NO FUE POSIBLE LA PAZ. Rafael Dávila Álvarez

Así ha sido. Mira que se ha intentado, que incluso hubo buena voluntad. Era mentira. Los demonios de siempre atacan cuando la casa está más limpia y ordenada. Comunismo, socialismo y nacionalismos. Vuelta a empezar. Europa dormida es atacada por el sur y por el este, pero España es un lugar seguro donde la democracia se hace fuerte gracias a unificar en uno solo los tres poderes. Es la fuerza del olímpico de la Moncloa que maneja el rayo poderoso.

No hay mejor democracia que sostener bajo el mismo cetro al Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Un artista del poder es el único que puede lograrlo.

Claro que «la paz no es la ausencia de la guerra, es una virtud, un estado de la mente, una disposición a la benevolencia, la confianza y la justicia», que son los tres poderes en uno: una sola voluntad decide. No hay duda: esto es la guerra, «padre y señor de todas las cosas, que a unos hace libres y a los otros siervos» (Heráclito de Éfeso).

Entendemos bien a Calderón:

Está una pared aquí

de la otra más distante

que Valladolid de Gante.

Ayer asistí en Madrid a la concentración de miles de miles de españoles que gritaban un «no rotundo» a los infames negocios del señor Sánchez, presidente en funciones del Gobierno, que pretende interpretar la Ley y vender España en parcelas hasta su desaparición como nación después de que ya ha acabado con el Estado.

Reconozco que me sentí como oveja sin pastor. Me sentí oveja, eso sí, trasquilada, mientras el lobo se disfrazaba de abuelita.

Don Santiago Ramón y Cajal decía que el rumor de la colmena estimula la inteligencia. Aquello me iluminó. La colmena suena en toda España, solo hace falta alguien que sepa interpretar el zumbido y darle solución. Difícil porque viene de largo: divisiones, enfrentamientos, engaños, en definitiva sucias políticas que han hecho reverdecer antaños desencuentros.

Fue una trampa en la que todos hemos caído.

Nada es lo mismo, nada permanece.

Menos la historia y la morcilla de mi tierra:

Se hacen las dos con sangre.

Versos del poeta Ángel Gonzalez

Mal camino el que empieza a recorrer España y no se dan cuenta los iniciadores que esta es tierra de todos y se gobierna para todos y que entre posiciones tan encontradas buscar el enfrentamiento es muy peligroso.

Todos nos manifestamos. Cuando esto ocurre de manera «tan manifiesta» y numerosa es que la política ha fracasado. De manera estrepitosa. Y después ya se sabe. Llegan los demonios.

¿Quién arregla este desaguisado?

Se manifiesta el pueblo, los jueces, fiscales, empresarios, inspectores de hacienda, asociaciones, hermandades, políticos retirados, activos y apartados, los olvidados, los famosos, los jubilados, nos manifestamos todos.

¿Y?

¿Hay solución? ¿Hay manera de revertir esto?

Pues miren yo se la voy a dar; la más pronta y fácil solución: que hubiese tres, solo tres, socialistas que procediesen con honradez y le dijesen al presidente «No» en su votación en el Congreso. Se acabó y el siguiente paso sería volver a nuevas elecciones.

Pero todo esto es palabrería.

Cualquier otra solución, que las hay, llevaría su tiempo y con él el olvido y de nuevo la rutina y el bostezo. Pocos se la juegan. El que más y el que menos bala por su pienso y se debe al pastor, unos mientras peor mejor y otros de lo peor hacen arte. La gente del campo dicen que son cinco años buenos, cinco malos: diez regulares. Cuando queramos darnos cuenta la cosecha se ha perdido. Llevamos demasiados años de sequía.

¿Solución?

Política: cero. No veo fuerza y unidad.

El Poder Judicial. Confío en el Poder de la Justicia. A pesar del Tribunal Constitucional al que se acudirá y nada solucionará. Lo sabemos todos.

¿Quién nada en la Fiscalía? Olvídense.

Confío en el orden y la Ley. Pero la Ley necesita la fuerza para su aplicación y esta forma parte del Ejecutivo, o sea que (?) tres en uno.

¿Europa? Expectante estamos. Aunque tenían en amparo a un prófugo de la justicia, a un delincuente, que ahora se convierte en el amo del rebaño.

Todo es inaudito. Todo es consecuencia de haber hecho algo mal. Nadie sabe cómo hasta aquí hemos llegado. Nadie sabe cuál es la solución.

Creo muy necesario y de máxima eficacia seguir manifestándonos, día tras día, anunciando que estamos aquí y no nos conformamos con esta propuesta de gobierno, con la propuesta de llevarnos a la pobreza y a la desunión. Hay que seguir manifestando que la paz y la convivencia son posibles. Que los españoles somos todos iguales ante la Ley y no esperamos nada del favor ni tememos nada de la arbitrariedad.

Fue José María Gil Robles el que escribió No fue posible la paz. Pedro Sánchez lo reescribe ahora y logra enfrentar a los españoles.

Permítanme una última y posible solución: romper el espejo de la Moncloa.

El que lo haga nos traerá al menos siete años de fortuna.

Rafael Dávila Álvarez

Blog: generaldavila.com

13 noviembre 2023