Nadie sale airoso de un conflicto, sea del tipo que sea, si no está imbuido de una decidida voluntad de vencer. Este es un principio básico de la guerra pero aplicable a cualquier situación en la que se haya planteado un conflicto entre distintos intereses.
La voluntad de vencer supone el firme propósito del mando y de las tropas de imponerse al adversario en cualquier situación por desfavorable que esta sea e implica fe en el triunfo y una actividad insuperable en la ejecución, así como una acendrada identificación con los ideales patrios.
Hasta aquí la definición clásica de este conocido principio de la guerra.
Yo tengo una nueva: la voluntad de vencer es sinónimo de Lilian Tintori Parra.
Lilian, admirable mujer, esposa de Leopoldo López, político venezolano condenado a 13 años de cárcel por el régimen de Nicolás Maduro, acusado de incitar a manifestaciones, constituye el paradigma más evidente de lo que supone luchar sin desmayo no sólo por la injusta y desorbitada condena a su marido sino por la libertad de un pueblo.
Lilian, aún joven mujer, ha trabajado en los medios de comunicación y, para el que no lo sepa, también ha sido una consumada deportista; de hecho en el año 2008 siendo campeona venezolana de kitesurf logró una hazaña al cruzar el mar desde las costas venezolanas hasta la isla de Aruba, un recorrido de 60 kilómetros que logró en 3 horas. Este reto, llamado Travesía Franco Tintori, lo realizó en honor a su padre. Ahí ya demostró lo que significa la voluntad de vencer y la capacidad de sufrimiento.
Incansable mujer. Ya ha realizado en los últimos tres años 172 viajes buscando apoyos a su lucha por la libertad de Venezuela y de su marido.
Liian Tintori habla apasionadamente sobre su país y su lucha y explica: “Entendí que los venezolanos debíamos conocer nuestros derechos, que nadie nos puede quitar. El derecho a la comida, a la medicina, a la vida, al libre tránsito, a la justicia. En Venezuela nos han privado de todos ellos. En mi país hay dictadura. Por eso todos los días me convenzo de que mi lucha es la lucha de la libertad. Mi lucha es una lucha moral, espiritual. No es una lucha política”.
Cuando se le pregunta si no se siente agotada no sólo físicamente sino también moralmente responde: “Yo conozco la lucha de Leopoldo López desde hace trece años. Estoy enamorada de Leopoldo y comprometida con su proyecto de transformar a Venezuela de nuevo en un país libre y democrático. A las familias en Venezuela les han quitado lo más sagrado y eso me indigna. Me indigna tanto que es lo que me motiva a continuar trabajando para lograr el cambio en mí país”.
No, no se rendirá nunca Lilian porque sabe que su fuerza es la de su marido, la de sus hijos, la de su Patria venezolana.
Hoy, cuando vemos nuestra España en una encrucijada de su historia, echo en falta, especialmente en Cataluña, una persona de esta valentía que haga frente a la traición de las Instituciones catalanas y a la pusilanimidad de los que deberían estar defendiendo la legalidad constitucional y la historia de nuestra Patria. El desafío de los rebeldes ya está ahí sobre la mesa y a nuestros dirigentes no se les ocurre otra cosa que hablar y hablar cuando no quieren darse cuenta que ya lo del referéndum no es más que una pantomima porque sencillamente sentirse español en Cataluña es casi imposible. Nos dicen el Sr, Rajoy y sus acólitos que se cumplirá la Ley, pero, ¿de qué Ley me hablan si esta ya no existe en Cataluña desde hace mucho tiempo?
España está huérfana de líderes que la defiendan, más surgirán tarde o temprano. Al final nunca han faltado en nuestra Patria Agustinas de Aragón o María Pitas antecesoras de mi admirada Lilian Tintori.
Y mientras unos pocos perseveremos en la defensa de la unidad de nuestra Patria tal que si nos encontráramos en “Petibonum”, la aldea irreductible de los galos frente a los romanos, la esperanza nunca se perderá.
Gracias Lilian Tintori. Valiente. Eres nuestro ejemplo.
General de División de Infantería de Marina Juan Chicharro Ortega (R.)
Blog generaldavila.com
16 junio 2017


