Desde su atalaya calabresa F. Torres relata LAS COSAS DE DON EUFEMIO

Intentaba repostar en la gasolinera de un centro comercial y no recuerdo bien si marqué la cantidad “de 95” requerida antes de descolgar la manguera, o fue al revés, que la descolgué antes de marcar los dígitos. Una voz atronadora, que ni Dios en el monte Moria, se oyó por la megafonía: ¡CABALLERO DEL NÚMERO TAL; ESTÁ USTED HACIENDO LAS COSAS AL REVÉS!

Fui al puesto de control donde el operario estaba a lo calentito mientras fuera nos congelábamos en los surtidores e intentábamos llevar a cabo peligrosas operaciones sin el curso correspondiente de manipulador de combustibles- que ésa es otra- y le espeté con no muy dulces modales: ¡Oiga, que yo no he estudiado para gasolinero! Me subí al vehículo y me fui sin repostar.

Tampoco he estudiado -laus Deo- para ser director de Centro de Coordinación de Alertas y Emergancias Sanitarias (CAES), pero la lógica me dicta que las medidas tomadas por los políticos, en base a las recomendaciones “de los expertos” tan excelentemete comandados dejan bastante que desear; hoy, una simple muestra.

Por las redes circula un vídeo; preguntado el sudodicho director sobre el asunto, tras una numerosa serie de ah, oh, eh, hum, ejem, si, no, esto, glup… terminó afirmando: “Es que esto es muy difícil de explicar”.

Dificilísmo, desde luego; porque yo sigo sin poder ir a Mirasierra desde enero del año en curso, y a mi pueblo desde idem del año anterior. Las terrazas de Madrid, a tope de extanjeros. Difícil, muy difícil de explicar, y de entender.

De la prensa de marzo de 2021

LA PARADOJA DE LOS CIERRES PERIMETRALES: LOS ESPAÑOLES ENCERRADOS, MIENTRAS MILES DE EXTRANJEROS DISFRUTAN EL PAÍS.

Las imágenes de turistas en la playa o de jóvenes franceses conquistando Madrid contrastan con el cierre de las comunidades.REALIDADES

(Soneto)

Ni el santo Job logró con su paciencia

a la suela llegar de los zapatos

de los españolitos que, sensatos,

sufren, dura, la prueba de la ausencia.

 

De la falta de abrazos, la impotencia

de verse prisioneros, la exigencia

que férrea les imponen; la incongruencia

palpable de barandas mentecatos

 

que en esta insensatez “perimetrada”,

como siervos atados al terruño,

les priva de esenciales sus derechos.

 

Mientras a otros, ¡cuán cruel la cacicada!,

la nueva irrealidad de nuevo cuño

los premia con la fuerza de los hechos.

Don Eufemio, mar. 21

(Continuará Dm;  y si nos dejan)

 

ooo000ooo

LOS VERSOS DEL CORONEL

Un griego en Toledo (Cont.)

 Me van a permitir, que por una vez, y alejándome un tanto del tono de seriedad que he tratado de infundir a mis sonetos sobre el genio, hoy saque los pies del tiesto y desbarre, aunque poquito, dada la tremenda afrenta de los hechos consumados.

 Infinito es el número de tontos, escrito está; y el que cometió este atropello, quizás por no hacer favoritismos en la herencia, o tal vez porque no le cabía en la pared del saloncito, digo yo, estaría entre los primeros del escalafón. Versiones al respecto habrá para todos los gustos.

 Efectivamente, de un “greco”, hizo dos por el simple procedimiento de partirlo en dos mitades. Afortunadamente, tras bastantes vicisitudes dichas mitades se volvieron a encontrar, y ahora en El Prado se puede admirar el cuadro en toda su extensión y con toda su carga artística de soltura en las pinceladas, contrastes y claroscuros; y al fondo, como “siempre”, ToledoSAN SEBASTIÁN1610-1614. Museo del Prado

TORMENTOS

(Soneto)

Algún bobo integral e iluminado

buscando en Salomón su referente,

llegó en su decisión, ¡aguda mente!,

a en dos partir al santo asaeteado.

 

Ufano quedaría el que ha elevado

al máximo, seguro, su exponente

la humana estupidez; difícilmente,

tal listón pienso sea superado.

 

Y anduvo Sebastián, vano su intento,

-anduvo sin andar, pues no podía-

por siglos de encontrar su otra mitad,

 

obligado a sufrir, doble el tormento,

con aquel de los dardos, ¡madre mía!

esta otra, tamaña atrocidad.

Félix Torres

 

12 pensamientos en “Desde su atalaya calabresa F. Torres relata LAS COSAS DE DON EUFEMIO

  1. Buenas tardes mi Coronel:
    Hasta Bruselas ha pedido coherencia a España por el motivo que cita en la primera parte de su artículo. Que ya es desfachatez por parte de Bruselas. Que pronto se les olvida cómo nos están tratando respecto de los huidos Puigdemont y compañía.
    Para colmo, hoy en TV se han atrevido a «aliviar» nuestro confinamiento indicándonos que, si viajamos vía París, podemos ir casi dónde queramos.
    Es decir, que ¿vive usted en Barcelona y quiere ir a Madrid? Pues nada, vuela a París y de allí a Madrid. Al alcance de todos los bolsillos ¿verdad?
    Como lo de viajar a Dubai para vacunarse por el «módico» precio de 20.000 euros.
    No sé cómo no se les cae la cara de vergüenza.
    En cuanto a lo de partir un Greco en dos, ya lo ha dicho usted mi Coronel, debía ser compañero del que asó la manteca.
    Saludos cordiales.

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  2. ¿Qué quiere que le diga, D. Eufemio, sobre la incongruencia, una vez más, de las famosas medidas «perimetrales»? En sus sonetos lo explica divinamente, mejor ni tocarlo.

    Y sobre el cuadro de El Greco hace poco más o menos un año ya le comenté que había asistido( virtualmente claro está) a la conferencia que una experta del Museo del Prado ( y de la que usted me dijo tener ya referencias) había impartido precisamente sobre el San Sebastián y la recuperación de esa parte inferior, cortada inexplicablemente por quien fuera su propietario en cierta época, y digo inexplicable, porque no se entiende tamaña barbaridad en quién en su momento poseyera este magnífico cuadro, que no creo que pasara nunca por unas manos tan sumamente incultas como para llevarla a cabo. Un acierto del Museo del Prado haber podido reunirlas para exponer la obra completa, una maravilla más salida del talento y la paleta de nuestro admirado maestro. Como usted califica, una atrocidad de la que no conocemos los motivos, pero que desde luego no mereció nunca tener en su poder nada menos que esa obra, quizás una de las mejores.

    Usted muestra su indignación con sus sonetos, y yo hoy le acompaño con gusto. Le llama estúpido al que lo llevó a cabo, yo añado que además de estúpido un inculto feroz y atrevido.

    Afectuosos saludos, y paciencia, D. Eufemio, digo yo que alguna vez volveremos a la normalidad, si dos dejan…

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  3. Hoy, introduces cambios , y está muy bien. Como el de la gasolinera hay a cientos.
    El pobre San Sebastián, fue maltratado por un cateto. El cuadro inmenso, precioso, sabes que El Greco para mi es sagrado.
    Gracias por tus versos.🇪🇸🇪🇸🇪🇸

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  4. ¡¡¡Menos mal que el otro y maravilloso San sebastián que guarda mejor que La Peregrina (que no se sabe dónde está) la catedral de Palencia no estuvo en manos del IMBÉCIL que seccionó la obra que está en El Prado!!! Pero vamos, tampoco nos debería de extrañar el destrozo, porque en el infausto quinquenio del 31 al 36 del siglo pasado (lo que la Iglesia ha olvidado lamentablemente ahora al ponerse de perfil) la cantidad de obras religiosas (que también deberían ser «franquistas» como las tres calles de Palma de Mallorca a la que les acaban de quitar el nombre) que fueron quemadas, destruidas o «desaparecidas» es tan ingente que nunca pagarán sua autores, cómplices, encubridores o simplemente mentores el daño que se hizo al patrimonio artístico y sentimiento religioso de un pueblo que entonces sí supo poner pie en pared, y que ahora está, sencillamente, «anestesiado».

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  5. Muy oportunos y acertados sus comentarios, apreciados amigos; y veo que esta incongruente y nueva realidad inmovilizada según para quien, no es, naturalmente, del agrado de tan inconforme concurrencia. Muchas gracias.

    – Pues sí, D. José manuel; más le valdría a Bruselas dejar de mirar la pajita ajena y centrarse en la viga que en tantos aspectos, incluido el judicial, soporta en su propio ojo.

    – Sabrá mi amigo y tocayo que para la progresía es fundamental inventarse una entelequia. Un enemigo al que masacrar, una rubia con apellido exótico de arábigas resonacias para poner en el «candelabro» de la política autonómica, un «palabro» que suene molón…, y ya está. Con darle vueltas a lo inventado ya tienen, o creen, el trabajo hecho.

    – Escribí, Doña Margarita, mi primer soneto de sátira política en 2004: lo titulé INCONGRUENCIA; creo no fue muy desacertada la elección. Recuerdo el intercambio de opiniones de hace un tiempo sobre esta misma obra del maestro; la persona a que se refiere, una experta sobre nuestro amigo. ¡Ah!, y espero que nos dejen. Sigue en pie para entonces el café en la terraza de Lazcano.

    – Los tiene, Don Antonio, los tiene; a bemoles, me refiero.

    – Ya sé querido Luis que es uno de tus pintores preferidos. Habrás sufrido con «semejante atrocidad».

    – Si, Cebriancarrillo, el San Sebastián palentino es más barroco, más guay si me permite, pero éste denota la madurez y «modernidad» del genio. Y coincido con usted en que, efectivamente, el número de iglesias, conventos y centros religiosos que ardieron, parece que por combustión espontánea, fue tan considerable que los autores no cumplirían su condena en mil vidas que hubieran tenido. Y le participo de una denominación que yo uso con asiduidad para esos retablos que denotan la realidad de dichos incendios; me la dijo Consuelo, una monja algo rojilla de Aranda de Duero: los llamaba de estilo «Remordimiento». El de mi puebo, por ejemplo.

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  6. A las órdenes de V. I., mi Coronel.

    Esto de mantenernos atados cortos, cuando no enjaulados, y siempre con bozal, e incluso estar planificando una cartilla en la que anotar las vacunas para poder movernos, es tratarnos como si fuéramos animales; seguramente terminarán exigiendo también el estar vacunados contra la hidrofobia y la glosopeda para que no se las contagiemos a los perros la primera, y a las ovejas la segunda. Y mientras tanto, nos mantienen alejados y aislados de los turistas extranjeros, a los que, aparentemente, no se les pone inconveniente ni restricción alguna.

    El cuadro me ha hecho recordar la experiencia más terrible de mi vida, cuando con sólo diecisiete años y a los pocos meses de haberme incorporado a mi primer destino militar fuera de la Escuela de formación, precisamente el día más soñado, el de La Patrona del Arma, alguien cometió un lamentable y desgraciado error, pues no quiero pensar en mala fe, llevándonos, al terminar la Misa, a un local grande y muy apartado que se utilizaba como salón de actos y hasta como teatro para represenaciones, a toda la tropa técnica, Soldados de Primera y Cabos Ayudantes de Especialista, y nos dejó encerrados con la llave echada hasta la hora de fagina para el almuerzo, mientras el acuartelamiento era disfrutado en compañía de nuestros Jefes, por una gran cantidad de invitados civiles, todos pertenecientes a la «creme» de la población cercana.

    Llegó, como digo, la hora del almuerzo extraordinario, y el mismo que nos encerró allí sin decírnoslo, volvió a por nosotros, que le seguimos en perfecta formación y en absoluto silencio. Sirvieron la comida y a nadie le apetecía probarla ni pronunciar una palabra. Pusieroin generosa ración de vino en las copas, y nadie lo probó ni prestó atención. Estábamos muy dolidos por aquel trato injusto e inexplicable. Como preguntaban y no respondíamos, comenzaron las órdenes de que comiésemos y bebiésemos, y las amenazas con las Leyes Penales Militares por desobediencia y sedición, y en ese momento fuimos conscientes de que sin proponérnoslo, estábamos quizás cayendo en esos delitos. Un Oficial mencionó algo que nunca antes habíamos oído, el verbo «quintear». Finalmente, tras probar un par de bocados y mojar los labios como si bebiéramos, fuimos autorizados a abandonar el comedor y nos subimos al dormitorio y nos acostamos. Esa noche estaba programada una velada de cante flamenco en la que los cantaores y guitarristas eran Soldados de reemplazo buenos aficionados, y para la que me habían asignado el papel de presentador, a celebrar en el mismo local en que habíamos sufrido el encierro. Puse toda mi buena voluntad en intentar que se olvidara el incidente, pero los actores no estuvieron muy inspirados, y aquello no levantó la moral.

    Un día muy amargo (y peligroso), difícil de olvidar.

    Y por último, ese crimen cometido con el Patrón de mi pueblo, San Sebastián, pintado por El Greco, imperdonable y de bárbaros.

    ¡¡¡Viva España!!!

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  7. Mi entrañable y muy querido CORONEL TORRES,
    Un gran matemático decía «HAY QUE HACER LAS COSAS DIFICILES PARA QUE LUEGO RESULTEN FÁCILES». La GEOMETRIA en su doble vertiente Diferencial y Algebraica tratan de sintetizar largas formulaciones mediante estructuras concatenadas en ocasiones con dificultades relacionables y que una vez construidas permiten una aplicabilidad sencilla y sintética. Por ello, lo que al operario de la Gasolinera le parecía «al revés», V.I lo tenía muy claro.
    Cuando se dice «Para muestra un botón» ¡TODO ESTÁ CLARISIMO!….El poder no solo va al revés, es que no saben si van.
    Con los que actualmente dirigen ESPAÑA; después del PITORREO QUE SE TRAEN CON LA PANDEMIA : Confinamientos, toques de queda, diecinueve alertas, etc.. restricciones múltiples y variadas y un largo etc. se les puede aplicar : » SI NO CONSIENTES QUE EL GOBIERNO VULNERE LAS LEYES, EL GOBIERNO BUSCARA EMERGENCIAS PARA VULNERAR LAS LEYES».
    En relación al GRECO Y SAN SEBASTIÁN solamente reseñar los tres cuadros de SAN SEBASTiÁN PINTADOS POR EL GRECO :

    PRIMERO : 1577 – 1578 CATEDRAL DE PALENCIA . PARA TODOS LOS CRITICOS DE PINTURA ES EL MEJOR. 191cmm x 152 cm Solo una flecha en el corazón y otra en el árbol. Se presenta atado al árbol, una rodilla en una roca y fondo con celajes.

    SEGUNDO : 1600 – 1605 . Antiguamente en EL PALACIO REAL DE BUCAREST. En la actualidad en Colección Privada. 89 cm (ovalado) x 68 cm. Tiene 6 flechas en el cuerpo y 1 en el árbol. Santa Irene le curó como sabemos y después le volvieron a coger y fue martirizado a bastonazos. Las nubes de fondo son veladuras, es decir, transparencia de la capa inferior.

    TERCERO : 1610 – 1614 MUSEO DEL PRADO . 201,5 cm x 111,5 cm . Es el correspondiente a su magistral soneto. Se encuentra en la Sala 008B. Además de la atrocidad cometida por una herencia según la leyenda; siempre me encanto reflejar al PUENTE DE ALVCANTARA Y SAN SERVANDO . Precisamente Zorrilla en la parte II de «A buen Juez mejor testigo» (TRADICIÓN DE TOLEDO relata :
    …………………
    Más lejos se ve el castillo
    de San Servando, o Cervantes,
    donde nada al presente se hace.
    A este ldo está la almena
    por dó sacó, vigilante,
    al conde don Peranzules
    ……
    Ambos sonetos muy buenos.
    Muchas gracias, abrazos y a la orden de V.I
    VIVA EL REY
    VIVA FIEL INFANTERÍA
    VIVA Y ARRIBA ESPAÑA

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  8. – Desconozco naturalmente, Don Rafael, las razones que hubiern llevado al mando de su Unidad a adoptar medidas como las que narra; es la primera vez que tengo referencias de algo semejante.

    – Gracias Don Pedro por su comentario; erudito y currado como siempre.

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  9. Reakmente, mi Coronel, fue algo inaudito y desde luego un error o malengendido de las órdenes por pate de algún mando intermedio. El Jefe de la Unidad, un Teniente Coronel nos habló mujy consternado y aseguró que él no había ordenado semejante cosa. Y, sinceramente, le creímos. Pedro la sensación de haber sido apartados y bajo llave para que los invitados pudieran recorrer a sus anchas el recinto, no muy extenso, era difícil de desechar y de entender. En ningún momento nadie tuvo una actitud de insubordinacióny menos de motín, ni de palabra ni con gestos; sólo dolor y silencio. Todos éramos voluntarios con la intención de continuar en el Ejército con nuestra especialidad, y tanto es así, que de aquel grupo que éramos, unos treinta, excepotuando a un servidor, que pasó a la Aviación Civil cuando llevaba ya nueve años de Suboficial, los demás llegaron a la edad de retiro con el empleo de Capitanes, y algunos de Comandante, dependiendo de los meses de diferencia en la edad de cada uno. A mí, de haberme retrado como militar, me habría correspondido este último empleo.

    Jamás volví a tener noticias de caso semejante a lo largo de los años, y todavía, al recordarlo y comentarlo con algún antiguo compañero, seguimos sin verle la explicación. Quizá algún oficial se explicó mal, o le entendió mal un Suboficial de Semana, y así, tontamente, nos vimos todos en una situación tan extraña. Si nos hubieran dicho que había sido un error, lo habríamos entendido y olvidado de inmediato, pues era aquel un destino, que al ser pequeño y con poco personal, éramos un poco como una familia y la relación existente entre los mandos y nosotros era excelente y de confianza mutua dentro de la disciplina.

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