El maestro Antonio Burgos, Cabo de la Topográfica y Jefe del Alto Estado Mayor de las Buenas Letras, me coloca en suerte.
-¿Tienes escrito algo en tu blog sobre la “bandera de percha”?
De inmediato pienso en el artículo que debo escribir.
-Algo debe de haber en el blog.
Recuerdo que en su día medité la idea de dedicar un artículo a tan patriótica idea. Si entonces no lo hice fue al comprobar la enorme cantidad de entradas que sobre el tema pueden leerse en internet.
Ahora, recuperada la tradicional y militar costumbre de que los soldados de nuevo lleven en su mochila la Bandera de España, acepto el reto del maestro. Seguro que corro bien la suerte.
Empezaré con la arenga del General Prim a los voluntarios catalanes en la batalla de Castillejos:
‹‹Soldados podéis abandonar esas mochilas porque son vuestras, pero no podéis abandonar esta Bandera porque es de la Patria››.
Es el bagaje del alma de soldado. Es necesaria una percha, anaqueles que soporten tantos relatos escritos en las páginas de los humildes pergaminos de los soldados, pobres y honrados, pobres por honrados, que han dejado escrito en esa Bandera el amor que abrazado al dolor se convirtió en rojo y gualda. En aquellas guerras de África del XIX, nuestros soldados, catalanes, extremeños o castellanos, del Regimiento de Córdoba o del Saboya, infantería de León, Arapiles o Simancas, del batallón de Navarra o de Chiclana, españoles de cada rincón, empezaban a llevar una bandera que servía para tapar el equipo colocado en el vasar o percha de los dormitorios. En el combate aquella diminuta bandera de 60×80 iba guardada en la mochila, recámara del soldado, el alma y la vida a la espalda, caminando con la Patria a cuestas. Pañuelo cubre-perchas que ayer cubría sus enseres privados, luego su posición señalaba, más tarde cubrirá su cara cuando le echen una palada de tierra sobre su cuerpo que el deber se ha llevado.
Se hizo reglamentario para los de la cuarta región militar, Cataluña, en 1904. ¿Sería en recuerdo a la arenga del general Prim? ‹‹No podéis abandonar esta Bandera…››. Al poco tiempo la Real Orden se hizo extensiva a todos los cuerpos del Ejército. Pero pasó el tiempo y también los combates. Se olvidó la bandera. La mochila empezó a rellenarse con inservibles utensilios que vaciaron de contenido el alma del soldado. El pañuelo cubre-perchas fue olvidado. Algo del alma de soldado se fue con ello.
Hubo un día en que se cantaba:
‹‹El día que yo me muera
si estoy lejos de mi Patria,
solo quiero que me cubran
con la Bandera de España››.
Fue olvidado.
Era el último uso del inicialmente llamado pañuelo cubre-perchas. No era un pañuelo, era la Bandera de España. Cubrían con ella el rostro de nuestros muertos en campaña. Luego, a paladas, la tierra los tapaba.
‹‹Solo quiero que me cubran
con la Bandera de España››.
El olvido es virtud en esta tierra roja y amarilla como su Enseña. Pero no hay quien detenga cada primavera el florecer de los jaramagos y amapolas que tiñen de bandera los campos de España.
Los sentimientos de un pueblo se izan sobre el asta de la enseña como los colores que adornan su paisaje. Cuando eso no ocurre cualquier cosa puede suceder, normalmente desaparecer como nación. Nunca pueden caer los colores de tu patria. Siempre a la vista. El cornetín y la bandera ponen orden en el alma del soldado. Un soldado solo existe y se encuentra definido si detrás hay una bandera. Sin bandera no hay soldado, ni ejército, ni nación.
La historia de la diminuta bandera de percha o de mochila parece que se recupera. Aún no ha sido recogido reglamentariamente. Desde aquí pedimos que se regule y se reglamente su uso. No hay suficiente tejido para confeccionar la historia de España y de su Bandera. Esta historia no está confeccionada con tinta y papel ni con fibras de tela. Está hecha a base de vidas y sangre derramada. Quedó resumida un día en un trozo de tela de 60×80. Recuperarla no puede ser cosa de la iniciativa privada. Todos los soldados deben de tener su bandera, de percha o de mochila, llámenla como quieran, es la Bandera de España.
Puedes tener una vida de riquezas lleno. Puedes heredar tronos y privilegios. Puedes vestir distinguidas libreas. Pero llevar en tu mochila la Bandera… Explícalo tú, soldado, explica lo que sientes cuando antes de dormir, cuando estás reventado que jamás cansado, abres tu mochila y se desparrama el rojo y gualda allí guardado. Cuando abres tu mochila y antes de escribir la carta, antes del destino que la vida te ha dado, y el recuerdo a los que te esperan, antes de a ellos empezar a dedicarles ese poco tiempo que te queda, el tiempo más delicado, salta de tu mochila, entre lo más amado, tu alma de soldado, la Bandera de España, un trozo de tu vida, de los tuyos, lo más amado.
Díselo tú, soldado, a los que nunca han sentido, a los que nunca han amado.
Habla de tu Bandera, de lo que por ella siente tu alma de soldado.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
20 mayo 2022
LAS CORSARIAS:https://youtu.be/CHJydNqMgPM
…NO ABANDONAR LA ENSEÑA AL RUIDO DEL CAÑÓN…
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A las órdenes de V. E., mi General.
Qué incomparable y gran privilegio el de ser cubierto, amortajado, con la bandera de España. Privilegio que sólo pueden tener quienes mueren en combate o en acto de servicio. O a manos de terroristas cobardes, siempre por la espalda o en atentado con explivos; o sea, a traición.
¡¡¡Viva España!!!
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Atentamente y con el debido respeto
A Los colores de España
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Los colores de la Patria
son albores de esplendor
que ofrece la primavera
al sentido de lo ESPAÑOL.
Amapolas y jaramagos
y otras plantas del edén
que aparecen sensitivas
a los ojos que las ven.
Flores rojas y amarillas
que los campos tornasolan
inspirando al que los mira
que son tierras ESPAÑOLAS.
Alfombras sobre los suelos
cubiertos con las lisuras
de los regalos silvestres
que presentan su hermosura.
La Bandera de la Nación
es el Emblema Sagrado.
Y. En defensa de sus colores
dan la vida sus Soldados.
Los colores de la Patria
son albores de esplendor
que ofrece la primavera
al sentido de lo ESPAÑOL.
España día 20 de mayo de 2022
Ramón Lencero Nieto
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Perdón, mi General.
Continúa ocurriendo el fenómeno extraño de no aparecer ningún comentario en alguna entrada, como por ejemplo en la de la entrevista en la televisión canaria, de hace dos días, que acabo de repasar, y en la que dejo la misma observación, por siesto fuera una anomalía técnica, o si elproblema fuera de mi correo.
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Magnífico, mi general. Y muy inspirador.
Adolfo Coloma
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Mi General:
En mi bolso de paseo me acompañan en todo momento dos elementos que permitirán mi completa identificación, vivo o muerto:
1. Una bandera de mochila.
2. Mi pasaporte del Reino de España.
¡Viva España!
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Cuando la inspiración llega, como es el caso, es de agradecer que el tocado por la varita de las musas no se lo quede para sí. Much´sisimas gracias por el relato, en el que no sobran ni los jaramagos.
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Mi General : Hoy un magnífico relato. LA BANDERA, que decir de ella, es ESPAÑA y por ella debemos dar hasta la vida si es preciso.
He asistido a muchos funerales de militares y he visto BANDERAS y Uniformes en ellos.
Solo quiero que me cubran
Con la Bandera de ESPAÑA. 🇪🇸
¡¡¡ TODO POR LA PATRIA!!!🇪🇸🇪🇸🇪🇸
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Emocionante su apunte de hoy, mi General. Me ha puesto los pelos de punta, recordando mis tiempos de soldado, y mi bandera de mochila, que guardo orgullosamente. Gracias de corazón.
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Excelente su escrito Mi Generala. Muchas gracias y saludos para todos.
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Me encantan las palabras del Capitan Acuña por su dureza y por su claridad: «Y el que traidor la abandone, no tenga quien le perdone, ni en tierra santa cobijo, ni una cruz en sus despojos, NI LAS MANOS DE UN BUEN HIJO, PARA CERRARLE LOS OJOS».
Esa es la sentencia que merecen tanto traidor a ESPAÑA.
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Buenas tardes
Un artículo, mi General, muy oportuno, porque tal como están las cosas si los soldados no dan ejemplo y se generaliza que no podamos llevar una bandera en la mochila, tampoco en una correa de reloj, ni en unos tirantes, ni siquiera en un broche en el caso de las mujeres, nos olvidaremos de que es nuestra insignia, la de nuestra Patria, la de España.
Y eso es muy peligroso, porque visualizar un mapa es complicado, y tampoco es fácil ponerlo o llevarlo en un sitio bien visible, en cambio una Bandera que representa a todo el país es fácil, y yo diría que conveniente para los que verdaderamente amamos nuestra Patria, aunque a veces pueda significar un peligro, desgraciadamente.
Yo, hasta ahora, no he tenido problemas con tenerla extendida en mi casa de Madrid, ni en la de Marbella, pero hay que renovarlas regularmente, y cada vez es más difícil poder encontrarlas y comprarlas. Curiosamente es para lo único que he entrado en un comercio de chinos, y es en una de esas tiendas dónde suelo encontrarlas sin dificultad, porque antes se encontraban en El Corte Inglés, pero ahora ni siquiera allí.
Saludos
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Con permiso de Vuecencia, mi General. Emotiva exposición sobre la bandera de mochila y la bandera de España en general.
En mi balcón hay dos banderas de España, la normal en un mástil y la de mochila, bien a la vista, en el enrejado.
Mis vecinos agradecen el patriotismo que luce la finca. ¡Arriba España y viva La Legión!. Julio de Felipe
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¡Un gran artículo mi General!
Es hermoso que el ejército quiera recuperar tan hermosa tradición que se abandonó en 1927.
Desplegada en mi estudio se encuentra la que me entregaron en mi última jura de Bandera el pasado 12 de mayo de 2018 en el acuartelamiento de El Bruch en Barcelona.
Otra más grande luce, ya descolorida por el tiempo, pero orgullosa y desafiante, en la ventana exterior, frente a las esteladas.
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Es hermoso que se recupere la tradición de la bandera de mochila o de percha que se instauró de 1860 a 1927.
De un estante de mi biblioteca tengo desplegada la bandera de mochila que me fue entregada tras mi jura civil en el cuartel de El Bruch, el 12 de marzo de 2018, con el Regimiento de Montaña «Arapiles» Nº 62.
De la ventana exterior cuelga otra más grande, desgastada por le exposición, pero orgullosa y desafiante ondea entre otras «esteladas» que no reconozco.
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A mis 82 años he conseguido la de mi Regimiento de Melilla. Allí estuve en 1962/63.
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