ALFÉREZ DOÑA MARÍA MAYOR FERNÁNDEZ DE CÁMARA Y PITA. “Quien teña honra que me siga”. Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Me llega la noticia del nombramiento del general de Ejército, Jefe de Estado Mayor (JEME), D. Amador Enseñat y Berea, como “Caballero de María Pita de Honor 2024«.

Vaya por delante mi más cariñosa enhorabuena en primer lugar por el Ejército, también por él y ¡cómo no! por la bella ciudad de La Coruña, donde nadie es forastero.

No soy gallego, pero dice mi madre que me crio en su seno con sardinas de Sada y patatas de la huerta, que allí pasó el embarazo y desde entonces ningún verano dejé de pasarlo en La Coruña. Tanto es así que allí conocí a mi esposa, Pilar, por lo que siento a esa ciudad muy en lo hondo. Las palabras del JEME por lo tanto me llegan con añoranzas y su nombramiento lo celebro con profunda alegría.

Claro  que andaba yo con la noticia, viendo en la virtualidad del alma aquella Plaza de María Pita, así, por dentro, mientras leía al general Enseñat; recorría su ciudad Vieja, llegaba hasta la Plaza de las Bárbaras lugar de intimidad en mi juventud algo mística, y perdido en el oleaje esquivo del Orzán se detuvo mi pensamiento: ¿Se sabe quién era Doña María Mayor Fernández de Cámara y Pita?

Pues sí y no.

En mis tiempos mozos la Plaza de María Pita era, quizá junto a Los Cantones y el Obelisco, la identidad de la Ciudad. Pero la plaza solo tenía el nombre de la heroína, sin la escultura, que fue añadida en el año 1998, obra de D. Xosé Castiñeiras. Monumental, impactante, con sus más de nueve metros de altura y 30 toneladas de peso.

La Real Orden de Caballeros de María Pita lleva con honor y orgullo  el nombre de doña María Mayor Fernández de Cámara y Pita, posteriormente Alférez Mayor, quien, en mayo de 1589, al grito de “Quen teña honra que me siga”, encabezó la respuesta ciudadana coruñesa ante el ataque y fracasada invasión de una flota inglesa al mando del corsario Sir Francis Drake.

Una heroína muy de su tierra española, gallega hasta la médula y que es un referente femenino del valor y del honor. Su historia no cabe en estas páginas, pero sí quisiera abrirles la curiosidad histórica para que se acerquen a esta mujer cuyo nombre va enlazado al de su bella ciudad, La Coruña, y que bajo su ejemplar comportamiento se constituyó en 1990 la Real Orden de Caballeros de María Pita.

España guarda historias de mérito y ejemplo en cada rincón de su geografía. La de María Pita es una de ellas y que la Real Orden de María Pita  piense en el Jefe de Estado Mayor del Ejército para entrelazar las virtudes bajo el lema «Quien tenga honra que me siga» es algo que hay que pregonar en voz alta dado que la honra escasea y piratas acechan nuestras costas e interiores.

Es un grito que alude al ejemplo, a la valentía, a la libertad y a la unidad de un pueblo bajo su historia y tradiciones.

Bueno es recordarlo y actualizarlo: «Quien tenga honra que me siga«.

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)

Blog: generaldavila.com

7 febrero 2025