Abril de 1993, ya cumplidos los 20 años. Las tropas españolas y en concreto la Legión se encuentran en una cruel guerra llena de matices desconocidos y de variantes no estudiadas en las academias militares. Estamos casi recién llegados a Bosnia. No hay amigos, tampoco enemigos, y se exige neutralidad absoluta y equilibrio en las acciones y decisiones. Hay que aguantar cualquier presión, cualquier acto hostil, y sólo se autoriza a reaccionar después de que abran fuego sobre ti. Delicada situación que coarta la posibilidad de decidir de acuerdo con los cánones del combate; incluso es un riesgo para la vida de tus hombres. Pero son las instrucciones, las malditas reglas de enfrentamiento dictadas desde los despachos, los mismos despachos donde se sientan los culpables de muchas de las situaciones que acaban en guerras de encendidos odios. Odio entre culturas, odio entre familias, amigos y vecinos, odio tan cruel que las miradas matan tanto como las balas. No es una guerra fácil para un joven oficial que entiende de tácticas y despliegues para el combate pero que tiene que hacer gala de una diplomacia extraña en la que se dialoga con las amenazadoras bocas de fuego apuntándose unas a otras. Son sentimientos de un odio que a un auténtico soldado le desaparacen al ver los primeros inocentes muertos. Pero aquí portan las armas quienes no son soldados.
En esta situación un joven Teniente del Ejército español se enfrenta a una dificil decisión, quizás la más importante de su vida. Cerca de 200 croatas, muchos mujeres y niños, huyen de los milicianos musulmanes que la noche anterior han arrasado su aldea. El Teniente al mando de su sección, con 5 blindados y 35 legionarios es rodeado por las mujeres y niños que, aún despavoridos, piden su protección. Los milicianos musulmanes exigen su entrega. La decisión del Teniente no es facil. Nadie se atreve a efectuar un ligero movimiento. La mirada legionaria y la firmeza del oficial, su actitud valiente y arrojada, logran salvar la vida de cerca de 200 personas. No necesitó muchas consultas ni órdenes al respecto. El espíritu de servicio y el honor le marcaron el camino a seguir. Con su decisión no sólo salvó la vida a aquellos inocentes sino que enseñó al mundo, a algún español también, quienes son los soldados españoles. Aquél joven Teniente no representaba a ninguna marca española, ni a la industria, ni a las empresas. Representaba a los Ejércitos de España herederos y depositarios de una gloriosa tradición. En aquellos momentos fue el embajador de su Patria ante el mundo y el mundo se asombró ante la hidalguía y el valor de aquél oficial y sus 35 legionarios.
El joven oficial de la Legión se llama José Luis Monterde Maldonado. Nada importa su nombre ni su vida anterior. Es su Patria, su Unidad y sus hombres los únicos que llevan nombre y en nombre de quien actúan.
No iba a pasar mucho tiempo hasta que de nuevo otro jóven Teniente dejase su valor y heroismo marcado para siempre en las tierras de Bosnia y Herzegovina. Trasladaba plasma sanguíneo y medicinas, es decir la vida, cuando una granada perdida de ese enemigo invisible e inexistente para la política, acabó con su vida. Era el Teniente de la Legión Arturo Muñoz Castellano, el primer caído en el combate por la paz y cuyo nombre preside la Plaza de España en Mostar junto a sus 22 compañeros que dieron allí su vida. De nuevo el deber, de nuevo “Cumplirá su deber, obedecerá hasta morir”.
Mayo del 2003, ya cumplidos los 20 años. La tragedia, indescriptible, imposiblede asumir, cae sobre el ejército español. Un avión Yakolev con 62 militares a bordo se estrella en Turquía. Viajaban de regreso a España después de dejar lo mejor de cada uno durante cuatro largos meses en Afganistán. No hay palabras para describir aquella tragedia que ha dejado una huella muy oscura, negra como la noche, sobre nuestro sentimientos y razones sin explicar.
Era un 29 de Noviembre de 2003, hoy se cumplen diez años. El escenario, Irak. Ocho agentes españoles, ocho soldados españoles, caen en una emboscada y mueren siete de ellos. Un mes antes habían asesinado a otro de sus compañeros, José Antonio Vernal. Mueren combatiendo, lo hacen con honor y valor, heróico y distinguido. Dejé unos fragmentos a su recuerdo hace unos días. Quería refrescar la memoria de aquellos que ni recuerdan los actos heroicos o trágicos a los que cada día se enfrentan nuestros soldados. Es necesario agradecérselo y divulgarlo. Pero no es así. Por eso y por un sentimiento de reconocimiento a ellos escribo y escribiré hasta la saciedad. Les ruego que lo divulguen.
Hoy las guerras son crueles y sin códigos morales. Quien no es soldado quizás no entienda lo que digo. Las guerras de estos tiempos no acaban como la “Rendición de Breda” ni se desarrollan en los campos del honor. Nuestro compañeros muertos cayeron en una vil emboscada ante un enemigo que no entendía de la honra en el combate. Cuando los que combaten son soldados, la honra del enemigo es compatible con la dureza de la guerra. Hoy es obligado recordar a nuestros soldados, nobles instrumentos de la Patria, España, al servicio de la paz y seguridad internacionales.
No olvidemos que hay unos hombres que contraen el compromiso de defender a su Patria, España, aun a costa de la propia vida y que lo hacen en un acto tan trascendente como sencillo, el juramento ante la Bandera de España. Es un buen momento para recordar que el juramento o promesa no es una fórmula protocolaria ni un formulismo para posteriormente incumplirlo.Es por eso y por ello, su juramento ante la Bandera de España, por lo que sirvieron o murieron nuestros compañero en Bosnia, Iraq, Afganistan y en tantos lugares del mundo. Lo hicieron hace veinte años, diez años y mil años. Lo hicieron y lo seguirán haciendo, por ustedes, por todos nosotros. Es nuestra obligación, la de España, españoles e Instituciones, recordarlo y recordarles, a pesar de nuestra débil memoria.
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Mi general, un par de días atrás descubrí su blog, aun buceo por él y a la vista de esta entrada, si no tiene inconveniente quisiera compartir con usted un archivo de video que poseo en relación a la Bandera expedicionaria en Bosnia encuadrada en la AGT “CANARIAS” (1993)
Mi dirección electrónica (enalomar@gmail.com) puede servir como vía para el enlace si así lo considera.
A sus órdenes
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OK
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Gracias por vuestra dedicación. Que sepáis que en España hay personas que agradecen vuestra labor. Familia Esquembre Lamkadem. Un abrazo y VIVA LA LEGIÓN
, VIVA ESPAÑA
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Muy agradecido. Sus palabras son un estímulo y una mayor responsabilidad. Gracias y me pongo a su disposición con todo afecto.
General Dávila
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Gracias mi general,gracias por mantener nuestros valores y los de la Institución en estos tiempos tan dificiles de llevarlo a cabo.Gracias por recordar a nuestros caidos, héroes a la vez. La lealtad da siempre muestras de la categoría de un Jefe.Que Dios le de larga vida. De un Hermano legionario a otro hermano legionario.Brigada Moisés Díaz Cobo,Compañía Cazacarros.Brigada Paracaidista.
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Muy agradecido por vuestras palabras y seguiré luchando por nuestro valores hasta que me queden fuerzas. ¡Por vosotros y por nosotros!
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Con el máximo respeto y mayor subordinación mi General. Aquí le dejo de primera mano, de uno de tantos que estuvo presente allí, y me llego a ocurrir el hecho de en fecha, llegar a formar en reterreta como el único representante de tropa de la Cia. de Apoyo. D. Arturo Munoz Castellanos. de la AGT. Canarias.
Recitando este Espíritu:
Teniente D. Arturo Muñoz Castellanos
muerto por una granada de mortero, de un cobarde en Mostar,
de tu espíritu nació esta compañía, tu valentía nos empuja…! y tu entrega nos templa!!
D.E.P.
Un saludo.
C.L. Romeu.
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Preciosas y precisas palabras que a todos nos emocionan.
!Gracias y un fuerte abrazo!
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Gracias a vosotros y a tus palabras que animan a seguir en la brecha.
Un fuerte abrazo
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Un fuerte abrazo y gracias
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gracias por mantener la memoria,los compañeros caidos nunca serán olvidados
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Gracias y así debe ser.
Saludos .
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Los soldados españoles, descienden de los más valientes soldados que se han conocido en el mundo. Aquellos viejos tercios. La valentia y el honor jamas se ha puesto en duda. Desde un simple ciudadano de este gran pais, os digo «gracias de todo corazón»
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Gracias y un fuerte abrazo.
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Mi general, le seguimos desde la distancia y le damos difusión a sus entradas en esta página dedicada a la Guardia Real. Le felicitamos por sus palabras y por seguir ilustrandonos. Esperamos su visita y su bendición en https://www.facebook.com/regimientoguardiareal
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Gracias.Así lo haré y me dais una enorme alegría. Un fuerte abrazo
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gracias mi general, por su blog, muy instructivo
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Gracias a ti por tus palabras y me alegra poder ayudar a aclarar algunos conceptos.
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A sus órdenes mi General, Gracias a V.E.- Algún reducto de españoles humildes servidores a ESPAÑA no olvidamos a los que nos antecedieron…desde los Tercios de Flandes, hasta nuestros últimos caídos en el IFNI-SAHARA……y nuestros contemporáneos en Afganistán o Líbano. Ser fieles a su estirpe y honrar su memoria es labor que no debemos (ni queremos) dejar al paso. Fortalece, cuanto menos internamente, ver y saber que los recitados espíritus del Credo Legionario ….se cumplen.
Sgto. de la GC. y Antiguo C.L. en la X Bandera.
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Gracias amigo por tus hermosas palabras y con mi agradecimiento recibe un fuerte abrazo.
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