EL JEFE DE ESTADO MAYOR -Almirante General López Calderón- DEDERÍA DIMITIR General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Napoleón tuvo gestos que denotaban su capacidad de Mando. En Tolón a la llegada de muchas carrozas oficiales recibieron el fuego enemigo y al intento de refugiarse sin encontrar parapetos en la posición, sin inmutarse, Napoleón contestó: «Hemos suprimido los parapetos, el patriotismo los sustituye».

Parapetos de soldados. Pechos valientes y bravos. Siempre es lo mismo.

Es la contribución de España a la OTAN. Parapetos de soldados. Baratos son los soldados y caras las armas.

Recuerdo la anécdota porque nuestro Napoleón español, dependiente y no precisamente pendiente de las tropas, se ha permitido, el día que el presidente del Gobierno se sometía a la dura prueba de la corrupción (¿presupuestada?), a prestarle su apoyo de manera tácita aludiendo a su éxito ante la OTAN y justificando la aportación española del 2,1% contra la del 5% que nos pedían y que al final hemos firmado.

El almirante general, Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Teodoro Esteban López Calderón, es, como mínimo, un imprudente además de inoportuno. No es el suyo un ejemplo de capacidad para el Mando y la irresponsabilidad es grave cuando esas declaraciones muestran un olvido absoluto del elemento principal del combate y que él debería conocer: los soldados. Habrá que explicarlo con el objetivo de que él y alguno de los que con él planifican la maniobra sepan que son soldados y no máquinas lo que manejan.

Veamos. Cómo éramos pocos…, surge de sus silenciosas cavernas el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD). En ese mismo momento el presidente chapoteaba en el lodo de la corrupción.

El verano es propicio a los calentones y en la milicia se sabe que es época de guerra. Los cursos de verano sirven para eso: veranear y darse a conocer. Incluso los militares se dejan querer y hablan de su buen hacer como Directores Generales de una institución que ha perdido su razón de ser. De todo menos defender y enseñar a combatir, a hacer la guerra.

El jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Teodoro Esteban López Calderón, hace gala del éxito  que ha sido lograr una inversión del 2,1 % en defensa, propuesto por él, y no admitir el exigente 5% OTAN, que todos las naciones de la Alianza, incluida España, han aprobado, y asegura que España puede hacer la magia de cumplir las capacidades exigidas con ese mínimo del 2.1%. Lo dice la máxima autoridad operativa de las Fuerzas Armadas. Pues me permito decirle que no es cierto o si prefiere le digo que miente.

Se ha dejado escuchar en un empachoso desayuno informativo organizado por el Executive Forum en El Escorial, -¡Ay!, si Felipe II escuchase- donde el JEMAD ha explicado  que previamente a la cumbre «nosotros hicimos un trabajo con todas las hipótesis y aproximaciones con los nuevos objetivos de capacidades (nadie sabe cuales son) que nos habían asignado a España…». ¿Por cierto, quiénes son el Executive Forum para que asista el JEMAD a dar clases particulares?). Debo repetirme, no lo olviden: en ese momento el presidente del Gobierno escapaba de la corrupción escondido en el saco de los independentistas y terroristas, y era llevado al «Tribunal de la Protección» por si llegaba el caso de liarse a amnistiazos.

De manera clara el JEMAD estaba echando un capote al presidente, introduciendo su naríz en la política partidista de manera indecente como ya algún general hizo cuando la riada de Valencia y otras ocasiones.

Este embrollo hay que aclararlo para el bien de España y de los españoles a los que es fácil engañar en asuntos de la Defensa y sus dineros.

Debemos dejar claro que el tema de los porcentajes contributivos a la OTAN que avala el presidente del Gobierno y apoya el JEMAD no es un problema de porcentajes sino de las capacidades que otorgas y España lo hace casi única y exclusivamente a base de soldados. De ahí la gravedad del asunto y que no debamos admitir que esto quede como la verdad del Mando. Soldados por materiales, vidas humanas que ahorran el dinero que hay que invertir en sistemas de armas. La escasez de medios modernos y materiales tecnológicamente adecuados para estas guerras lo suplimos mandando soldados obedientes y disciplinados que, eso sí, siguen evidentemente siendo los mejores del mundo. Incluso sin equipo y medios. Todo lo aguantan, ahora hasta que les hablen alto. Adecuaron su formación a la sumisión ideológica de partido.

De ahí que nuestras tropas vayan todavía en el BMR, que es un suicidio, esperando el 8×8 que nunca llega y lo hará pasado de moda, y en vehículos chinos de combate porque nuestra industria militar todavía no está en las manos que pretenden. Por no hablar de  nuestra pérdida del patrimonio de Defensa, mal vendido, no disponer de municiones más allá de un día de combate, unidades bajo mínimos, canibalización, sin reservismo ni posibilidades de una movilización ordenada. Sin olvidar el tema estrella: unos ejércitos mal pagados, mal atendidos en sus planes de futuro, soldados en paro a los 45 años, en definitiva insuficiente personal con difícil e incierto panorama de cara al futuro. Tropas desmotivadas y con baja moral.

Pues a la vista de la desastrosa gestión, su responsable, el JEMAD, nos dice con descaro y sin justificación rigurosa que con el 2.1% es suficiente para nuestros compromisos ya que la moral de las tropas no le preocupa ¿a quién le importa? ¿a los sindicatos?

En vista de lo cual contribuimos con personal y con unidades que engullen a otras. El presidente y su JEMAD presumen de ser una de las naciones que más tropas proporciona a las misiones OTAN, ¿carne de cañón?  Las Fuerzas Armadas españolas están presentes en 17 misiones en el exterior con hasta 3.000 militares y guardias civiles desplegados en cuatro continentes, según detalla el Ministerio de Defensa.

«Todo lo que nos llega de la OTAN» es agradecimiento al pueblo español por su contribución, que sitúa a España como el 6º o 7º país de la Alianza en despliegues en misiones en el exterior dice el JEMAD repitiendo lo ya dicho por el presidente. La lección bien aprendida. Hay que tener cuajo.

«Puedo afirmar que estamos muy bien considerados tanto en la aportación de fuerzas como en la calidad del personal».

Deber saber el almirante que eso es motivado por la confianza que se desprende de nuestra actuación y que por ello nos tienen confiada la seguridad en el Estrecho. Por ejemplo.

Parapetos de soldados allí donde nada se nos ha perdido. En lugar de presupuesto pongamos a la tropa. Ni cañones ni mantequilla, usemos a los soldados como si fuesen clínex, cuestan poco y en unos años los que nos sobren a la calle.

Olvida o desvía la atención hacia el problema fundamental.

¿Quién atiende y con qué a todo eso de lo que el JEMAD no habla y la OTAN se desentiende?

Olvida el JEMAD contarnos cuales son esas capacidades que nos exige la OTAN y si coinciden con nuestras verdaderas amenazas como son el Estrecho de Gibraltar, Ceuta, Melilla y Peñones, El Sahel, la inmigración ilegal, las fronteras como la de Gibraltar (vergonzosa cesión), el tráfico ilegal de personas y drogas, además de olvidar la amenaza interna que es misión constitucional de las Fuerzas Armadas de acuerdo con el artículo 8. El socio principal del Gobierno, gracias a quien se mantiene, al mando de un prófugo de la justicia, acaba de comunicarle al presidente del Gobierno que ellos ya votaron el 3 de octubre del 2017 y que Cataluña es un Estado independiente, algo contrario al fundamento de la Constitución y que evitarlo entra de lleno en la misión principal de las Fuerzas Armadas. ¿Hay presupuesto para todo esto, o está includio en el 2,1%? ¿O es que la amenaza independentista no debe ser contemplada por las Fuerzas Armadas y la Constitución es un camelo en manos de sus intérpretes?

También olvida el JEMAD, o no se atreve a molestar al presidente o a la ministra, explicar la situación en la que hemos quedado después de romper con la industria tecnológica y armamentística de Israel y enfrentarnos a los Estados Unidos. Sin armas ni municiones, sin repuestos industriales a la vista, hablar de Defensa y no hablar de cómo defendernos o hacerlo engañándonos es inadmisible. Le reto al almirante general en  un «curso de verano» en El Escorial o en Los Monegros (a ver quién lo paga) a discutir sobre el tema de manera abierta y aceptando la discrepancia. Con datos, con papeles. No secretos ni con secretos inconfesables. Cara a cara.

Mi opinión o versión de los hechos es la siguiente y a partir de ahí podemos empezar a hablar.

El esquema se ha desarrollado de la siguiente manera:

De ministra a Secretario General de Política de Defensa (SEGENPOL):

-No pueden pasar ustedes del 2,1 %. Ajusten las capacidades a esa cifra.

De SEGENPOL a JEMAD.

-Teo, del 2,1% ni una cifra más. Tú sabes cómo hacerlo, así que ajústate a lo que hay y vamos a quedar bien. Nos da los mismo el 2 que el 5, ya sabes que algún JEME se enfada pero que les den. Nosotros a lo nuestro y a ver si sacamos el portaviones adelante.

De JEMAD  a su Estado Mayor y Mando de Operaciones.

El 2,1%. Es una orden.

España lo defiende todo menos lo que debe de defender: la misión interior, constitucional, y la exterior que amenaza por el sur. Desde El Sahel. No estemos esperando un ataque ruso, que no se producirá. Así que almirante general, lo mejor será recordarle sus palabras de hace algunos años ante la mesa de Defensa del Congreso de los Diputados  cuando usted decía claramente que nuestras capacidades están solo para un conflicto menor, por el sur en concreto, pero no para uno mayor. ¿Cuáles son nuestras capacidades para ello?

¿Tenemos munición de combate, contracarro, de artillería, Defensa Antiaérea, vehículos de combate? ¿Para cuantos días de combate? ¿Cuántos drones, que capacidades en unidades? ¿Aviones, submarinos, radares, comunicaciones, Guerra electrónica, radios vehiculares…?

¿Soldados?

Vuelvo a Clausewitz: «En tanto yo no haya derribado al enemigo debo temer que él me derribe; no soy yo, pues, dueño de mí mismo sino que él me impone la ley como yo se la impongo».

Todo entra dentro del desarrollo normal de la batalla cuando tienes al enemigo dentro y lo sientas a tu mesa y le entregas el mapa de las operaciones. Acabas perdiendo la guerra y solo te queda contemplar tu territorio ocupado.

Que los militares hagan incursiones en la política partidista es muy peligroso, tanto que seguimos confundiendo la Defensa con la defensa de espurios intereses. Así estamos de moral. Aquí nadie defiende ni su hogar. Un okupa es el que manda.

«Hemos suprimido los parapetos, el patriotismo los sustituye».

Lo malo es que ya no hay patriotismo, ni soldados ni armas. No queda nada.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

11 julio 2025

 

Misiones internacionales en curso

Lugar Misión Inicio Mandato
Mozambique EUMAM-Mozambique Noviembre- 2021
Bulgaria y Rumanía Persistent Effort: Policía Aérea Reforzada (consultar periodos de activación) Febrero- 2022
Países Bálticos Persistent Effort: Policía Aérea del Báltico (PAB) (consultar periodos de activación) Mayo- 2020
República Centroafricana EUTM RCA Julio – 2016
Somalia EUTM-Somalia Enero – 2010
Irak Apoyo a Irak Octubre – 2014
Oceano Índico Atalanta Septiembre – 2008
Turquía Persistent Effort: Apoyo a Turquía Septiembre – 2014
Bosnia i Herzegovina EUFOR Althea BiH Diciembre – 2004
Varias zonas Grupos navales permanentes de la OTAN (consultar periodos de activación) Enero – 2017
Líbano Líbano (FINUL) Septiembre – 2006
Colombia ONU-Acuerdo de paz en Colombia Agosto – 2012
Letonia, Eslovaquia y Rumanía Despliegue de Fuerzas Terrestres en el Flanco Este: Letonia, Eslovaquia y Rumanía Junio – 2017
Varias zonas Sea Guardian (consultar periodos de activación) Noviembre – 2016
Golfo de Guinea Diplomacia de la Defensa y seguridad cooperativa Septiembre – 2014

LOS SOLDADOS SÁNCHEZ Y ROBLES SE ENFRENTAN A LA OTAN General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

 

La comparecencia del presidente del Gobierno ayer por la tarde para tratar sobre la financiación de la OTAN forma parte de un plan elaborado durante este fin de semana en La Moncloa en busca de una salida que les sostenga dada la corrupción y podredumbre de un Gobierno que ha perdido el concepto de democracia y sabe que es  indigno de estar al frente de los designios de esta gran nación. Salir un domingo por la tarde sin aviso previo cuando es sonoro el rumor de que anunciará su renuncia a seguir siendo el presidente, es una clara estrategia que debería sonrojar a cualquiera. Es un superviviente nadando entre la basura corrupta de su partido.

Nos anuncian un acuerdo con la OTAN que no es tal ya que ni él ni el Secretario General están capacitados legalmente para ningún tipo de acuerdo y debe ser en el marco de una reunión formal como la Cumbre de la La Haya cuando el conjunto de países decidan los acuerdos a alcanzar, con o sin mayoría respetando la soberanía de todos y cada uno. Lo del presidente Sánchez es un brindis al sol, una treta más arrojada a modo de vómito del miedo sobre todos los españoles. Quizá a modo dictatorial ya que ni cuenta con la oposición ni con nadie.

Hasta ahora en el marco de la OTAN no éramos fiables, a partir de ahora, tras la Cumbre de la Haya, pasaremos a ser un peligro a vigilar.

España nunca ha invertido en la seguridad global la parte que le corresponde y, eso sí, está dispuesta a dar todos los soldados que le pidan como si fuesen carne de cañón, soldados a los que no paga ni mantiene ni respeta su futuro. Por contribución humana, allí donde nada se nos ha perdido, que no quede, para eso están las tropas de este Gobierno antimilitarista, antiotanista, independentista y otras cosas terribles.

Todo lo compensan participando en cualquier operación de mantenimiento de la paz que se pierda por ahí a costa de un gran esfuerzo de sus soldados y a costa de la operatividad global de las Fuerzas Armadas. Soldados para tapar agujeros. Carne de cañón.

Tenemos unas Fuerzas Armadas que se están convirtiendo en un despropósito en manos de gente que ni sabe mandar ni sabe dirigir. No sabemos para qué estamos y estamos para aquello que, como en este caso, sabemos muy bien es un abuso que con las FAS se comete siendo utilizadas por el presidente del Gobierno y su ministra para retirar la mirada de la corrupción y anunciarse como los garantes de la paz mundial. Flotador al cuello con Gibraltar por un lado y la OTAN por el otro. De poco le va a servir.

Lo vamos a pagar caro. Prepárense a sufrir las consecuencias de ser unos aliados a vigilar ya que no es solo el porcentaje del PIB en Defensa lo que se discute en La Cumbre de la OTAN, sino la convicción moral de una Defensa común, la confianza de la unidad de todos, el esfuerzo compartido y también la firme fortaleza y apoyo a los militares encargados de asegurar nuestra defensa del futuro. España no está en el futuro de Europa con un presidente que habla por él, no por España, no es la voz de la soberanía sino la de un partido antimilitarista y anti OTAN. Aquí no hay un ministerio de Defensa, sino el particular ejército de Sánchez y los paniaguados de su ministra. Así es y así se oye decir a muchos que tiene que callar por disciplina.

A todo esto el Mando Supremo de la Fuerzas Armadas, S.M. el Rey en la clausura del curso académico 2024/2025 del Colegio de Europa habla del vínculo atlántico, de la Defensa y de la Alianza, parece creer en ella y apostar por ella: «Los recursos y las Fuerzas Armadas combinadas de los Estados miembros tienen un enorme potencial; su prestigio es indiscutible. Sin embargo, es necesario avanzar mucho en la armonización de recursos, la capacidad de planificación, las estructuras de mando y las industrias de defensa. No podemos empezar a fortalecer nuestras capacidades —sería absurdo hacerlo— sin considerar nuestras alianzas, y en particular la Alianza del Atlántico Norte (OTAN), de la que depende en gran medida la seguridad en Europa. Porque el vínculo transatlántico, nuestro marco estratégico estrella, no es solo una decisión política determinada por la casualidad. Es una forma de comprender nuestro lugar en el mundo, una comunidad basada en valores forjada en los convulsos años del siglo XX, que cobra más importancia que nunca en el siglo XXI. No debemos olvidar que la nuestra es una alianza de Estados democráticos. Por eso todos participamos en el diálogo transatlántico: instituciones, empresas, universidades, artistas, creadores y sociedad civil. Por lo tanto, les animo a que, a lo largo de sus carreras, sigan fomentando ese diálogo. Les animo a que sigan creyendo en él».

Palabras. ¿Del Mando Supremo de las FAS? ¿Del Rey de España?

Pues no sabemos quién manda. La Ley dice, pero a su vez no dice, así que lo que el Rey diga queda en eso, palabras que, aunque solo sean eso, ahí quedan como aquellas del 3 de octubre de 2017 que son y siguen siendo un referente de lo que es Ley que se incumple sistemáticamente, porque interpretan que solo tienen el valor del símbolo.

Símbolo y palabra.

La palabra no es solo para el escritor, sino que es el arma del Rey, pero tiene una desventaja: «…las palabras, según se sabe, son una materia deleznable porque cambian de connotación emocional, de sentido» que bien lo sabía y explicaba Borges. Es así al comprobar la evolución que se produce desde que se pronuncian hasta su interpretación u olvido.

Lo del símbolo es un grave problema en España porque es tal el número, que uno se pierde entre logotipos incluso más que en idiomas, banderas, demasiadas banderas en abstracto, soberanías y trincheras. Todo es cuestión de trincheras trazadas en la reciente y ¡tan vieja! historia de una España que no evoluciona, sino que involuciona.

¿Aquí quién manda?  Bien estaría que la oposición adoptase la solución política del «Retraimiento parlamentario», aunque solo fuese por dignidad y limpieza. Democrática.

Sánchez, que no España que ni está ni aparece por España ni Europa, dice que no paga lo que piden, que él contribuye con la industria, que ya ha hablado con la Calviño para que dé dinero a sus amigos de la empresa que fundó el socialismo, que es un buen lugar para colocarse o colarse, depende de como acabe esto. Soldados los que quieran. Son baratos, disciplinados y mientras no se les hable alto… Y cobrar poco, casi nada, y solo por un tiempo.

Pedro Sánchez, conocido en la OTAN por el soldado Sánchez, acompañado de la soldado Robles, dicen que no a la OTAN, que del 5% nada y a estas alturas en la OTAN saben que eso es un no a Trump, que lo de la OTAN no les importa.

En Europa no están extrañados de la espantada española. Después de veinte años nadie olvida que tenemos una historia de abandonos del frente de combate y que aquí nunca hay Gobierno, sino lucha interna, desacuerdos, hago y deshago.

El presidente Sánchez, no España, se niega a cumplir el objetivo de destinar el 5% del PIB al gasto militar en la próxima década, como pretendía aprobar la OTAN en la cumbre de la semana que viene. La negativa del presidente no evolucionará los objetivos de cumbre que tendrá lugar el 24 y 25 de junio en La Haya. Y no lo hará porque son conscientes de que no es una decisión de España, sino la de un Gobierno atrapado en la corrupción y que debe dar cuenta a sus ciudadanos tarde o temprano. No es palabra válida.

Sin Europa, sin Estados Unidos, tendremos que “aumentar los impuestos a las clases medias” y “recortar servicios públicos y beneficios sociales”. Además “resulta incompatible con nuestro Estado de bienestar y nuestra visión del mundo”. Lo contrario de lo que dice el señor Sánchez desde las alambradas de La Moncloa.

Vivimos una política de trincheras. La de La Moncloa pide refuerzos y se los mandan del ministerio de Defensa y de Exteriores.

El presidente del Gobierno dice y el Rey desdice. Así lo entiendo yo. Claro que es el peligro de la palabra.  No se puede compartir. Cambian de connotación emocional, de sentido.

Llega un momento en el que uno se pierde entre palabras de engaño al estar sometido a esta guerra cognitiva por soldados como Sánchez y Robles que saben muy bien que aquí la más principal hazaña es obedecer. A ellos. Ya hasta nos hablan alto y sonreímos.

Somos carne de cañón. Retraimiento parlamentario o defensa a toda costa.

Estamos fuera de la OTAN.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

23 junio 2025