UN COCIDO LEGIONARIO EN PALACIO REAL DE MADRID General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Cocidito Legionario,

que han tocado ya fajina,

huele a Tercio de Extranjeros

con sus cien años encima.

Cocidito Legionario

de Dar Riffien y Tahuima,

alegría de furrieles,

¡atenta la compañía!

Me reengancho de este rancho

si sus garibolos veo,

Cocidito Legionario,

Cocidito Legionario,

¡y que se mueran los feos!

A esta letra del Cabo de la Topográfica y General del Ejército de las Letras D. Antonio Burgos Belinchón pónganle ustedes la música del estribillo de «Cocidito Madrileño» de Pepe Blanco y degusten un cocido en la Hermandad Nacional de antiguos Caballeros Legionarios en la Capital, calle San Nicolás. El mejor cocido de España porque es el único que se hace con garibolos y el alma legionaria de la familia de Angelines, su marido Félix y sus hijos Mª Ángeles, Natalia y Juanfe. Más que amigos; te cuidan como en familia, que lo son; legionaria y que mucho se hacen querer.

El año 1921 en el hospital de sangre de Málaga se recuperaban de sus heridas muchos legionarios que venían de la campaña del Rif y entre ellos se encontraba el teniente de legionarios Sr. Sampietro al que una de su heridas, en concreto la tercera, le había destrozado la boca; una bala le explotó en su interior y hubo que restituir la mandíbula. S.M. Alfonso XIII, acompañado de la Reina Victoria Eugenia, visitaron el hospital y hablaron con el teniente de la Legión al que atendió el médico odontólogo Florestán Aguilar enviado por el Rey.

Cuando hablaban del tiempo de su recuperación el Rey le dijo que sin prisas a lo que el teniente Samprieto le contestó

—Majestad no quisiera irme de aquí hasta que no esté en condiciones de comerme un buen cocido.

El pobre teniente legionario no se acostumbraba a vivir a base de caldos y otros líquidos. Don Alfonso no lo dudó y después de hablar con la Reina le dijo:

—Todo está arreglado. El próximo cocido lo comerás con nosotros en Palacio.

No sabemos si aquel almuerzo palaciego tuvo lugar; o no. El final de la historia es libre, pero seguro que bueno. Por si acaso existe la posibilidad de acercarse al Palacio Real y preguntar por sus alrededores. Los mirlos que corretean por los setos de arrayanes de la Plaza de Oriente guardan el secreto.

Hoy se puede comer ese cocido, no será en Palacio, pero si a su vera, en la Hermandad de la Legión donde el cocido madrileño se hace con los mejores garibolos del mundo y el alma legionaria. Ni en Palacio.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

19 febrero 2023