RETORNO A LA EDAD MEDIA. Salvador Fontenla Ballesta, General de Brigada (R)

Corpus de sangre…

Las instituciones políticas catalanas pusieron en marcha, a partir del año 1637, un proceso de secesión de España. Esta desavenencia culminó en el 1640, que con el pretexto de una revuelta sangrienta, desembocó que el principado de Cataluña dejara de depender de la corona de España y se incorporara a la corona francesa, mucho más despótica y centralizadora que la española. Estos hechos desembocaron en una larga guerra de recuperación, que duró 12 años (1640 – 1652).

La virulenta revuelta el 7 de junio en Barcelona, día del Corpus de Sangre, entre otros desmanes asesinó al virrey, el conde de Santa Coloma. El gobierno español decidió, ante la falta de fuerzas suficientes para controlar la situación y una infravaloración de la realidad, la aplicación de una política suave de apaciguamiento, que como era de esperar no dio resultados, porque la espiral de violencia se extendió y no dejó más solución a que hablaran las armas.

Francia no desperdició la ocasión para llevar la guerra a territorio español, y este conflicto fue también aprovechado por Portugal para desligarse de la monarquía hispánica, que tuvo que mantener dos frentes de guerra abiertos en la misma península Ibérica. Esta guerra puso a prueba la resistencia de España, en unas situaciones políticas, económicas, sociales y militares muy adversas.

Esas guerras trajeron funestas consecuencias para España y Cataluña. Se perdieron definitivamente Portugal y el Rosellón (la Cataluña francesa) con las emblemáticas plazas de Perpiñán y Salses.

 El retorno a la Edad Media.

Es un principio básico en la política, y en otros órdenes, que el poder tiende inevitablemente a acumular más poder. Por eso los sistemas democráticos modernos tratan de limitar esa tendencia por medio de controles legislativos y con otros contrapoderes.

Lo mismo ocurre con el poder político sobre un territorio determinado, como es el caso de las actuales autonomías españolas, que tiende al control absoluto del mismo, como si fuera de su exclusiva propiedad, invadiendo y ocupando todos los resortes políticos, económicos, educación, etc. Apropiándose, como cosa suya, de su historia, lengua y, por consiguiente, convirtiendo a sus ciudadanos en vasallos o rehenes. Así, paso a paso y de forma subrepticia han conculcado la Constitución, al no ser todos los españoles iguales ante la ley, porque cada territorio tiene leyes diferentes y hasta contradictorias.

Es decir, el actual sistema y desarrollo de las autonomías españolas supone un retorno a la Edad Media, donde el poder territorial de la nobleza competía, a veces en condiciones de igualdad, con el poder real. El problema es cíclico en cuanto hay debilidad en el poder central, los poderes territoriales ponen en peligro la unidad nacional. Lo hemos visto en las rebeliones del siglo XVII, en las guerras de separación de los virreinatos en el principio del XIX, y en las guerras cantonales con hasta un ¡Viva Cartagena! La misma historia se ha vuelto a repetir en la primera mitad del siglo XX, y ahora Cataluña lo ha intentado, con una fuga hacia adelante, mientras que otras autonomías siguen a la expectativa y al acecho.

Igualmente que en la rebelión del año 1642 Cataluña y España perdieron el Rosellón, ahora Cataluña debe perder su unidad política. Es preferible que Cataluña pierda Tabarnia, valle de Arán y alguna zona más, antes que España pierda su unidad e integridad territorial. Solo un traidor taimado o un bobo ingenuo puede creer, y más tratar que los demás lo crean, que no van a reincidir y volver a aprovechar los recursos de las instituciones públicas para intentarlo nuevamente, en cuanto consideren la situación favorable (No olvidéis que los enemigos de España y de la civilización cristiana están alerta).

Es además un esperpento que se consientan partidos políticos que en sus programas electorales tengan como objetivo la ruptura de España, es decir tienen como objetivo delinquir. Por la misma reglas de tres se podrían admitir partidos políticos que tengan como finalidades programáticas saltarse semáforos en rojo, maltratar a los animales o fomentar la corrupción.

Hay una serie de competencias que un Estado serio no debería haber cedido, entre otras: asuntos exteriores, defensa, orden público, fiscalidad e impuestos, educación y sanidad. La reinstauración del servicio militar obligatorio (de la que Francia ha vuelto a dar ejemplo) es una excelente herramienta para la integración social y cohesión territorial (no olvidemos que fue abolida precisamente por eso y a presión de los independentistas catalanes), además así tomaría verdadero sentido las juras de Bandera, para que los que juran sepan lo que simbolizan y a lo que se comprometen, porque si no se queda en un mero acto alegre y colorido.

España ha salido de situaciones históricas peores que estas, solo hay que tener voluntad y anteponer los intereses nacionales a los partidistas.

Salvador Fontenla Ballesta, General de Brigada (R.)

Blog: generaldavila.com

22 enero 2018

 

 

LA FÁBULA DE LOS CONEJOS Y TABARNIA Juan Chicharro Ortega General de División de Infantería de Marina (R.)

La fábula de los conejos

Por entre unas matas,
seguido de perros,
no diré corría,
volaba un conejo.
De su madriguera
salió un compañero
y le dijo: «Tente,
amigo, ¿qué es esto?»
«¿Qué ha de ser?», responde;
«sin aliento llego…;
dos pícaros galgos
me vienen siguiendo».
«Sí», replica el otro,
«por allí los veo,
pero no son galgos».
«¿Pues qué son?» «Podencos
«¿Qué? ¿podencos dices?
Sí, como mi abuelo.
Galgos y muy galgos;
bien vistos los tengo.»
«Son podencos, vaya,
que no entiendes de eso.»
«Son galgos, te digo.»
«Digo que podencos
En esta disputa
llegando los perros,
pillan descuidados
a mis dos conejos.
Los que por cuestiones
de poco momento
dejan lo que importa,
llévense este ejemplo.

Esta es la conocida fábula de Tomás de Iriarte “De los conejos”  cuya  lectura nos da mucho que pensar sobre la España actual y sus políticos.

Así, hemos visto al Presidente Rajoy y su Gobierno decretar el artículo 155 de la Constitución,  ante la intentona golpista de unos dirigentes sediciosos catalanes, aplicándolo de una forma muy débil e interesada políticamente  no interviniendo  los medios de comunicación, base de la propaganda revolucionaria, y convocando unas elecciones en un intervalo de tiempo tan corto que eran claramente previsibles los resultados obtenidos. Simplemente estamos donde estábamos o peor. En lugar de actuar conforme al principio claro de que en la guerra y en la política ante la disminución de la capacidad del enemigo lo que hay que hacer es completar su destrucción, lo que el Sr. Rajoy ha hecho ha sido complicar mucho más la situación y de acuerdo con la fábula citada parece estar más en “las cuestiones de poco momento” dejando lo que importa que es la defensa a ultranza de la unidad nacional y la Constitución.

Puigdemont y su espectáculo

Nos encontramos también ante una subliminal propaganda en la que ya se da casi por válida el derecho a decidir de una sola parte de los españoles sobre lo que es de todos; se ve cada vez más normal el que unos investigados por rebelión, sedición y malversación de caudales públicos, puedan ocupar cargos públicos pese a la acción de la justicia; una situación  que comienza a dar muestras de una inexistente separación de poderes ante el desparpajo con el que se mueven los que en libertad bajo fianza se encuentran;  y encima el esperpento de ver a un prófugo de la justicia, el Sr. Puigdemont,  todos los días en los medios y viviendo del erario público completan un panorama desalentador que nos hace de nuevo recordar a Iriarte y su fábula.

Francamente el espectáculo del Sr. Puigdemont en Bélgica será irremediable conforme a los parámetros de la actual modernidad política de hoy pero en mi opinión no es más que una tomadura de pelo de órdago. Es de todo punto inconcebible que Bélgica permita que un señor prófugo de la justicia española por haber intentado dar un golpe de estado campe a sus anchas con el beneplácito de su Gobierno alegando este su incapacidad de actuación debido a la tan cacareada separación de poderes. Vale ya: esto no es de recibo y no entiendo como no se han roto ya relaciones diplomáticas con ese pequeño país, socio de España en la UE y aliado en la OTAN.  Sí, será todo muy legal y todo lo que quieran pero a mí no me quita nadie la idea de que esto es un perfecto dislate de tamaño descomunal. La inacción de nuestro Gobierno al respecto me recuerda de nuevo a Iriarte y su fábula.

TABARNIA

Y ya por si todo no fuera ya esperpéntico aparece ahora un proyecto llamado TABARNIA que si bien no deja de tener un punto de base de mucha razón, por razones obvias, da lugar al recuerdo de épocas taifales o cantonales. Lo que nos faltaba.

Tabarnia, también una fábula

Claro que a mí me hace mucha gracia leer los comentarios de tantos políticos menospreciando este proyecto, incluso con ironía, cuando si  tuvieran memoria o cultura se acordarían de lo que se hizo en España en el desarrollo de la Constitución del 78 inventándose Comunidades Autónomas – hasta 17 – reinventado Castilla, sacándose de la manga otras como Cantabria, La Rioja, Murcia , Andalucía, Extremadura …..etc. Aquello fue un dislate de calibre descomunal que hoy supone nuestra ruina económica por la sangría que supone un sistema tan caro. Ahora aparece un nuevo proyecto llamado TABARNIA con los mismos argumentos que los de entonces. No veo diferencia alguna.

Y mientras tanto los principales partidos siguen dedicados, conforme a la fábula de Iriarte, a los problemas del momento. Tal parece que España está empeñada en un suicidio colectivo como nación. Un suicidio liderado por personajes mediocres pero que manejando bien los medios de comunicación acaban  adoctrinando a un sufrido pueblo español inconsciente de que este juego le lleva a la ruina.

España es una gran nación proclaman algunos, si bien desconociendo que, sí, España fue una gran nación cuando hubo líderes que sólo pensaban en España y no en las partidas de cada uno en particular.

¿Despertará alguna vez España?

Juan Chicharro Ortega

General de División de Infantería de Marina (R.)

Blog: generaldavila.com

29 diciembre 2017