No son buenos tiempos para la amistad y mucho menos para el compañerismo.
Definir el significado de un sentimiento es difícil y más cuando se habla de algo que siempre va asociado al sacrificio y al desinterés personal. Amistad y compañerismo, aunque distintos, tienen en común la entrega.
¡Qué difícil encontrar el vínculo de la compañía! ¡Qué raro llegar al afecto puro y desinteresado! La amistad y el compañerismo son tan exigentes que no existen sin esfuerzo y sacrificio. Si no estás dispuesto a darlo todo no hay amistad ni compañerismo. En la milicia nadie da nada hasta no haberlo dado todo. Creo que no es necesario dar más explicaciones. Son lazos que surgen de la compañía, de tener siempre la mano tendida porque la necesidad es constante. Necesidad para el alma que no otra cosa se echa en falta cuando la incertidumbre camina a tu lado.
El dinero y la riqueza hacen otro tipo de amigos. El dinero y la corrupción cuando se saben administrar sueldan fidelidades más firmes que el sentimiento de amistad, incluso más fuertes que el vínculo de sangre. Pero eso no es amistad. Para Aristóteles había diversos tipos de amistad y concluye que solo es verdadera amistad la que está basada en el bien y en la virtud. Dice en la Ética a Nicómaco que nadie querría vivir sin amigos, aun estando en posesión de todos los otros bienes.
He buscado y rebuscado la mejor explicación de amistad y de compañerismo. Está en el Credo de la Legión. Es una síntesis que ya quisieran haber escrito muchos filósofos. Pero fue Millán-Astray. Ningún tontivano se lo perdona ni admite que el fundador de la Legión sepa más y escriba mejor que ellos.
Espíritu de Amistad: De juramento entre cada dos hombres.
Poco más que decir. Dos hombres y un juramento. El secreto de la intimidad. Es el sentido de la frase de Cicerón: ‹‹No hay cosa más grande que tener a alguien con quien te atreves a hablar como contigo mismo››.
Del amigo sientes su necesidad, como tuya, la adivinas, no son necesarias palabras. Desde la distancia eres consciente del requerimiento. No hay pudor ni reservas en la intimidad de la amistad. Es entre dos hombres y nada hay más sagrado que su juramento. Cuantos que se dicen amigos deberían respetar más el profundo sentido de la amistad. Correr al lado de tu amigo cuando te llama la intuición de la necesidad. Sin que él te llame, sin que te implore, sin que se humille. Si así fuere no habría tanta soledad y sufrimiento. Cuantos hay que convierten la necesidad del amigo en mayor sufrimiento y humillación. Distingue amigo quien es tu amigo y quien tú enemigo.
Espíritu de Compañerismo: Con el sagrado juramento de no abandonar jamás a un hombre en el campo hasta perecer todos.
No se ha escrito nada tan elevado, tan grande y difícil definición del compañerismo. Es tan compleja y a la vez sencilla que solo pueden ostentar la virtud del compañerismo quienes la han ejercido en ese momento crucial. Quien no ha abandonado a un hombre en el campo hasta perecer. Morir por el que ha muerto. No intenten entenderlo si no lo sienten, es incomprensible. Solo se entiende cuando no es necesario que se lo expliquen. Solo se entiende si se entiende. Una perogrullada. No es necesario estar en combate. Simplemente hay que estar en la vida, estar vivo y ver lo que te rodea.
El compañerismo no examina ni analiza los afectos o simpatías. Es simplemente la compañía unida alrededor de una bandera. Es sublime vínculo que está por encima de ti mismo, mística del sacrificio. Hay ejemplos del compañerismo en combate. Muchos a lo largo de la historia. No sé si los hay en tiempos de paz y bonanza. Sé que hay mucho sufrimiento que no siempre se comparte en compañía. No es problema de dinero, aunque también lo hay, y mucho, es problema de compañía. No hay nada más duro en la vida que sentir la soledad y no saber a quién acudir. Más cuando tienes que humillarte por un salario, por una dignidad que en la petición crees perdida. No hay nada más digno que la honradez y la decencia, pero eso ni alimenta ni resuelve el problema del abandono.
Decía Romanones que los amigos suelen abandonarnos a la hora de las desgracias, pero que los enemigos nos siguen hasta la muerte.
Ojalá que nunca traicionemos la amistad ni al compañerismo. Para un soldado sería como perder el valor y el honor.
Si me preguntan les contestaré que echo de menos el honor, el valor y mucho más la amistad y el compañerismo. No solo en la vida militar sino en la vida.
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Entendido, buenos días, compañeros.
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A las órdenes de V. E., mi General.
Ay, la amistad, el compañerismo, el deber de socorro, y esas cosas…Esto a muchos les suena a chino.
Buena meditación para un mundo de intereses y egoísmos, para un mundo de fieras en el que al compañero en dificultades y apuros se le ignora y aparta para que no sea un obstáculo.
En la vida civil he visto mucho de eso, y he ayudado a algunos a superar el bache contra el acoso y la saña de otros.. Y en la militar, lo he visto en ejército extranjero, con mentalidad y cultura muy diferentes a la nuestra. Allí no existe el cocepto de socorro entre compañeros, cada uno piensa únicamente en que «tiene que hacer su trabajo», y que cada cual cuide de sí mismo.
Viví un caso incomprensible de estos, cuando en un servicio de rescate acompañaba a un coronel extranjero, y Jefe de la Misión, que sufrió hipoxia y estaba en grave riesgo de muerte. Pasó cerca de nosotros, intentando evitarnos, un teniente coronel, compañero suyo, con sus dos depósitos de oxígeno a modo de mochila, y su mascarilla bien ajustada; lo intercepté de un salto y le rogué que nos dejara, siquiera momentáneamente, una botella y otra mascarilla que llevaba de repuesto, para reanimar al coronel. Por poco, si no ando ágil, me aparta de su camino de un manotazo, y continuó, rezongando que «él no era un sanitario y tenía que hacer su trabajo».
Ante tal actitud, tomé a cuestas al enfermo, y a rastras, pues era mucho más alto y corpulento que yo, conseguí descender hasta donde encontramos oxígeno suficiente en el aire para conjurar el riesgo de muerte inminente.
La llegada, por fin y tras dos largas horas de odisea, fue presenciada por un Capitán Médico nuestro que lo atendió con oxígeno hasta recuperarlo para poder hacer los treinta kilómetros que quedaban para llegar, a pie, al lugar habitado más próximo. Este Capitán en esos momentos, y al día siguiente nuestro Coronel de la Base, me hablaron de una condecoración, y les rogué que no hicieran tal, pues no quería que «el amigo y circunstancial compañero», con esa publicidad inevitable, resultara perjudicado en su carrera, conociendo cómo se las gastaban en ese ejército.
¡¡¡Viva España!!!
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Un gran artículo.
Amistad y compañerismo rara avis en los tiempos que corren.
Un saludo a todos.
Pedro Dalmau
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Con permiso de Vuecencia, mi General. Esos sentimientos los podemos unificar y obtendremos «camaradería». «….yo tenía un camarada, entre todos el mejor, siempre juntos caminábamos, siempre juntos avanzábamos….».! Arriba España y viva La Legión !. Julio de Felipe Jimeno
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Honor, amistad y compañerismo valores, por desgracia, muy devaluados en la sociedad actual.
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Mi General : SIN “ AMISTAD Y COMPAÑERISMO”, no podrían existir “ LAS FUERZAS ARMADAS “.🇪🇸🇪🇸🇪🇸
¡¡¡TODO POR LA PATRIA!!!
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