«LA NAVIDAD EN RUSIA EN 1941» General de División de Infantería de Marina (R.) Juan Chicharro Ortega

 

Rindan honores al Santísimo

Son estos días del mes de diciembre días en los que el mundo occidental recuerda el nacimiento de Cristo. Son sin duda fechas entrañables para el mundo cristiano y todos nos disponemos en la mejor tradición a reunirnos en familia. Florece en estos días la sensibilidad que todos llevamos dentro y siquiera por unos momentos lo mejor de cada uno sale a la luz.

Sí, son estas fechas señaladas las que seguramente nos reúnen a todos en torno al recuerdo del nacimiento de Cristo en familia. Y yo me pregunto qué sentirán todos aquellos que ajenos al ideario cristiano también se reúnen en familia al igual que la totalidad del mundo cristiano.

Misa de campaña

Son días en los que el recuerdo de los ausentes se acentúa y entre estos están todos nuestros soldados, marinos y aviadores que en cumplimiento de su deber se encuentran desplegados allende los mares. Son miles los que armas en mano velan por nuestra seguridad y lo hacen orgullosos al asumir esta situación con la certeza de estar haciendo el bien, esa virtud que es el norte y esencia de los ejércitos de España desde tiempo inmemorial. Al igual que sus antecesores cumplen con su deber con escrupulosa exactitud. El mismo sentimiento con el que miles de jóvenes soldados españoles en estas mismas fechas, hace 75 años, no dudaron en dar sus vidas por una España mejor.

Los días 24,25 y 26 de diciembre de 1941 los soldados del segundo Batallón del Regimiento Esparza al mando del comandante Román resistieron en el frente del rio Volchov  tras una inmensa preparación artillera el asalto de ocho batallones soviéticos. La noche del día 24, día de Nochebuena, nuestros soldados cenaron el aguinaldo que habían recibido: pavo, pan, mantequilla y mermelada de frambuesa y tras la cena, y con gran emoción, muchos pudieron asistir a la misa del gallo que los capellanes – algunos ortodoxos – oficiaron si bien no a todos les fue posible por encontrarse de guardia o en cometidos de vigilancia avanzada. Muchos de nuestros soldados comulgaron y se ofrecieron a Dios ante la tarea que tenían delante. Y acertaron pues esa misma noche a las 0200 horas interminables líneas de soldados soviéticos al grito de “uri,uri,uri” se lanzaron sobre las líneas españolas entablándose una feroz lucha cuerpo a cuerpo. Prácticamente desarbolada la defensa española a punto estuvo de caer Urdanik y así habría sido si no hubiera sido  por el feroz contraataque que liderado por el comandante Román con un puñado de soldados tuvo lugar a continuación.

Rusia 1941. Navidad

Cedo mi pluma al diario de uno de los soldados sobrevivientes de aquel suceso: “Empezó a amanecer y Udarnik se hallaba en poder de los soviéticos a excepción de donde nos hallábamos nosotros, en el Puesto de Mando. Me llené los bolsillos de granadas de mano y munición y con el comandante Román a la cabeza intentamos recuperar Udarnik. Con la segunda pieza mandada por el sargento Blanco fuimos tomando casa por casa sin cesar de disparar contra los rusos que se habían hecho fuertes en esas casas. En pleno asalto observé a nuestra izquierda y a una distancia de 60 metros a un soldado nuestro que levantaba el brazo izquierdo pidiendo auxilio. Blanco y yo nos acercamos arrastrándonos y como tenía las piernas segadas por ráfaga de ametralladora tuvimos que buscar una manta y así en pleno asalto lo trasladamos al puesto sanitario más cercano donde falleció poco después. Se llamaba Vicente Gaceo pasante de abogado de  José Antonio Primo de Rivera.”

Sí, recuerdo de unos días de navidad en Rusia en 1941.

Hoy a esos hombres que lucharon y murieron con heroísmo muchos compatriotas les niegan siquiera el recuerdo, unos llenos de odio y resentimiento y otros que tanto les deben ni siquiera tienen el valor de recordarlos como se merecen al no hacer nada para intentar evitar que se borre su memoria de nuestras calles e incluso su recuerdo en nuestro museos militares. Pero aquellos soldados murieron con el nombre de Dios y de España y su grandeza nunca morirá pese a las acciones de unos y las omisiones de los amantes de lo político correcto. Miserables todos.

Así está España, huérfana de hombres como aquellos, sumida en el caos en el que políticos desagradecidos y olvidadizos la tienen postrada.

Hoy en la navidad de 2017 sus hijos y nietos recogemos su antorcha y les aseguramos que perseveraremos para que su ejemplo de valentía y arrojo se mantenga incólume. Sí, en esta navidad rezamos por nuestra España y también por los que quieren destrozarla pues ese es el espíritu de la Navidad : la del amor que nos enseñó Jesucristo.

General de División de Infantería de Marina (R.) Juan Chicharro Ortega

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23 diciembre 2017