AVIONES DE COMBATE RUSOS Y ESPAÑOLES General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Encuentro sobre el Báltico. Ni amigo ni enemigo; esa cosa que ahora se estila, neutra, indefinida, que consiste en hacer lo que me da la gana y a ver quién es el chulo que dispara primero.

Como Crimea. A toro pasado: despliegue en la frontera con Rusia, carros y aviones de combate españoles. Esas son las consecuencias, despliegues y más despliegues, pero nada de nada. Tensar el arco.

El CRC detecta aviones rusos en territorio de la OTAN, dicen unos, otros desdicen. Identificador IFF Amigo-Enemigo: depende. Sale un avión español a comprobarlo:

-Hola don Pepito.

-Hola don José.

-¿Pasó usted por mi casa?

¡Cómo se me escape un misil sin querer queriendo…!

Saber, saber, lo que ha ocurrido, no es fácil. Solo lo han contado los rusos; y ya se sabe que son muy fanfarrones. Dicen que, pero nadie, que no sean ellos, formalmente dice nada. En estos casos es mejor mirar para otro lado y dejar que pase el tiempo, olvido tras olvido. Claro que uno se pregunta, también cuando vuela en un caza de combate: ¿qué hago yo aquí?

Eran dos aviones rusos contra uno español. Recuerdo cuando se decía en el futbol, antes del VAR: dos contra uno una mierdecilla para cada uno. Los rusos siempre han sido malísimos. Nosotros los infantes, ahora ya se puede contar, los deteníamos en el arroyo del Guajaraz, ceca de Toledo, cuando éramos los herederos de los Tercios de Flandes; después de que hubiesen cruzado Europa y atravesado los Pirineos los esperábamos apostados en el mapa. Pues eso, porque siempre un soldado español valió por tres rusos. Que no se pongan chulos los rusos. En la Academia Militar a los filetes rusos se les llamaba filetes nacionales y a la ensaladilla rusa ensaladilla imperial. Para estepa la nuestra, la de los polvorones. Y el sol lo toman en Benidorm; algunos rusos afortunados llegan allí con sus aviones. Alguno de combate.

La OTAN despliega, pero de nada sirve. Como Crimea, un día ocurrirá y se acabarán las tonterías de una Europa que saluda a don José. Por su casa yo pasé y con ella me quedé. Adiós don Pepito.

Los rusos hacen lo que les da la gana. Como el Gobierno catalán, que nadie quiso escuchar el día de aquella histórica declaración: el tres por ciento. Oídos sordos. Esa era la clave y después llegó la independencia, que lo es de facto.

Mantenemos permanentemente el arco en tensión, por lo que cuando hay que usarlo de verdad es ya ineficaz.

<<La guerra es un asunto de astucia… No esperéis ninguna hazaña de los que carecen de talento>>.

En esas estamos. Mientras tanto: dos contra uno, una mierdecilla para cada uno. Y que vengan los rusos, que yo sigo apostado en el Guajaraz.

General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

16 agosto 2019