entre otras las Epidemias y Pandemias.
2º) La necesidad de tener listos para su inmediata aplicación una serie de PLANES DE CONTINGENCIA y LECCIONES APRENDIDAS: Ver “Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante una Pandemia de Gripe de 2005”, y su “Actualización de 2006”.
3º) Dado que los distintos niveles de servicio públicos ya tienen sus competencias, invitaba a particulares, grupos, empresas, sectores económicos, agentes sociales, etc., a reflexionar sobre estos conceptos, a fin de prepararse para hacer frente a dichas potenciales amenazas y desafíos, tanto sanitarios, como económicos, de seguridad, etc., de modo que pudiesen complementar esos planes de contingencia gubernativos con los suyos propios, para no improvisar contra el Coronavirus.
Seguidamente se afronta en este artículo el asunto de los PROTOCOLOS, que invito a considerar en tres categorías: Protocolo BÁSICO nacional para población general, Protocolos ESPECÍFICOS a implantar por sectores de actividad (hostelería, restauración, aviación, cruceros, comercios, zonas deportivas, espectáculos, etc.), y Protocolos PARTICULARES que adapte para sus empleados y público o asistentes cada instalación concreta (bar, fábrica, tienda, oficina, comunidad de vecinos, zoológico,casa rural, campamento de verano, museo, cine, teatro, palacio de congresos, asociación, etc.).
Estos protocolos siempre han existido, pues se cuenta con una normativa consolidada y servicios muy profesionales de Salud, de Prevención de Riesgos Laborales, de Inspección del Trabajo, de Protección Civil, de Orden Público, administradores, gerentes, etc. Por ello, y en mitad de esta crisis, parece sensato no inventar nada nuevo por ahora, ni crear nuevas estructuras, ni cargos “ad hoc” en empresas o instituciones, ni inventar homologaciones o certificaciones adicionales, al menos hasta llegado el momento de pensar en las Lecciones Aprendidas de esta crisis, y conocer su grado de alcance o transitoriedad. Lo que sí se podría hacer en cambio es actualizar esta normativa, así como los servicios y los recursos económicos directamente relacionados con el Coronavirus. Pasemos a comentar estos protocolos.
PROTOCOLO BÁSICO GENERAL: Ya está siendo ordenado por las autoridades gubernativas en una ingente cantidad de publicaciones.Pero lo más importante es que la población tome conciencia de que la amenaza y riesgo del virus sigue presente en cualquier persona (excepto en las inmunizadas por haberlo superado). La pandemia podría repuntar o regresar, pudiendo tirar por tierra los enormes esfuerzos y fallecimientos sufridos. Es imperativo ser inteligentes y mantener las estrategias, planes, lecciones y protocolo de prevención básico que ya ha aprendido la población, consistente en: a) Uso de EPI individual y medidas colectivas (mascarilla, guantes, gafas, mamparas, etc.); b) Higiene y limpieza (manos, superficies, etc.); c)Etiqueta sanitaria (habilidad en el manejo de la vida normal, higiene y EPI); d)Distancia interpersonal (de 1-2 metros, que es la distancia resultante de extender los brazos entre las personas y no tocarse; abramos los brazos y volemos, sonriendo pero sin tocarnos); e)Conocer el procedimiento a seguir frente a posibles contagios (síntomas, avisos, aislamiento y en su caso hospitalización). El simple hecho de llevar mascarilla, aunque sea incómoda, nos recuerda mantener el resto de medidas, o también se puede pensar en un símil didáctico como el humo del tabaco, con el que podría imaginarse la nube de micro partículas que emitimos por la boca al hablar, y que resultan ser vehículos del virus. Hasta que el virus desaparezca, o nos lleguen test, o dispongamos de vacuna, o de pasaporte sanitario para viajar, etc., no deberíamos bajar la guardia durante al menos un año, debido al alto grado de interconexión e interacción social existentes.
Pero añadamos un ápice de optimismo. En la actualidad el virus ya nos pilla avisados y, sobre todo, con nuestro heroico personal sanitario y población mucho mejor preparados que al inicio de la crisis. Ahora somos más fuertes y resilientes para afrontar los aspectos personales y sociales de esta crisis. No así los aspectos económicos, sobre los que habría que consensuar las medidas, y aplicar la inteligencia, instinto, austeridad, solidaridad y ejemplaridad absoluta a todos los niveles, comenzando por uno mismo.
PROTOCOLOS ESPECÍFICOS: Ante la incertidumbre económica que se está produciendo han surgido cientos de iniciativas espontáneas por toda España para superar esta crisis, motivadas por razones de supervivencia económica que son tan acuciantes como las de salud. Convendría armonizar esas iniciativas con los protocolos ya existentes en el seno de los sectores productivos, empresas, etc., y dar una imagen sólida y fiable como País, para lo cual sería necesario contar con las asociaciones de empresas y autónomos más representativos, sindicatos y estructuras de prevención de riesgos laborales. Es interesante ver el “Procedimiento de actuación para los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales frente a la exposición al SARS-CoV-2, del 08 de abril de 2020”.
A falta de culminar estos desarrollos, resultan cruciales para España, Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla, los siguientes Protocolos Específicos, que son complejos pero factibles:
- A) Sector aéreo de pasajeros (Compañías Aéreas, con OACI Internacional, o al menos EASA europea, nuestra Dirección General de Aviación Civil, ENAIRE y Aeropuertos Españoles).
- B) Sector de cruceros para pasajeros (Compañías de Cruceros, con la OMI Internacional, o al menos EMSA europea, nuestra Dirección General de Marina Mercante, Puertos del Estado y Autoridades Portuarias).
- C) Sector ferroviario para pasajeros (Los agentes españoles, con la EUAR europea, RISC, ADIF, Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria y RENFE, junto a los vecinos ferroviarios de Francia-EPSF y Portugal-IMT).
PROTOCOLOS PARTICULARES: Son los que podría aplicar cada gerente o entidad a su instalación, negocio y circunstancias concretas, para combinar su servicio con la seguridad de sus empleados y clientes. La experiencia indica que cuando abran de nuevo su actividad, estos protocolos habrán de ser implantados, repasados casi a diario con los empleados, y señalizados y recordados a los clientes.Hay que buscar la coexistencia de los criterios de seguridad sanitaria con los comerciales y económicos. Hay que proteger tanto a las personas como a las empresas.
Para todo tipo de entidades, los conceptos de Separación Interpersonal, Uso de EPI y medidas colectivas, Higiene, Limpieza y Etiqueta Sanitaria serán cruciales como nuevo factor competitivo, aunque sin perder la cabeza ni pretender convertir cada zona común en un quirófano. Mantener la separación entre 1 y 2 metros supone reducir transitoriamente los AFOROS al 50%, o sea, dejar un espacio o silla libre entre personas (restaurantes, cines, teatros, etc.) con referencia a horas punta, pues fuera de esas horas los locales no solían completar su aforo máximo antes de la crisis, ni a veces llegar continuamente a dicho 50%. Pero casi más importante que el Aforo podría ser la FACTURACIÓN, que depende en parte de lo anterior, pero también del ingenio empresarial y de que las autoridades locales y otros agentes pudiesen flexibilizar transitoriamente algunas limitaciones no esenciales (Por ejemplo: Una terraza podría expandirse algo en superficie o establecer turnos de servicio, un teatro podría elegir obras cortas para multiplicar sesiones y reducir tiempo de estancia en el local, etc.).No es nada, nada fácil, pero cada profesional sabrá cómo actuar adaptándose a sus circunstancias e imaginación. También sería importante apoyar a las empresas, recuperar sus actividades por “familias de servicios relacionados” y no convertir las relaciones entre estas y sus clientes en un laberinto (Por ejemplo: Para abrir hoteles, se podrían abrir al mismo tiempo sus “familias” de museos, restaurantes, atracciones y aquellas instalaciones culturales o asociadas que completen la oferta para sus clientes).
En conjunción con estos protocolos, que generan CONFIANZA, se podría considerar el lanzamiento de CAMPAÑASpara recuperar entre todos la imagen interna y externa de España previa a la crisis, y que a la vez infunda esperanza y seguridad jurídica a las empresas de que las adaptaciones e inversiones que realicen serán positivas y estables (en el caso de la pasada Ley del Tabaco se decretaron disposiciones y recomendaciones que luego cambiaron, con perjuicio para los establecimientos afectados). Algunos posibles enunciados para dichas campañas que podrían reforzar la “Marca España” y la recuperación económica de sus comunidades, regiones, ciudades, empresas, servicios, etc., podrían ser del tipo:
- “LIBRES DE COVID ó COVID FREE” (ya iniciado para hoteles y diversos establecimientos en Madrid).
- “OLVIDA EL COVID EN ESPAÑA ó FORGET COVID IN SPAIN”(para españoles y extranjeros).
- “COMPRA Y DISFRUTA AQUÍ”(apoyo al comercio nacional y local).
- “GO” (video promocional lanzado por la Junta de Andalucía).
España podría volver al punto anterior a la crisis, no importa tanto si más o menos pobres, pero sí que fuese unidos solidariamente, buscando recuperar la consolidada posición de prestigio sanitario, liderazgo turístico e imagen de calidad de sus empresas y todo tipo de servicios. El reclamo a relajarse en España tras la crisis seguiría siendo sumamente atractivo, objetiva y comparativamente.Aviones completos, con pasajeros provistos de pasaporte sanitario o similar, podrían aterrizar en España y disfrutar de la tradicional oferta de centros de convenciones, hoteles, restaurantes, museos, playas, etc. sin más que dichos establecimientos hubiesen puesto en práctica las recomendaciones de sus respectivos Protocolos Específicos o sectoriales, y ello sin necesidad de gruesos manuales de recomendaciones, complejas o artificiosas homologaciones, o certificaciones burocráticas. Ya se tienen bien implantadas las necesarias condiciones, y sólo habría que aplicar el plus que supone la prevención frente al Coronavirus y otras disposiciones gubernativas que pudiesen decretarse. Recordemos la regla KISS (KeepIt Short & Simple), y perdón por no seguirla en este artículo.
En resumen, para transmitir confianza frente al Coronavirus, se podría acometer la generación de un Protocolo Básico gubernativo (ya existente), junto a campañas generales (no existentes)de mensajes en prensa, radio, TV, Internet y redes sociales, preparados al efecto para el conjunto de la “Marca España” y de forma que evitasen competiciones autonómicas o locales que pudiesen provocar dudas o desconcierto entre los turistas y visitantes.Por su parte, los Protocolos Específicos podrían ser diseminados internamente por cada sector a sus asociados, y publicitados en sus mercados. Quedarían los Protocolos Particulares que son los más directos, los cuales podrían ser implementados en el seno de cada entidad, instalación o unidad laboral, siendo también comunicados a sus clientes.
Finalmente, hay que disponerse para volver a la actividad normal de siempre. La mortalidad del virus ha afectado muy mayoritariamente a personas mayores de 65 años o con antecedentes de riesgo, por lo que estas podrían permanecer temporalmente más protegidos, pero al resto, más jóvenes y de bajo riesgo, nos toca decir “Hasta luego Coronavirus” sin bajar la guardia, y volver al trabajo con ilusión caminando apoyados en nuestro instinto e inteligencia.
Coronel Ejército del Aire en la Reserva, Carlos de Palma Arrabal.
Piloto de combate. Diplomado de Estado Mayor. Curso Senior OTAN. Curso Oficiales Superiores Iberoamericanos. Agregado de Defensa Embajada de España en Italia, Eslovenia y Malta.
Blog: generaldavila.com
9 mayo 2020

