Octubre 1921. Comienzan a llegar los primeros voluntarios a la Legión siendo recibidos por un oficial y trasladados al cuartel del Rey situado en la plaza de Colón donde están las oficinas de Mayoría y Mando del Tercio, donde el teniente coronel Millán-Astray les dirige la siguiente alocución:
‹‹El Tercio os abre las puertas. Os ofrece con el olvido del pasado, honores y glorias, y os sentiréis orgullosos de ser legionarios.
En el Tercio alcanzaréis el título de Caballeros. Se cotizará el valor como la más preciada de las virtudes y podréis ganar galones, conseguir estrellas; pero a cambio de todo ello, tendréis una vida dura, difícil, vida de hombres, llena de constante riesgos, fatigas y sacrificios. Pasaréis hambre, sed y sueño. Soportaréis las más duras jornadas y vuestra vida será un duro batallar. Arrostraréis penalidades de todo género y lucharéis contra un enemigo duro y tenaz, amigo de emboscadas, al que solo podréis oponer el valladar de vuestros pechos.
Los puestos más duros, de más peligro y mayores riesgos, serán para vosotros. Combatiréis siempre en vanguardia y la muerte se convertirá en vuestra inseparable compañera. Moriréis muchos, quizás todos. Estas son las perspectivas que el Tercio ofrece a sus hombres.
Aquellos que no se sientan con ánimos, que se vayan. Los que no se encuentren con valor para afrontar tan dura vida, que den un paso al frente.
Aún es tiempo de arrepentiros. El que no se atreva a salir y desee marcharse, con una sola palabra puede volverse atrás. Basta con que le diga al médico que le duele la garganta››
¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva la Legión!
Teniente Coronel José Millán –Astray. Jefe de la Legión
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16 octubre 2017